Capitulo 9.
𓊈𝘐'𝘭𝘭 𝘣𝘦 𝘸𝘢𝘵𝘤𝘩𝘪𝘯𝘨 𝘺𝘰𝘶𓊉
"Sentimientos encontrados"
Ji-woo siguió las indicaciones de Sa-eon, llegó a un parque.
Llamó rápidamente a Sa-eon.
Sa-eon: ¿llegaste?
406 (Ji-woo): Así es.
Sa-eon: ¿ya habías estado aquí?
406 (Ji-woo): El día que abrió este parque...
Ji-woo pudo recordar lo que había pasado, ese mismo día... fue el día clave del porque Yi-joon ahora es el heredero a todo el grupo Liberty, fue el día que el hijo mayor del presidente Kang falleció, él era hermano de Se-mi, hijo del primer matrimonio.
406 (Ji-woo): Luego de eso no pude llamarlo parque de diversiones...
Sa-eon: ven al carrusel, te veo ahí.
Ji-woo se dirigió al carrusel con cautela, de allí salió una mujer que trabajaba el el parque.
—¿Quieres subir? —indagó la mujer amable.
—Si...
Y allí estaba, en el mismo caballo que había subido junto a Se-mi mientras los otros dos, Yi-joon y Jung-sik estaban en el carruaje.
Pudo recordar todo lo que había pasado ese día, ese día fue el único que pudo disfrutar con sus hermanos.
Cuando bajo del carrusel, volvió a llamar a Sa-eon.
406 (Ji-woo): No te veo, ¿donde estás?
Sa-eon: en el puesto de helados.
Ji-woo se dirigió al puesto de helados, donde no pudo evitar comprar uno. Parecía a propósito, como si Sa-eon querría que ella recordara todo.
Volvió a llamarlo.
406 (Ji-woo): ¿Vienes? Te estoy esperando.
Sa-eon: ¿que ves frente a ti?
406 (Ji-woo): ¿Frente a mi? La...
Sa-eon: sube.
Ji-woo se dirigió a la torre, cuando al fin pudo subir volvió a llamar a Sa-eon.
406 (Ji-woo): Ya subí... pero no hay nadie.
Sa-eon: espera.
406 (Ji-woo): ¿que haces?
Sa-eon: te ayudo a relajarte, yo también estuve esperando este momento. No quiero verte tensa.
406 (Ji-woo): No te hagas ilusiones, seguro vas a desear no haberme visto nunca.
Sa-eon: no tienes confianza.
406 (Ji-woo): ¿estás seguro que no te sorprenderás al verme? Yo creo que si. Estarás impactado y decepcionado. Quizás... termines sintiéndote solo.
Sa-eon: ¿estás preocupada por mi?
406 (Ji-woo): No, estoy preocupada por mi, me preocupa verte de esa manera.
Sa-eon: dios, nunca me escuchas. Ya te lo dije, subestimarte es un mal hábito. ¿Cómo puedo... solucionar esto, Kang Ji-woo?
Ji-woo dejó caer el teléfono asustada, ¿su fin había llegado?
—Esto debió ser muy difícil para ti.
—Tu... ¿sabías todo? ¿Desde cuando? No... si lo sabías... ¿por qué no?
—¿Por qué no que?
—¿Por qué no me odias? —preguntó
Ji-woo.
—Dime cómo, Ji-woo... dime cómo puedo odiarte, dime cómo puedo dejar de amarte...
Sa-eon acarició la mejilla de Ji-woo para luego acercarse a ella y besarla.
Habían esperado tres años para besarse, finalmente serían ellos. Serían la pareja que tanto anhelaba Ji-woo. Sus sentimientos fueron encontrados.
Ya habían llegado al apartamento donde
Sa-eon había cocinado para su esposa.
—Come despacio —ordeno con una sonrisa.
Ji-woo se llevó la cucharada de Kimchi a la boca, Sa-eon estaba atento a sus movimientos.
—Está rico —dijo Ji-woo—, hace tiempo me preguntó cómo eres tan bueno cocinando.
—Se trata de ser sincero. A decir verdad, si el kimchi es bueno, el plato será un éxito. —dijo Sa-eon.
—No puedo permitir que cocines mejor que yo —dijo Ji-woo mientras miraba a Sa-eon para luego volver a comer.
—A partir de hoy, comamos juntos seguido en casa... así se sentirá más como un hogar y no como una prisión.
—Nunca dije que es una prisión, eso lo dijiste tú. —dijo Ji-woo.
—¿Yo?
—Solo sientes culpa. —contestó Ji-woo.
—Por supuesto que no, ¿que dices?
—¿Estos años que vivimos juntos fueron normales? Solo había malas vibras en esta casa. No nos hablábamos ni nos mirábamos no comíamos ni dormíamos juntos...
Cuando Ji-woo se dio cuenta de lo que había dicho se quedó callada y siguió comiendo.
—¿Quieres eso? —río Sa-eon.
Sa-eon le sacó un pedazo de arroz que había quedado en los labios de Ji-woo para luego llevárselo a la boca.
—Si odiabas que durmiéramos separados, deberías habérmelo dicho —dijo Sa-eon.
—No, no estoy diciendo eso...
—Para mi está casa era cálida, cuando llegaba y veía las luces encendidas me hacía sentir bien saber que estabas ahí, cuando te miraba el mundo ruidoso que me rodeaba se llenaba de silencio y paz...
—Deberías habérmelo dicho antes —dijo Ji-woo mientras seguía comiendo.
—¿Recuerdas lo que te dije antes? Te dije que no te enamores de mi.
—¿Cómo podría olvidarlo? No tenias que ser tan duro conmigo —dijo Ji-woo cruzándose de brazos.
—Tenia miedo, si no marcaba ese límite, tenía miedo de terminar entregándote mi corazón y, sin darme cuenta, de pensar que vivir así contigo podría estar bien... tenía miedo de renunciar a todo y colapsar. —habló Sa-eon con una mueca.
—¿Cual era el plan que mencionaste ese día? —preguntó Ji-woo curiosa.
—Te lo dire llegado el momento —contesto.
—De hecho... tengo que decirte algo —dijo Ji-woo entregándole su teléfono a Sa-eon.
Eran sobre los mensajes que le había mandado el secuestrador ese día.
—Relájate, no te preocupes más, pronto lo encontraré. En cuanto a este teléfono solo tú y yo sabemos que existe —dijo, refiriéndose al teléfono del secuestrador—, no se lo daré a la policía, eso jamás sucederá.
—¿Te preocupan que sepan que estoy involucrada? Estoy preparada, cintemos todo y... —Ji-woo fue interrumpida por su esposo.
—Me ocuparé de una cosa a la vez, tan solo espera no pienses en hacer nada. Por el momento, no hables al respecto frente a nadie, solo conmigo.
—¿Por qué?
—El cómplice es alguien cercano a nosotros. Lo sé, hasta que sepamos quien es, tengamos cuidado...
—Está bien...
—Para ser sincero, extrañare las llamadas, eran divertidas la Kang Ji-woo pasional que solo aparece cuando es 406 —dijo Sa-eon con una sonrisa que hizo sentir nerviosa a Ji-woo—, Espera, ¿donde quedó la lencería?
Sa-eon se puso de pie dirigiéndose a la habitación de Ji-woo, pero aquella lo detuvo abrazándolo por detrás, cuando se dio cuenta se alejo.
Ji-woo sintió sus mejillas calentarse cuando Sa-eon la agarro de las muñecas haciendo que sus brazos lo rodeen.
—¿Por que?
—Es difícil de creer que me hayas aceptado como soy y me hayas perdonado... —dijo Ji-woo.
Sa-eon se dio la vuelta para envolver en un abrazo a su esposa.
"¿Tú podrías hacer lo mismo cuando sepas toda mi verdad?" Pensó Sa-eon.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top