Capítulo 22 : FRIENDS

" Pero cuando tú dijiste "Hola", supe que era el final. Debería haberme quedado en casa, porque ahora no hay manera de olvidarte. ¿Me estoy enamorando de la persona que puede romperme el corazón?"
-Break My Heart
(DUA LIPA)

Kim Taehyung nunca había estado en un hotel. De hecho lo más cercano a viajar que había estado fue en aquella ocasión que los padres de Hoseok los llevaron a pescar a una zona situada a media hora en coche de Daegu. Y precisamente por eso aquel viaje con el equipo de baloncesto le resultaba tan entusiasmante, no solo tenía que ver con las calles repletas de vida de Seúl, sino también con el sencillo detalle de que podría quedarse fuera de su lugar de residencia por un fin de semana entero. Su casa, esa prisión que lo llenaba de ansiedad de forma constante, quedaría en el olvido durante un mínimo de cuarenta y ocho horas.

-Elegid a vuestros compañeros de habitación, iré dando las llaves a medida que formeis los grupos. - el entrenador Min sostenía en sus manos una de esas carpetas que parecía llevar siempre encima, parecía dispuesto a apuntar absolutamente todo aquello que tuviese relación con el viaje. Sus ojos recorrieron la estancia, posandose de forma inevitable sobre ese jugador que siempre lograba exterminar su poca paciencia. Kim estaba reluciente esa mañana, con su general mirada cautivadora repleta de un brillo renovado y una sonrisa casi infantil haciendo destacar la forma de sus labios. Carraspeó. - Espero que sepáis cómo comportaros, el hotel no nos devolverá la fianza inicial si causais problemas o haceis demasiado ruido. Todo lo que pido es que os comporteis como seres civilizados. Hemos venido hasta Seúl para jugar un partido de baloncesto, así que no quiero encontrar alcohol en vuestras habitaciones o descubrir que os habéis escabullido durante la noche. Sois deportistas, una vida sana es algo que cabe esperarse de vosotros al menos durante la temporada de competiciones. ¿Está bien?

Yoongi no se molestó en escuchar la respuesta de sus jugadores, su día había comenzado con un retraso de quince minutos gracias a cierto jugador que nunca dejaba su mente en paz. Taehyung parecía ser el desequilibrio constante a esa rutina exigente que Min llevaba toda su vida autoexigiéndose.

-Os acompañaré a las habitaciones. - dijo. - De ese modo sabré en qué zona os quedáis, en caso de que suceda algo tenéis el teléfono de urgencias que os ha cedido el rector.

Años y años viviendo en la misma casa habían causado que Taehyung ni siquiera pudiese dormir si no era en su cama o habitación, pero de todos modos estaba feliz. No le importaba ni un poco el no lograr conciliar el sueño hasta que su cuerpo se mostrase completamente agotado, tampoco le importaba en el fondo si lograba encestar en la cancha durante el partido o las consecuencias aseguradas que podría llegar a tener su escapada. Todo lo que realmente le importaba era que estaba entrando a un hotel de Seúl con su mejor amigo y sus compañeros.

-¿Compartimos habitación? - Hoseok envolvió su brazo alrededor de los hombros de Taehyung.

-Eso sería genial. Mi mejor amigo y yo viajando a Seúl con el equipo de baloncesto de la universidad y compartiendo habitación, ni siquiera creo que entiendas del todo la ilusión que me causa esto. - una enorme sonrisa hizo brillar sus ojos mientras caminaban hacia el hall del pequeño hotel.

Hostal sería una palabra más adecuada. Aunque el sitio era pequeño parecía perfecto para un sencillo equipo de baloncesto como el suyo, después de todo la cantidad de personas que estaban viajando se reducían a diez. La planta baja estaba formada por el amplio lugar de recepción, un enorme salón en el que se servía el catering del desayuno y algunas salas de entretenimiento para sus huespedes que constaban de algunos billares y televisores.

Taehyung dejó que sus ojos vagasen sin prisa a través de cada lugar, al igual que lo hizo cuando el entrenador Min les indicó que debían subir a las habitaciones. Incluso el hecho de subirse a un ascensor pareció causar una sonrisa sobre sus labios, estaba sencillamente feliz. Repleto de esa energía que conocer un sitio nuevo y vivir una experiencia como aquella le regalaba.

El pasillo era interesante con todos esas fotografías de Seúl enmarcadas decorando las paredes, tanto que el base ni siquiera prestó atención a lo que su entrenador explicaba a medida que iba repartiendo las llaves de todas y cada una de las habitaciones de sus compañeros.

Maldita sea. Él sabía que no era del todo normal mostrarse tan emocionado por la simple idea de pasar un fin de semana en un pequeño hotel, probablemente solo tocasen la cama para dormir después de entrenar y quizás ni siquiera verían todas esas cosas de Seúl a las que Taehyung le había puesto la mirada encima desde el autobus. Y de nuevo, no le importaba.

-Me pido la cama que está al lado de la ventana. - su sonrisa fue enorme mientras se tiraba sobre el mullido colchón, ignorando el hecho de que había dejado plantado al entrenador con la correspondiente llave en la mano después de que la puerta fuese abierta.

-Kim y Jung. - Yoongi ignoró la sensación de ternura que le provocó ver a su jugador con los ojos repletos de un brillo emocionado. - Las mismas normas que les he narrado a vuestros compañeros. Nada de alcohol, escapadas nocturnas o juegos en los pasillos que puedan provocar que el hotel nos quite la fianza pagada. Por lo demás, podéis acomodaros y disfrutar hasta esta tarde. El autobús llegará a las cuatro en punto por lo que agradecería si lograis estar en el hall al menos quince minutos antes, necesitaré explicar algunas cosas sobre los horarios del gimnasio que usaremos para el entrenamiento previo al partido de baloncesto.

Kim apoyó sus codos sobre la cama y observó al entrenador Min, quién se había apoyado contra el marco de la puerta cruzando sus brazos.

-No se preocupe entrenador, me encargaré de que Hoseok llegue a tiempo. - trató de bromear el base.

Hoseok sonrió levemente, depositando de forma cuidadosa algunas prendas de ropa perfectamente ordenadas sobre la cama.

-Sí… - Yoongi asintió levemente, todavía notando la emoción que los ojos de su jugador expresaban. - No es Jung quien me preocupa. Quiero puntualidad Kim, espero que puedas cumplir con eso. Es el primer partido de la temporada pero eso no lo hace menos importante. Os veré esta tarde a las cuatro, si aceptais mi recomendación… deberíais descansar hasta entonces.

Yoongi no pudo evitar fruncir un poco el ceño mientras veía la sonrisa socarrona de Seokjin, hacía mucho que no podían sentarse juntos para compartir una de esas conversaciones que de alguna forma siempre le ayudaban a aclarar sus ideas.

Había conocido a Kim mediante una aplicación de su teléfono y de alguna manera ahora los dos eran buenos amigos, lo cual se podría considerar extraño teniendo en cuenta que Min creía haber perdido la capacidad para depositar confianza sobre las personas que lo rodeaban. De algún modo al principio se sintió extraño conversar acerca de su trabajo como entrenador con alguien que se encontraba detrás de una pantalla, a Yoongi lo asustaba tremendamente la posibilidad de que la otra parte estuviera fingiendo ser una persona que no era… Sin embargo, un par de años después había encontrado en Jin un apoyo que incluso Namjoon reconocía.

Sus personalidades eran opuestas en multitud de sentidos pero de alguna manera parecían congeniar a la perfección la gran mayoría del tiempo.

Kim Seokjin era un hombre paciente, desbordaba tranquilidad a pesar de las zancadillas que le vida le había puesto en el camino. Min Yoongi era el yin del yang en esa ecuación de amistad inesperada, un poco más oscuro y pesimista. Bastante menos paciente y en multitud de ocasiones rozando la actitud fatalista.

—Es imposible. - Yoongi se quejó en cuanto Seokjin tomó asiento.- Lo había llamado el día anterior para avisarle de que estaría en Seúl con el equipo de baloncesto de la universidad de Daegu y no había perdido la oportunidad para hablarle acerca de lo mucho que le molestaba el capitán de dicho equipo. - Siempre llega tarde a los entrenamientos, sus notas están en descenso según lo que he escuchado por parte del rector y difícilmente asiste a los entrenamientos completos algún día de la semana pero sus compañeros lo defienden cada vez que abro la boca. Lo acabaré echando si esto sigue así.

Jin sonrió y le dedicó una mirada cálida al camarero cuando le tomó nota.

—Eres entrenador de un equipo de baloncesto de universidad y además eres nuevo, quizás no se toman todo tan en serio como tú Yoongi. Quizás el anterior entrenador tampoco lo hacía, solo son adolescentes tratando de divertirse en una actividad extraescolar. Tienes que relajarte amigo.

Yoongi suspiró pero no dijo nada mientras alcanzaba su café para darle un gran trago al mismo. Si bien era cierto que Taehyung llegaba a tiempo a la mayoría de los entrenamientos, siempre había días de la semana en los que encontraba excusas para poder escabullirse mucho antes que el resto de sus compañeros. A eso se le sumaba su insoportable actitud egocéntrica, este parecía estar seguro de que su realidad era lo único que importaba.

-Empezarán a tomarse en serio las cosas ahora que yo estoy a cargo, quien no quiera trabajar duro se quedará fuera. Empezando por su maldito capitán, no tengo paciencia para discutir con niños… Ni siquiera llegó a tiempo esta mañana, se presentó en el autobús bastante más tarde de lo que yo había indicado.

-¿Y lo has hecho? - Seokjin preguntó curioso.

Yoongi asintió mientras removía el café con una cucharilla.

-Lo he hecho, será la última vez sin embargo. Se lo he dicho muchas veces, más de las que se lo diría a cualquiera.

Seokjin no dijo nada en ese instante, se limitó a pensar para él mismo que Yoongi nunca sería tan duro como pretendía hacerle creer al mundo, su amigo podría ser introvertido en ciertos aspectos y también le faltaba algo de empatía… Pero lo cierto es que tenía un gran corazón detrás de toda la coraza que la sociedad le había obligado a levantar.

-Necesitas una buena follada amigo, apuesto a que te relajaras.- bromeó con una sonrisa Kim Seokjin.

Yoongi soltó una sonora carcajada repleta de sarcasmo mientras clavaba sus ojos en la mirada divertida de Jin.

-¿En serio te crees con el derecho de decirme eso? ¿Precisamente tú?

-Se podría decir que hablo desde la experiencia. - Jin bufó, casi atragantándose con el café cuando Yoongi golpeteo la mesa de madera de la cafetería inesperadamente.

-Odio mi trabajo… - su amigo hablaba con uno de esos extraños pucheros que aparecían en sus labios de vez en cuando, lo que solo aumentó la comicidad de aquella situación.

-Tienes que entrenar a niños, yo tengo que entrenar a atletas que a menudo creen que saben más que yo acerca de todo. Especialmente el último con el que me he cruzado.

Un brillo de interés se dibujó en los ojos de Yoongi cuando Jin mencionó aquello, había oído hablar de Jeon Jungkook como probablemente media Corea. La nueva promesa juvenil de la natación, un niño bonito que llamaba la atención de las mujeres por su atractivo y de los hombres por… Bueno, para algunos hombres por lo mismo y para otros por sus logros. Él todavía no sabía en qué grupo situarse.

-¿El nuevo niño bonito de Corea? He oído que es un hueso duro de roer.

Jin alzó las cejas recordando el día anterior, el muchacho se había quedado en la piscina después del entrenamiento ya que a su modo de ver las cosas no se había agotado lo suficiente ni había trabajado por completo todas sus habilidades.

-Ese niño bonito del que hablas acabará con una enorme lesión por sobreesfuerzo pronto. Sólo dale tiempo, cuando hablas con él es como si las palabras le resbalaran del mismo modo que resbalan las gotas de agua de la piscina sobre la piel. Jeon Jungkook es en resumen inconsciente, talentoso, experto y perfeccionista. Sabe de lo que habla pero el conocimiento parece no dejar espacio a la razón en su cabeza. - Jin hizo una pausa para engullir los dulces que el camarero había dejado sobre la mesa cuando sirvió su café. - Pero para eso estoy yo, siempre hago bien mi trabajo y esta vez no será la excepción. Me estresa el solo pensar en lo mucho que seguramente tendré que discutir con él hasta que finalmente me acepte y acepte mi profesionalidad.

-Supongo que todos los atletas son así, tú lo fuiste un tiempo atrás Jin.

Jin asintió, por supuesto, él había sido uno de esos atletas egocéntricos que confiaba más en su propio criterio que en sus entrenadores y precisamente por eso no había rechazado la oferta de trabajar con Jungkook. Sabía por propia experiencia lo que significaba ser joven y estar cubierto de la gloria y medallas que muchos ponen sobre ti.

Cuando decidió ser entrenador lo hizo prometiendose a sí mismo que no tacharía a ningún atleta de imposible. Yoongi volvía a situarse en el extremo opuesto de aquello, para él existían los atletas imposibles porque estos no eran otra cosa que seres humanos con un especial talento para el deporte de su elección.

-¿Es tan malo? - Yoongi preguntó con la curiosidad volviendo a punzar en su interior.

-No. Sólo es un chico obsesionado con ser perfecto, todos los humanos podemos ser así en ciertos momentos de nuestra vida. Será difícil pero eso lo hace mucho más interesante. ¿Qué hay de tu chico? ¿Es para tanto?

Yoongi bufo molesto. ¿Lo era? Sin duda Kim Taehyung estaba suponiendo un enorme dolor de cabeza para él en multitud de aspectos, lograba su tranquilidad tambalearse con demasiada frecuencia.

-Ya te lo he dicho, no merece ser el capitán del... - el teléfono de Yoongi sonó y este respondió al instante la llamada entrante. - ¿Qué ocurre?... - la mirada de Jin se encontró con el rostro preocupado de su amigo. - Estaré allí en unos minutos.

Yoongi observó por unos instantes a su amigo, sintiéndose completamente devastado por el hecho de tener que marcharse tan pronto.

-¿Ocurre algo? - Kim Seokjin observó cómo Yoongi dejaba el dinero sobre la mesa de forma apurada y tomaba su abrigo.
-Mi capitán de equipo está enfermo.

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Hiii!!!

Nuevo capítulo que espero que os guste. Como siempre quiero agradecer el apoyo que me dais, estoy disfrutando mucho escribiendo esta fic.

Un beso,
os amo
Mel
💜

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