¿Cuándo fue que me convertí en esto?
Capítulo 38.
Recuerdo… Una agradable brisa, un aroma tan dulce único, tan amable…
— ¡Mamá! — corro en ese y hermoso jardín, sólo para abrazar a la flor más bella de este planeta.
Me acerco a una mujer, que tiene un hermoso vestido de color rosa pastel, de cabellos rubios largos y los ojos tan azules como un hermoso zafiro. Si, mi madre es como ninguna otra, una dama, un hermosa mujer, dulce como ninguna otra madre…
— ¡Zachery! — mi dulce hermana, a pesar de ser tan pequeña y mucho más brusca que cualquier niña… No iba tener ni la menor duda, que ella iba crecer como una bella flor.
Luego llegaron mis pequeñas gemelitas. Mis angelitos, si adoro a cada una de ellas, tanto a mis hermanas como mi madre, las amó con todo mi corazón y como el caballero que soy no permitiría que nadie les hiciera daño…
Ni siquiera él… Él monstruo… Y ni siquiera a él rey… Ni a nadie, le permitiría, que tan solo le tocarán un cabello o que hablen mal de ellas. Como el príncipe que soy, protegeré a mis princesas a toda costa… Incluso si eso signifique convertirme en el peor Demonio de este mundo.
Entró a mi cuarto y cierto la puerta con fuerza.
— ¡Zachery!
— Je ne veux pas t’entendre Liliana, Sors! — (No quiero escucharte Liliana, ¡Lárgate!), Le grité.
— Je ne le ferai pas, jusqu’à ce que vous m’expliquiez votre comportement! Pourquoi as-tu crié à Scarlett?! — (¡No lo haré hasta que me expliques tu comportamiento! ¡¿Por qué le gritaste a Scarlett?!)
— Je n’ai pas à le faire, j’ai mes raisons … d’ailleurs ça ne te concerne pas — (No tengo que hacerlo, tengo mis motivos … además, no te concierne).
Lili suelta un suspiro — Pourquoi Zachery?... ¿Cuándo fue que cambiaste tanto?
No te lo puedo decir.
Lili cierra la puerta de mi habitación, y termino… Solo.
¡Agh! Zachery solo eres un pedazo de mierda… Y mi alrededor se convierte en un oscuro y profundo abismo, que yo mismo he creado y me da miedo quedarme aquí…
“Pascal tenía su abismo, que se movía con él.
—¡Todo es pozo sin fondo, ay, acción, deseo, sueño, palabra! Y a menudo, rozando mis pelos erizados, he sentido pasar el viento del Miedo.
Arriba, abajo, en todas partes, lo profundo, lo inhóspito, el silencio, el espacio horroroso y cautivador…
Sobre el fondo de mis noches, Dios, con su dedo sabio, dibuja una pesadilla multiforme y sin tregua.
Tengo miedo del sueño como se teme un gran túnel, repleto de vago terror, camino hacia quién sabe dónde; no veo más que infinito por todas las ventanas, y mi espíritu, siempre acosado por el vértigo, envidia la insensibilidad de la nada.
— ¡Ah, no poder nunca evadirse de los Números y los Seres!
— El Abismo por Charles Baudelaire”
Recuerdo este poema, fue para realizar un trabajo de literatura el año pasado… Y lo detesto, lo detesto porque me hace sentir miedo cada vez que escucho o lo leo, y es que porque es un poema que para mí me hace sentir una sensación de ser pequeño, insignificante ante la inmensidad de lo infinito, sobre lo eterno y lo divino, lo que no puede comprenderse y me hace temblar cuál niño que aún le teme a la oscuridad. Un miedo ya terrible que me hace sudar frío ante la ansiedad, junto a un temor inmenso hacia algo que ni siquiera se conoce.
Pesé que me vean como un demonio invencible aún sangro y lloró como todo ser mortal. Pequeño rey de las tinieblas le tome a todo… ¿Soy un cobarde en realidad?
Un niño hermano gemelo de Liliana Blumer Gicquel, hijo de la gran Fleur Gicquel la gran actriz de toda Francia, hermano mayor de las hermosas gemelas Camille y Annette… además de ser hijo…de él…Bruno Blumer un hombre que realmente se hizo millonario de la noche a la mañana gracias a un billete de lotería que literalmente le había caído del cielo, y por si no fuera poco su padrino que ni sabía que existía le heredó otra gran fortuna en millones.
Mi padre pensó que al final lograría lo que realmente quería con esos millones en su poder. Los Gicquel eran todo lo que él soñaba alcanzar, desde que sus padres desde que sus padres trabajaron para Alexander Gicquel, mi abuelo, la cabeza actual de la compañía “Les Pigeons”; y mi padre quería ser igual, a él llega a la altura de mi abuelo, ser un hombre con poder, prestigio, todo un hombre de mundo.
<<¿Pero cómo?>>
Sencillo. En el año 2001, para mí abuelo fue una gran perdida en su compañía, gracias en parte a la caída de la economía que hubo gracias a un ataque al primer mundo, eso hizo perder muchas tierras y empresas a mi abuelo, y una de ellas era una de sus tierras más apreciadas para él. Y que para desgracia mi padre…aquel hombre compró con su dinero esas tierras que mi abuelo, se las devolvió a cambio de la mano de mi madre; quería que todo el mundo lo reconociera como un Gicquel quería ser parte de la “familia” como un hijo más de Alexander y ¿cómo llegar a ser el hijo del hombre que siempre admiro? Fácil, comprando a su hija. Ese hombre siempre deseó que de verdad fuera su padre Alexander Gicquel. Mi abuelo, puede que le tuviera algo de cariño, pero él es un hombre de negocios, que el busca sus propios intereses no importa el costo. Acepto entregó a su hija por tener de regreso a sus tierras y no sólo eso, por lo menos mi madre tenía que pasar por dos embarazos para que por lo menos ese matrimonio de verdad se viera ante los ojos de los admiradores de mi mamá y de la compañía que era un matrimonio “funcional” y todo para montar un show.
¡Toc! ¡Toc!
— ¿Eh?
— ¡Zachery está lista la cena!
Es Annette.
— Perdón… ¡Anette linda muchas gracias pero… ¡No tengo hambre!
— Ya veo… Zachery, Lili estaba llorando de nuevo…— (¿Lili porque lo trato de evitar es verlas llorar, aún así…lo termino ocasionando yo? Soy un estúpido) —. ¿Ustedes pelearon de nuevo?
— Tranquila mi princesa, es solo una discusión tonta e infantil. No te preocupes al rato…
— Zachery, no quiero preguntar lo que pasa… Ni siquiera puedo imaginarme el problema, sin embargo pienso, que deben hablar y con la verdad… Tal vez no me concierne, pero sin querer alejas a las personas que más te quieren.
— Anette…
<<No puedes justificarte cuando la verdad te llega de frente>>
— Si deseas bajar y cenar te estaremos esperando, no te alejes de nosotras, porque nos tenemos solamente a nosotros y somos hermanos.
¿Por qué cambié?...
¿Por qué cambié?...
¡DEMONIOS! ¿¡POR QUÉ CAMBIÉ!?
Así… Fue tres años antes de que Anette y Camille nacieran…
— ¡Tú nunca estás aquí! ¿¡Y vienes aquí borracho después de estar más de cinco años afuera con quién sabe quién!?...
— Zachery…
— Tranquila Lili él no va a golpearla.
La pequeña niña rubia, temblaba, estaba aterrada. Ese hombre que se decía ser nuestro padre, nunca lo habíamos visto antes. Nunca nos ha hablado, básicamente sabíamos que era nuestro padre por las fotos de su boda. Sin embargo antes de esa noche, que llegó borracho, gritando y rompiendo todo a su pasó – con tanto ruido, es por eso terminamos despertando -; realmente nosotros tres, mi mamá, Lili y yo éramos felices, tan solo nosotros tres… Solo nosotros tres nos bastaba, sin un padre… Pero…
— ¿¡A qué viniste!?
— Ya me moleste… — aquel hombre miraba con irá a mi madre y levanto su mano con lentitud y lo cerró… —. ¡CÁLLATE! — fue un gran golpe que la termino tirando al piso.
— ¡BASTA! — grité hacía mi madre, ese hombre desconocido se había atrevido golpear a mi mamá —. ¡COBARDE GOLPEAR A UNA MUJER!
— ¡CÁLLATE MOCOSO!
Él se quitó su cinturón, iba darme con él. Mi mamá salto a protegerme, su brazo fue el recibidor de ese golpe.
— ¡A mis hijos no! — se levantó y se interpuso entre él y yo.
— ¡Zachery! — Lili corrió hacía mi, me abrazo y luego ambos nos pusimos atrás de mamá, viendo con miedo aquel hombre.
— ¡No te atrevas a golpear a mis hijos o a mi de nuevo! Mi padre tomaría represalias contra ti.
Eso puso tensar a ese hombre abriendo sus ojos con tal asombro y miedo de esa mujer que protegía a sus niños cual leona.
Ese hombre se calmó y afino su garganta — Aún le debemos a tu padre la otra parte del contrato… La palabra y los contratos para los Gicquel….
— Son ley…— mi madre soltó un suspiro —. Está bien, debemos discutirlo. Tan sólo deja que devuelva a mis hijos a su cama, no son horas para que ellos estén despiertos…
— Está bien.
Dos embarazos, ese contrato tan viejo habla que mi madre debía pasar por dos embarazos. Mi padre nunca amó a mi mamá, ni ella a él, él quería ser un Gicquel y vivir una vida despreocupada, y Fleur… Estaba protegiendo a seres que fueron sus amigos hace mucho tiempo, ella acepto ese compromiso, porque básicamente mi abuelo la amenazó.
¿Qué como lo sé?
A los doce años fui a discutir con mi abuelo, averiguar sobre ese contrato y de ¿cómo romperlo? Antes de ese día, yo conocía a Alexander como alguien honesto, amable, sensato, un hombre que era muy serio para sus negocios, pero un abuelo divertido fuera de ellos… Eso pensaba, hasta que hablé y pregunté sobre la relación de mis padres.
Él al principio se mostró neutral, miró su reloj y sonrió.
— De verdad que tu padre es un estúpido, ¿qué hizo ahora, eh?
— Lo usual, otra vez apareció de repente sin avisar, según para felicitarnos a mi a Lili por nuestro cumpleaños, pero después de beber y presumir le a todos los empleados su nuevo auto deportivo, bebió y se fue.
— De verdad, jamás hubiera dejado a tu madre casarse con un perdedor así… Eran tiempos desesperados…
Escuché toda la conversación de mi madre con ese hombre, y como acepto que ese hombre se casará con ella. Yo tenía ganas de faltarle el respeto, golpearlo, insultarlo… Algo, sin embargo, lo mejor era encontrar la manera de romper ese contrato, pues mi abuelo tenía esa mentalidad de que un matrimonio era para toda la vida.
— ¿Qué tengo qué hacer, para librar a los Gicquel de ese hombre? — mi abuelo cambio su expresión, se sereno mucho —. Quiero que mi madre se libre de él, al igual que mis hermanas y yo. Sería para siempre…
— Tal vez… ¿Qué tienes que ofrecerme para ayudar a concluir con ese matrimonio? Conoces mis principios.
— Lo sé, pero los divorcios son muy comunes hoy en día y usted de verdad, desea librarse de un paria como…
— ¿Cómo qué?
Me costó decirlo mucho en ese entonces — Mi padre.
— Está bien, no lo negare de verdad sería agradable librarme de alguien como él. Aún así repito la pregunta. ¿Qué tienes para ofrecer?
— Sé que el próximo en ser el dueño de todo esto, es mi tío, y que después de él le sigue su hijo, mi primo Tunks. Más bien si el cumple la mayoría de edad y algo terrible le ocurra a usted Tunks heredé todo su poder y se convertirá en la cabeza de la familia — mi abuelo se molestó por mis palabras de repente —, sin embargo no lo quiere a él como la cabeza de la familia, ¿verdad abuelo?
Alexander sonrió — ¿Y tú piensas ofrecerte en lugar de él?
Sonreí, ya nos estábamos entendiendo — Abuelo me ofende que lo diga así, como si deseará buscar el poder o quedarme con todo. No soy un demonio tan cruel.
>> Mire lo de esta manera, mi primo ni siquiera tiene la apariencia de ser un Gicquel, se parece más a su madre, regordete, de ojos castaños y pelirrojo. En cambio yo, soy igual a mi madre, como un Gicquel de verdad, mi cabello es rubio como el de usted, mis ojos azules cuál zafiro y además de que me parezco a usted haría todo por mi familia, sin embargo soy un chico que adora pensar en beneficiarse un poco de eso, creo que me hace un candidato más indicado. ¿No lo cree?
— Pues… — necesitaba un si, o por lo menos un “tal vez” solo eso y mi familia se liberaría de ese señor —. Tal vez…— mi corazón se calmo un poco —. Sabes llegar a donde estoy no fue solamente por nacer afortunadamente en una cuna de oro y tener una apariencia muy similar a la de mi padre, me la gané. Me gané este puesto, gracias a buenas notas, por ser bueno en el deporte, frío y calculador.
— Le mostraré que soy digno, estudiaré y entrenaré mucho en cualquier deporte, y aprenderé muchos más idiomas y…
— Tal vez lo logres, no lo dudo, después de todo desde pequeño ya dominadas tres idiomas con fluidez, pero quiero algo más que eso, y solo con eso lograrás una posición y mi admiración, y eso es…
¡Bip! ¡Bip!
Mi celular sonó mi celular. Demonios, nunca he tenido tiempo de cambiarle el maldito tono.
¿Quién será el que me llama en este momento?
No me tomó la molestia de mirar la pantalla solo contestó, para terminar rápido con esto.
— Soy Scarlett… — (esa tonta…no quiero oír nada que venga de esta…) estoy a punto de colgar cuando ella me dice —. ¿Recuérdame por qué acepté hacer esto por ti?
— ¿¡EH!? ¡No haces esto por mi idiota! ¡Dijiste que lo estabas haciendo por mi hermana!
— Ah… Es verdad — esta tonta. Se queda callada por unos segundos y suelta un leve suspiro —. ¡ESTÚPIDO! — …la hice enojar —. ¡Entonces, eso quiere decir que en verdad yo no tengo la obligación de ayudarte en recuperar tu maldito Kingdom! ¡Y aún así tienes el descaro de hacernos esa escena de niño chiquito caprichudo! ¡DIME POR QUÉ RUBIO OXIGENADO!
Pasé saliva en seco — O-oye… ¡Mi cabello… Es natural…
— Escucha yo en cualquier momento puedo tomar la decisión de dejarte solo. No pierdo nada y no ganó nada en hacerte este favor.
— Ya lo sé…
— Sabes, tal vez ni siquiera te interese que yo te diga esto, porque yo ni siquiera te agradó.
— Perdón…
— ¿Pero por qué? Tu tampoco me agradas.
Vaya que honesta (es por eso que está clase de chicas no me agradan).
— Ya… Es bueno saberlo.
— Sin embargo, en si no puedo odiarte totalmente — (¿por qué?) —. Sabes yo al igual que tú hermana me sentía sola, no tenía amigos y los pocos que hice los fui perdiendo con el tiempo. Después conocí a Marco y a Sam bueno, y…
— ¿A dónde quieres llegar?
— Tan sólo escucha. Lili ya es mi amiga, es dulce tierna, y veo que tanto ella como tú harían lo que fuera para que ninguno de su familia sufra, así que te daré un consejo: No seas un idiota y no te encierres en tu burbuja, que tienes a una familia que aún te ama y si la pierdes te quedarás solo.
¿Me quedaré solo?
<<¡Así es! Y te hundirás en un limbo profundo y oscuro>>
Yo me lo busqué, ¿no es así? ¿Entonces acepto este destino de esa horrible soledad y el repudió de las chicas que más amó en este mundo? Sólo por un sacrificio que hago por ellas.
¡NO! ¡NO QUIERO PERDERLAS!
— Antes cruzaría al infierno que perderla alguna de ellas.
Escuché un pequeña risa al otro lado de la llamada.
— Entonces, ¡oh gran “Príncipe rubio de las tinieblas”! — está chica es…—. De muéstrame que no sólo eres un rubio con un rostro de chica, — (¿eh?) —. Porque yo te mostrare que soy capaz de mucho más.
— ¿Aún lo harás?
— Por supuesto que sí, no me gusta ser alguien que no cumple sus promesas — (vaya chica…) mis mejillas comienzan arder—. Esto es lo que haré…
Scarlett me cuenta todos los detalles de su plan y como lo llevará acabo. Yo tengo cierta incertidumbre aún.
— ¿Y si falla?
— Cuento con que no ocurrirá — se le escucha muy confiada.
— Aún no entiendo cómo es que Marco te permite hacer una locura así…
— Él no está totalmente de acuerdo… De hecho el quiere pelear en mi lugar, pero Romeo incluso me amenazó (él muy cobarde) con que conseguiría que yo peleará a como diera lugar, o si no ustedes lo iban a pagar. Esta decidido lo haré yo… No prometo realmente que nada pueda llegar a pasar, sin embargo haré todo lo posible para que el jaque mate sea mío.
¿”El jaque mate sea mío”? ¿¡Está chica…
— Y escucha Zachery (que de seguro lo estás pensando) si estoy demente, pero te enseñaré que está chica demente será la que te haga ganar está partida. Ahora ve a cenar que tus hermanas te están esperando.
— ¿Cómo lo…
Me colgó antes de que terminará pregunta. Lo más seguro es que Lili habló con ella.
— Zachery ese hombre, ¿crees qué le haga daño a mamá? — preguntó la pequeña Lili mientras su cuerpo temblaba como una gelatina y con voz trémula.
La tome de las pequeñas manos y le sonreí — Descuida, ¿viste cómo se puso mamá cuando ese hombre me quiso dar un golpe? Ella tiene un carácter duró pese ser muy linda y dulce, no le hará nada — le acaricié con suavidad sus cabellos rubios y con la otra mano limpiaba sus lágrimas que se escapaban por sus ojos.
La regrese a su cama y la arrope.
— Además yo siempre te protegeré Lili, y buscaré siempre tu sonrisa, la tuya, la de mamá…
— Camille y Annette… Y también la mía, y tal vez no una sonrisa como tal sino mi felicidad.
Por mi y por ustedes seré el príncipe del Inframundo una última vez.
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