El chico me miró con grandes ojos pero aún así me siguió el juego y fuimos juntos al comedor, bajo la mirada inquieta de todos los otros alumnos presentes. Lo lleve a la mesa donde Baekhyun y Sehun estaban coqueteando. Los dos dejaron de hablar cuando vieron a mi acompañante.

- Os presentó a KyungSoo, KyungSoo, ellos son SeHun y Beakhyun. - el pelinegro levantó los ojos a mirarlos, incómodo.

- Bienvenido a nuestro grupo de locos, supongo. - le sonrió mi amigo.

- Beakhyun, tú eres el único loco en esta mesa - lo reprendió su novio. Pero sólo consiguió una patada debajo de la mesa. Solo me reí de el.

Miré de nuevo a mi Angel y vi que el sonreía, tímidamente, pero sonreía. Y debo de admitir que si sonrisa es la más bella que pude haber visto en toda mi vida entera. Esos labios tenían una ligera forma de corazón y sus ojos brillaban con un pequeño brillo que me impacientaba expandir.

- Gracias.

- No te preocupes por esos dos, son un poco especiales - y hice énfasis en lo último, provocando un chillido de protesta de parte de BeakHyun.

- No soy especial, ChanYeol. Beakhyun si, pero yo no.

- Te volviste especial en el momento en que comenzaste a salir con esa cosa.

- "Esa cosa" como dices te va cortar el pene, Yeol.

- Ah. ¿La de SeHun no es suficiente? ¿Quieres la mía ahora? No gracias, declinó la oferta, Byun.

- Jódete, Park. - intervino SeHun, poniendo discretamente de su comida a Beakhyun en su bandeja.

- Caballeros, calmense. Que soy de todos. - elevó las manos el chico.

- ¿De todos? - gruñó el más joven.

- Bueno, no realmente. Sobretodo de SeHun... - se encogió de hombros, concentrándose en comer.

Sentí que la cafetería se tensaba un poco y mire a ver a KyungSoo quién miraba hacia una mesa detrás mío. La curiosidad me venció y me voltee a ver a mi nuevo enemigo, Kim JongIn, quién nos miraba con mucho odio en la mirada. Por molestar, le sonreí y vi un espasmo en su ojo al verme hacerlo y voltee a ver de nuevo al pequeño chico.

El se veía tan indefenso que no pude evitar poner mi mano sobre la suya, brillantes dándole mi confianza. Él me miró y me sonrió un poco.

- Todo va a estar bien. Te protegeré.