Capítulo 54 : MISTAKES

"Hermosos errores que invento en mi cabeza. Él desnudo en mi cama y ahora estamos despiertos en la cama cometiendo hermosos errores. No lo cambiaría aunque pudiera. Estoy enamorado del pasado y ahora estamos despiertos cometiendo hermosos errores."

-Beautiful Mistakes
(Maroon 5 & Megan The Stallion)




Taehyung no pudo evitar sonreír un poco antes de dejarse caer en la cama al lado de su entrenador, ninguno de los dos había planeado o dicho algo al respecto de compartir habitación y sin embargo parecía lo adecuado. De todas formas tampoco parecía ser una cuestión necesaria para ninguno de ellos, ambos habían dejado sus cosas allí en el instante en el que llegaron y de la misma manera ahora estaban recostándose sobre el mullido colchón tras una amena tarde en la que el base había logrado olvidar por un instante el hecho de que su rodilla estaba hecha papilla.

Tenía roto el menisco, eso era un ejemplo más de su mala suerte porque si algo podía salir mal en la vida de Kim Taehyung… Definitivamente sucedía.

-Pareces un poco más tranquilo ahora. - Yoongi giró su cabeza, con el cabello húmedo tras haber tomado una ducha.

-Tal vez. - Taehyung asintió. - Me ha ayudado desconectar por un par de horas, dale las gracias a Jin por haber puesto de su parte en intentar que me sintiese bien.

Yoongi asintió, con los ojos puestos todavía sobre la mirada de su jugador. Podía notar el modo en el que la influencia de Jungkook había ayudado a Tae en cierta manera, probablemente había sido bueno para este poder hablar con un atleta que sabía lo que suponía el proceso de sufrir una lesión y tener que recuperarse a pesar de querer seguir practicando el deporte que amaba. Incluso si Seokjin también le hubiera podido echar una mano, su mejor amigo quizás tenía un punto de vista un poco más negativo acerca de sufrir lesiones debido a que fue precisamente eso lo que hizo que este tuviese que dejar la natación.

Mientras que Jeon Jungkook tenía una edad similar a la de su base, también se encontraba en un punto en el que las lesiones eran un riesgo pero no tenían porqué suponer el final si la suerte se asomaba levemente a sus vidas. Y Taehyung definitivamente no iba a separarse para siempre de las canchas por una rotura de menisco, Min Yoongi estaba decidido a ayudarle a su jugador en el proceso incluso si no sabía encontrar las palabras adecuadas para proporcionarle el ánimo que necesitaría en el proceso de rehabilitación.

-¿Qué tal con Jungkook? Habéis estado hablando… - Yoongi no apartó la mirada del perfil afilado de Taehyung, sus facciones eran atractivas incluso bajo la tenue luz de la pequeña lámpara que se encontraba posada sobre la mesilla de noche a su izquierda. - Jin dice que es un chico que a pesar de resultar algo egoísta en ciertas ocasiones, tiene un enorme corazón. ¿Te ha echado una mano para entender que tu lesión es solo algo temporal que podrás superar? - Yoongi esperaba que alguien de una edad cercana a la de Taehyung pudiese comunicarse con su base mejor de lo que él lo hacía.

-Tanto él como tú me habeis ayudado en eso, pero no significa que mi tristeza al respecto vaya a desaparecer de la nada. Me ha gustado poder mantener la mente en otras cosas, eso es algo que no puedo negar. Fue… Reconfortante en cierta forma.

Yoongi asintió, jugueteando con sus manos por el único motivo de que no sabía lo que hacer para poder ayudarle a Taehyung con el proceso mental que conllevaba aceptar una lesión que le quitaría la posibilidad de participar en muchos de los partidos importantes de baloncesto. Finalmente se limitó a posar las palmas sobre su estómago y a entrelazar los dedos de las mismas.

-Ven a los partidos de todos modos. - después de haberse mantenido en silencio durante varios minutos, aquella frase se sintió fuera de lugar pero también increíblemente correcta. - Podrás aprender desde mi perspectiva. - Yoongi clavó sus ojos sobre la mirada sorprendida de su base. - Ayúdame en los entrenamientos, tú sabes cómo socializar y te gusta hablar con el resto del equipo sobre lo que creen que puede ser mejorado… Será una buena manera de avanzar con eso de la nula comunicación que tengo con ellos. - porque realmente a Yoongi se le daba mal comunicarse para algo más que no fuera corregir fallos o dar órdenes, solo había sobrepasado la línea estrictamente profesional con Tae y ese hecho lo perseguía a diario. - Además podremos crear jugadas juntos y organizar los viajes del equipo. Sé que no es lo mismo que jugar en la posición de base y capitán, pero te servirá para ver el baloncesto desde dos posiciones y quizá en el futuro también te ayude para saber si realmente quieres convertirte en un profesor de gimnasia, o si por el contrario lo que te llena de verdad es tener los pies sobre la pista. Aunque estoy casi seguro de que conoces la respuesta incluso sin haber estado en la otra parte de un partido.

Yoongi al menos la conocía, no se imaginaba a Kim Taehyung como un profesor de gimnasia pero sí podía imaginarlo con facilidad pasando su vida en las canchas de baloncesto de todo el mundo. Su base era bueno en lo que hacía, incluso si tenía muchas cosas que mejorar todavía, pero en su propia opinión incluso los mejores jugadores pueden seguir evolucionando con el paso del tiempo.

-Es una buena oferta en realidad. - Taehyung sonrió. - Para ser sincero no tenía pensado mantener mi culo fuera de los entrenamientos, incluso si no puedo participar de una manera lo haré de otra. Así que eso es un sí, acepto Min Yoongi. Sigo siendo el capitán, ¿no es así?

Yoongi sonrió mientras asentía con la cabeza, sabiendo que el hecho de que Taehyung estuviera usando su nombre completo significaba que la charla que los dos habían mantenido hace un par de días en su coche se quedaba en el olvido. Y a él le parecía bien, porque incluso si no quería sentimientos innecesarios entre ellos dos… Todavía era extraño que Tae se comportase como si no se conocieran tras haber compartido de hecho cama en más que un par de ocasiones. Esa charla respetuosa que le había exigido a Kim desde que se conocieron, se sintió extraña por dos días completos después de que le dijese que no quería implicar sentimientos en su extraña relación de… ¿Amistad? Él ni siquiera sabía lo que eran.

Un mes completo en el que cada uno de los fines de semana había sido para disfrutarlo al lado de su base, no era una cosa que sencillamente pudiese apartar así como así. Incluso si tampoco lograba definirla.

-¿Tienes sueño, capitán? - Yoongi sonrió de nuevo, sentándose sobre la cama para observar con mayor facilidad la expresión cansada de su base.

-Podría dormir dos días seguidos, es más, eso me encantaría.

El entrenador Min estiró su mano para alcanzar la lámpara de la mesilla.

-Entonces, a dormir. Mañana será un nuevo día y espero que ese cansancio haya disminuido. No tendrás que madrugar para ir a la universidad de todos modos.

-Ajá. - Taehyung bostezó. - Todavía me hubiese gustado poder ir…

Taehyung se encontraba revisando su teléfono cuando la voz del amigo de Yoongi y su atleta hicieron que apartase la vista de la pantalla, la sensación de tener wifi a su completa disposición era nueva y sin duda estaba aprovechándola para contarle a Hoseok cada uno de sus avances con respecto a su dolor tanto físico como mental, y quizás también para desahogarse con respecto a la confusión que el comportamiento atento y cariñoso de su entrenador en cierta manera le ocasionaba. Tenía que agradecerle a su mejor amigo por haber mostrado mucha paciencia ante el detalle de que durante el día anterior él no se había dignado a contestar ni a uno solo de sus mensajes, pero tampoco es que realmente hubiese podido hacerlo porque no tuvo forma alguna hasta que el amigo de Yoongi le cedió la clave de su internet esa misma mañana. Y para ser justos, su situación no era la más normal o tranquila del mundo, no al menos lo suficiente como para querer poner los ojos sobre su teléfono nada más instalarse en la casa de una persona que todavía le resultaba nueva y desconocida.

Ahora que se encontraba un poco mejor y que el dolor parecía haberse ido gracias a los antiinflamatorios que el médico le recetó, el teléfono se había convertido en su mejor aliado para huír de los silencios incómodos que se formaban de vez en cuando entre el entrenador Min y él cuando se quedaban completamente solos y los temas de conversación parecían terminarse. En realidad los dos parecían un poco incómodos de vez en cuando, Taehyung no sabía exactamente porqué, Yoons ya le había explicado que no estaba dispuesto a permitir que los sentimientos crecieran entre ambos y él lo había asumido. Estaba cumpliendo en la tarea de tratar de no mostrarse excesivamente cercano a una persona que a pesar de decir no querer nada sentimental, continuaba mostrándose atento y cuidándolo.

Pero Tae sabía que era responsabilidad de un entrenador cuidar a sus jugadores. Así que debía mantener su mente lejos de la idea de que esos comportamientos podían significar algo más que simple profesionalidad por parte de Min.

-Oh. - Taehyung sonrió, apoyando su teléfono sobre la mullida alfombra que cubría el suelo de la sala de estar. - Hola de nuevo, Jungkookie.

Jungkook era un muchacho curioso, a Taehyung le gustaba conversar con este porque aunque en un primer momento pudiese parecer un poco frío en realidad esa faceta era causada por una inmensa timidez que le impedía abrirse fácilmente ante los desconocidos y que de vez en cuando incluso derivó en que este se tapase las orejas en un movimiento que no podría ser definido como algo más que sencillamente adorable. Seokjin les había mencionado la tarde anterior lo complicado que era para los atletas como Jeon hacer amigos, Jungkook vivía para entrenar y eso le quitaba el tiempo necesario que implicaba un sentimiento de amistad en el que la confianza fuese el primer sentimiento a tener en cuenta. Si bien este tenía conocidos, no había personas entre sus “amigos” que pudieran ser contactadas para una ocasión complicada en la que necesitase ayuda.

El deporte que amaba Jeon Jungkook era diferente del que amaba Kim Taehyung, él podía socializar durante los entrenamientos y conocer a personas que se mantendrían a su lado por varios años en la universidad. Por su parte Jungkook estaba solo ante una piscina, no únicamente porque su pasión implicase largas horas de entrenamiento sino también porque la personalidad de este era tremendamente disciplinada al respecto.

Taehyung sabía una cosa, no se necesitaban muchos amigos para lograr ser feliz pero sí un par de ellos lo suficientemente buenos como para que te llenasen el teléfono de mensajes si por casualidad te rompías el menisco.

Él quería ser un amigo así para Jungkook si este se lo permitía.

-Hola de nuevo, Taehyungie.

Los dos sonrieron, Jungkook decidió dejarse caer sobre el sofá que estaba situado cerca de Taehyung justo antes de que Peach llegase correteando para a continuación hacerse un sitio a su lado.

-¿Cómo ha ido tu día? ¿Has descubierto si lo que sientes por tu entrenador es tan solo atracción o algo más? Quiero detalles. - el base estaba bromeando, trataba de empujar la timidez de Jungkook lejos para poder tener una conversación amena con este. - Realmente los quiero. Yo puedo decirte a cambio que he abrazado a Yoongi durante la noche y no me ha apartado, en realidad ha sido bastante cálido conmigo desde que esto sucedió. - Tae señaló las muletas. - No sé si es pena o un sentimiento real, pero el caso es que resulta agradable.

Jungkook se limitó a sonreír con timidez, el base había comprobado que ese era un comportamiento bastante frecuente en el nadador

-Quizás sea una mezcla de ambos, cuando a Jin le duele el hombro siento un poco de pena porque me pongo en su lugar pero también preocupación real.

Taehyung se tomó unos segundos para pensar en lo que le había dicho Jungkook, no era descabellado del todo pero realmente no lograba imaginarse a su entrenador sintiendo preocupación por él del mismo modo en el que Jungkook la sentía por Seokjin, no al menos cuando tan solo unos días atrás le había pedido que mantuviera los sentimientos lo más lejos posible de lo que sea que ellos tenían.

Claro que… Abrazarlo no era la manera adecuada de mantener ese tipo de sentimientos lejos y este no había protestado demasiado al respecto. Maldita sea, Tae sencillamente no lograba dejar de pensar en aquella charla, su mente volvía a ella una vez tras otra.

-Has esquivado mi pregunta. - Taehyung sonrió, cambiando de tema para centrar su atención sobre el nadador.

-¿Lo he hecho? - Jungkook tenía una mirada repleta de timidez cuando decidió que hablar con Taehyung sería una buena forma de aclarar su mente. Una opinión externa quizás le ayudase a ordenar sus ideas. En ese aspecto los dos se encontraban en el mismo punto después de todo, podrían apoyarse mutuamente. - Puede que me haya atrevido a compartir un par de besos bastante buenos con Jin esta mañana en la piscina. - susurró. - Y puede que eso me haya despertado algunas sensaciones que creí no poder experimentar. También es posible que me haya atrevido a decirle que me parece caliente y que… Bueno, definitivamente él me causa cosas y…

-¿¡Te magreaste con Jin!?

Taehyung dejó escapar una enorme carcajada de sus labios cuando Jungkook se lanzó hacia él para taparle la boca con la palma de una de sus manos. Jin y Yoongi se encontraban en el jardín de la casa cocinando algo de carne en la barbacoa, así que eso implicaba que fácilmente podrían haberlo escuchado pero maldita sea. Taehyung no creyó que Jungkook fuese a apurar tanto los acontecimientos, el día anterior estaba tan confundido que ni siquiera pudo afirmar con certeza que Seokjin le gustaba más de lo que  quería admitir.

Con la mano de Kook todavía sobre sus labios, el base percibió que el par de amigos los observaba con curiosidad desde el jardín. Ni siquiera podía culparlos, había alzado la voz y al segundo siguiente tenía al nadador sobre él. Así que intentó disimular su evidente asombro por el detalle de que alguien tan tímido como Kook podía tomarle la delantera para enfrentar sus posibles sentimientos y decidió que era una buena idea guiñar su ojo para Yoongi, quién en realidad simulaba estar bastante confundido ante el acto.

¿Qué podía hacer? Jungkook estaba ahí fuera besando a Kim Seokjin y comprobando que le gustaba y causaba sensaciones nuevas, pero él quién llevaba varios años fuera del armario y se había besado con multitud de chicos bonitos en Bellum… Él ni siquiera lograba abrazar a Yoongi sin culparse por ello después de hacerlo. Maldita sea, tenía que decirle a su entrenador lo que sentía y hacer que de una buena vez por todas el otro reaccionara también, porque el detalle de Min siendo cariñoso lograba que todo su interior se emocionase ante algo que muy posiblemente formaba parte de su imparable capacidad imaginativa.

Y a veces estar encerrado en la imaginación no era bueno.

-Sea como sea, eso ocurrió porque yo estaba un poco curioso y él estaba en la piscina conmigo, no llevaba su camiseta y el entrenador Kim realmente tiene el cuerpo de un nadador experto… los reflejos del agua también parecían influir porque no dejaban de hacer brillar sus ojos y su piel… y yo… estaba muy confuso pero solo quería tocarlo… - Jungkook se incorporó, dejándose caer sobre la mullida alfombra blanca a un lado de Taehyung y llevando su mirada soñadora hacia las puertas de cristal que daban al jardín en el que Seokjin se encontraba cocinando.

-Realmente te gusta. - Taehyung sonrió tomando una de las fresas que había servido con anterioridad en un bol de metal. De nuevo los ojos de este buscaron a Min a través del cristal y Jungkook casi sintió que su presencia sobraba mientras esos dos chicos se comían el uno al otro con la mirada. Porque Yoongi lo miraba, Taehyung era capaz de apreciar eso y también lograba entender que la atracción entre ambos no tenía que desaparecer solo porque uno de ellos no quisiera implicar sentimientos en esa extraña cosa que los dos compartían. - Seokjin es realmente atractivo, no puedo culparte. Cuando admitas que quizás te gusten los hombres entenderás que es un buen partido. No existen muchos hombres en Corea tan abiertamente cómodos con lo que son. Además él es… Mentiría si dijese que no estoy curioso por ver su cuerpo también, sus hombros son definitivamente algo que llama la atención de cualquier ser humano con ojos.

Pero eso no lo hacía más atractivo que Min Yoongi, su entrenador de baloncesto era fríamente atractivo fuera de la cama, con esos preciosos ojos de gato siempre atentos, su modo de corregir aquello que podía ser mejorado o su cabello levemente largo siempre cayendo en mechones lisos sobre su frente. A la par que era condenadamente suave dentro de ella, si se trataba de mantener relaciones a Min le encantaba ser atendido con total devoción de una manera que despertaba sin excepción la líbido del base. Taehyung amaba la sensación de versatilidad que Yoons le aportaba a sus días, probablemente pocos eran conscientes de esa sutil forma en la que a este le gustaba ser bien besado. Y a él, le encantaba besarlo.

Besos buenos y duraderos, franceses o normales pero siempre intensos. Besos de esos que hacían escocer sus labios por el roce y enrojecían su boca.

Besos… Él realmente quería besarlo de nuevo.

-¿Por eso estás con Min? ¿Te parece guapo y eso…- la voz de Jungkook interrumpió los pensamientos de Tae. El nadador regresó al sofá y llevó sus manos hacía Peach, la perrita reaccionó casi al instante al toque de este moviendo su cola.

-Te lo explique antes, hay mucho en Yoongi que me gusta incluso si no hay mucho de mí que a él le guste. Jugamos...y en algún momento nos quemaremos y tendremos que apartarnos para no dañarnos el uno al otro. Nunca podemos evitar caer en la tentación de estar juntos más allá de lo que un jugador y su entrenador deberían y quizás es lo que hacer algo prohibido nos causa, no lo sé. Él… realmente me cuida bien pero a veces no sé si es mi entrenador de baloncesto o Yoongi la persona que lo hace. Es complicado pero estoy dispuesto a esforzarme un poco, incluso si no resulta en nada… Creo que nunca podría odiar una sola cosa de Yoonie. - Taehyung dejó a un lado sus ojos coquetos y miró a Jungkook con una mueca de seriedad. - A veces creo que ninguno de los dos sabemos lo que pasa entre nosotros. Ambos tenemos claro que nos atraemos pero no hay nada seguro a parte de eso, al menos nada que digamos en voz alta

-¿Crees que puede ser eso en mi caso también? - Jungkook suspiró - El hacer algo prohibido…

-No todas las cosas prohibidas nos gustan, para que funcione tiene que gustarte Jungkook. Estás en un momento complicado y probablemente estés atravesando la etapa de negación normal por la que la mayoría pasamos cuando descubrimos que no nos adaptamos al concepto social de normalidad, sin embargo tienes que tener clara una cosa… Somos completamente normales, nuestras elecciones también lo son. No hay nadie que pueda definir actualmente lo que es normal y lo que no, e incluso si lo pretenden las cosas normales y cotidianas son tan tremendamente aburridas. - Taehyung posó la mano sobre la espalda de Jungkook para darle una palmadita de ánimo. - Aún no sabes lo que eres pero tu cuerpo sí, limitate a dejarte llevar y no tardarás en descubrirlo, cuando lo hagas no te castigues con la idea de lo que otros puedan llegar a decir de ti en consecuencia, solo piensa que no hay peor castigo que el de vivir negándose a uno mismo ser como en esencia ha nacido. Esto, el amor y por quien decidimos sentirnos atraídos no es ningún tipo de problema o enfermedad.

A Taehyung le había costado toda su adolescencia comprenderlo, con catorce años se empeñó en tener una novia pero al final descubrió que aquello era cruel para sí mismo y para la chica a la que él le gustaba. Era injusto porque se estaba mintiendo mientras usaba a una persona externa con el objetivo de imponerse una relación romántica que no deseaba.

Con quince años su etapa de negación continuó, y entonces con dieciséis empezó a tener miedo. La sensación de pánico cubrió todo su pecho porque él era consciente del asco que su padre le profesaba a los homosexuales.

Con diecisiete decidió que no le importaba lo que su figura paterna pudiera llegar a pensar, porque de todos modos hacía mucho que él no tenía padre y quizá su madre pudiera llegar a entenderlo en algún momento. Ese fue el año en el que pudo besar a un chico por primera vez, lo hizo escondido detrás de la casa de Hoseok mientras su mejor amigo vigilaba que nadie se acercara.

Con dieciocho se atrevió a tener su primera relación sexual, enfrentándose a las recatadas ideas que su madre tenía de la vida y rompiendo sus propios esquemas al descubrir que disfrutar de aquello que le gustaba quizás no fuese un pecado y tal vez estuviese bien.

Taehyung no podría culpar a nadie por no atreverse a dejar el armario, pero le gustaría ayudar a Jungkook del mismo modo en el que lo hacía a diario con Hoseok.

-¿Hay alguna posibilidad de que me atraigan los hombres sin que lleguen a gustarme? - Jungkook mantuvo la mirada sobre Seokjin mientras realizaba la pregunta. A pesar de que creía saber que Jin le gustaba, todavía tenía dudas.

-¿Un heterocurioso? - Taehyung sonrió. - Bueno, depende de las opiniones. Para mí solo son personas que no logran salir del armario y se encierran en la idea que su mente está abierta hacia temas sexuales pero no amorosos… Hay… ¿Cómo debería decirlo? Personas que creen fielmente que pueden disfrutar del sexo con alguien de su mismo género pero jamás enamorarse. Yo… no digo que eso no pueda ocurrir pero siento que es un poco absurdo, no lo sé. A veces es complicado, hay muchas identidades sexuales en el mundo, así como géneros, no podría responder con sinceridad a tu duda. Solo sé que muchos de los heteros que deciden curiosear, acaban admitiendo ser bisexuales en algún momento de su vida. Y otros simplemente se van con la idea clara de que lo que han experimentado no es para ellos. -Taehyung observó los ojos brillantes del nadador, este sonreía mientras observaba a Seokjin - Solo tengo un consejo Jungkook, no te quedes en el limbo. Si te gustan los hombres está bien, si te gustan tanto los hombres como las mujeres está sumamente bien y si no te gustan los hombres y solo las mujeres también está bien. No te obceques en el hecho de que es anormal y no puedes seguir tus propios instintos o de lo contrario te pasarás el resto de tu vida cuestionando qué es lo que quieres.

-Esto es muy difícil. - Jungkook suspiró.

-Las mejores cosas tienden a ser difíciles de conseguir, si fuesen fáciles perderían todo el sentido.

-Eso no siempre es así. - protestó el nadador, rodeando de forma cariñosa el lomo de Peach con sus brazos mientras se estiraba con la perrita en el sofá del entrenador Kim. - La vida sería imposible si funcionase así.

-¿Acaso no has vivido hasta ahora con dificultades? - Taehyung parecía más serio ahora - No sé cómo es la vida desde tu perspectiva pero desde la mía… El mundo es un lugar frío y lleno de malos momentos que quieras o no estás obligado a atravesar.

-Entonces quizás deberíamos hacer lo posible por cambiar esa perspectiva, porque yo he vivido demasiado tiempo pensando del mismo modo y solo ha derivado en que me hunda una vez tras otra dentro de sentimientos pesimistas que me impiden evolucionar. -Yoongi estaba apoyado sobre la puerta que llevaba al jardín de la casa de Seokjin y sus ojos se mantenían quietos sobre la figura de su jugador.

Sabía que él no era el adecuado para darle lecciones a Taehyung, y lo admitía. Admitía que ni siquiera sabía cómo hacerle entender a las personas que le importaban que a pesar de su poca confianza las quería.

Así que quizás sí trabajaban juntos pudiesen encontrar la manera de enfrentarse a toda esa mierda que suponía el mundo real.

-¿Va en serio? - Taehyung alzó una ceja, casi divertido ante la manera en la que su entrenador había decidido entrar en su conversación de la nada. ¿Hasta donde había escuchado?

-Bueno, no puedo prometer nada. Odio demasiado a las personas como para hacerte ver el mundo desde un punto más optimista, pero sería bueno para mí además de para tí. Podemos trabajar en ello.

-Deja que adivine, podemos trabajar en ello como entrenador y base.

Yoongi mordisqueó su labio inferior, Taehyung dejó vagar su mirada hasta la boca de este. Todavía quería besarlo.

O lo que es peor… Él realmente quería tener los labios de Yoongi alrededor de sí mismo después de un tiempo sin notar la sensación de la lengua de este recorriendo la totalidad de su extensión.

-Podemos trabajar en ello. Déjalo así, no tienes que ir más allá de momento.

Taehyung sabía que lo que estaba a punto de suceder probablemente era un error, era consciente con cada parte cosquilleante de su cuerpo y aún así todavía hundió sus dedos entre el cabello dorado de su entrenador antes de dejar caer la cabeza en la almohada.

Habían mencionado que tomarían una ducha y bajarían a cenar con Jungkook y Seokjin. Bien, ahora el plan parecía un poco lejano.

-Tu maldita boca. - gimoteó el base, con un gruñido escapandosele tan pronto como las palabras abandonaron sus labios.

Notó el aliento caliente de Yoongi tropezando con su glande cuando este se apartó para tomar aire, y entonces Taehyung sencillamente abrió un poco más las piernas relajándose.

Si Yoongi quería eso tanto como él, entonces sencillamente iba a disfrutarlo. Más tarde podría martirizarse por el tremendo error que probablemente se encontraban cometiendo ambos. La culpa sería compartida, no tenía dudas al respecto.

-Tú… - Yoongi relamió sus labios mientras desplazaba una de sus manos hacia el torso de Taehyung y la depositaba justo al lado del ombligo de este. - Sabes bien.

Sería absurdo decir que su química con Taehyung no era buena, al menos en la cama. Allí Yoongi podía decirle a su jugador cuáles eran sus sensaciones y en ese instante rodear con sus labios el miembro del contrario se sentía perfectamente adecuado.

Las yemas de los dedos de Taehyung masajearon su cuero cabelludo y Yoongi dejó escapar un gemido directamente desde su garganta a medida que su mano libre se abría paso hacia el interior de la tela de sus boxers para acariciar su miembro necesitado. Estaba hinchado y duro, por culpa de su base. Debido únicamente a ese chico cabezota que se había colado en su vida tremendamente equilibrada para hacer que la balanza se inclinase por completo.

-¿Te gusta comerme, entrenador Min? ¿Te gusta hacer esto con el jugador al que entrenas a diario? ¿Eso te enciende? - Taehyung había comprobado en un par de ocasiones la forma en la que a Yoongi solían causarle excitación cosas tan simples como la charla sucia. A su entrenador le gustaba ser mimado y tocado, pero también parecía disfrutar del detalle de que alguien le indicase cuán bueno era.

-Mmm…

-¿Eso es un sí? - Taehyung sonrió, todavía completamente acostado sobre la cama, manteniendo las piernas abiertas para Yoongi y la mano izquierda sobre las hebras suaves del cabello de este.

-Eso es un tal vez. - Yoongi dejó escapar el miembro de Taehyung de entre sus labios y lo observó por varios segundos. El que su base fuese así de atractivo era un pecado, el chico tenía diecinueve años y él le llevaba unos cuantos. Ese conflicto nunca lo abandonaba cuando compartían cama.

Taehyung posó la mirada sobre la de Yoongi por unos instantes antes de notar cómo este mantenía una de sus manos ocupada, su entrenador lo estaba mirando fijamente mientras se masturbaba y aunque eso tal vez debería haberlo hecho sentirse incómodo… Fue probablemente todo lo contrario.

-Usa tus dos manos, Yoons. - susurró. - Todavía necesito venirme después de que me hayas chupado por diez minutos. Y está ese pésimo detalle de que tenemos que bajar a cenar, no dejes de tocarme ahora.

Yoongi pareció despertar de la ensoñación en la que se había sumido y con una sonrisa traviesa se colocó sobre el cuerpo de su jugador en la cama.

-¿Te duele la pierna si hago esto? - sus caderas se rozaron contra el miembro de Taehyung y este negó.

-¿Quieres sexo en seco? - una sonrisa más y su mano estaba sobre la mejilla de Yoongi. Acariciando la piel de este.

-Eso estaría bastante bien si tenemos que hacerlo rápido y limpio.

Ninguno de los dos necesitó más, sus cuerpos se rozaron y sus manos acariciaron aquellos fragmentos de piel que sus torsos juntos no lograban alcanzar, sus bocas colisionaban en besos interminables que lograban que sus respiraciones se hicieran a cada segundo más pesadas y dificultosas.

Cuando el orgasmo llegó para ambos, los dos estaban enredados el uno en el otro. Con las piernas entrelazadas y las sábanas de la cama arrugadas a su alrededor.

-¿Qué mierda estamos haciendo de nuevo Kim? - Yoongi dejó caer su frente en el hueco del cuello de Taehyung y olisqueó ahí el gel corporal que este probablemente había usado para su ducha. Menta.

-Follar. - Taehyung suspiró. - Cuando no hay sentimientos de por medio eso es lo que se hace al tener relaciones sexuales. Así que supongo que hemos follado, Yoons.

¿Por qué sonaba tan mal esa palabra cuando tenía que definir lo que su entrenador y él habían hecho?






---------------
Hiii!!!

Feliz sábado y feliz semana con los miembros de BTS teniendo cuentas de Instagram. Vivo para los aesthetics que sube Namjoon a diario.

Espero que os haya gustado el capítulo, ha sido largo hoy 🤔.

Un beso,
os amo
Mel

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top