Capítulo 26 : MOTHER
"Eh, papá, mírame, piénsalo otra vez y háblame. ¿Crecí según tus planes? ¿Y crees que estoy malgastando mi tiempo haciendo las cosas que quiero hacer? Duele cuando me desapruebas todo el tiempo. Y ahora, intento con fuerza conseguirlo, solo quiero que estés orgulloso de mí. Nunca voy a ser lo suficientemente bueno para ti. No puedo jugar a ser eso, estoy bien y tú no me puedes cambiar. Porque lo perdimos todo, nada dura para siempre. Lo siento, no puedo ser perfecto."
-Perfect
(SIMPLE PLAN)
La señora Kim parecía un muro demasiado alto para Min Yoongi, había conversado con algunos padres antes pero nunca se había tenido que enfrentar al hecho de que uno de estos lo mirase como si fuese el mismísimo diablo. Y esa era la forma exacta en la que aquella mujer lo estaba mirando en ese preciso instante, a él ni siquiera le extrañaría si de un momento a otro esta decidiese escabullirse de la cafetería del hospital dejándolo con las palabras en la punta de la lengua.
No parecía para nada interesada en lo que tuviese que decirle, y aunque no podía culparla al entrenador le estaba resultando en cierta forma irritable. No le gustaba dar explicaciones, por lo que tener que dárselas a alguien a quien evidentemente no le importaría lo más mínimo aquello que le diría... Era algo que lo hacía sentirse frustrado. Podía lidiar con el hecho de que algunos de sus jugadores fueran difíciles de tratar pero la madre de Taehyung era una mujer adulta, debería ser lo suficientemente madura como para comprender que él no tenía la culpa de las decisiones que el base tomó en un intento por lograr jugar el primer partido de la temporada de competiciones universitarias. De hecho le resultaba completamente absurdo que fuese precisamente quien estaba recibiendo las miradas de enfado cuando él no era más que un simple entrenador. El control acerca de los viajes del equipo recaía en sus manos después de que el rector de la universidad revisase el modo en el que se debían realizar. Puede que fuese el menos culpable en cuanto a las personas que la señora Kim tendría que señalar en un intento por justificar su enorme enfado.
Sí. Kim SunHee era un enorme muro con expresión agobiada mientras caminaban a través de los pasillos del hospital en silencio, en una caminata realmente tensa y desacelerada. Min podía percibir cómo los ojos de esta lo atravesaban con enfado incluso si se mantenía a unos pasos de distancia. Quizás por eso en aquella primera ocasión no percibió los evidentes rasgos que su jugador había heredado de esta, Taehyung sin duda adquirió la mirada marrón y profunda que su madre portaba como una característica rutinaria.
-Intenta relajarte SunHee...- el hombre que acompañaba a la madre de Taehyung y que sólo unos instantes atrás se había presentado como el padre de Jung, trató de eliminar la notable tensión que rodeaba el ambiente.
Yoongi casi sintió ganas de agradecer, pero sus palabras no tardaron en ser interrumpidas por la voz estropeada por la edad que aquella mujer dejó escapar de entre sus labios.
-Sé que el entrenador no tiene culpa de las malas decisiones que ha estado tomando mi hijo pero eso no soluciona el problema, debería controlar cuáles de sus jugadores tienen el permiso de salir de Daegu y cuáles no. No he firmado ningún tipo de justificante concediendo mi permiso para que Taehyung viaje y no pretendo hacerlo en el futuro tampoco, ni siquiera quería que se uniese al equipo de baloncesto pero mi hijo puede llegar a ser realmente insistente. Lo hizo sin avisar, después ya era demasiado tarde como para decirle que lo dejase. Me gustaría ver a Taehyung lo antes posible. - protestó esta. - Eso es todo. Quiero saber cómo se encuentra y qué es exactamente lo que le ha ocurrido.
Min se obligó a tomar un poco de aire. La mujer se había sumido en una especie de enfado infranqueable desde el instante en el que habían atravesado la puerta de entrada de la cafetería del hospital. A la mirada desdeñosa de segundos atrás se estaba sumando una mueca de enfado que el entrenador podría jurar que su propia madre también mostraba cuando la molestia le nublaba la razón.
-Bien. - tenía que hablar ahora que podía, de lo contrario acabaría perdiendo el tiempo con las protestas que la madre de Taehyung parecía a punto de comenzar de nuevo. Así que tomó asiento esperando a que la señora Kim y el señor Jung lo imitasen. - No sé por qué su hijo ha decidido unirse al equipo de baloncesto sin su permiso pero puedo imaginar que se debe a que usted no ha puesto confianza o comprensión alguna sobre el detalle de que es un deporte que lo hace feliz. De lo contrario no encuentro una posible explicación, practicar deporte en equipo genera muchos más beneficios que inconvenientes y su hijo es bueno en la cancha por mucho que a veces suponga un dolor de cabeza para mí como entrenador. Si es bueno y disfruta del baloncesto sin dañar a nadie en el proceso, ¿cuál es el problema? - Yoongi estaba pensando en su propia experiencia mientras hablaba. Y quizás esa no era la mejor decisión teniendo en cuenta lo mucho que todavía le dolía que sus padres nunca hubieran aceptado que el baloncesto fuese algo más que un simple pasatiempos para él. - De la misma manera no me compete el que se haya subido a un autobús sin su permiso, Kim está en la universidad. Puedo hacerme cargo de su seguridad y lo haré, también de cualquier cosa que necesite mientras esté en un viaje con el equipo. En lo que respecta a mi deber, sé cumplir con mis responsabilidades. Puede que en el colegio se pidan autorizaciones pero definitivamente yo no lo hago cuando se trata de personas lo suficientemente grandes como para comenzar a estudiar la carrera que definirá sus vidas. Si tiene algún problema con el modo en el que se hacen las cosas entonces tal vez debería llamar al rector, solo soy un empleado que se encarga de entrenar un equipo.
La señora Kim frunció el ceño, disgustada con el rumbo que habían tomado las palabras del entrenador Min.
-Me importa la felicidad de mi hijo, es por eso precisamente que deseo que comience a centrarse en las cosas importantes de la vida. Una carrera le ofrecerá un trabajo estable, el baloncesto no. Las personas con dinero y buenas familias pueden permitirse tener sueños grandes, la gente normal como mi hijo o yo misma debemos concentrarnos en forjar un futuro seguro para que nuestras vidas no se conviertan en un asqueroso callejón sin salida. - habló la mujer. Sus manos temblando levemente mientras estiraba con nerviosismo las mangas de su chaqueta de lana marrón. - Taehyung no es un chico como los demás. Él sabe que no puede desaparecer de casa durante dos días seguidos, ni siquiera durante uno...
Yoongi solo pudo rodar los ojos. Había escuchado eso muchas veces, para los padres sus hijos siempre eran especiales y diferentes del resto. Al igual que lo habían sido los chicos que difundieron su video sexual cuando era un adolescente. Los padres de estos se encargaron de contratar a buenos abogados porque sus hijos eran inocentes por muchas pruebas que hubiese y aquello necesitaba ser demostrado ante un tribunal sin importar cuán afectada estuviese en consecuencia la salud mental de Yoongi por aquel entonces.
Y al final solo él fue quien tuvo que resistir cada día de su vida con las secuelas de lo que la traición suponía. Min Yoongi no había vuelto a confiar en casi ningún ser humano desde aquel entonces, eran pocos los que tenían su fidelidad y todavía menos los que lograban hacerse un lugar en su vida. Motivo por el cual le resultaba imposible comprometerse con sus parejas o tan siquiera ser abierto con el detalle de mostrar cariño.
Los seres humanos son malos por naturaleza. De eso no le cabía ni la más mínima duda, así que se recordó a sí mismo ese detalle mientras pensaba en las expresiones atormentadas de Kim. Su base parecía un cordero a punto de ser degollado en la habitación de hospital, todo lo contrario al chico lleno de energía que se mostró ante él en Bellum.
-Su hijo no es diferente a cualquier otro de mis jugadores. Todos ellos están estudiando una carrera mientras juegan, tener unos cuantos partidos de baloncesto al año no hará que su hijo pierda la oportunidad de graduarse si eso es lo que teme. - Yoongi estaba convencido de que había una conexión entre la sobre protección de la que Kim le había hablado y el hecho de que la madre de este pensase que su hijo no era como el resto de muchachos.
Tal vez Kim Taehyung solo necesitase un poco de libertad para poder demostrarlo, para poder mostrar a ese chico repleto de vitalidad que Yoongi había observado bajo las luces de Bellum. Su base era tan normal como cualquier otro chico, Tae probablemente quería conocer lugares y tener experiencias nuevas, salir a bailar por la noche, besar a algunos muchachos y sobretodo divertirse sin que su madre estuviera al acecho de forma constante. Cómo Yoongi lo quiso por un tiempo. A él le fue arrebatado por muchas personas y parecía que a Kim se lo arrebataría su propia madre.
-No me está entendiendo, tampoco pretendo que lo haga. - la mujer suspiró. - Taehyung nunca me había desobedecido de una forma tan grave antes. Es cierto que en alguna ocasión lo dejé jugar partidos de baloncesto en su instituto, a veces incluso permití que se trasladase a las zonas más cercanas para que pudiese experimentar lo que supone estar lejos... Pero como dije, mi hijo no es como el resto. Taehyung no ha tenido las mismas oportunidades, el mismo tipo de casa o familia y mucho menos tiene la posibilidad de permitirse viajar por tanto tiempo. Un fin de semana es poco para otros, pero una eternidad para mí. No voy a permitir que nadie llene su cabeza de sueños absurdos que tan solo servirán para que su decepción sea mayor cuando la burbuja de realidad explote. No quiero que mi pequeño sufra.
Era razonable el que Taehyung sintiese la necesidad de comenzar a mostrar rebeldía. La madre de este parecía convencida de que su yugo de sobreprotección tenía una explicación más que simplemente razonable y al final su jugador probablemente acabaría completamente aislado del mundo si nunca decidía rebelarse un poco a través de sus actos. Pero aquel no era un problema con el que Min Yoongi se atreviese a lidiar, no cuándo ni siquiera se le ocurría una sola manera de actuar al respecto. No podría aconsejar a otras personas mientras él continuaba sintiendo que su vida era una pérdida de tiempo dolorosa.
-Entiendo. Entonces dejaré que ustedes solucionen eso, mi único deber es informarle acerca de lo que ha ocurrido. - dijo el entrenador Min, sus ojos siguiendo la expresión cohibida de la mujer situada ante él - Kim ha sido intervenido por apendicitis, una operación sin ningún tipo de percance debo añadir. El doctor podrá informarle acerca de cada uno de los detalles. - se esforzó en mantenerse lejos de la situación que envolvía a su jugador. - Es recomendable que permanezca aquí al menos tres días, más tarde deberá seguir con el proceso del postoperatorio en Daegu. Se lo podrá llevar a casa el lunes por la tarde si las cosas van bien.
La mujer abrió los ojos, algo parecido al miedo hizo que su expresión se volviera turbia.
-Me resulta imposible esperar hasta el lunes. Quiero llevarme a Taehyung hoy, es necesario que podamos regresar a casa juntos.
Bien, quizás la señora Kim era más complicada de lo que Min se habría esperado. Parecía estar realmente nerviosa ante el detalle de que la recuperación de su hijo implicaba un ingreso en el hospital hasta el día siguiente. Quizás, en la propia opinión de Yoongi, incluso hasta el martes.
-¿Cuál es el motivo? - preguntó por instinto. - Si se debe a que no tiene dónde quedarse, puede usar una de las habitaciones del hotel en el que mi equipo se está hospedando.
La señora Kim negó al instante.
-Quiero hablar con Taehyung. Ahora.
Taehyung sabía que tendría que enfrentarse a su madre tarde o temprano, sin embargo nada lo preparó para la expresión decepcionada de esta. Los ojos de la mujer que le había dado la vida mostraban algo bastante más allá del enfado, algo que sin duda alguna era doloroso para el base.
Aquella era una mirada que definitivamente reconocía. La había visto muchas veces a lo largo de su adolescencia, en todas y cada una de las ocasiones que decidió desobedecer aún sabiendo que la consecuencia recaería de forma directa sobre su madre. Porque era ella la única que se sacrificaba continuamente con la intención de rescatarlo de las garras de un padre demasiado perdido en las alucinaciones de la bebida como para reconocer que su hijo tan solo estaba intentando vivir.
Vió aquella mirada cuando se subió al coche de la madre de Hoseok y mintió diciéndole a su mejor amigo que su madre lo había dejado ir al cine con ellos. También la vió cuando con quince años Taehyung usó el dinero que había estado ahorrando para comprar un álbum de uno de esos artistas que su padre consideraba muy poco masculinos para la idea que este tenía de un hombre. Y en general la vio en cada una de las ocasiones que él trató de sobrepasar la línea que su madre le había ido marcando a medida que crecía. Porque Taehyung era consciente de que si quería ser libre de la manera en que le gustaba, Bellum era la única solución. Sus padres nunca entenderían su verdadera personalidad, de la misma manera que precisamente debido a eso jamás conocerían del todo a su único hijo. Por mucho que el yugo de la sobreprotección lo persiguiera a todos lados.
A lo largo de su vida Kim Taehyung siempre tuvo como principal objetivo el lograr alcanzar un puesto de trabajo estable para hacer feliz a su madre incluso si eso implicaba sacrificarse a sí mismo o tener que esconderse. Ella había dado mucho por él, desde el instante en el que decidió seguir adelante con un embarazo de riesgo debido a su avanzada edad y hasta el propio presente recibiendo en multitud de ocasiones la ira de su padre por los errores que él y solo él cometía.
Ella no merecía tener que lidiar con un hijo revoltoso, sin embargo en ocasiones su naturaleza desobediente aparecía de forma instantánea cuando se sentía demasiado atrapado. No importaba lo mucho que se dijera a sí mismo que debía aprender a actuar después de pensar al menos dos veces las consecuencias que sus actos podrían llegar a tener en otros. Esconder su verdadera forma de ser tenía consecuencias, y a menudo estas se convertían en una bomba de relojería que terminaba explotando de forma estrepitosa.
-La dejaré sola con... - Yoongi no pudo terminar la frase. Unos ojos suplicantes se colaron en su punto de visión, su jugador no parecía demasiado tranquilo con el hecho de que su madre estuviera allí. Incluso si sus labios no se movieron para hablar, Yoongi pudo comprender la petición explícita en su forma de mirarlo de manera casi suplicante. - En realidad, debería esperar hasta que llegue el doctor. Tendré que informar a la universidad de todos los detalles de la operación y el postoperatorio, así que me sentaré en el sofá a esperar por un par de minutos. Haga de cuenta que no estoy aquí señora Kim. Después de todo, su hijo también es mi responsabilidad.
El motivo por el cual estaba reaccionando de esa forma no era algo que él pudiese comprender del todo, aunque tal vez se debía a su asquerosa personalidad. A veces le resultaba complicado no ceder ante aquellos que realmente parecían necesitar un poco de ayuda.
Quizás no tuviese nada que ver con la mirada de Taehyung. Puede que ni tan siquiera se debiese a que en realidad Yoongi era mucho más humano y caritativo de lo que la mayoría de personas que lo conocían se esperaban.
-Te has ido de casa, lo has hecho cuando claramente te dije que no podías y tú mejor que nadie sabes bien el porqué. - la señora Kim no parecía tener problemas en ignorar la presencia del entrenador Min a sus espaldas. - Vístete. Nos vamos. No podemos esperar hasta mañana.
Pero incluso si esta estaba ignorando al entrenador, Yoongi no la estaba ignorando a ella. Así que de nuevo decidió meter su nariz en asuntos que en realidad no eran del todo de su incumbencia.
Bueno... Kim era su responsabilidad. Así que debido a eso no podía permitir que este se fuese del hospital antes de lo que los propios médicos recomendaban.
-Me temo que eso no será posible señora Kim. Taehyung tendrá que quedarse hasta mañana por la tarde en el hospital, usted puede irse cuando lo sienta necesario pero su hijo ha recibido una apendicectomía y necesita realizar el debido proceso de reposo en un hospital acondicionado a sus necesidades antes de moverse hasta Daegu.
-¿Quién se cree que es usted para decidir si mi hijo se tiene que quedar o puede irse? Él parece estar bien. Soy su madre, puedo cuidarlo y darle todo lo que necesite en nuestra casa.
-Soy el entrenador de Taehyung y como he mencionado antes él es mi responsabilidad. Si no lo fuese dejaría que él mismo tome la decisión, que es algo que usted misma debería tener en cuenta antes de exigirle que se vista. - Yoongi alzó su mirada hacia el base, esperando que su jugador reaccionase. - ¿Acaso te encuentras totalmente bien Kim? Estoy seguro de que hace una hora le mencionaste al enfermero que sentías molestias.
A Taehyung le tomó un tiempo ordenar sus pensamientos y decidir qué hacer. No quería ver de nuevo los ojos cansados y decepcionados de su madre, pero el sentido común le decía que todavía necesitaba al menos unas horas más tumbado sin moverse en exceso.
-Mamá. - su voz sonó tranquila, en un intento por calmar a la mujer ante sus ojos. - Estoy bien pero no lo suficiente como para volver a Daegu en este instante. Sé porqué es importante para ti regresar, pero no creo que sea bueno para mí volver contigo. Ve. - suspiró. - Vuelve a casa y trata de que papá tenga todo lo que necesite. Después iré yo, una vez que sienta que estoy del todo bien volveré. No te preocupes demasiado, sé que es difícil pero como el entrenador ha dicho... No hace demasiado que me han operado.
Su madre se mantuvo en silencio durante un instante. Al igual que le había ocurrido a él, parecía necesitar unos segundos para ordenar sus ideas.
-Está bien hijo. Puedo entender tu punto de vista pero es demasiado tiempo. No sé qué...
-Me ocuparé cuando regrese a Daegu. - Taehyung clavó su mirada contra la de su madre. El mismo tono de marrón enfrentándose. - Todo estará bien. Ve a casa, yo lo haré en cuanto me sea posible.
El entrenador Min se limitó a observar la escena ante sus ojos, de algún modo Taehyung parecía un poco más maduro que la señora Kim y eso resultaba extraño teniendo en cuenta la avanzada edad de la mujer.
-Señora Kim. - intervinó. - Me quedaré con su hijo si eso la tranquiliza, puedo llevarlo sano y salvo a casa cuando le den el alta. Una apendicectomía no es un proceso excesivamente complicado pero sigue siendo una operación. Lo correcto es que Taehyung reciba los cuidados adecuados en el hospital hasta que su médico considere que debe recibir el alta.
Lo haría. Porque después de todo como entrenador entraba dentro de sus responsabilidades el mantener a sus jugadores lo más sanos que fuese posible.
Por muy insufrible que Kim Taehyung pudiese llegar a ser.
-Entrenador.
Solo había pasado una hora desde que la señora Kim se había marchado del hospital tras dudar durante un largo período de tiempo, pero Yoongi tenía la sensación de que aquella era al menos la vigésima vez que Taehyung requería su atención.
-Piensa lo que me vas a pedir Kim, en unos minutos tengo que irme. El partido de baloncesto será pronto y no puedo dejar a mis jugadores por su cuenta.
Taehyung sonrió, curvando sus labios de esa forma tan bonita que distaba mucho de la expresión fingida que en ocasiones realizaba para lograr sonreir.
-Eso es justo lo que iba a decir, no falta mucho para que el partido de baloncesto comience así que tal vez debería irse. Estaré bien por mi cuenta. - Taehyung señaló el reloj de la pared azul de la habitación del hospital. - No creo que tarde mucho en quedarme dormido, de todas formas me muero de ganas por tomar una siesta.
Yoongi frunció el ceño, habría jurado que Taehyung volvería a pedir alguna de las cosas absurdas que había estado pidiendo de forma constante mientras la señora Kim se estuvo ahí. La mujer había inspeccionado una y otra vez su forma de comportarse, asegurándose de que él podía cumplir perfectamente bien con las peticiones exigentes de su hijo.
-¿No necesitas nada más? - se aseguró.
-Sobreviviré sin mi entrenador por unas horas, de hecho puedo cuidarme solo así que no tiene que preocuparse demasiado por mí o regresar tras el partido. Sé que solo prometió quedarse conmigo porque mi madre quería que me fuese y eso podría afectar a su papel de entrenador ante el rector de la universidad. Así que vaya, es una buena hora para marcharse si quiere llegar a tiempo.
-Prometí quedarme contigo porque eres mi responsabilidad Kim. - Yoongi se acercó a la cama de Taehyung, sus ojos revisaron por un instante la postura del chico antes de alzar levemente la camiseta de hospital que este llevaba. - No hagas movimientos bruscos, no te sientes de la manera incorrecta y si quieres ir al baño pero sientes dolor pulsa el botón para llamar al enfermero. Parece que está cicatrizando bien.
Taehyung se mantuvo en silencio, eran pocas las cosas que lograban quitarle el habla pero por algún motivo sentía que era incorrecto parlotear mientras el entrenador Kim mostraba un lado tan tranquilo y profesional ante él.
-Parece saber bastante de postoperatorios. - bromeó, sintiendo su piel erizarse cuando las yemas de los dedos del entrenador rozaron su abdomen.
-Eso es porque yo también tuve apendicitis.- bien, no era toda la verdad pero tampoco era mentira. Así que Min levantó su camiseta y bajó levemente la goma de sus boxer para mostrarle al base la cicatriz de su abdomen. - ¿Ves? Te está hablando alguien con experiencia, así que obedece y modifica tu postura. No quiero que la sutura se curé mal.
Taehyung obedeció, estirandose completamente sobre la cama y observando con curiosidad el modo en el que el entrenador Min volvía a inspeccionar bien la herida.
-Sentirás la zona de la herida un poco dura durante meses, las suturas deben reabsorberse.
-Aja.
Pero Kim Taehyung no estaba prestando demasiada atención a las palabras de su entrenador, en realidad se encontraba sumido en la tarea de inspeccionar las facciones de la cara de este.
Ese día Min no parecía ser tan incansablemente esquivo como generalmente lo era.
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Hiiii!!!
Nuevo capítulo de I Love U Mr Swag como cada sábado. Espero realmente que os haya gustado, no dudéis en decirme vuestras opiniones. En cuanto tenga un poco de tiempo contestaré todos los comentarios.
Un beso,
os amo
Mel
💜
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