Capítulo 18 : FREEDOM

“No jodas con mi libertad, he venido a obtener una poca más. Soy traviesa, malvada, debe ser algo en el agua o que soy la hija de mi madre.”

-Mother´s Daughter
(Miley Cyrus)

Yoongi nunca había sido el tipo de chico al que le gustase salir a bailar o pasar la noche en locales, en realidad quizás lo habría sido si se hubiese criado en un entorno un poco más abierto. Pero no con su familia y tampoco en la zona de Daegu en la que residía. Un lugar pequeño en el que todo el mundo se conocía y señalaba si osabas cometer un error.

Las posibilidades de salir a divertirse como se había propuesto aquella noche habían sido imposibles durante su adolescencia, cuando la curva de población envejecida seguía creciendo cada año debido a que se encontraban en una encrucijada rural que los ayuntamientos decidían ignorar. Ni siquiera comprendía cómo era posible que tuviesen una universidad a solo media hora si las tiendas de música continuaban vendiendo cintas de cassette debido a la alta demanda por parte de los ciudadanos.

Fuera como fuese, en el presente él realmente estaba caminando hacia el interior de un colorido lugar de la mano de su base. Lo primero que captó su atención fue el arcoiris tonal de un enorme mural en el que la figura de dos romanos de brillante armadura se besaban de forma explícita. Un mural que habría sido bastante difícil de encontrar en un espacio abierto, casi se le olvidó por un instante que estaba adentrándose en el mismo local sobre el que la pareja de Namjoon había escrito un artículo y ese sitio que parecía tener a gran parte de la población tradicional completamente escandalizada.

De la mano de su base. Eso fue lo segundo que captó cuando sus pies prácticamente tropezaron debido a la velocidad que los pasos de Taehyung habían alcanzado, su jugador lo sostuvo rápidamente. Impidiendo su caída y haciéndole sentirse completamente fuera de lugar, la mirada del chico brillaba por completo mientras las personas comenzaban a agolparse alrededor de lo que parecía ser el centro de Bellum. Una pista de baile como las que Yoongi había visto tantas veces en las películas, una en la que no estaba del todo dispuesto a quedarse.

-Tenga cuidado entrenador. Un paso en falso y tendrá a algún hada pegada a su culo. - bromeó el chico con una de esas enormes sonrisas que siempre usaba. Su expresión se apartó del entrenador un instante mientras llevaba su mano libre hacia la espalda de este en el mismo instante en el que un par de chicos tropezaron contra él. - Iré a por algo de beber, diviértase y fíjese en las personas que lo rodean. La gente en Bellum viene a divertirse y eso es justamente lo que harán toda la noche.

Bien. Sostener la mano de Taehyung era incómodo porque este era su jugador, sin embargo Yoongi mantuvo el agarre con fuerza cuando el chico trató de avanzar lejos sin él. ¿Dónde estaba Namjoon? Juraría que su entrada y la de su amigo solo tenían algunos segundos de diferencia, sin embargo no podía verlo por ningún lado y eso solo lo dejaba con la figura de Kim Taehyung como principal y única persona de confianza. Si es que acaso podía decir algo así de su base, confianza no era la primera palabra en la que pensaría para alguien que conocía tan poco.

Confianza no era en realidad una palabra que Min Yoongi usase demasiado en su vida diaria.

Todo era enorme en Bellum. O quizás él era demasiado pequeño en el medio de un lugar en el que fluía toda esa libertad que jamás había experimentado. Las luces brillaban con fuerza en tonos rosados, la música resonaba y las personas que se amontonaban saltando sin el más mínimo sentido alrededor de la pista de baile lograban que su pecho se sintiese demasiado pesado. El color realmente no era ninguna broma allí, lo podía ver en los disfraces de las personas, los murales de las paredes e incluso en las coloridas bebidas que la gente consumía. Sin ir más lejos el suelo bajo sus pies estaba repleto de purpurina y confeti con los tonos del arcoiris mezclados.

Bien, él entendía el tema del orgullo pero para alguien que había pasado gran parte de su vida tratando de escabullirse de la persona que era… Resultaba demasiado. Demasiada libertad, demasiada ambición sepultada en el miedo y demasiado apabullante en cierta forma. Demasiadas personas a su alrededor siendo lo que él siempre había tratado de mantener en un segundo plano, porque a menudo para su familia la palabra “gay” tenía más importancia que la de Min Yoongi. Y él no estaba dispuesto a ser tan solo el chico homosexual de la familia que no había querido estudiar medicina y se tuvo que mudar durante un verano entero tras un enorme escándalo en el instituto que había aplastado la mentira de familia perfecta que sus padres se empeñaban en mantener.

Bellum era más de lo que se había esperado y más de lo que podía digerir. Porque aunque él nunca había ido a locales nocturnos o bailado con sus amigos en una pista, lo que más miedo le causaba de aquel lugar tenía su origen en comprobar la curiosa forma en la que las personas a su alrededor no parecían necesitar esconderse de sus naturalezas. Él no pertenecía a ese lugar, no merecía una invitación cuando ni siquiera había logrado rozar los dedos de alguna de sus anteriores parejas en público. Sencillamente el orgullo parecía hipócrita cuando ya ni siquiera podía afirmar sentirse mínimamente orgulloso de sí mismo o sus elecciones.

Después de todo, ser lo que era no había dejado de hacerlo sufrir desde que el amor pasó a formar parte de esa difícil ecuación que era su vida. Yoongi nunca pudo sentarse ante sus padres para afirmar con decisión que era homosexual y no había nada malo al respecto, en lugar de eso su madre recibió un aviso del instituto en el que los citaban de forma urgente para hablar sobre un vídeo pornográfico que su hijo había compartido. E incluso cuando él jamás compartió nada, ellos decidieron creer en la versión equivocada.

-"Don't fuck with my freedom. I came up to get me some. I'm nasty, I'm evil, must be something in the water or that I'm my mother's daughter. " (No jodas con mi libertad, he venido a obtener una poca más. Soy traviesa, malvada, debe ser algo en el agua o que soy la hija de mi madre.)

Yoongi giró su cabeza, notando al amigo de su base canturrear algo mientras se acercaba a ellos con Namjoon a solo unos pasos de distancia. Su mano derecha volvió a apretar el agarre de Taehyung mientras la izquierda le sujetó el borde de la camiseta tratando de impedir que volviese a avanzar dejándolo atrás, cohibido de nuevo ante el lugar que sus ojos observaban. Y cohibido sobretodo por todos los recuerdos y memorias que le provocaba el ver a personas siendo abiertamente explícitas sobre la sexualidad que los convertía en lo que eran.

El jugador no se quejó, en realidad bajo sus manos y simplemente posó la atención sobre Jung sin detener tampoco la enorme sonrisa que hacía destacar sus labios bajo las luces rosas de neón.

-"So, back up, back up, back up, back up, boy." (Así que retrocede, retrocede chico.) - canturreo de vuelta el base.

Los dos chicos que el entrenador Min estaba viendo eran personas que parecían despreocupadas, sin miedo a ser juzgados por sus escandalosas voces chillando cada palabra de la canción que sonaba de fondo y bailando de forma graciosa mientras la gente comenzaba a agolparse más y más cerca de la pista de baile.

-Iré a por algo de beber entrenador Min. - volvió a decir Taehyung. - Puede venir conmigo o decirme lo que quiere que le traiga. Los clientes habituales nunca pagamos la primera consumición.

Yoongi agradeció sentir la mano de Namjoon sobre su hombro, de alguna manera tenerlo cerca le recordaba que no se quedaría completamente solo en medio del local como si se tratase de una presa perdida en el terreno del cazador.

-Me encargaré de conseguir las bebidas como agradecimiento por las invitaciones. - añadió Nam, alzando su tranquila voz más de lo normal debido al alto volumen de la música. - ¿Qué es lo que tu amigo y tú soléis beber?

-Piña colada sin alcohol. - respondió rápidamente Taehyung.

Yoongi y Namjoon intercambiaron miradas por un instante.

-¿Eso no es zumo de piña? - preguntó confuso el quiropráctico.

Taehyung se limitó a encogerse de hombros, poniendo más atención sobre lo que ocurría sobre las tarimas del local que en lo que Namjoon le había preguntado. Hoseok no siempre se animaba a bailar, lo hacía únicamente cuando necesitaba ahorrar rápidamente para alguna cosa concreta. Y él estaba seguro de que esa noche su mejor amigo ofrecería un precioso espectáculo en cuanto la madrugada diese inicio, no quería perderse ni un solo minuto.

-Solo piña colada, sin alcohol. - repitió el base. - Detesto todo lo que tenga que ver con el alcohol, no me gusta su olor, su sabor me revuelve el estómago y tampoco me apetece experimentar lo que significa estar de resaca. Si no necesitáis nada más, iré a divertirme un poco, disfrutad de vuestra primera vez en Bellum. Espero que esas dudas sobre tu sexualidad se solucionen.

Yoongi abrió su mano, dejando que sus dedos liberasen del todo los de Taehyung.

Fobia social. Esa era la principal consecuencia de que un vídeo sexual con su novio recorriese el instituto cuando solo era un estúpido adolescente enamoradizo, había pasado hace muchos años pero las secuelas continuaban agujereando su pecho de vez en cuando. Le impedían confiar con demasiada facilidad, lo convertían en un hombre excesivamente precavido. Al entrenador Min no le agradaban del todo las multitudes, tampoco era un ser humano al que le resultase sencillo dejarse llevar o expresar con sinceridad sus sentimientos en voz alta.

-¿Dudas sobre mi sexualidad? - Namjoon frunció el ceño, girándose del todo para tratar de interrogar al entrenador sin éxito. - ¿Qué…

-Quiero un zumo de mandarina con hielo. Mañana tengo documentos que actualizar sobre el estado del polideportivo de la universidad después de la ciclogénesis y necesito tener la mente despejada. ¿Vamos a la barra? Esos asientos parecen cómodos también pero… - Yoongi apartó la mirada de una pareja de chicas que se encontraban sumidas en un largo beso. - Mejor la barra. Definitivamente, molestaremos menos.

-Yoon. - Namjoon decidió dejar a un lado lo que el jugador había mencionado. - Hemos venido a divertirnos. No todo el mundo entra en Bellum, ¿por qué beber un zumo sentados en la barra cuando podemos mezclarnos entre el gentío y actuar de la forma en la que queramos? Estamos disfrazados, deja salir esa persona que siempre escondes entre capas y capas de miedo.

Yoongi se encogió y negó, escondiendo sus manos temblequeantes en los pequeños bolsillos de sus pantalones blancos.

-Quizás ha sido un error… Yo…

Namjoon suspiró.

-Bien. Vamos a ir a la barra, quizás ese zumo de mandarina te ayude a tomar un poco de confianza. De todas formas solo llevamos cinco minutos aquí. No te abandonaré amigo.

Namjoon depositó de nuevo sus manos sobre los hombros del entrenador Min y le dió un leve empujón.

-Pensándolo mejor, voy a pedirte un mojito de mandarina. Puede que solo necesites acostumbrarte al nuevo terreno.

-Yo no…

-Venga Yoon. Hace años que ni siquiera tratas de hacer amigos, conociste a Jin por internet. Solo conversaste con él porque estabas amparado por una pantalla y te llamó la atención que como tú fuese un entrenador. Necesitas comenzar a vivir antes de que sea demasiado tarde, tienes veintiséis años y si este no es tu momento entonces no tengo la menor idea de cuándo lo será.

-Eso difícil. - Yoongi sintió que tenía que alzar la voz demasiado. Era incómodo hablar así, no entendía del todo porque la gente disfrutaba tanto el encerrarse en un local donde la masificación de las personas hacía complicada la tarea de respirar y… estaba sudando, sus manos temblaban y las personas tan cerca le provocaban ansiedad.

-Sé que es difícil pero no dejes que un ataque de pánico te lo estropee esto. No puedes seguir recorriendo el mismo camino hasta el final de tus días. Lo que pasó en el pasado es exactamente eso. Pasado.

El entrenador Min asintió, tratando de pensar en esas palabras que Namjoon siempre parecía saber escoger bien.

-Okay. Voy acceder al mojito de mandarina porque tengo curiosidad.

Después de las doce la música siempre sonaba con mucha más fuerza y la gente saltaba con más ganas. O eso le parecía a Taehyung.

En realidad él no se sentía del todo atraído por los enormes altavoces, la cabina de DJ o las personas amontonadas alrededor de la pista de baile. Sin embargo, amaba la sensación de que nadie lo mirase sin importar lo que hiciese y puede que precisamente porque estaba acostumbrado a no ser observado aquellos ojos se sintieron tan pesados en cuanto sus miradas se cruzaron.

El entrenador Min mantenía los brazos apoyados en la barra del local mientras su amigo parecía decirle algo al oído, su mano sostenía un pequeño vaso de cristal y probablemente sus labios estaban impregnados del sabor a alcohol que Tae odiaba tanto. Sin embargo, la imagen seguía siendo atractiva en cierto modo. Definitivamente no podía negar aquello.

-¿Ocurre algo? - una voz sonó con fuerza, haciendo doler un poco su tímpano. - ¿Quieres venir conmigo a casa chico lindo?

Taehyung no era alguien frío, generalmente odiaba la idea de negarse sin darle la más mínima oportunidad de hablar a cualquier persona. Pero esa noche sus ganas de ligar se habían hundido tras regalar su invitación al hombre que ahora se encontraba cruzando miradas con él.

-Lo siento, esta noche no. - respondió, dando un paso a un lado para dedicar una sonrisa amable antes de apartarse del chico que se le había acercado. - Quizás el próximo fin de semana. Solo he venido para ver bailar a mi mejor amigo, después de eso me iré a casa.

El muchacho se encogió de hombros y observó el local, probablemente buscando otra persona a la que ofrecerle una noche en la cama. Y esa era otra de las cosas que Kim Taehyung detestaba, si pudiese regresar el tiempo atrás nunca se habría precipitado a usar su primera vez con un idiota que solo pensaba en el placer propio. No había sido amable, tampoco placentero… solo fue humillante, agobiante y asquerosamente eterno. Incluso creyó que no volvería a tener sexo tras aquello, por suerte sus siguientes elecciones se basaron en personas con las que pudo compartir más de un par de palabras.

No le importaba el sexo sin compromiso o el de una única noche, pero odiaba a los individuos que pensaban tan solo en ellos mismos. Por desgracia elegir en función de tan solo algunas frases compartidas era una loteria que él ya no quería repetir, Tae necesitaba conocer como minimo el grupo de música favorito de su acompañante de cama, si le agradaba lo dulce o prefería lo salado, si estaba limpio y por supuesto si creía en el sexo como una tarea compartida o una acción que conllevaba tan solo recibir atención.

A él ni siquiera le importaban esas absurdas cosas acerca de las posiciones, podía ser lo que sea que quisiese en función de cómo todo avanzara en la intimidad. Dejándose llevar y sin presión alguna.

Él tan solo buscaba a alguien cercano y que no presumiese de su egoísmo. A una persona sincera y buena.

-Iré a hablar con el entrenador. - Taehyung le hizo una seña a Hoseok, quien había estado bailando sobre la tarima por al menos la última media hora. - Con el entrenador. - repitió con más fuerza. - Allí. - señaló. - Oh, déjalo, no me vas a lograr escuchar de todos modos.

-Espera. - Hoseok dió un rápido salto para colocarse a su lado. - ¿Qué decías?

-Voy a hablar con el entrenador y su amigo, desde que hemos llegado se han mantenido en el mismo lugar y comienza a darme escalofríos que no dejen de mirarnos. Si el director lo ha mandado en una especie de misión para eliminar becas a alumnos orgullosamente gays yo…

-Eso es absurdo. - Hoseok alzó la voz con fuerza.

-Eso era una broma. - protestó Taehyung. - ¿Qué le ha pasado a nuestra conexión de mejores amigos?

-La música. - Hoseok sonrió. - No puedo distinguir el tono en el que hablas, ni siquiera puedo escuchar mis propios pensamientos en este instante.

Tras un par de palabras más Jung finalmente entendió que Taehyung se acercaría a la barra del local para intercambiar algunas palabras con los dos hombres a los que le habían cedido una invitación. También entendió que los ojos del entrenador Min no lo observaban a él, pero si los del amigo de este.

Y por alguna razón aquella mirada profunda animó a Hoseok a seguir bailando durante horas esa noche.



--------------------

Hiiii!

Como cada sábado, nuevo capítulo. Espero que os guste y lo hayáis disfrutado baes.

Un beso,
os amo
Mel
💜

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top