Capítulo 46 : IF YOU LIKE HIM

"Últimamente he estado perdiendo el sueño. Soñando con las cosas que podríamos ser."

- Counting Stars
( One Republic )

Si el plan de Yoongi fue el de romper cualquier lazo con Taehyung más allá de lo que la figura de entrenador y jugador suponía… Falló estrepitosamente.

Porque aquella noche de hace dos semanas, mientras Kim Taehyung se vestía con apuro para salir de su casa antes de que el amanecer lo atrapase, él se hizo el dormido. Fingió que no se daba cuenta cuando el chico le acarició el brazo en un intento por despertarlo para avisarle de que se marcharía, fingió que no notaba el beso de este contra su nuca que provocó que su piel se erizase un poco y por sobretodo fingió que aquellos actos no lo asustaban.

Pero lo hacían. Las acciones de Taehyung derivaban en un enorme temor de que el menor decidiese enamorarse o tan siquiera fijarse en él más allá de la simple atracción hacia su persona. Y aún así había sido lo suficientemente egoísta como para no frenarlo todavía, era un cobarde que no se atrevía a decirle que no a Kim cuando este se acercaba para juntar sus labios. Y era un idiota por el hecho de querer un poco más cada una de las veces que aquello sucedía.

Probablemente también era un estúpido por tratar de convencerse a sí mismo de que solo era un interés temporal, uno que como muchos otros acabaría por disiparse solo cuando la novedad de la piel suave y tibia de Kim ya no le supusiese escalofríos.

-¿Todo bien?

Yoongi alzó la mirada, apartando sus ojos del teléfono para posar su atención sobre uno de sus mejores amigos. Habían pasado dos semanas desde aquella noche y en el proceso, dos fines de semana en los cuales de nuevo Kim Taehyung se coló con permiso en su cama.

Ahora estaba en Seúl, huyendo durante ese fin de semana de las noches mágicas que Bellum ofrecía y del hecho de que sabía que acudir al local significaría caer de nuevo en el embrujo de los ojos brillantes y la mirada bonita de su base. Así que le había mentido a este esa mañana cuando su móvil sonó con la notificación de un nuevo mensaje, mencionó que tendría que organizar cosas para los siguientes partidos del equipo y que le sería imposible acudir a Bellum porque dicha organización implicaba un viaje a Seúl para arreglar papeleo.

Mentirle nunca habría sido necesario si Yoongi tuviese un poco más de confianza en sí mismo o en el poder de entendimiento de los demás, pero el caso era que aquello no era algo que lograse confiar después de sus malas experiencias con todo lo referente a simplemente creer que las personas podían ser buenas.

Y aunque Kim le hacía dudar de sus conocimientos adquiridos a través del dolor… Todavía le resultaba difícil pensar en sí mismo rechazando al chico y causándole algún tipo de dolor. Prefería dejar que el otro se desencantase solo, como siempre terminaba por hacer con sus parejas. De un modo u otro, las personas que entraban en su vida siempre terminaban por cansarse de él sin que el término de romper la relación tuviera que escaparse de sus labios. De hecho, a menudo, él era el único que tenía que sufrir debido a todos los remordimientos que se arremolinaban en su cabeza por no haber sido más abierto o haber logrado darle a su pareja un poco más de cariño.

-Solo estoy pensando. - respondió, sin ganas de ir más allá en sus explicaciones mientras notaba la forma en la que Seokjin parecía leerle la mente. - Es ese chico de nuevo. Estaba decidido a terminar nuestra rutina de tener sexo después de acudir a Bellum pero nunca me atrevo a decirselo.

-Haces que suene como si tú no lo quisieras. - Seokjin podía entender a Yoongi de alguna manera, él sabía perfectamente lo duro que resultaba mantener las cosas detrás de la línea de la profesionalidad cuando la persona tras esta parecía ejercer una especie de atracción casi imposible de ignorar. - Estoy seguro de que si realmente quisieras acabar con lo que tenéis lo habrías hecho. ¿Qué es lo que te lo impide de lo contrario? No eres el tipo de persona que miente con frecuencia, sé que si no lo estuvieras disfrutando habrías tomado la sabia decisión de acabar con ello. Nadie comparte cama con otra persona porque sí, no al menos cuando no hay una unión certera que pueda doler al ser rota. Ninguno de los dos tiene la más mínima obligación sobre el otro, pero si pretendes continuar con lo que sea que los dos tenéis… Entonces es justo que ambos lleguéis a un acuerdo y dejéis claro lo que cada uno de vosotros desea.

Yoongi se encogió de hombros. No quería decir en voz alta que tal vez se sentía un poco curioso hacia todo aquello que envolvía a Kim Taehyung como persona, tenía miedo de que admitirlo con sus propias palabras pudiese derivar en un reconocimiento de algo que no planeaba ni quería que llegase a suceder.

No podía permitirse ir más allá con Taehyung, no al menos mientras el chico pudiese llegar a sentir algo más. No era la persona adecuada para este, sus problemas de confianza no serían más que un handicap que sumar a la interminable lista de cosas que se escapaban del control de su base. El chico ya tenía mucho con lo que lidiar, no merecía meter en su vida a un hombre que nunca podría llegar a ser completamente honesto con respecto a sus sentimientos. Yoongi perdió a cada una de las parejas que había llegado a tener debido a ello, pero esas parejas eran personas con una vida formada en la que los problemas generalmente se resumían en cosas rutinarias que tarde o temprano serían solucionadas con mayor o menor facilidad. Con profesiones estables, una casa propia e incluso padres que aceptaban su sexualidad. Y ante todo, con fuerza mental.

Su base tenía otro tipo de problemas. De esos que derivaban en un final triste si no eran solucionados con el tiempo y delicadeza necesarios. Taehyung no necesitaba a una pareja con problemas de confianza o a un compañero de cama eterno, ese chico merecía alguien que pudiese curar sus heridas con cariño, a alguien que no le sumase problemas sino que le aliviara el dolor de los que ya tenía.

-No soy la persona adecuada para Taehyung, y tampoco quiero realmente más que lo que ya tenemos. Sería egoísta de mi parte seguir con esto.

Seokjin apartó la mirada del libro sobre lesiones de hombro que había estado hojeando durante los últimos minutos, una sonrisa recorrió su rostro al notar que la bebida de su amigo seguía completamente intacta mientras este fruncía el ceño con reticencia.

-¿Por qué no dejas que él decida eso? No le romperás el corazón si decides ser sincero desde el inicio, en todo caso le permitirá aprender de la experiencia. Si me preguntas, creo que hubiese agradecido tener parejas y compañeros de cama sinceros en todo momento. Conoces mis experiencias, de la misma manera en la que yo conozco las tuyas. - mencionó. - Solo tenéis que hablarlo y llegar a una conclusión, ¿quién sabe? Puede que al final los dos queráis lo mismo, si no lo hablas con ese chico… Nunca lo sabrás.

-¿Debería hacerlo? - Yoongi dudó. Maldita sea, había visto las bonitas sonrisas de Taehyung y temía que este pudiese estar comenzando a sentir algo más allá de la atracción cómoda que los mantenía funcionando. Temía que a él mismo también le estuviera sucediendo. - Puede que tengas razón. Lo hablaré con él, Taehyung es un chico bastante maduro a pesar de esa mala costumbre que tiene de protestar por casi todo lo que se escapa de su comprensión.

Seokjin asintió, mirando a Yoongi y pensando en lo necesario que era para él mismo seguir el consejo que le había dado. No solo se trataba de ser sincero, sino también de mantener una relación igualitaria entre ellos y las personas por las que se sentían atraídos.

Tarde o temprano él tendría que tener una conversación así con Jeon Jungkook.

Con el permiso de su madre para participar en todos y cada uno de los partidos que tuvieran lugar lejos de Daegu, Taehyung se sentía más libre que nunca en la cancha y eso sin duda se notaba a la hora de comparar su desenvolvimiento personal con el paso de los entrenamientos.

Estaba seguro de que él, al igual que sus compañeros, poco a poco había ido encontrando el equilibrio adecuado para que su juego funcionase en consonancia con el del resto. Pero todavía echaba de menos tener a Hoseok guardandole las espaldas. Incluso si se trataba de simples rutinas de entrenamiento, seguían siendo insignificantes cuando no podía realizarlas con la persona que le ayudó a encontrar su pasión por el deporte que ahora era parte de su vida a diario.

-Echo de menos jugar contigo. - Taehyung se sentó sobre el suelo de la cancha y estiró sus músculos deltoides del mismo modo en el que sus compañeros lo estaban haciendo por petición del entrenador Min. - ¿Es cruel si te digo que me gustaría que alguien se lesione para que puedas entrar en la cancha conmigo durante el siguiente partido?

Taehyung estaba bromeando, sin embargo deseaba con todo su corazón poder volver a jugar con su mejor amigo del mismo modo en el que lo habían hecho desde que tenía memoria. Si se hubiese ido o si hubiera aceptado la oferta de la SUOS, tendría que haberse acostumbrado sin remedio alguno a estar en una cancha sin la persona que siempre se mantenía a su lado dándole ánimos para sacar lo mejor de sí mismo en cada partido, pero el caso era que se había quedado en Corea. El caso era que habían despedido definitivamente a su padre debido al alcoholismo que le impedía desenvolver correctamente sus funciones y ahora todo estaba en sus manos. El futuro de su madre y el suyo propio.

Era doloroso y era una mierda, pero no podía hacer nada más que sacrificarse a sí mismo para ayudarle a su progenitora. Si algún día los dos quisieran tener un futuro certero, necesitarían algo mucho más seguro y estable que tratar de perseguir el sueño de convertirse en un conocido jugador de baloncesto. Kim Taehyung sabía que soñar no estaba permitido en su caso, y aunque a veces fallaba en mantener su propia norma, se aseguraría de darle a su madre una casa a la que poder llamar hogar con total sinceridad. Un lugar en el que esta no tuviese que inclinar su espalda para recoger los frutos de una huerta cada día hasta que el cuerpo decidiera que sencillamente no podía aguantarlo más.

-El programa para el siguiente partido que jugareís en similar al anterior. - mencionó el entrenador Min, tirando levemente de su pizarra hasta el lugar en el que el equipo se encontraba estirando. - Estaremos dos días fuera, dos días que coincidirán con el fin de semana. - Yoongi se giró para escribir algunas cosas, de nuevo la tinta del bolígrafo elegido era verde. - El primer día será usado para entrenar, quiero que os acostumbreis a la diferencia entre la cancha del equipo receptor y la nuestra. El segundo día será exclusivamente para poner atención sobre las jugadas y posibles fallos antes de que la hora del partido llegué. - Yoongi se giró hacía la pizarra sobre la que se encontraba bien dibujado un esquema de horarios. - Necesito salir de Daegu un día antes que vosotros para organizarlo todo con el entrenador del equipo contrario, al parecer su cancha es tan antigua como la nuestra y quieren que compruebe si la zona del vestuario será adecuada o si las instalaciones son suficientes para la totalidad del equipo. Eso significa que viajareís solos en el autobús de la universidad, y espero que sepáis comportaros de forma civilizada. - Yoongi suspiró. - Me gusta pensar que si tenéis cerebro para empezar una carrera, lo tendréis para comprender la dinámica de mantener vuestros culos quietos sobre el asiento del autobús que os corresponda. ¿Alguna duda?

Taehyung posó los ojos sobre su entrenador, era inevitable mirarlo con el sentimiento de que ahora conocía otra parte de este. Una que el resto de miembros del equipo probablemente no llegarían a entender como él.

Porque sus compañeros no habían tenido la oportunidad de comprobar que su entrenador no era tan malo y frío como se mostraba por norma general, aún cuando su personalidad era alarmantemente cerrada y casi desesperante en ocasiones. Él había visto el modo en el que Yoongi solía dormir con el cuerpo completamente envuelto en mantas, había sonreído al notar la manera en la que el perro de este saltaba con ilusión en el preciso instante en el que Min se acercaba para acariciarle la cabeza y también pudo escuchar la voz sincera del hombre mientras trataba de aconsejarlo sobre lo inadecuado que era permitir que su padre siguiese tratandolos mal a él y a su madre con la excusa del alcoholismo siempre presente.

Y además de todo aquello, sabía que era la responsabilidad de este como jugador y le gustaba serlo. El entrenador Min se lo había dicho antes, en aquel hospital cuando se estaba recuperando de una apendicectomía que había llegado de forma completamente inesperada.

“Eres mi responsabilidad.” - había mencionado Yoongi. Y el base recordaba con emoción cada palabra a pesar de que sabía que no había amor tras aquella frase, sino una responsabilidad certera que ciertamente cualquier entrenador tendría que demostrar hacia sus atletas.

-Despierta. - Hoseok pellizcó uno de los brazos de Taehyung, provocando que este se girase con una mirada confundida hacia él. - Estás perdido en tus propios pensamientos de nuevo y comienza a ser molesto que mi mejor amigo empiece a parecerse bastante a una pared en cuanto a su capacidad para seguir las conversaciones.

Taehyung sonrió un poco, dándole un último vistazo rápido a su entrenador antes de poner toda su atención sobre Hoseok.

-¿Qué decías? - preguntó, con la señal de una carcajada subiendo hasta su garganta cuando percibió el enfado en los ojos de Jung.

-Min ha dicho que él saldrá un día antes para arreglar todo lo que sea necesario con el entrenador del otro equipo, ¿crees que tendrás algún problema para que tu madre te deje ir si él no está presente durante el viaje?

Taehyung dudó por unos instantes, su madre había aceptado dejarlo ir porque de alguna manera confiaba en el entrenador Min. Así que no estaba seguro de si el hecho de que este no fuese a estar presente con ellos en el viaje hacia el lugar donde jugarían, sería un problema o no.

-No lo sé. - Taehyung se envolvió con los brazos las rodillas y posó la barbilla sobre estos mientras miraba a su mejor amigo. - Mamá ha dicho que me quiere cerca del entrenador Min y que se encargará de llamarlo a él si alguna urgencia llega a suceder. No creo que ponga pegas solo por el detalle de que este no vaya a estar en el autobús, y bueno… Puedo simplemente mentirle al respecto.

Hoseok negó ante la idea de su mejor amigo, la madre de este acababa de ceder ante el hecho de que Taehyung jugase fuera de Daegu. Mentirle era la peor de las opciones si ponían sobre la mesa la posibilidad de que esta pudiera llegar a enterarse de la realidad.

-Quizás deberías hablarlo con él. - Hoseok llevó la mirada hacia el frente. - Parece que ha estado ansioso por hablar contigo desde que el entrenamiento empezó, no para de mirarte y…

-Es porque soy bueno en la cama. Apuesto a que me ha estado imaginando sin camiseta y…

Taehyung continuó hablando con tono bromista, pero todo lo que pudo hacer Hoseok fue esforzarse por reír mientras su mente volaba lejos del hecho de que la persona que le gustaba estaba completamente interesada en otra.

-¿Cómo puedes estar seguro de que te gusta? - Hoseok mantuvo su voz en un susurro, procurando que nadie a su alrededor escuchase lo que los dos estaban hablando. - Quiero decir… ¿Han sido cuatro o cinco veces teniendo relaciones con él y eso ha bastado? ¿Qué pasa con las razones normales por las que una persona comienza a abrirse paso en el corazón de la otra? No sé, tal vez su modo de ser o la forma en la que sonríe cuando algo le parece divertido, la manera en la que simplemente disfruta de las cosas más simples… Algo además de meterse en la cama contigo. ¿Tienes alguna cosa sobre la que hablarme que explique el motivo por el que crees que te gusta?

Taehyung miró a Hoseok, dudando por un instante antes de comenzar a hablar.

-Al principio creí que simplemente encajabamos en la cama pero no me gustaba su modo de ser. Ahora creo que hay mucho más bajo su fachada de lo que muestra en los entrenamientos. - Tae se acercó un poco más a Hoseok. - A veces finge estar dormido cuando me despierto antes del amanecer para ir a casa, pero por alguna razón siempre se encarga de despertarme a tiempo cuando soy yo el que se queda dormido. No duda en llevarme a casa si el más mínimo riesgo de llegar tarde me preocupa… Él… Es mucho más detallista de lo que le gustaría admitir.

-¿Te gusta porque es detallista? ¿Solo eso?

Taehyung suspiró, sin saber bien qué decirle a su mejor amigo. La realidad era que él no estaba seguro del motivo que lo había llevado a poner los ojos sobre su entrenador, pero de alguna forma se sentía bien cuando los dos estaban juntos. Y eso parecía más que suficiente.

-Estar a su lado se siente correcto. - susurró. - Simplemente sé que puedo dejar de pensar en todo lo malo que podría pasar cuando estoy con él. Han sido cinco veces, cinco noches de besos y roces, pero también cinco noches en las que he podido ver algo nuevo de él asomándose a su personalidad. - Taehyung sonrió, recordando el modo en el que Yoongi se había emocionado el fin de semana pasado por el simple detalle de alcanzar a ver unos dibujos animados de su infancia que estaban volviendo a emitir durante las mañanas de los domingos. - Él me genera curiosidad.

Hoseok se limitó a llevar la mirada hacia su entrenador. Min Yoongi era frío y no se parecía nada al base, Kim Taehyung tenía el corazón más cálido con el que él se había topado jamás. Motivo por el cual no había podido evitar mantener sus ojos sobre este más de lo que un amigo lo haría.

-Deberías estar diciéndome que hace tu corazón vibrar, Taehyung. - Hoseok bufó. - Curiosidad es un modo vago de describir a la persona que te gusta.

-¿Por qué? - Taehyung se encogió de hombros, mirando a Yoongi desde su posición y notando que los ojos de este estaban sobre los suyos. - Que alguien te guste no es lo mismo que estar enamorado. A veces no tiene que haber razones profundas para que un chico se meta en mi cabeza. En ocasiones las personas pueden decir que le gusta otra solo por el físico o su manera de cantar. - Taehyung relamió sus labios, alcanzando a ver el sonrojo sobre las mejillas de su entrenador antes de que este se girase por completo para continuar escribiendo algo en la pizarra. La voz de Min se trabó. - Y a veces la química en la cama es tan buena que acaba expandiéndose a otros ámbitos. No lo conozco lo suficiente todavía, pero creo que el motivo de querer descubrir todos los aspectos de su personalidad sirve para afirmar que me gusta más allá de lo que mi libido pueda ocasionar. Él me gusta.

-Solo ten cuidado. No parece el tipo de persona dispuesta a enamorarse y darlo todo por su pareja. - respondió Hoseok, sus ojos ahora sobre Taehyung. - Y tú mereces a una persona que pueda dedicarte el suficiente tiempo como para entender todas las dificultades por las que pasas. Necesitas a alguien que sepa que no podrás estar a todo momento a su lado pero que entienda que incluso así, tus sentimientos son reales y puros…

-¿Intentas describirte a tí mismo? - Taehyung estaba bromeando de nuevo, pero percibió la forma en la que sus palabras causaron que Hoseok negase al instante casi con vehemencia. - Sí… eso podría estropear nuestra amistad. No quiero arriesgarte Hoseoki, eres realmente esa persona que me comprende por completo.

Hoseok decidió sonreír, incluso si algo volvía a doler en su pecho.

Le gustaba ser el mejor amigo de Taehyung, pero el mayor problema de eso era que este nunca intentaría ver más allá de la capa lúcida de amistad que los envolvía a ambos.

Kim Taehyung tomó la decisión de no mentirle a su madre. Y precisamente por eso se encontraba caminando hacia la oficina de su entrenador tras haberse dado una larga ducha de agua caliente, con la única intención de lograr que sus ideas se aclarasen un poco.

-¿Puedo pasar? - Taehyung abrió la puerta con lentitud tras haber hecho sonar sus nudillos contra esta.

Yoongi reaccionó de forma inesperada, dejando caer su vaso de café y ocasionando que los papeles sobre la mesa acabasen completamente empapados. Durante un par de segundos los dos chicos se quedaron quietos, mirándose a los ojos sin que ni uno solo de sus músculos se moviera hasta que finalmente el base sonrió.

-Deja que te eche una mano. - Kim se apresuró a cerrar la puerta para a continuación corretear hacia la mesa de su entrenador. - Vaya, siento haberlo asustado.

El entrenador Min se mantuvo en silencio, sus ojos todavía atentos sobre el chico que ahora alcanzaba el paquete de clínex que solía mantener sobre su estantería. No había logrado concentrarse en toda la mañana, y aquello era debido únicamente al hecho de que no sabía cómo iniciar una charla que no podía continuar retrasando.

Bueno, y por supuesto estaba el detalle de que ver a Taehyung mejorar a cada día que pasaba en el terreno de juego no hacía otra cosa que no fuese aumentar el número de veces que pensaba al día en el muchacho.

-Está bien, no es tu culpa. - finalmente se levantó, sus manos torpes alcanzaron algunos pañuelos de la caja de cartón que Taehyung sostenía. - He estado un poco distraído, eso es todo.

-Lo sé. - el base sonrió levemente. - He podido notarlo.

Yoongi no respondió, en lugar de eso llevó sus ojos hacia el papeleo destrozado por el café y suspiró. ¿Taehyung lo había notado? ¿Otra vez esa característica atractiva del muchacho saliendo a la luz? Era increíble la percepción que su base podía llegar a tener cuando se trataba de tener en cuenta los sentimientos de las personas que lo rodeaban. Él desearía ser así de bueno para leer a la gente.

-¿Ocurre algo? Pensaba que te habías ido, ha pasado casi una hora desde el final del entrenamiento. Si no me hubiese quedado para revisar un par de cosas, podrían haber cerrado el polideportivo contigo dentro.

Taehyung solo asintió, con una sonrisa decorando esos labios que tanto llamaban la atención del entrenador Min.

-Necesito hablar contigo sobre el detalle de que no estarás en el autobús. - Taehyung limpió algunas gotas de café más antes de tirar a la basura los pañuelos de papel manchados y se sentó en la silla situada frente al despacho de su entrenador. Yoongi observó las manos grandes de este cada segundo que le llevó al muchacho limpiar el desastre de café desperdigado. - Por alguna razón mi madre ha puesto toda su confianza en tí, así que no estoy seguro de si a ella le va a gustar saber que viajaremos solos.

Min asintió, sabía que la madre de Taehyung era una mujer de mente anticuada y con gran multitud de miedos. Miedos tanto fundados como infundados.

-¿Has probado a decírselo? - su jugador negó. - Bien, entonces el primer paso es que lo hables con ella. Si se siente intranquila al respecto podremos pensar en una solución juntos, eres un adulto y deberías poder viajar con tus compañeros de equipo sin problema. Debe acostumbrarse a ello. Tarde o temprano tendrás que salir de su nido por tu propio bien.

Taehyung se limitó a asentir.

-Yo… supongo que lo haré de ese modo entonces. - las manos del base se posaron sobre su regazo. - ¿Entrenador?

-¿Sí? - Yoongi dejó a un lado los inrescatables modelos de itinerario para su equipo y puso toda su atención sobre Taehyung. - Hoseok cree que me ha estado mirando durante el entrenamiento y yo siento que hay algo que lo está molestando. ¿Hay algo que necesite decirme?

Aquella era su oportunidad. Yoongi sabía que debería aprovechar el instante para decírselo pero de alguna manera se encontró a sí mismo negando.

-Nada especial. - se forzó a sonreír. - Has estado mejorando de forma realmente destacable tu juego. Si sigues así tendrás a todos los ojeadores sobre tí pronto. - incluyéndose a él mismo.

Y Taehyung sonrió de esa forma llena de sinceridad que a veces lograba desestabilizar el control propio de Yoongi. Cuando su base reaccionaba de esa manera, sus labios siempre cosquilleaban.

-Ve a casa y habla con tu madre, Tae. - habló con calma. - Prometo que encontraré una solución si ella se siente intranquila con el hecho de que viajareis solos.

Sí, aquello era lo mejor. Antes de que la tentación de alcanzarlo y sentarse sobre su regazo para besarlo del modo en el que le gustaba hacerlo, pasase de ser un simple pensamiento a un hecho.








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Hiiii!!

Nuevo sábado y nuevo capítulo que de verás espero que os guste.

Avanzamos lento, pero sin pausa.

Un beso,
os amo
Mel
💜

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