Capítulo 10 : STRAIGHT LANTERN

" Será mejor que huyas de mí, será mejor que digas adiós e incluso si te suplico no pierdas el tiempo porque soy un hogar roto. "
- Flames
(REHAB ft ZAYN)

Tal y como el entrenador había predicho, el agua no tardó demasiado en abrirse paso a través de la explanada de la cancha de baloncesto. Desde su posición, con los brazos apoyados en las barandillas y una toalla en sus manos, Taehyung se preguntó si tal vez debería bajar a ayudar como lo había hecho el propio Hoseok o si quizás por una maldita vez en su vida debería hacerse el ciego ante una situación en la que parecía tener bastante que perder. Ducharse , de todas formas, ya no parecía una buena opción si para regresar al despacho de Yoongi tenía que mojarse los pies con cada charca del suelo.

Y en realidad estaba agotado tras un día completo prestando su ayuda a muchas personas que no agradecían ninguno de sus esfuerzos. El director de la universidad incluso había sacado a relucir algunos de sus errores, a pesar de sus buenas intenciones y su esfuerzo voluntario.

-¿Has hablado con el médico de protección civil? - el entrenador Min caminó hacia el lugar en el que se encontraba su jugador, e imitó la posición de este cuando apoyó sus brazos sobre la barandilla metálica de las escaleras que llevaban hasta el segundo piso del polideportivo donde se encontraba su despacho y algunas pequeñas habitaciones con materiales que ya no se usaban.

Taehyung asintió, su mano se adentró en el bolsillo de su chaqueta de deporte para a continuación alzar una pequeña bolsita de plástico transparente en la que se podían apreciar un par de pastillas azules.

-Lo he hecho, me ha dado algo para la ansiedad. Lo tomaré antes de irme a dormir, ahora estoy barajando la posibilidad de ir a ayudar o sencillamente quedarme quieto aquí arriba aprovechando que el espacio está seco. - Taehyung volvió a guardar la bolsita transparente en el bolsillo de su chaqueta. - Incluso si solo quisiera bajar para ducharme, me acabaría empapando los pies para regresar.

Yoongi asintió, con la mirada perdida en la escena ante sus ojos. Algunos alumnos se mantenían ayudando a expulsar el agua que continuaba colandose paulatinamente en el polideportivo, mientras que otros comenzaban a agolparse en las escaleras que subían hacía su despacho con el objetivo de pasar la noche secos o mantener sus objetos personales alejados de la humedad.

-¿Y cuál de esas opciones parece agradarte más? - preguntó, con la necesidad de escuchar algo diferente de todos esos gritos que las personas compartían mientras luchaban contra el agua.

“¡Necesitamos algo para taponar la parte baja de la puerta!” , “¡Los cubos ya están llenos!” ,“¡Tendremos que recoger todas las colchonetas hasta lograr que el agua pare de entrar!”.

-Lo cierto es que siempre meto la cabeza en asuntos que no son de mi incumbencia y acaban afectandome de más. - Kim se inclinó levemente sobre la barandilla, sus largos dedos rodeando el metal de esta a medida que sus ojos parecían buscar algo concreto. - Este asunto es de mi incumbencia pero por una vez en mi vida no quiero que lo sea, estoy cansado después de ayudar durante toda la tarde… Todavía no he comido lo que los voluntarios me han dado así que me siento hambriento y mis pies siguen humedos después de moverme de un lado a otro de la universidad para conseguir telas que ahora serán empapadas por la lluvia. Todo lo que me gustaría es una ducha y quizás comer algo antes de dormir, pero me temo que acabaré ahí abajo ayudando del mismo modo en el que lo está haciendo Hoseok.

Yoongi observó al muchacho que se encontraba a su derecha con curiosidad, Taehyung parecía tener esa extraña facilidad para conversar que solo era típica de unas pocas personas. Él no parloteaba para romper el silencio, en realidad parecía estar desahogandose y dejándo salir todas las palabras que creía necesarias a cualquiera que pareciese dispuesto a escucharlo.

Y casualmente el entrenador Min era esa persona cualquiera, la misma que ahora se encontraba situada a solo un par de centimetros del jugador mientras observaba el perfil elegante de este con una inevitable sensación de curiosidad.

-Bien. Creo que bajaré a ayudar, de todas formas mis pies siguen humedos así que un poco más de agua no será excesivamente dificil de soportar. - pero Taehyung estaba un poco preocupado por cómo acabarían esas zapatillas de deporte que continuaba llevando, las mismas que tanto esfuerzo le habían costado. Las equipaciones baratas no duraban una cantidad de tiempo excesivo cuando se usaban casi a diario, una jornada completa de lluvia no parecía la mejor manera de alargar la vida de estas. - Entrenador, ¿sabe si hay algún tipo de calzado en el almacen? Quiero poner el mío a secar cuando acabe ahí abajo.

-¿No tienes un recambio? - Yoongi frunció el ceño por un instante.- Oye, se supone que no puedes usar zapatillas que han estado en la calle en mi cancha.

Taehyung sonrió, una inocente sonrisa que logró que Yoongi se preguntase cómo el chico era capaz de lograr aquella expresión. Quizás en otra situación le habría llamado la atención por el hecho de romper las normas, sin embargo el aspecto de su jugador mostraba un evidente cansancio por lo que decidió abandonar su empeño de continuar siendo el entrenador Min durante todo el maldito día. Podía darle un respiro mientras se encontrasen encerrados en ese polideportivo con gran parte de los alumnos de la universidad siendo escandalosos a su alrededor.

Era un buen momento para decidir romper esa burbuja que había construido, solo por un instante. Tal vez podía desconectar por unos mínutos antes de regresar a la rutina.

-Puede que haya algunos pares pero no sé si podremos encontrar algo de tu talla. Vayamos a comprobarlo.

Kim abrió los ojos por un instante, sorprendido ante la afirmación de su entrenador.

-¿Vas a quedarte ahí quieto? Sígueme, estoy seguro de que he visto algunos pares de la anterior equipación oficial del equipo. En la sala que está al lado de mi despacho hay unas sesenta cajas de material que se ha ido guardando con el paso de los años.

El lugar del que el entrenador Min hablaba era un minuscula habitación repleta de cajas con distintos modelos de la equipación que durante años había portado el equipo de baloncesto de la universidad de Daegu, a diferencia del almacen situado en la primera planta del polideportivo aquel lugar era pequeño y estaba repleto de estanterias con cajas clasificadas en función del contenido y año en el que habían sido guardadas. Algunos de los uniformes eran lo suficientemente antiguos como para que los escudos y letras de la parte trasera de las camisetas hubiesen comenzado a desaparecer. Los colores desvaneciendose y mezclandose por las dobladuras a las que cada prenda había sido sometida para ser guardada ordenadamente en su correspondiente caja de cartón.

Taehyung no pudo evitar sonreír un poco, la luz todavía fallaba por lo que su pequeña linterna de mano solo estaba iluminando algunas zonas de la estancia.

-Si estuviesemos en una película de miedo este sería el perfecto lugar para que nuestro personaje fuese asesinado. - dijo. Y aunque su tono había sido bromista la frase logró erizar la piel de Min Yoongi.

-No bromees con esas cosas. - soltó. Porque él en realidad era una persona miedosa, el serio entrenador evitaba las películas con escenas demasiado fuertes y prefería las saludables comedías. - No tiene ninguna gracia.

Taehyung se encongió de hombros, adelantandose unos pasos para inclinar su cabeza sobre el hombro del entrenador. Su brazo rodeó los hombros de este con el objetivo de alumbrar la zona ante ambos, sus largos dedos sosteniendo la pequeña linterna de luz azul mientras Min parecía encogerse levemente.

La diferencia de altura, ambos lo habían notado antes pero ahora que Kim se encontraba tan cerca esta era todavía más evidente.

-No tienes que… - Yoongi empujó levemente a Taehyung hacia atrás. - Puedes iluminar las cajas sin necesidad de pegarte a mi. La sala de almacenaje de equipación no es tan grande de todos modos.

Taehyung giró los ojos, mas asintió y se mantuvo a unos pasos de distancia. Moviendo la luz de la linterna intencionalmente sobre la pared y riendo en cada una de las ocasiones en las que el gesto enfadado de Min Yoongi girándose se tornó en ojos cerrados por la fuerte luz contra su cara.

Risa. Él estaba riendose con sinceridad por primera vez en un tiempo, ver esas expresiones en el rostro de su entrenador era divertido. Min casi parecía un pequeño cascarrabias dejándo que sus labios formasen pucheros cuando lo apuntaba con la linterna directamente.

-¿Qué? ¿Ocurre algo entrenador Min? - preguntó con una sonrisa.

-Deja de apuntarme con la maldita linterna. - Yoongi gruñó cuando Taehyung movió la luz de la linterna hacia el techo. - Y deja también de iluminar el sitio a tu antojo, manten la linterna apuntando al frente o de lo contrario nunca lograremos encontrar nada. ¿Tienes tres malditos años, Kim?

-Mi linterna siempre apunta al frente entrenador. - Taehyung mordió su labio inferior, evitando reír cuando una nueva expresión de enfado llegó hasta el rostro de Min en el instante en que dirigió la luz nuevamente hasta su cara. - O al menos si lo que hay que ver me interesa.

Yoongi podía entender el doble sentido, él no era ningún idiota. Pero nuevamente Kim fallaba en el aspecto de conocer su lugar, porque ellos dos no eran amigos tratando de bromear después de un día de mierda. Ellos solo eran un entrenador y un deportista tratando de encontrar unas zapatillas de deporte en esa pequeña y asfixiante habitación. A pesar de que intentase aflojar su necesidad de control… A pesar de...

-Kim… Deja eso. Pareces no conocer tus límites y tu personalidad comienza a resultarme insoportable.

Auch.

Bien, eso había dolido porque Taehyung estaba divirtiendose con sinceridad después de mucho tiempo. Sin necesidad de un local en el que la música estallase en los bafles, un videojuego o gran cantidad de dulces repletos de chocolate.

-Está bien entrenador. - Taehyung suspiró antes de dar un paso hacia delante. - Ocupese de buscar y yo mantendré la luz situada al frente para usted.

Yoongi no dijo nada más, se limitó a girarse hacia la gran cantidad de cajas amontonadas y continuó buscando a medida que trataba de hacerse espacio en la pequeña sala con Taehyung a sus espaldas revisando y amontonando ordenadamente todo lo que él bajaba de las estanterías. No fue consciente de que obtener las zapatillas de deporte sería una tarea especialmente complicada hasta que sus ojos se centraron sobre una de las cajas colocadas en el estante superior que rozaba el techo. ¿Cómo iba a alcanzar eso? Incluso cuando estiró todo su cuerpo hasta sus dedos y se puso de puntillas, no logró nada.

Y de nuevo aquella diferencia de altura entre su jugador y él se hizo evidente con la cernacía de este, habían depositado demasiadas cajas sobre el suelo por lo que ahora solo les quedaba un único pasillo estrecho por el que moverse. Motivo por el cual Kim decidió acercarse y estirar sus brazos ignorando el intento de Yoongi. Min pudo notar cada zona del cuerpo de su jugador rozando contra su espalda, Tae no era un chico musculoso pero sí estaba bien formado y sus manos grandes fueron una gran ayuda para alcanzar aquella maldita caja. Una de ellas tirando de esta mientras la otra se sostenía sobre su cintura, equilibrandose con el agarre de su palma posado tranquilamente sobre esa zona de su cuerpo. Sobre él.

Manos grandes. Dedos largos. Incluso si pretendía negarlo sería una mentira decir que no se había fijado en aquello cada vez que veía a Taehyung sostener una pelota de baloncesto. Y ese día especialmente, entre la oscuridad de aquella pequeña sala pudo ver a la perfección como las venas se marcaban en los brazos del muchacho a medida que se estiraba levemente sobre su cuerpo para lograr tirar de la caja hacia fuera.

-Entrenador, debería apartarse. Podría lastimarlo, si la caja pesa mucho y se me cae…

Yoongi relamió por un instante sus labios cuando en la penumbra pudo notar la voz de Taehyung cerca de su oído, se premió a sí mismo con una felicitación mental cuando reaccionó rápido logrando formar una respuesta con sentido.

-No puedo apartarme si no me das un poco de espacio antes. - Yoongi se giró entre el hueco que el cuerpo de Taehyung dejó al apartarse un poco. Y aunque no pudo avanzar por el estrecho pasillo, se obligó a mantener su espalda completamente pegada a aquella metalica estantería cuando Taehyung volvió a estirarse para bajar la caja. - ¿Pesa mucho? - Todo lo que Yoongi podía ver ahora era el cuello de Kim Taehyung ante sus ojos mientras este tiraba de la caja, y ahora era su mano la que se sostenía sobre aquel chico. - ¿Kim?

Taehyung bajó la mirada, sus ojos estaban contra los del entrenador con una expresión risueña.

-No sea impaciente entrenador Min, hay algo que no me permite mover la caja así que tendrá que darme al menos un mínuto. En ocasiones todo lo que vale la pena conlleva un poco de tiempo. - añadió el jugador.

Yoongi apartó la mirada, odiaba el efecto que un par de ojos centrados en los suyos causaba. Su problema con cada una de sus ex parejas había sido precisamente ese, él era demasiado frío en el exterior. No le gustaba mirar fijamente, acariciar o ser abrazado. O al menos odiaba admitir en voz alta que esas cosas no le desagradaban por completo, solo en ocasiones o cuando el lugar era inadecuado para las demostraciones de afecto.

Porque después de todo, Min Yoongi debía respetar a sus padres y eso implicaba llevar una vida en pareja recatada dentro de sus posibilidades.

-Hecho. - Taehyung dió un pasó atrás, sus brazos se flexionaron levemente mientras bajaba la caja hasta el suelo.

Yoongi se ocupó de obtener de nuevo la linterna que su jugador había apoyado contra una de las cajas que estaban amontonadas a su alrededor.

-¿Hay algo de tu talla ahí? - carraspeó, iluminando el interior de la caja para que Kim pudiese revisarla.

Taehyung suspiró.

-Parece que no, pero puedo usar algo un par de tallas superior. Mi madre solía comprarme los zapatos grandes cuando era pequeño, de esa manera podrían durarme más a medida que creciese. - Tae se encogió de hombros. - Bien entrenador, supongo que ahora podré bajar a echar una mano. Dejaré el par de calzado seco en su despacho junto con mis otras cosas. Muchas gracias.

Cuando Kim desapareció por la puerta de la pequeña sala Min se tomó unos segundos para respirar con tranquilidad antes de apartar la caja de su camino y salir del lugar. Bien, definitivamente necesitaba una noche entretenida si la falta de sexo estaba haciendole poner atención a los rasgos de uno de sus jugadores.

-----------------
Hii!!

Aquí os dejo el nuevo capítulo de I Love Mr Swag, está sin repasar por lo que en caso de que halla muchas faltas de ortografía no dudéis en avisarme.

Un beso,
os amo
Mel
💜

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top