Capítulo 44 : "FALLEN"

“¿Por qué tu amor es tan dulce? ¿Por qué? Viniste silenciosamente a mí. Soy el único que puede escuchar este monólogo, eres la felicidad que encontré en el cielo. Te tendré, nunca te vayas. Sueño con estar contigo, viajar en un yate que va de la tierra al cielo. Siento que estoy hechizado incluso cuando camino. (...) Tú eres mi ángel.”

-Angel (OnlyOneOf)

Taehyung no sabía qué hacer o cómo hacerlo. En realidad ni siquiera sabía bien qué era lo que pretendía al sentirse así de nervioso. Él no debería estar tan preocupado por la forma en la que se vería su disfraz esa noche, ni tampoco debería empeñarse en verse bien para Min Yoongi porque este no era más que su entrenador. A pesar de que ambos hubiesen compartido un par de situaciones que se apartaban de lo que un entrenador y su jugador deberían hacer.

No importaba cuán agradecido se sentía o lo mucho que en los últimos días su cabeza había estado perdiéndose una y otra vez en el recuerdo de los besos de ese hombre. No podía pretender ir más allá, era consciente de que este jamás iría más allá tampoco.

Y aún así ahí estaba. Delante del espejo de la hermana de Hoseok, soñando con verse bonito para una persona que probablemente lo rechazaría si sobrepasaba la línea de compañero de cama temporal o jugador de baloncesto de un equipo de universidad. Yoongi jamás lo querría más allá de lo estipulado sin necesidad de palabras, los dos conocían el límite invisible que nunca podrían cruzar si querían seguir llevándose bien o manteniendo el equipo vivo. Ni siquiera necesitaban hablarlo, Taehyung conocía cada respuesta con anticipación.

-¿Vas a decirme qué es lo que pasa? - Hoseok se sentó sobre la mullida cama de su hermana y alzó la vista hacia el espejo donde sus ojos se encontraron con la expresión decaída de su mejor amigo.

No era frecuente ver un rostro tan pálido en Taehyung cuando se trataba de acudir a Bellum, en realidad este solía mostrarse lleno de vida y energía cada fin de semana que planeaban acudir al local juntos.

-Yo… sé que puede llegar a sonar absurdo pero realmente me gustaría causar una impresión en el entrenador. No quiero que se enamore de mí, ni nada de eso. - Tae hizo una pausa, aunque Dawon había hecho un maravilloso trabajo con el maquillaje, su ropa no encajaba con el concepto buscado. - Solo quiero que se fije en mí.

Hoseok sonrió.

-Te está empezando a gustar. ¿No es cierto? - Hoseok conocía a Taehyung desde hace suficientes años como para comprender lo que implicaba el modo de actuar de su amigo. - Por eso has decidido presentarte al concurso de disfraces de esta noche, nunca habías estado interesado pero de repente te apetece intentarlo.

-No lo sé. - y era verdad, no lo sabía. No sabía si su entrenador le gustaba pero quería tener su atención y eso era algo que lo confundía y descolocaba por igual. - Supongo que somos ese tipo de personas que inevitablemente se sienten atraídas la una por la otra, aún a pesar de que sabemos que pensar más allá es sencillamente…

No necesitó finalizar la frase, sus palabras quedaron suspendidas en el aire y el rostro de su mejor amigo se llenó de entendimiento. Era bueno tener a Hoseok a su lado, él nunca dejaba de demostrarle que era digno de su completa confianza.

-Más os vale agradecerme esto. - la puerta de la habitación de Dawon se abrió con fuerza dejando ver a esta con lo que parecían dos trajes pesados cubiertos por un plástico opaco de tono oscuro. - Estoy segura de que el grupo de teatro de la universidad ha empezado a sospechar de su estilista. Definitivamente ya no se creen que me traiga los trajes a casa para coserle algunos detalles.

Taehyung sonrió, apartándose del espejo y tratando de dejar a un lado todos los pensamientos negativos que habían estado cubriendo su mente la última hora debido a su entrenador. Este no salía de su cabeza desde hace varios días, pero quería divertirse. Necesitaba que Bellum siguiese siendo su lugar seguro a pesar de que sus sentimientos estuvieran provocándole retortijones en el estómago.

-Alas.- la hermana de Hoseok habló cerca de él, haciéndolo salir de su bucle de pensamientos. - He encontrado un par de alas blancas en la sala de vestuario del grupo de teatro y me he encargado de pintarlas de negro al puro estilo de ángel caído. De todos modos hacía casi un año y medio desde la última vez que alguien las usó, no creo que se enteren.

-¿La purpurina también forma parte del concepto de ángel caído? - Hoseok bromeó, tratando de picar a su hermana mientras le ayudaba a abrir la cremallera que mantenía cerrados los plásticos que protegían los trajes.

Tan pronto como las amplias alas fueron sacadas de su protector, la gran cantidad de purpurina resbaló de forma obvia y provocó que la alfombra de la hermana de Hoseok se llenase por completo de coloridos brillitos. A esta no pareció molestarle demasiado.

-Se trata de destacar. - Dawon depositó el par de alas sobre su cama. - Tú no quieres participar en el concurso de disfraces por lo que te quedarás con las alas más pequeñas, pero TaeTae tiene la ilusión de participar así que debe destacar por encima del resto. Estamos hablando de Bellum, probablemente las personas del público quieran algo más que un simple ángel caído. Taehyung es realmente guapo pero de nuevo, se necesita más que un rostro bonito o ropa estilizada para ganar.

En realidad eso no era del todo cierto. Cada una de las veces que Key decidía no participar en alguno de los concursos, el ganador pasaba a residir en la persona más atractiva de la noche. De todos modos era la propia clientela de Bellum quien influía directamente en la elección del nuevo Dios a través de cada una de sus reacciones. Y él, como muchos otros, también había gritado el nombre del muchacho más bonito sin tener del todo en cuenta el trabajo manual y personal que había tras cada uno de los disfraces.

-Me gusta la idea de la purpurina. - sonrió. - Y creo que Hoseok también debería presentarse, apuesto a que muchas personas reaccionarían si lo viesen bailando sobre una tarima con esas alas.

Hoseok sonrió con ironía.

-Eso si no me caigo en el intento. - su amigo estaba tratando de ponerse las alas sobre su camiseta negra, la tela elegida por Dawon era levemente traslúcida. - Son las pequeñas pero se sienten pesadas. Suerte logrando caminar sin tropezar contra el resto de personas esta noche, TaeTae.

-¿Estás seguro de que a Miyeon no le importa que frecuentes tantas veces ese local? - Yoongi estaba conduciendo hacia Bellum. Eran las once menos cuarto pero esa noche se había arreglado con una sorprendente rapidez.

No había sido el responsable de que Kim Namjoon estuviera esa noche a su lado y como copiloto en su coche, su amigo se las había arreglado para llegar solito hasta su casa vestido con ropa negra, uñas pintadas, lentillas y sombra de ojos. En el momento en el que este cruzó la puerta de entrada, el entrenador no pudo evitar preguntarse si acaso a Miyeon no le molestaba ni un poco que en lugar de dedicar las noches de sábado a salir juntos, Namjoon decidiese disfrutar por sí mismo en un local LGTBI+ con bastante mala fama en Daegu.

-Se llama confianza, sabe que solo voy para acompañarte y además está interesada en lo que pasará finalmente entre tú y el base del equipo que entrenas. - Namjoon no se había esforzado demasiado en encontrar un buen disfraz, en lugar de eso le había pedido a su futura esposa que le ayudase a seleccionar prendas de ropa que pudiesen parecer dignas de un ángel lo suficientemente rebelde como para caer desde el cielo hasta la tierra mundana. El resultado era vago, pero también lo suficientemente oscuro como para que a alguien le pareciera mínimamente parecido al concepto principal de esa noche.

-De todas formas, creo que sería más divertido para ella si la invitas…

-Nos gusta tener cierto espacio.- Namjoon sonrió levemente. - Sé que ella estará divirtiéndose con su grupo de amigos y eso no me causa ansiedad alguna. Todo lo que quiero es verla sonriendo y siendo feliz, es el mejor concepto de pareja. Tenemos incluso un trato, en el instante en el que alguno de los dos sienta que no quiere seguir la relación debemos ser sinceros. Hemos tocado esa charla y aunque existe la posibilidad de que mi opinión en un futuro se modifique… No ha llegado todavía ese momento. La quiero lo suficiente como para llevarla al altar, eso me impide ser un idiota con ella. Yo estoy aquí y Miyeon en Ilsan, los dos estamos saliendo con nuestros amigos y divirtiéndonos de diferentes maneras.

Yoongi se limitó a asentir, no era su asunto por lo que no cometería el error de puntualizar algunos detalles. Sabía lo unida que estaba esa pareja, por las malas lo había averiguado en una época de su vida repleta de momentos oscuros.

-Bien, eso es genial amigo. - respondió. - Realmente es bonito que podáis tener un buen nivel de confianza. Eso quizás ayude a que las cosas no se tuerzan o se tornen demasiado tóxicas.

Namjoon sonrió en grande.

-No sabes lo genial que es. - presumió. - Puedo contarle lo que sea y ella puede contarme lo que sea a mí. Nos entendemos mutuamente mejor de lo que nadie nos entiende a nosotros. Necesitas algo así en tu vida después de todo por lo que has pasado Yoon, sé que llegará el momento en el que una persona te haga creer en que la confianza existe y es una característica importante para cualquier ser humano.

-Tal vez, pero no en un futuro cercano Nam. Puedes estar seguro de que el amor no entra en mis planes de momento, ni nada que se le parezca.

Como cada noche la música sonaba con fuerza en Bellum, pero esa ocasión era diferente de las muchas otras en las que el par de amigos habían pasado las horas bailando en el centro de la pista. Los dos se habían apuntado finalmente al concurso de disfraces que seleccionaría al nuevo Dios de Bellum, incluso si Taehyung había tenido que arrastrar a Hoseok hasta la mesa de inscripción de la entrada tras varios minutos tratando de convencerlo de que era una buenísima idea vivir esa experiencia juntos.

-¿Estás aquí todavía? Si quieres ganar el concurso deberías plantearte salir a bailar un poco para permitir que la gente vea bien tu disfraz. - Hoseok depositó el zumo de fresa con hielo sobre una de las mesas de cristal del piso superior. - No me digas que estás esperándolo…

¿Lo estaba haciendo? Maldita sea. A Taehyung le encantaría poder decirle a su mejor amigo que no, que simplemente estaba disfrutando las vistas que aportaba el piso superior de Bellum y tal vez incluso analizando a la competencia en cuanto a lo que se refería a los disfraces. En lugar de hacerlo o de buscar excusas inútiles, decidió suspirar y acomodarse en la silla con las alas que Dawon había llenado de purpurina dificultandole cualquier vago intento de moverse con gracia.

-Bueno, soy humano. Tengo debilidades. - extendió una mano para alcanzar el vaso de cristal, mas no bebió. - Quiero ver su disfraz y saber cuál es su concepto de ángel caído. Siento que él definitivamente estará guapo.

-¿Va en serio? - Hoseok sonrió. - ¿Es así de malo Tae? ¿Estás tan profundamente ilusionado con el entrenador Min? Han sido dos polvos y…

-No lo sé, te lo dije. No sé lo que me pasa y tal vez solo es atracción pero lo cierto es que me apetece verlo y siento que mentirte no tiene ningún maldito sentido.

No, no lo tenía, pero dolía. Hoseok había mantenido su mirada sobre Kim Taehyung durante años, años en los que el tiempo había hecho que su sentimiento de amistad por su compañero de equipo se transformara en admiración por el modo en el que este siempre parecía luchar contra cada obstáculo, y más adelante también en un sentimiento de amor que se apartaba bastante de lo que un mejor amigo debería sentir.

Y era absurdo, jamás se había confesado porque nunca creyó ser capaz de admitir tal sentimiento por un hombre. Ahora sentía que su tiempo se estaba agotando porque por primera vez en mucho tiempo a Taehyung parecía gustarle alguien con la suficiente intensidad como para que su estilismo le preocupase.

-Te gusta. - Hoseok se dejó caer contra el respaldo de la silla en la que se encontraba sentado, la vaga sensación de culpabilidad propia encargándose de hacer que su garganta quemase.

Si Taehyung finalmente encontraba a alguien, él solo podría quedarse callado sonriendo mientras en silencio pensaba en todas esas oportunidades perdidas por no atreverse a reconocer lo que era. Por no atreverse a reconocer quién era.

Estaba claro que los hombres lo atraían, físicamente si eran otros y en todos los malditos sentidos cuando se trataba de su mejor amigo.

-Bueno… Tal vez sí. Tal vez me gusta. - Taehyung volvió a beber de su vaso, sintiéndose levemente mareado por la sensación de que decirlo en voz alta era más un alivio que una carga. - Me gusta el entrenador Min.

Sonrió, y a Hoseok se le vino el mundo abajo. Esa sonrisa bonita que Taehyung mostraba era algo de lo que él mismo disfrutaba, estaba bien. Estaría perfectamente si a cambio su mejor amigo podía ser feliz con una persona que le devolviera cada uno de los sentimientos.

Las luces de neón eran de tonos rojizos y azules aquella noche. Yoongi no se tomó demasiado tiempo para pararse a analizar la decoración pero sí permitió que sus ojos se arrastraran a través de la pista desde el piso superior, buscando tan solo a una persona mientras apoyaba sus brazos en la barandilla de metal.

-¿Busca a alguien en particular, entrenador?

La voz de Taehyung sonó ronca contra su oído, su tono un poco más alto de lo habitual debido al sonido de la música que los rodeaba y la mano de este contra la parte baja de su espalda mientras se inclinaba para hablarle.

Yoongi ni siquiera se sorprendió por la repentina aparición de su base. En lugar de eso dejó que sus ojos se movieran sobre cada una de las prendas oscuras que este portaba junto a las enormes alas negras que brillaban con cada ida y venida de luz neonizada.

Kim Taehyung era peligroso, su atractivo no era bueno para él ni para su defecto en cuanto a la tarea de lograr confiar en las personas. Y ahora que sabía que ese imponente muchacho que lo observaba con mirada curiosa, luchaba gran cantidad de batallas en silencio, la atracción por alguna razón no hacía más que crecer. Su jugador era una persona fuerte, admirable en cierto modo y lleno de una avidez que se esforzaba en mantener a pesar de todo lo malo que invadía su verdadera forma de ser.

Taehyung no podía permitirse mostrarse como realmente era, pero el muro de protección que construía a su alrededor era amable y carismático. Tan distinto al que él se empeñaba en mantener bien alto para sí mismo…

-Solo estaba comprobando el ambiente. Namjoon ha desaparecido en el instante en el que hemos entrado, y aún así se empeña en decir que viene a acompañarme. - farfulló, sin apartarse ni un centímetro de su base. - Tener amigos para esto.

Yoongi sabía que aquello estaba probablemente muy mal. Que eso que hacía iba por completo en contra de sus propias normas, y que sentir que Taehyung era digno de confianza tal vez debería ser un enorme aviso para comenzar a escapar antes de que todo se fuese a pique. Y aún así, de nuevo, no había forma de que el instinto de apartarse del muchacho surgiera en él.

-Es curioso, Hoseok también ha desaparecido hace un par de minutos. - sonrió, realizando el mismo movimiento que había hecho el entrenador al verlo. Taehyung permitió que sus ojos volaran sobre los pantalones negros con roturas que el entrenador llevaba, analizó su chaqueta de falso cuero negra y la forma en la que sobre sus párpados había una leve muestra de maquillaje oscuro que provocaba que su mirada destácase más de lo normal. - ¿Quieres que vayamos a bailar un poco? Me he inscrito al concurso de disfraces y quedarme toda la noche en el piso superior no sería inteligente de mi parte. - las frases salieron con pasmosa facilidad de sus labios a pesar de que sus manos temblaban. - El jurado tiene que ver mi disfraz en funcionamiento.

Taehyung se sentía al borde, los nervios escalaban por su estómago y lo hacían sentirse como un completo estúpido mientras hablaba con su entrenador.

Él no sabía coquetear del todo bien, nunca se había sentido en la necesidad de hacerlo. Por mucho que su personalidad juguetona apareciese en escena cuando un chico llamaba su atención, solo un par le habían gustado lo suficiente como para hacer aflorar sus nervios de esa forma tan intensa.

Quería que las cosas salieran bien, y por norma general en su vida nada salía del modo en el que a él le gustaría.

-Vayamos.

Pero el entrenador aceptó la oferta mucho más rápido de lo que él se habría imaginado. No había dudas en la mirada del hombre que estaba ante sus ojos, no las hubo tampoco cuando decidió tomarle la mano para bajar al primer piso y perderse entre la gente de la misma forma en la que lo habían hecho una semana atrás.

Así que tanto Kim Taehyung como Min Yoongi aprovecharon el instante. Bellum significaba libertad y allí nadie los juzgaría por sostenerse mutuamente de la cintura mientras hacían que sus cuerpos siguieran un mismo ritmo. Tan cerca que sus estómagos se rozaban a cada segundo que pasaba.

-No pensé que vendrías. - Taehyung posó la frente sobre la del entrenador Min mientras hablaba en un tono alto. Sin fórmulas de respeto, ni líneas divisorias que le recordaran que eran entrenador y jugador. - Sé que dijiste que lo harías pero creía que finalmente no te decidirías a venir esta noche.

Yoongi alzó casi con timidez su mirada. Taehyung estaba lo suficientemente cerca como para que el instinto de relamerse los labios apareciera.

-¿Por qué no vendría? - preguntó, ciertamente confundido ante la duda de su base.

-No lo sé. - se encogió de hombros. - Nada en mi vida suele salir como lo planeo. Supongo que por eso creí que tú decidirías no venir.

-Bueno, estoy aquí. - Yoongi se animó a llevar sus labios hacia los del contrario en un beso sencillo. - Y estoy en esta maldita pista de baile casi de puntillas mientras trato de seguirte el paso. Puedes dejar de dudar ahora.

¿Podía? Taehyung querría hacerlo, pero la realidad es que estaba acostumbrado a tener la precaución de no ilusionarse con absolutamente nada. Si no hacía planes, no habría desilusiones.

-Pero seguiré dudando los próximos fines de semana. No importa cuánto me digas o prometas que vendrás, las cosas a veces salen de un modo distinto al que pretendemos. He aprendido eso a lo largo de años encontrándome con planes fallidos una y otra vez, incluso cuando decidí escaparme para jugar el partido de Seúl… Todo lo que conseguí fue una apendicectomía.

No dejó que Yoongi le contestara, en lugar de eso hizo que sus labios se sellaran con un beso mucho más profundo que el anterior.

El base podía sentir las manos de su entrenador rodeándole la nuca y la forma en la que este se balanceaba levemente debido a que se encontraba de puntillas mientras sus lenguas se enrrollaban hasta dejarlos casi sin la capacidad de respirar.

"Todos los concursantes del concurso de disfraces, en diez minutos comenzará el desfile en el escenario. Venid hacia aquí para recibir vuestros números. Suerte en el mundo del Olimpo multicolor de Bellum. ¿Quién será nuestro nuevo Dios?"

Tuvieron que separarse antes de lo que ambos habían pretendido. Taehyung le sonrió de nuevo, esa noche estaba logrando dejar que las sonrisas verdaderas brotasen de sus labios con mucha más sinceridad de lo normal. Y Yoongi podía notar la diferencia sin demasiada dificultad, él realmente podía ver la diferencia entre la enorme sonrisa que ahora le dedicaba su jugador y la pequeña muestra de amabilidad que en ocasiones le regalaba a las personas como un método para mostrarse feliz aún cuando no quedaba ni una gota de optimismo y felicidad en su sistema.

Y quizá aquello era lo más atractivo de ese chico, Yoongi sentía que podían entenderse en multitud de aspectos sin importar que no hubiesen hablado de ello. Él, al igual que Taehyung, de vez en cuando tenía que forzar sonrisas ante el mundo para fingir estar bien aún sin estarlo.

-Ve. - su voz sonaba ahogada tras el beso. - Sube al escenario y conviértete en el Dios de Bellum.

Min Yoongi ni siquiera podía pensar en otra persona mejor que Taehyung para ese puesto, después de todo había sido su base el encargado de darle una entrada y presentarle cada punto positivo del local. Sería una mentira decir que no lo quería ver ganando.

-No creo que pueda ganar, pero espero obtener un premio de consolación al menos.

Sonrieron. Los dos lo hicieron.

-Solo ve. - Yoongi lo empujó un poco, consciente del modo en el que sus alas le dificultaban moverse entre el resto de personas que se encontraban en la pista. - Estaré en el piso superior viendo el concurso. No importa si ganas o no, tendrás un premio.





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Holii!!

Nuevo sábado y nuevo capítulo que he aprovechado para subir mientras veo The Fact Music Awards 😊. Espero que os guste y lo hayáis disfrutado baes.

Un beso,
os amo
Mel
💜

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