Capítulo 31 : KISS A STRANGER
"Ohh, eres mi musa, me siento tan imprudente. Estás haciéndome rendirme. Oh cariño, puedo sentir la adrenalina. No tengo miedo de saltar si quieres, vamos a enamorarnos por el placer de hacerlo. Tal vez, solo seguiremos cayendo."
-Fallin'
(WHY DON'T WE)
Como cada fin de semana, la entrada de Bellum estaba repleta de personas que portaban diferentes estilos llamativos. Y ese simple detalle fue suficiente para hacer brotar una sonrisa en los labios de Taehyung, a él le encantaba poder camuflarse entre el gentío sabiendo que absolutamente nadie lo juzgaría por su decisión de sentirse atraído hacia otros hombres.
-¿Máscaras? - Hoseok observó al chico de la entrada que sostenía entre sus manos multitud de máscaras similares a las que las personas solían usar durante el carnaval. - ¿No es hoy la noche del color?
-El organizador ha pensado que sería interesante añadir un poco de misterio a la fiesta, podéis escoger el estilo que más os guste y entrar. Hay bastantes colores todavía.- respondió el muchacho.
Taehyung se encogió de hombros, no era la primera vez que entraban en Bellum con el rostro cubierto por lo que una más no tenía la menor importancia. Habían llegado temprano, la fiesta estaba comenzando y todavía había muchas personas comenzando a hacer cola para recibir sus entradas o acceder al local como parte de los clientes habituales.
-Me gusta la idea. - dijo sin borrar su sonrisa. Probablemente no había nada que pudiese borrar de su rostro la felicidad que le ocasionaba poder estar en Bellum de nuevo. Se había mantenido a sí mismo encerrado en su habitación durante una semana completa y ahora al fin lograría ser libre de nuevo. - Entremos Hoseoki.
Bien, Hoseok no tenía nada en contra de usar una máscara tampoco. De hecho sería una buena forma de escabullirse de ese chico que había estado acudiendo a Bellum con frecuencia para observarlo bailar de cerca. Porque aunque le gustaba la forma en la que este siempre le hablaba con amabilidad, todavía le resultaba extraño mantener conversaciones con el amigo de su entrenador de baloncesto.
-Entremos.- así que puso una enorme sonrisa sobre su rostro y pasó su brazo alrededor de los hombros de Taehyung para animarlo a caminar hacia el interior del local. Los dos se habían decantado por una máscara de color oscuro, que contrastaba con la ropa vieja y más que usada que habían decidido llevar ese día para la guerra de pintura fosforescente. Era la mejor decisión para evitar tener que darle explicaciones a sus padres, podrían tirar las prendas a la basura sin tener que meterlas en la lavadora o intentar limpiarlas a mano.
La música explotaba con fuerza en cada uno de los altavoces mientras caminaban hacia la pista de baile, donde la muchedumbre ya se mezclaba y comenzaba a lanzarse pintura fosforescente creando un rastro de color allí donde las luces se posaban. Taehyung no tardó demasiado en dejar salir su verdadera personalidad, esa que siempre relucía en el interior de Bellum.
-¡Vayamos a por la pintura Hoseoki! - sus ojos se iluminaron con ilusión bajo la máscara. Una semana encerrado en su casa había sido demasiado, así que no importó el dolor de sus piernas o lo que días atrás había ocurrido cuando su padre lo vió tras su regreso de Seúl. Todo lo que importaba en ese instante era su necesidad por divertirse, saltar y embadurnar de pintura a su mejor amigo mientras dejaba que la tristeza de su alma fuese sustituida por ese tipo de felicidad temporal que siempre lo embriagaba cuando el alto sonido de la música y el ambiente lo rodeaba.
Min Yoongi había sido arrastrado de nuevo, esta vez con la excusa de enseñarle a Seokjin ese local que semanas atrás Namjoon y él habían visitado por primera vez. De alguna manera el nadador se las había ingeniado para no mostrar su evidente incomodidad cuando un muchacho se ofreció a darle una entrada debido a su llamativo físico. Aún así, por algún motivo Seok no parecía completamente feliz con el hecho de que para entrar a curiosear aquello que era Bellum, necesitaba dejarse besar por un hombre cualquiera.
-Miralo por el lado bueno. - Namjoon habló, sosteniendo una cerveza entre sus manos mientras apoyaba los codos en la barandilla de metal del piso superior de Bellum. Podían ver la magia suceder en la primera planta, la pista de baile estaba repleta de gente lanzándose pintura sin tan siquiera conocerse. Con las máscaras puestas creando un ambiente más animado en la tarea de dejarse llevar. - Al menos no nos has tenido que besar a ninguno de nosotros..
A veces Yoongi se preguntaba cómo era posible que Namjoon hubiese encajado en esa amistad de tres, sin embargo lo había logrado sin el más mínimo problema gracias a la mente abierta que lo formaba como persona muy a pesar de las enseñanzas que los padres de este le habían tratado de inculcar. Kim Namjoon era ese chico que lo había besado por primera vez y el mismo que había continuado haciéndolo por un largo período de tiempo a pesar de afirmar que no era homosexual.
El Min Yoongi de años atrás se había sentido confundido, usado y casi alarmado por aquello, el Min Yoongi del presente comprendía que con una familia con pensamientos tan antiguos como la de su mejor amigo... Ignorar lo que uno era realmente, se convertía en una opción sencilla para escapar del dolor asegurado.
-Ya. - Seokjin suspiró y apuró su bebida mientras inspeccionaba el lugar con ojos curiosos. - Ni siquiera sé cómo me he dejado convencer por vosotros, mañana tendré que madrugar para entrenar a un chico que quiere total perfección en cuanto a lo que a sus entrenadores se refiere y todavía tengo que regresar a Seúl. Será una suerte si logro mantenerme en pie mientras le digo que se meta en la piscina.
-¿Los nadadores no descansan los fines de semana? - bromeó Namjoon, dándole un leve codazo a Yoongi para animarlo a hablar.
-Los atletas trabajan duro Namjoon. - opinó finalmente. - No hay un motivo exacto por el cual deberían dejar de entrenar los fines de semana, mientras Seokjin se encargue de hacerle saber que debe cuidar sus músculos y cuerpo...
-No dudes de que lo haré. - Jin imitó la postura de Namjoon, apoyando ahora sus codos sobre la barandilla de metal mientras sus ojos volaban a través de la vista que la planta superior del local les regalaba. - El problema es que no sé hasta qué punto ese niño hará caso, parece un poco obsesionado con la idea de ser el mejor.
Yoongi sonrió levemente, estaban en un local tabú y escandaloso pero su charla no era nada anormal. Las personas que a menudo se manifestaban en la entrada de Bellum clamando con pancartas que era un sitio demoníaco realmente no tenían la menor idea de que gente tan normal como ellos asistía a las fiestas que los organizadores creaban.
Ellos incluso estaban sosteniendo una de esas máscaras de colores en sus manos.
-Si se trata de deportistas cabezotas, puedo contarte algunas cosas también. - Yoongi hizo chocar su cerveza contra la de Seokjin y le dedicó una rápida sonrisa a su amigo. - Uno de ellos fue mi entrada a este local, ¿no es eso un poco irónico y tremendamente absurdo? Un estudiante que está en el equipo de baloncesto que yo entreno me dió un beso con lengua para ofrecerme una entrada al local más tabú de Daegu. Probablemente estaría en la calle si mi jefe llegase a enterarse. Sin embargo, lejos de arrepentirme me he dejado arrastrar de nuevo hasta las entrañas de Bellum con la excusa de que tú deberías ver el sitio. Eres mi pretexto para haber venido esta noche, Seokjin.
Los tres amigos sonrieron, mirándose un segundo antes de devolver los ojos a la pista de baile que se podía ver con pasmosa claridad desde la segunda planta del local. La pintura volaba de un lado a otro mientras los asistentes bailaban y cantaban al ritmo de la música.
-No sé vosotros... - Namjoon dio un último sorbo a su cerveza. - Pero yo no quiero quedarme aquí arriba mientras todas esas personas se divierten ahí abajo. Vamos a por un par de calderos de pintura.
-Espera, dijimos que... - Yoongi trató de protestar, sin embargo la mano de Seokjin se posó sobre su espalda animándolo a seguir a Namjoon hacia la zona donde algunos empleados repartían cubos de pintura fosforescente. -... que solo echaríamos un vistazo.
-Divertirte un poco no te matará, Yoongi.
Seokjin sonrió antes de ayudarle a ponerse la máscara.
¿Él realmente estaba a punto de bajar a la pista de baile para lanzarle pintura fosforescente a todos aquellos desconocidos que se cruzaran en su camino?
Kim Taehyung parecía del todo perdido en el sonido de la música mientras movía sus pies al ritmo de la canción que sonaba en los altavoces. Su ropa estaba completamente manchada de pintura fosforescente y sus mejillas se encontraban repletas de las gotas de esta, ya que en más de una ocasión lo había salpicado al encontrarse en el medio de la fiesta.
Hoseok se mantenía a su lado, pero al igual que él la cabeza de su mejor amigo parecía estar centrada en el hecho de que la fiesta era divertida y la música adecuada para dejarse llevar. Bellum era un lugar especial, el sitio en el cual los dos se atrevían a dejar salir la persona que normalmente mantenían encerrada bajo llave para complacer a la sociedad en la que vivían.
-¡Iré a por algo de beber! - Hoseok alzó la voz mientras se inclinaba hacia el oído de Taehyung, quien rápidamente alzó su pulgar indicandole que lo había escuchado.
Las personas revoloteaban alrededor de ambos al ritmo de la música y la pintura continuaba volando de un lado hacia otro.
-¡Recuerda que no quiero nada que lleve alcohol! - respondió, recibiendo por parte de su amigo otro pulgar levantado.
Cuando se giró de vuelta hacia la fiesta, sus ojos no pudieron evitar posarse sobre un muchacho que se mantenía quieto en medio de todo el gentío con su cubo de pintura todavía a rebosar e intacto. Aquel chico destacaba por su quietud, parecía un poco cohibido ante el ir y venir de gente, con todas esas personas arremolinadas saltando o cantando mientras se lanzaban pintura aún sin importar el hecho de que no se conociesen de absolutamente nada. Pero esa era la magia de los disfraces en Bellum, no juzgabas a alguien antes de siquiera darle una oportunidad porque para juzgarlo era necesario regalarle esa oportunidad.
Cualquier otra noche él lo hubiese dejado pasar. Taehyung no era el tipo de chico que sintiese que debía ocuparse de ayudar a cada una de las personas que parecían tímidas en una pista de baile, cada noche eran muchos los nuevos clientes de Bellum que aparecían sintiéndose demasiado perdidos como para atreverse a hacer otra cosa diferente de mirar. Sin embargo, existía algo en la posición de aquel chico que le hizo rememorarse a sí mismo durante su primera noche en ese local que pronto se convirtió en su paraíso personal. Hoseok había logrado mimetizarse con la gente en tan solo un par de minutos, pero su primer día en Bellum fue bastante diferente a lo que era en el presente. Aunque generalmente se consideraba una persona atrevida, aquella vez no logró mover sus pies hacia el interior de la pista hasta una hora después de haber entrado en el local. Estaba seguro de que su aspecto en aquella ocasión debió ser muy parecido al del muchacho que portaba una máscara negra y abrazaba su caldero de pintura con cierta expresión de duda mientras observaba fijamente la masa de gente bailando. Con los pies moviéndose hacia delante durante un segundo y al siguiente regresando a la posición inicial. Indeciso.
Así que sin poder evitarlo Kim Taehyung cruzó la mitad de pista que los separaba y sin una sola palabra alzó su mano para dejar un rastro de pintura sobre la mejilla limpia del chico. Después de aquello solo necesitó una mirada amable y alzar su mano, aunque el muchacho dudó por varios segundos finalmente se atrevió a aceptar la invitación y Tae pudo arrastrarlo hacia el interior de la pista sin demasiados problemas.
Ninguno de los dos abrió su boca para hablar, Taehyung se limitó a posar una mano sobre la cintura del contrario para indicarle el ritmo que su cuerpo debía seguir ahora que la música se encontraba en el punto más álgido. Y quizás si Hoseok los hubiese interrumpido en lugar de quedarse más tiempo del necesario en la barra de Bellum esperando sus zumos de frambuesa mientras su mirada perseguía al hombre que se había quitado la máscara para apurar una bebida con el cabello rubio completamente manchado de colores, solo quizás, los dos no habrían terminado caminando hacia uno de los baños del local. Pero el caso era que su mejor amigo no lo había osado interrumpir, el caso también era que Taehyung sentía que había pasado una eternidad desde que alguien había llamado por completo su atención en Bellum y finalmente el caso era que estaba preparado para darle a ese chico lo que sus ojos enmascarados parecían pedir en silencio porque ambos lo necesitaban.
Así que sí, los dos entraron al baño todavía sin haber intercambiado ni una sola palabra, con las manos unidas y sus pies arrastrándose decididos hacia el mismo sitio. Taehyung se permitió aceptar un beso necesitado y una mano sobre su nuca como respuesta de que aquel muchacho quería lo mismo que él. Un beso al que le siguieron muchos a medida que caminaban torpemente hacia uno de los cubículos del servicio del local, un beso que se quedó en segundo plano cuando el gemido encantador del chico abandonó sus bonitos labios al ser acorralado contra la pared mientras Tae decidía atacar la piel nívea del cuello de este con labios, lamidas y succiones hasta finalmente conseguir que la zona se encontrase repleta de rojez en consecuencia.
La música sonaba en sus oídos con efecto retardado, como una melodía en segundo plano que tan solo servía para ayudarles a mantener el ritmo vertiginoso de labios contra labios en el que comenzaban a sumirse con el paso de los minutos. A Kim Taehyung le llevó exactamente doscientos cuarenta segundos y un par de pensamientos decidir deslizar fuera del bolsillo de su ajustado pantalón un condón y el paquete de lubricante que intentaba no olvidar nunca. Más allá de lo que la gente creía que pasaba en Bellum, él como ser humano no se limitaba a besar a todo hombre que le pareciese atractivo. Para llamar su atención se necesitaba al menos un poco de personalidad. En cambio sin haber intercambiado una sola palabra los ojos de aquel muchacho decorados con la máscara de color negro, parecían suficientes estímulos para ayudarle a tomar la decisión.
Y un asentimiento seguido del fuerte agarre del muchacho alrededor de su nuca le confirmó que se trataba de un sentimiento mutuo, le ayudó a entender que ambos se encontraban pensando en lo mismo. Los dos parecían estar en la misma posición, completamente conscientes de la química que los recorría por completo. Así que si bien a Taehyung le hubiese gustado tener una cama y sábanas acogedoras, él no podía permitirse llevar a algún muchacho a casa sin importar cuanto le gustase este. Por eso agradeció en silencio que su enigmático chico se diera la vuelta, regalándole una bonita vista y esperando pacientemente a ser tocado.
Las cosas fueron una neblina borrosa de besos y gruñidos hasta que los pantalones y ropa interior de ambos se deslizó desde sus piernas hasta el suelo del baño. Entonces Taehyung realizó el primero de los movimientos, tras empapar sus dedos de lubricante acarició la entrada del chico con todo el cuidado del que disponía. No dudo en acariciarlo, sin prisa alguna y dejando que sus labios vagasen sobre la nuca de este, aprovechando el hecho de que su posición implicaba el apoyo de sus dos manos contra la pared del cubículo en el que se encontraban. Sin mucho espacio y con el eco de la música sonando de fondo, los gemidos de ambos se mezclaron en el ambiente.
-Hazlo de una maldita vez... - y quizás la voz demandante del muchacho enigmático le hubiese resultado un poco conocida de no ser por el tono excitado que volvía sus palabras más roncas de lo normal. Tal vez si la música en Bellum no estuviese en su punto más álgido o si el baño no crease ese extraño efecto de eco entre las paredes del pequeño cubículo, Kim Taehyung hubiese caído en el detalle de que había muchas cosas en aquel chico que deberían haberle resultado llamativas por su parecido con una persona que formaba parte de su rutina diaria.
Y a decir verdad, Taehyung no estaba pensando demasiado. No había comprobado si era sano tener relaciones sexuales solo nueve días después de haber recibido una operación de apendicitis, tampoco le pidió a ese muchacho que lo mirase a los ojos o se apartase la máscara de la cara. En realidad el detalle de no poder reconocerse mutuamente ni siquiera parecía importarle a ninguno de ellos.
Ambos estaban perdidos en la necesidad. Y fuese por despecho o por el simple detalle de que hacía demasiado tiempo desde que alguien no les aportaba la cálida sensación que el placer generalmente ocasionaba cuando existía química entre un par de personas, fuese como fuese, se permitieron dejarse llevar completamente.
-Paciencia, pequeño. - y el apodo le pareció perfecto, porque su altura y cuerpo eran bastantes superiores a las del otro chico quién aceptó de buen grado el apelativo a la par que movía su trasero con la intención de exigir más atención de la que se le estaba dando.
-Hazlo, prepárame bien.
Taehyung ni siquiera lo dudó demasiado. Tras comprobar que la entrada de su especial conquista estaba completamente bañada en lubricante, decidió colar uno de sus dedos de forma lenta y se maravilló ante el detalle de que ni siquiera le resultó difícil o sucio. Si había algo que sabía bien se basaba en que la rapidez era innecesaria, preparar a alguien podía estar repleto de erotismo y él era un fiel creyente de que hacerlo de forma demasiado precipitada solo ocasionaba que el juego posterior fuese complicado para los implicados. Por eso sus movimientos fueron lo suficientemente delicados como para que los gemidos del chico tímido se hicieran más fuertes a medida que continuaba trabajando en su entrada con sumo cuidado.
Ni siquiera escuchó una sola queja, en realidad fue todo lo contrario. El bonito chico que le estaba dando la espalda mientras apoyaba las palmas de las manos contra la pared parecía encantado con el hecho de estar recibiendo una atención adecuada.
-Pareces listo. - Taehyung tuvo que acercar su boca al oído del muchacho para hacerse escuchar, movimiento que no dudó en aprovechar para succionar levemente con sus labios el lóbulo de este antes de pararse a lamer la zona de su mejilla que la máscara no cubría. - Es una pena que esta posición no me deje verte bien, de por sí la máscara complica las cosas bastante.
Pero ninguno de los dos cambió de posición. Cuando Kim Taehyung alineó su erección contra la entrada del chico, lo hizo sabiendo que sería bien recibido, al igual que lo fue su mano sobre el miembro duro y goteante del contrario. Y cuando el muchacho arqueó su cuerpo para facilitarle las cosas, dudó entre sostenerse en la pared del baño o dejar que sus manos vagaran bajo la chaqueta de este para averiguar cuán suave sería su espalda. A juzgar por todas las otras partes de piel que pudo tocar, Tae estaría dispuesto a jurar que la espalda sería una de sus partes favoritas si tuvieran el tiempo suficiente para perderse completamente el uno en el cuerpo del otro.
-Arrgg.
-Hmmm.- Taehyung relamió sus labios, su mirada siguiendo el particular rastro de lunares que se encontraba en la baja espalda de su conquista. Sentía que exigirle al otro que se quitase la molesta parte de arriba sería demasiado pero sus manos cosquilleaban ante la necesidad de tocar más allá de la tela. Deseaba juguetear de una forma más íntima de la que aquel baño les proporcionaba.
Durante los primeros minutos todo quedó reducido a una nueva ronda de gemidos y gruñidos por parte de ambos, los dos estaban perdiéndose en el hecho de que sus cuerpos parecían encajar a la completa perfección. Y entonces sucedió, en el instante en el que Kim decidió que era el momento adecuado para modificar las posiciones que habían estado manteniendo sus ojos se encontraron tan cerca que las máscaras no pudieron hacer nada para que una bombilla pareciese encenderse sobre sus cabezas.
-Te conozco de algo. - gimoteó Taehyung, aceptando el hecho de que el muchacho le envolviese la cintura con una sola pierna.
-Yo...Tú... creo que sí.
Taehyung no podría haber hecho nada para evitar que la curiosidad empezase a fluir alrededor de su cuerpo, porque incluso si lo hubiese querido el chico fue el primero en retirar la máscara de sus ojos cuando el orgasmo estaba comenzando a hacer temblar los cuerpos de ambos. Esta solo le había permitido analizar unos ojos conocidos hasta ese momento, pero en el instante en el que la cara completa fue mostrada para él... Todo un desastre dio comienzo.
-¿Min? - Taehyung relamió sus labios, hundiéndose un poco más en el interior de quién ahora sabía de qué conocía. Podía sentir como su orgasmo ya era completamente inevitable.
Entonces, y sin tan siquiera darle tiempo a pensar, Min Yoongi decidió arrancar de su rostro esa máscara que lo había llevado a cometer el error de llevar hasta uno de los baños de Bellum a su propio entrenador.
-Mierda. Mierda. Mierda. - Yoongi se arqueó por un par de segundos, sintiendo la fuerza de su orgasmo golpearlo casi al mismo tiempo que veía el rostro de su jugador hacer presencia bajo la máscara. - Jodida mierda Kim.
¿Era el maldito destino jugandole una broma irónica de nuevo? Yoongi no recordaba la última vez que había tenido una química tan atrayente con otra persona, él no era una persona que aceptase baños de locales como picadero... Y sin embargo allí estaba, con su base hundido profundamente en él mientras sus respiraciones dificultosas se entrelazaban debido a la cercanía de sus rostros.
Bien, definitivamente el universo estaba en su contra. O quizás él no sabía leer las señales.
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Hiiii!!!
Esta semana el capítulo llega un poquito antes incluso si estoy un poco agotada. He conseguido trabajo y eso me hace feliz pero a la par me he cansado un montón 😂.
Espero que os haya gustado y por favor quisiera saber vuestras teorías u opiniones acerca de lo que creéis que pasará en el siguiente capítulo.
Un beso,
os amo
Mel
💜
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