Su comida estaba regada por el piso,su bandeja estaba volteada mirando el suelo, se escuchaba risas por todo el comedor, flash de celulares iluminaban su ensuciado uniforme, gritos e insultos dirigidas hacia él, miradas frías de gente que no les importaba, miradas burlonas de quienes querían ser parte de la elite, y nadie lo ayudaba a levantarse. Nadie lo ayudaba a protegerse de los golpes.

Estaba a pocos metros de la escena, paralizado ante el golpe de la verdad. BaekHyun no habia mentido. No había escuchado estupideces de mujeres paranoicas. Desgraciadamente, había sido solamente la realidad.

Una realidad cruel, sin humanidad, sin calor. Una realidad que me mataba. Mi pecho se sentía tan pesado, mi estómago revuelto ante la vista de esos magníficos ojos que no transmiten emoción alguna, mirando a su, sus agresores que le habian pateado, haciendo caer su comida. Dejándolo, otra vez sin comer almuerzo. Haciéndolo pasar otra vez por una vergüenza que ya no debía sentir por la costumbre ya que, sin decir nada, se levantó y se limpio el uniforme.

Sin decir nada, fue a ver a una mujer del servicio de comida y le pidió una escoba para limpiar "el desastre que había causado". Esa le dio, mirandolo con pena, no era la primera vez y sabía que no seria la ultima.

Bajo la mirada de todos, limpio con sumo cuidado la comida.

Estaba a solo unos metros de el, pero no podia moverme. Solo lo observaba. Comenze a respirar de nuevo tranquilamente cuando me di cuenta que ya era terminado. La tortura habia acabado y yo no habia hecho nada para ayudar.

Hasta que los vi. Los chicos que lo habian molestado dias antes, y que recien lo habian pegado. Se levantaron de la mesa, y se dirigieron hacia la salida, pasando por el lado del pobre niño. Y sin piedad, el uno  después del otro, le regaron en la cabeza sus restos de comida mezclada con agua ensuciandolo completamente.

Esta vez, sin pensarlo dos veces, con toda mi voluntad, moví mis piernas, yendo hacia el chico, sacando mi panuelo. Al llegar a su nivel, sin decir una palabra, le limpie la zona de los ojos para que pudiera, al menos ver. Estaba en un estado deplorable.

- ¿Que mierda piensas que estás haciendo? ¿Quien eres? ¡No lo toques!