Capítulo 12 : REMEMBER YOU

"Las sonrisas y las lagrimas, las heridas y la curación. Las preguntas y las respuestas están todas dentro de ti. Cuando mi pequeño universo, que sostiene mi mundo entero, se destruya, estoy seguro que desapareceré también."
-Universe (EXO)

Cuando Min Yoongi era pequeño tenía un vecino que siempre parecía estar dudando acerca de su propia personalidad, era un chico listo pero se empeñaba en fingir que sacaba malas notas porque creía que su aspecto era lo suficientemente cliché como para sumarle el detalle de que en realidad tenía el mismo cerebro que un genio. Se llamaba Kim Namjoon, vestía casi siempre con su uniforme escolar burdeos y a menudo se sentaba a dibujar plantas sobre un cuaderno azulado en el jardín trasero que conectaba con el de su casa. A medida que los años pasaron este abandonó sus gafas de culo de botella y las sustituyó por un elegante diseño que aportaba a su rostro afilado un aspecto mucho más masculino. Uno que aquellas redondas lentes nunca antes le habrían permitido destacar tanto.

Más tarde Yoongi entendió que no se debía solo a las gafas, sino a que los dos estaban creciendo. Y aunque su cercanía siempre se había resumido al par de vecinos que se saludan de vez en cuando, ambos se encontraron mirándose más de lo rutinariamente necesario. De alguna manera sus labios también acabaron por acercarse mucho más de lo que sus padres considerarían normal, Kim Namjoon fue el primer beso y también el primer secreto de Min Yoongi. Quizás de alguna manera habría sido su primer amor si no fuese porque los dos parecían escabullirse una y otra vez de sus verdaderas personalidades. Uno fingiendo ser un chico rebelde quien en realidad siempre tenía la cabeza metida entre libros de botanica y el otro presumiendo de que algún día estudiaría medicina del mismo modo en el que su padre lo había hecho.

Así que Kim Namjoon también fue su primera duda, su primer dolor de cabeza y el primer hombre al que Yoongi comenzó a mirar con unos ojos que veían más allá de la amistad. Incluso si solo se besaban de vez en cuando en esa caseta del parque para niños que había en la urbanización en la que vivían. Tenían tan solo trece años en aquel entonces pero las preguntas llenaban de ansiedad sus cabezas empeñadas en negar la evidencia.

En esa época Namjoon no era el único que dudaba de su propia personalidad, Min Yoongi sabía que sus padres esperaban que se convirtiese en un buen cirujano de la misma forma en la que gran parte de su familia lo había hecho. Del mismo modo en el que su hermano mayor lo estaba haciendo… Pero en realidad aquella imagén de sí mismo teniendo que lidiar con sangre y organos le revolvía por completo el estómago. Había crecido lo suficiente como para dejar de jugar con estetoscopios de plástico, la pelota de baloncesto se convirtió en su mejor amigo cuando los problemas de socialización comenzaron a la par que las peleas con sus progenitores. Sus compañeros de equipo fueron un gran apoyo por un tiempo…

Por un tiempo.

-¿Quieres usar mi cargador? Ahora que hay luz deberías aprovechar, no sabemos cuánto podrá durar. - Hoseok apartó la mirada de Taehyung y la dirigió hacia la puerta de entrada. El entrenador Min se había vestido con ropa de deporte un poco más grande de la que habitualmente usaba, la misma que Kim Taehyung le había devolvido aquella mañana. Su cabello continuaba húmedo mientras rozaba una toalla blanca contra los mechones que goteaban.

El entrenador Min caminó hacia el interior de su despacho en silencio e ignoró completamente la colchoneta que le correspondía en el reducido espacio que aquel lugar significaba para tres personas tratando de dormir. Era una oficina pequeña para una universidad pequeña, Yoongi era consciente de eso y cuándo lo pensaba seguía sin comprender el motivo que aquel año lo había llevado a decidir regresar a ese lugar. Podría mentirle al director diciendo que esas paredes estaban repletas de buenos recuerdos, incluso sería capaz de engañar a sus padres, pero nunca a sí mismo.

Ese polideportivo no era nada más que una imagen anticuada de lo que un día había sido, con los buenos recuerdos siendo completamente cubiertos por el polvo que ocasionaban los malos. Negro, todo en ese sitio se parecía mucho a ese color.

-Gracias Hoseoki. Realmente necesito ese cargador. - Taehyung se obligó a romper con el tenso silencio, por supuesto que le había contado a su mejor amigo lo que había sucedido con el entrenador en el vestuario. Tubo que hacerlo después de llegar hasta ese despacho tan solo con una toalla alrededor de su cintura, el interrogatorio fue instantaneo por parte de Hoseok. ¿Quién podría preocuparse por él del mismo modo en el que Jung lo hacia? Después de crecer juntos y aprender el uno del otro todo lo bueno que tenían, ahora cuidarse mutuamente era algo que aparecía naturalmente en su amistad. - Mueve tu culo y damelo antes de que sea tarde. Necesito comprobar si mi madre ha intentado llamarme.

Min dejó escapar un pequeño suspiro entre sus labios, percibiendo como la mirada de Kim se mantenía lejos de la suya por mucho que sus ojos lo buscasen. Sabía que estaba pagando con ese muchacho cosas que no le correspondían, sus jugadores no tenían nada que ver con su pasado, ni con lo que le había ocurrido mientras estudiaba en esa misma universidad.

Y aún así le resultaba imposible lograr que el enfado se disipase de sus entrañas. Se había sentido tan acorralado como en aquella época, con personas permitiendose opinar sobre su personalidad sin tan siquiera molestarse en conocerlo o preguntarle directamente.

-Kim. - Yoongi habló, interrumpiendo la silenciosa charla en la que los dos jugadores se habían sumido. - Te debo una disculpa por lo ocurrido en el vestuario, sin embargo quiero que tengas claro que no me gusta que se hable sobre algo que me implica sin que yo esté presente. - la mirada de sus jugadores estaba finalmente sobre él. - No puedo evitar que lo hagais y lo cierto es que no me importa si lo que estais diciendo es bueno o malo. Sencillamente no me gusta descubrir por casualidad que dos de mis jugadores han estado conversando con una estudiante de periodismo que cree que tendrá un buen titular si mete su nariz en los rumores que supuestamente me envuelven.

Taehyung se mantuvo en silencio durante unos instantes, si bien quería decir muchas cosas no sabía cuáles de ellas serían correctas. Podría decirle a su entrenador que era un idiota si creía que una disculpa tan vaga serviría de algo, también podría decirle que le daban igual los rumores o que no tenía ningún interes en estos. Sin embargo, Kim decidió sonreír levemente.

Cansado. Aquel día lo había dejado tan sumamente cansado que el mero hecho de poder evitar una discusión parecía tremendamente atractivo. Así que se limitó a asentir, sin decir nada más al respecto.

-Las personas pueden hacer mucho daño a través de las palabras, sobretodo cuando las exageran. - continuó hablando el entrenador. - No puedo decir que todos los rumores son falsos pero sí te puedo asegurar que la gran mayoría distan mucho de la base inicial. Es como el juego del teléfono estropeado, cada persona entiende e interpreta lo que quiere.

-Está bien, no me interesan los rumores acerca de usted. - Taehyung volvió a mirar a su entrenador. - Tengo problemas más importantes en mi vida, me da igual si la gente dice que mi entrenador es frío.

-Bien. - Yoongi asintió. - Entonces espero que eso siga así, de todos modos estamos aquí por el baloncesto. Mi pasado o presente, no es de la incumbencia de nadie.

Taehyung rodó los ojos en la penumbra del despacho, a pesar de que ya tenían luz tan solo habían encendido uno de los fluorescentes. Completamente dispuestos para comenzar a dormir tras una larga jornada en la que sus piernas habían estado sumergidas en el agua du la lluvia durante demasiado tiempo.

-Seguirá así. - confirmó el base, para a continuación depositar el teléfono sobre su colchoneta. Ni una sola llamada perdida de su madre. - Sus problemas no son asunto mío, pero sí los del equipo de baloncesto en el que juego. Así que haganos un favor y sea un buen entrenador Min, de esa forma no importará si es frío o no.

Yoongi suspiró, sus ojos abandonando a Taehyung a medida que se giraba para observar la lluvía caer desde su ventana. El viento parecía haberse relajado un poco y aunque nada aseguraba que la calma pudiese mantenerse, al menos les serviría para descansar por un rato.

-No puedo prometer ser bueno, pero prometo ser profesional al respecto.

Min Yoongi podría parecer frío pero en realidad su cuerpo desprendía calidez, al menos esa figura que se acurrucaba a unos centimetros de su colchoneta y fruncía el ceño en sueños mientras se enrrollaba entre una gruesa manta. El base podía notar el caliente aliento de su entrenador tropezando contra su nuca y le resultó completamente inevitable la tarea de girarse para observarlo por unos instantes.

La luz del amanecer era azulada en el exterior en conjunto con las nubes grises que todavía se movían sobre el cielo. Aunque ya no llovía de la misma forma en la que lo había hecho el día anterior, las gotas aún se mantenían tropezando contra el cristal de la ventana.

-Buenos días. - Taehyung susurró para sí mismo, notando su garganta doler probablemente en consecuencia de las largas horas sumido en la humedad del polideportivo durante el día anterior.

Su mirada recorrió la estancia, aún siendo consciente del calor que desprendía la figura de su entrenador acurrrucado a solo unos centimetros de donde él mismo se encontraba situado. No había mucho, otras personas podrían haber convertido su lugar de trabajo en una zona acogedora y personal pero Min ni siquiera se había molestado en cambiar el cartel de la entrada que seguía narrando el nombre de la anterior entrenadora de baloncesto. Más allá de aquellos boligrafos de tinta verde, Taehyung no podría nombrar una sola cosa que pudiese definir minimamente a Yoongi.

No se parecía mucho a su casa. Allí había logrado percicibir las referencias sobre el mundo del baloncesto y los gustos, tanto literarios como musicales, del entrenador. Estaban situados casi a primera vista en forma de posters, cuadros o figuritas. Bastaba con ver su salón, repleto de estanterías llenas de cosas significativas.

Y sin embargo ese despacho ante sus ojos estaba tan vacio que facilmente sus voces podían crear eco. Tan solo había algunas carpetas que Min usaba en sus entrenamientos, un par de boligrafos y por supuesto el ordenador con el que este trabajaba.

-Buenos días.

Taehyung dió un pequeño saltó, asustandose por un instante al recibir una respuesta que no había anticipado por parte de su entrenador. Este parecía medio dormido mientras hablaba, con los ojos cansados aportandole a su aspecto una imágen bastante más dulce de la habitual.

-Buenos días. - repitió con torpeza. - Creí que estaba dormido.

-Supongo que estabas hablando con las paredes entonces. - Yoongi bostezó, sus ojos cerrandose del todo un instante antes de sentarse sobre aquella insufrible colchoneta que hacía doler su espalda. - Sigue lloviendo.

-Sí. - el base asintió, imitando el movimiento de Yoongi y sentándose en la colchoneta. Se rodeó las rodillas con los brazos y fijo la mirada en el frente, donde tan solo se encontraba una fea pared desteñida que en algún instante había sido grisacea. - Al menos no llueve de la misma forma que ayer. He estado medio despierto desde hace una hora y parece que son chuvascos intermitentes, sin demasiada fuerza. A juzgar por el silencio en el polideportivo, supongo que no ha entrado más agua. ¿Cuándo podremos irnos a casa?

El entrenador Min se dió unos segundos a sí mismo para contemplar el aspecto adormilado del chico que se mantenía a su derecha, el amigo de este continuaba durmiendo con uno de sus brazos alrededor de la cintura de su base.

-Son las… - Yoongi rebuscó su teléfono entre la manta hasta finalmente encontrarlo en medio del oscuro ambiente de la mañana. - Serán las nueve en unos diez mínutos, supongo que podemos comenzar a recoger para salir de aquí si las autoridades nos dan el permiso. Despierta a tu chico.

La mirada del base casi logró hacer reír a Yoongi, quién esa mañana se sentía un poco más calmado que el día anterior. A pesar del dolor de espalda que esa dura colchoneta le había causado.

-Quiero decir… a tu amigo. Jung. - aclaró, percibiendo un rastro de confusión en los ojos de su base.

-Oh. Hoseok. - Taehyung se revolvió un poco, apartándo en el proceso el brazo de su amigo que le había rodeado la cintura. - Tiene problemas para dormir, su madre lo acariciaba cuando era un bebé y ahora busca contacto contanstamente pero yo no le he dado esta información a usted. ¿Trato?

Yoongi asintió, mirándo con curiosidad al par de muchachos que se encontraba ante sus ojos y pensando repentinamente en su vecino de la infancia. Kim Namjoon todavía era un conocido y amigo con el que hablaba de vez en cuando, una de las pocas personas de su pasado que todavía permanecían en el presente.

¿Ellos habían sido así? Los dos habían negado lo evidente en multitud de ocasiones, sin embargo y teniendo en cuenta que todos los amigos que había tenido lo habían traicionado salvo Namjoon y Seokjin, no podía decir con claridad si lo que ocurría entre Jung y Kim era más que una simple amistad.

Aunque su sexto sentido homosexual parecía estar vibrando levemente en el interior de su pecho, incluso si generalmente no lo usaba demasiado. Era una pena, habían pasado todos esos años desde lo ocurrido y él todavía no estaba fuera del armario por completo.

-Coged vuestras cosas. Os llevaré a casa, como disculpa por lo ocurrido ayer. - dijo finalmente, notando la manera en la que Jung volvía a estirar su brazo sobre la cintura de Taehyung.

No era su asunto. Sus parejas siempre terminaban dejándolo porque ni siquiera se atrevía a tomarles la mano en público, si Taehyung y Hoseok eran algo más que simples amigos entonces se trataba de un asunto con el que ellos mismos tendrían que lidiar.

-No somos pareja. - Taehyung habló antes de que el entrenador dejase la estancia, habían pasado varios segundos desde aquella frase de Min pero al fin parecía entenderla. - Solo somos buenos amigos, no hay nada entre Hoseok y yo.

Yoongi sonrió, aquello le sonaba familiar. Tan a… Namjoon y él mismo.

-¿Y tu amigo piensa lo mismo? - preguntó. - ¿Jung también cree que solo eres un buen amigo?


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Holiii!!

Nuevo capítulo de I Love U Mr Swag que espero que os guste. Soy consciente de que el ritmo por ahora es lento pero como dije en el capítulo anterior quise expandirme en estas partes de la tormenta.

Un beso,
os amo
Mel
💜

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