Capítulo 1 : MIN

"Tengo un largo camino por delante pero... ¿Por qué sigo en el mismo lugar? Grito de frustración, el aire vacío hace eco. Espero que mañana sea diferente a partir de mañana. Solo estoy deseando."
- Tomorrow (BTS)


La universidad de Daegu no era todo con lo que Taehyung había soñado, sin embargo le regalaba la tranquilidad de saber que podría estudiar allí sin tener que sacrificar la salud mental de sus padres así como la suya propia. No era tan malo después de todo, el sitio seguía teniendo un buen club de baloncesto con las suficientes medallas y trofeos como para que de vez en cuando los ojeadores se acercaran a sus partidos.

Mientras avanzaba por los laberínticos pasillos con Hoseok a su lado, intentaba olvidarse por completo de todas esas fantasías que en ocasiones se permitía crear en su cabeza. Si tan solo fuese un poco más fácil vivir sin dinero... pero él no era un chico con los medios suficientes como para irse a Seúl y se lo repetía a sí mismo cada día de forma constante. La SUOS le había dado una oferta jugosa, una invitación a sus exclusivas instalaciones y la promesa de que podría jugar en un equipo de baloncesto destacado si todo iba bien, aún así mudarse sin obtener una beca implicaba una suma económica que sus padres jamás estarían dispuestos a darle. Una suma que de por sí ni siquiera podrían juntar aunque quisieran.

Taehyung había llegado a plantearse la idea de arriesgarlo todo marchándose. Podría obtener un trabajo en Seúl y hacer puzzles con las horas del día hasta lograr una rutina lo suficientemente buena.

Pero todavía no podía dejar a su madre atrás, incluso si todos a su alrededor le repetían una y otra vez que se acabaría arrepintiendo de quedarse en Daegu.

-Mañana comienzan las pruebas del equipo de baloncesto. Dicen que el entrenador ni siquiera estará allí, el antiguo capitán se encargará de seleccionar a los que cree más adecuados. - habló Hoseok - Mi hermana ha mencionado que el hombre tiene mal carácter pero siempre forma equipos que derriban casi cualquier obstáculo. La SUOS es probablemente el único equipo con un entrenador a su nivel según los rumores. El director de la universidad le ha ofrecido todo para contratarlo, pero él solo ha aceptado porque fue un estudiante en esta misma universidad hace años.

Taehyung chasqueó la lengua revisando su horario. Lo máximo a lo que podía aspirar era convertirse en un profesor de gimnasia para los niños del colegio que se encontraba a veinte minutos de su casa. Incluso si quisiera ser entrenador de baloncesto lo suyo no era la estadística o la planificación de jugadas. A él le gustaba sentir el balón en sus manos, perderse dentro del juego y notar el sudor corriendo por su frente tras acabar el partido.

Para Kim Taehyung el baloncesto seguía siendo tan divertido como la primera vez que alcanzó un balón entre sus manos en el parque. Aquel día conoció a Hoseok y el mejor favor que le podría haber hecho su amigo fue el de presentarle el deporte que cada día le ayudaba a levantarse de cama. Aquella mañana también conoció las dos cosas que jamás desaparecerían de su vida, las dos cosas que más amaba.

Con tan solo diez años Taehyung le rogó a su madre que lo apuntase a la actividad de baloncesto gratuita que su colegio realizaba por las tardes, arrastrar a Hoseok consigo ni siquiera le costó un poco. Muchos podrían pensar que estaban pegados, si no fuese porque de vez en cuando dejaban pasar el aire entre ambos.

Desde que eran tan solo unos niños, el balón de baloncesto los había ayudado a llevar su amistad hasta el punto en el que se encontraban en ese instante. El paso del tiempo fue solo un motivo más para dejar que su forma de ser fluyese de la manera adecuada, los dos aprendieron a evitar las peleas en algún momento porque se conocían lo suficientemente bien como para esquivar temas ácidos. Habían pasado las tardes tratando de encestar en la canasta, con cada atardecer de regreso a casa sobre sus bicicletas habían intercambiado secretos y susurrado todas esas historias que solo los mejores amigos podrían llegar a conocer.

Taehyung y Hoseok respiraban el mismo aire. Ellos dos realmente opinaban igual sobre la mayoría de cosas y se las ingeniaban para continuar encajando a medida que crecían. Aquello que tenían en común no dejaba de aumentar constantemente.

Ambos eran en ese punto, como hermanos. Hoseok era consciente del yugo que la familia de Kim Taehyung suponía para este, y Taehyung sabía que Jung Hoseok soñaba con ser un deportista reconocido casi tanto como él mismo. Su mayor miedo era el de que inevitablemente sus caminos tendrían que separarse en algún punto, perderse en objetivos que pudieran hundir su amistad en el olvido a veces desestabilizaba sus días. Pero no podrían seguir caminando sobre la misma carretera hasta el final de sus vidas.

-Si el equipo de la universidad de Daegu estuviese a la altura de SUOS la gente se pelearía por entrar. La realidad es que cuando he preguntado esta mañana, la lista de interesados era más bien corta. Tú, unos tres chicos más y yo. - Taehyung suspiró observando su horario mientras revisaba los pasillos que se bifurcaban ante sus ojos. - ¿Cuánto puede influir una sola persona en que eso cambie? Un nuevo entrenador con fama de ser duro... Bien, él no hará nada sin un buen equipo y ahí es dónde nosotros tendremos que hacer presencia si las cosas salen bien Hobi. Casi nadie quiere entrar en el equipo de baloncesto de la universidad menos exclusiva de Daegu, salvo estos dos chicos que están desesperados por jugar. Tenemos tanto interés como ese entrenador en lograr que las cosas funcionen, pero si no hay más chicos que se sientan de la manera en que nosotros nos sentimos... Ni un entrenador duro, ni nosotros dos, lograremos una mierda y lo sabes de la misma forma que yo.

Hoseok se encogió de hombros. Su intento por animar un poco a Taehyung había sido cortado de raíz prácticamente al instante. Ni siquiera podía enfadarse por la reacción de su mejor amigo, antes de hablar él sabía que se arriesgaba a ser descubierto. Sus palabras, aunque exageradas, eran en cierto modo correctas.

Aquella universidad podría tener un buen equipo, pero no lograrían victorias con un gran idiota al frente que presumía de dureza. Así que como había dicho Tae, era probable que no lograsen una mierda si el resto de muchachos simplemente se apuntaban al equipo para cubrir horas muertas.

El entrenador Min Yoongi tenía fama de ser extremadamente serio. Hasta donde la hermana de Hoseok le había contado, el hombre no aceptaba errores, lo que sin duda explicaba el miedo de los muchachos ante la idea de inscribirse. Muchas de las personas que estudiaban entre esas paredes buscaban obtener una carrera como profesores o profesoras de gimnasia, por lo que no les atraía la idea de entrar en un equipo de baloncesto con el que era probablemente un entrenador estricto si los rumores seguían la línea correcta.

Taehyung y él serían de las pocas personas en esa institución que entrarían a un club deportivo por el mero hecho de amar el deporte en sí. Y aunque eso no era la SOUS, los dos soñaban con atraer la vista de algún obrador deportivo.

-Es por el entrenador. - dijo finalmente - Te lo he dicho. El hombre no es precisamente amable.

Taehyung suspiró.

-Okay, entonces sonríe tan bien como siempre lo has hecho. A las cosas agrias solo les hace falta un poco de azúcar.

Hoseok rodó los ojos antes de seguir a Taehyung hacia lo que parecía un nuevo pasillo equivocado de la universidad.

-Ah, esto será frustrante. - dijo notando a su amigo observar el reloj por tercera vez en lo que llevaban de mañana.

Si los rumores acerca de Min Yoongi eran falsos o no todavía no lo sabían, pero desde luego se equivocaban en lo que le habían contado a la hermana de Hoseok sobre que este no se encontraría en la selección del nuevo equipo juvenil de la universidad de Daegu.

A Taehyung le llamó la atención tan pronto como cruzó la puerta del gimnasio con una carpeta en la mano y el silbato colgando de su pecho. El cabello negro azabache caía sobre sus ojos serios mientras avanzaba sin prisa, charlando con el director de la universidad calmadamente.

Min Yoongi no era una persona que a primera vista pareciese amenazante, en realidad a Taehyung le resultó bastante bonito cuando sus ojos detallaron las facciones elegantes de su cara. Pero sus ojos sí lo eran, al igual que sus labios quietos en una línea mientras revisaba la lista de personas que se habían apuntado a las pruebas de admisión.

-Mi nombre es Min Yoongi y seré el entrenador para aquellos que pasen las pruebas del equipo de baloncesto. Si no me equivoco en años anteriores la entrada era libre, sin embargo opino que eso no es productivo para un equipo que de hecho se presenta a competiciones. - Yoongi alzó la mirada para comprobar que todos los chicos que se habían inscrito se encontraban presentes y atentos a sus palabras. La cifra era diminuto, tan sólo ocho personas para un equipo en el que quería seleccionar a los cinco mejores. - Aquellos que no sean seleccionados podrán entrenar con el equipo de todas formas, y quizá demostrar con el tiempo que merecen formar parte oficialmente de este. Las pruebas están pensadas esencialmente para crear la mejor combinación en base a las competiciones con otras universidades. Así que en esencia, los ocho entrenareis juntos pero solo cinco de vosotros seréis seleccionados como parte del equipo que saldrá a competir.

Taehyung observó por un instante a su alrededor antes de mirar a Hoseok, los dos se sentían ansiosos por comenzar con el partido inicial de prueba.

-Empezaremos con un juego amistoso y más adelante pasaremos a las pruebas individuales. Quiero que tengáis claro que a pesar de que os hayáis inscrito con una posición concreta, si siento que podéis ayudar más en otro ámbito y funciona, entonces así lo haréis. - el entrenador Min escribió algo sobre su carpeta - Hay dos personas que quieren ser escolta, solo el mejor obtendrá dicha posición. No aceptaré quejas ni debates a cambio si no son realizados de una forma completamente objetiva.

Taehyung había empezado a jugar como base desde que el profesor de deporte de su instituto lo colocó en esa posición, Hoseok siempre fue escolta y eso de nuevo definía bien el motivo de que ambos fuesen casi como dos gemelos moviéndose a la par. Un base y un escolta podían tomar papeles realmente similares a la hora de jugar, cuando ellos estaban juntos ni siquiera necesitaban intercambiar palabras para saber lo que el otro necesitaba o quería.

-Seria un asco si no puedo jugar contigo. - susurró Taehyung. - Tienes que demostrarle lo bueno que eres Hoseoki.

-Intentaré hacer todo lo que esté en mis manos pero no me siento completamente seguro. Si los rumores son ciertos y ese tipo es tan duro como dicen, es probable que la presión afecte a mi manera de jugar. - Hoseok observó al entrenador Min. - Incluso si eso ocurre trataré de demostrar que merezco el puesto. Vamos a hacerlo lo mejor que podamos, como escolta y base.

En baloncesto el base se encargaba de dirigir el juego. La función de Taehyung era la de completar los mandatos del entrenador en la cancha, de él dependía el ritmo del partido y el movimiento que tomarían la mayoría de jugadores si realizaba los pases correctos para que se dieran las oportunidades de anotar puntos. Por eso la comunicación entre Yoongi y él tendría que ser al menos decente, pero sobretodo por ello debía llevarse bien con sus compañeros de equipo, entender sus movimientos, flaquezas y virtudes le ayudaría a jugar mejor.

Y si el base jugaba bien, las oportunidades del resto crecían. Taehyung era pésimo para crear jugadas sobre el papel, pero lograba brillar si se trataba de llevarlas a cabo o imaginarlas en medio del juego. Su mente y cabeza se despejaban en el apogeo de un partido.

-Vamos a empezar con los cinco primeros de la lista. - Yoongi indicó las posiciones de los primeros chicos antes de dirigir la mirada hacia el resto. Ni siquiera disponía de diez jugadores, por lo que simular un partido sería una tarea complicada. - Olvidadlo. Sois ocho así que jugareis cuatro contra cuatro, con base pero sin escolta. Comprobaré las habilidades de los candidatos a escolta más adelante, de momento quiero ver cuán bien lo podéis hacer como aleros.

Taehyung se sintió casi ofendido mientras se movía hacia la cancha de baloncesto. Estaba acostumbrado a moverse a la par con Hoseok. Había jugado con muchas más personas pero nadie lograba apoyar su fuerza de base como Jung, ellos dos sabían qué hacer sin necesidad de pensarlo dos veces. Cuando su vista se movía en diagonal siempre observaba a su mejor amigo, en cambio ahora Hoseok se encontraba en el interior tomando la posición de alero.

Un alero que claramente podría hacer realmente bien su trabajo, Hoseok era el tipo de escolta que lograba dominar ambas posiciones. Su amigo tenía la admirable capacidad de poder anotar a larga o corta distancia, cuando Jung Hoseok sostenía el balón eran pocos los que realmente lograban defenderse.

-No os preocupéis por las posiciones. - la voz del entrenador Min sonó de fondo. - Solo quiero comprobar vuestra coordinación y capacidad de reacción.

Como base Tae siempre había puesto especial atención en desarrollar su capacidad para mover el balón a través de distancias largas pero eso no era lo que había llevado a su primer profesor de deporte a considerarlo como un buen base. Si bien Kim Taehyung era bueno con la pelota, lo que de verdad lo había llevado a su posición era la capacidad de leer el juego del contrincante.

Quizás por ese preciso detalle sus ojos se centraron en analizar las debilidades de sus contrincantes tan pronto como Min Yoongi hizo sonar su silbato, y Jung Hoseok pudo entender sus movimientos tan pronto como sus miradas se cruzaron sin tan siquiera importar que su posición fuese la de alero.

Porque ellos dos respiraban el mismo aire, aquello era inevitable de notar incluso para Min Yoongi quién ya se encontraba atento a los movimientos que aquellos dos muchachos emprendían en conjunto con su equipo improvisado. Taehyung había hecho de su deporte un modo de supervivencia, un escape a la desastrosa realidad que su vida era la gran mayoría del tiempo y por eso cuando sus pies se movían sobre la cancha lo hacían con toda esa confianza que le faltaba a diario.

Si ese muchacho tenía la cabeza limpia y lo suficientemente estable como para liderar al equipo, entonces Yoongi estaba a punto de encontrar al primer candidato para el puesto de capitán.

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Holiiii!!

Creí que no me daría tiempo y por eso os pido perdón si el capítulo es malo. Realmente fue muy estresante escribirlo porque tengo muchas fics activas además de mi vida diaria pero no quería fallaros.

No habrá día de subida exacto hasta que I Hate U Mr Handsome se termine baes.

Por cierto: Jimin entrará en acción más adelante.

Un beso,
os amo
Mel
💜

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