"But you see, it's not me 2"

Capítulo 45.

Para ser aceptada en este mundo, una mujer debe ser perfecta, mi madre me moldeo para ser una chica inalcanzable , tengo una dieta estricta desde que tengo memoria. Sé bailar, sé tocar la guitarra y el piano, habló cinco idiomas, sé actuar, también sé engañar a la gente en ser una chica que no soy.

Las princesas deben ser indas, perfectas, rosas y delicadas en todo sentido, para un día llegar a ser amadas. Aún cuando mi color favorito eso nadie lo debe saber, que adoró leer libros sobre ciencia humana en lugar de los géneros de romance, que mi sueño es ser médico cirujana y no  una actriz. Quisiera tener una relación con una chica muy bella en lugar de fingir que tengo al novio perfecto que se convertirá en mi esposo porque mis padres así lo planearon. Jamás debo decir lo que realmente pienso, solo debo sonreír y decir que soy feliz, aunque la realidad no sea así; mamá dice que cumplo el sueño de toda chica común, eso no me tiene satisfecha, ni siquiera feliz. Sólo soy una muñeca, tan manipulable y frágil a la vez, que se encuentra sola sin poder contarle alguien de como realmente me siento, lo apretado que es ponerme un vestido y lucirlo, lo asfixiante que es maquillarme para cualquier fotografía que me tomen, aún así esta es la vida que me tocó llevar hasta que la vejez me alcance y mi belleza se lo lleven mis hijos que llegue a tener. Porque debo ser aceptada por las personas del mundo que ni siquiera conozco, "es así como debe de ser".

Tantos deseos de gritar, sin embargo no lo hago, por mi mamá, es a quien menos deseo decepcionar, porque hubo una vez que lloré como una niña por un terrible error que cometí, hasta la fecha me persigue, ella me consoló, no me interrogó ni nada, solo me abrazo con todo su amor, yo quiero debo devolver ese cariño siendo lo que ella espera de mi.

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Brina De Simone, una mujer delgada con un cuerpo de reloj de arena, alta, de un encantador perfil. Un cabello rubio, en ondas, largo como una cascada y sus ojos grandes, realmente curiosos, entre un azul claro y verde agua. Una mujer que nació para ser modelo, sin duda alguna un hijo de ella sería igual de atractivo que ella.

Marco Marino De Simone, recuerdo haberte visto junto a tu madre, vestido de un overol de mezclilla una playera con la imagen de un avión, con un cabello algo rizado al igual que yo estaba harto de las luces de las cámaras y las largas sesiones, entre tanto adulto, tu cara llena de hastío era más evidente en la tuya que en la mía.

— Mamá, ya quiero irme.

— Por favor Marco, cielo necesitamos unas cuantas fotos más de ti — le arregla el cabello —. Habrá que ponerte más fijador, mirá tu rostro tiene mucho brillo, habrá que ponerte algo de polvo y luego algo traer algo de brillo y que tú rostro ¡Brille!

— Mamá, eso no tiene sentido — confundido el niño siete años respondió.

— Tonterías Marco, yo sé lo que hago. Esto es mi campo batalla — la mujer chasquea los dedos y un maquillista comienza a poner el polvo a Marco —. Hijo de Brina De Simone, tú eres el niño más hermoso y mejor que todos estos — señalo y miro con desdén a los demás.

Una pequeña Diana, tan solo podía pensar que mujer tan más ridícula, pero no era tan diferente a la mía.

— Ahora la máscara de ojos — decía mi madre una morena de ojos verdes —. ¡"Wonderful"! Brina será una mujer que nació de muy buena cuna y se sacó el boleto dorado de los buenos genes, pero tú mi niña no tienes nada que envidiar a un De Simone.

Una pequeña castaña, de piel tersa y suave, le picaba los ojos y tenía ganas de soltarse el cabello porque las coletas estaban muy justas.

<<Ya quiero irme>> me había dicho a mi misma.

— Mamá ya quiero irme de aquí — fue cuando las palabras de Marco hicieron que capturara mi atención, era él primero de los niños presentes que se quejó.

Porque luego hubo más niños que se quejaron por la interminable y agobiante sesión de fotos: <<¡Ya quiero irme a casa!>>, <<Mami ya tengo sueño>>, <<¡Yo no quería venir!>>. La única que permaneció  callada fui yo.

— Diana después de esta sesión iremos a Europa, para que te tomen fotos para una tienda de zapatos y luego un comercial de juguetes navideños.

— Si mami — me límite a obedecer.

— Nosotros también debemos ir a Italia Marco.

— ¡NO! — su voz fue tan potente viniendo de un niño, que a todos los hizo callar —. ¡Después de esta tonta sesión me quiero ir a casa!

Al final Marco libre, al decir no en aquella ocasión, no lo volví a ver de nuevo, en cambio yo al decir que si me eché unas pesadas cadenas sobre los hombros por este compromiso.

Mamá es una mujer que nació en un sitio donde la vida fue realmente dura, su fortuna le brillo al ser preciosa, que a los catorce años en un concurso de belleza, fue la favorita entre los jueces, que trabajaron con ella para que a los 16 fuera la Miss de todo su país y llegó a ser la favorita a sus 18 de manera internacional, fue Miss universo. Muchos hombres de mundo se fijaron en ella, él único que lleno sus expectativas fue mi padre. Un anillo de catorce quilates, un vestido de diseñador, creado exclusivamente para ella, boda de en sueño donde su rostro estuvo en las primeras planas de varios periódicos de Estados Unidos, aparte que su marido la veía a ella como su Diosa, su adoración absoluta; mi madre se había ganado la lotería absoluta, sin ser nadie se convirtió en todo. Luego nací yo, con sus fracciones exóticas, pero siendo una niña con todas las oportunidades del mundo, mamá me dió la vida que ella hubiera querido para ella, ser criada como una princesa, ser modelo o ser participe de algunas películas a muy corta edad, tenía la belleza y buena posición, eso y más era posible, me molestaba.

No quería eso. No sabía quien era yo, cuando me entrevistaban contestaba lo que mamá quería que contestará, entonces ¿Quién era yo realmente? ¿Diana Allen, quién eres?

Para el mundo una niña de sonrisa hermosa, que ama ser una princesa y que adora ser rosa, cuando llegó mi pubertad, fue diferente, mi amor por la biología nació por una profesora, sus clases eran entretenidas, sabía algo de medicina, narraba historias sobre los médicos y enfermeras que conoció cuando trabajo como ayudante en un hospital, su gran respeto a ellos, hizo que mi corazón latiera. Ser doctora, salvar gente y el encanto de la vida misma, el libro de biología era verde con trazos de cuerpo humano, dibujos de animales y la naturaleza, el verde fue mi verdadero color favorito desde ese entonces, ser doctora se convirtió en mi sueño y luego conocí a mi gran amor...

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Así fue como me di cuenta de que era lesbiana, ella puso mi mundo de cabeza y rompió mi corazón. Recuerdo aquella noche, llegué a mi casa llorando, me sentí engañada, tonta, realmente una tonta.

— ¿Diana? — hablo desde el otro lado de la puerta —. ¿Princess? Darling... ¿Puedo pasar?

No respondí, parte de mi quería gritar para que se fuera y me dejará sola, pero gran parte de mi quería que ella entrara y me diera un abrazo.

— Pasa... Por favor — esa suplica se quebraba en mi voz.

Fui una tonta, creí en la persona equivocada y ahora estoy completamente sola. Entonces mamá entro, a la habitación, solo me puse a llorar, no le vi la cara en ningún momento, mi madre se sentó al borde de la cama, junto a mi, primero acaricio mi espalda.

— ¿Quieres hablar?

— No, de verdad no quiero.

— Está bien corazón, no debes de decirme nada si no quieres, lo entiendo — entonces me abrazo, cuando yo estaba de espaldas, eso me sorprendió —. No me cuentes nada, si ese es tú deseo, "my darling. You are my light, my life, I will not question you anything, but let me share your pain even if I don't know the reason" — (mi querida. Tu eres mi luz, mi vida, no te voy a cuestionar nada, pero dejame compartir tu dolor aunque no sepa la razón).

En ese momento lo supe, mi mamá, la mujer más superficial, una mujer que se caso con un hombre por interés, que sentí que desde pequeña me asfixiaba controlando cada aspecto de mi vida, me decía palabras tan bellas, que justamente necesitaba escuchar, sin cuestionarme nada.

— "Mommy"...— (mami) la llamó y la miró al rostro, uno lleno de amor y ternura —. Mamita mía — me pongo a llorar en sus brazos y ella seca mis lágrimas con dulzura.

Fue ahí cuando pensé que la mejor forma de pagarle, es que la tenía que escuchar en todo y obedecer en todo. Cuando conocí a Shaun (mi ahora prometido) mi mamá me lo presento, como el hijo de alguien de sus círculo de amigos de papá y ella, un príncipe, bien parecido, me lleva unos cuantos años, agradable, culto y también algo atlético, que por casualidad sabía montar a caballo. Es lindo, pero no siento nada por Shaun, al menos no me gusta, solo es un conocido que le gusta hablar y es bueno escuchando, pero prefiero limitarme a lo que tengo que decirle, pues no tengo nada en común, ni nada. Después de eso, me dijo que me convenía hacerme amigas del grupo millonario de chicas, "The queens D"  Las chicas Diana , siendo la cuarta integrante del grupo. Luego mi cambio de colegio, después de pasar toda una vida en New York, venir aquí.

— Marco Marino De Simone, you should be a very good friend to him, my girl — (Marco Marino De Simone, deberías ser una muy buena amiga para él, hija mía) dijo el padre a través la pantalla  del ordenador.

No sabía que hacer, cuando mi mamá al otro lado de la pantalla con su suave sonrisa, asintió y entonces yo contesté:

— So I will do it, I will become friends with Marco Marino Simone — (Entonces lo haré, me haré amiga de Marco Marino Simone) esboce una sonrisa.

Volvería a encontrarme con aquel niño, en esa sesión de fotos, obtuvo algo de libertad, más grande con una actitud algo dura, tal vez pesada a simple vista, hasta ver la sonrisa de cierta chica de labios rojos. Una monisima mujer, que a pesar que ponía mala cara cuando me acercaba a Marco o lo buscaba, a mi me encantaba , es que es muy linda.

Le tengo algo de celos. Tiene alguien especial, ojalá yo tuviera a ese alguien, para no sentirme tan sola.

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