Capitulo 5.
𓊈𝘐'𝘭𝘭 𝘣𝘦 𝘸𝘢𝘵𝘤𝘩𝘪𝘯𝘨 𝘺𝘰𝘶𓊉
"Por error"
El primer día de trabajo de Ji-woo en la presidencia había terminado, gracias a que era su primer día, irían a cenar con el equipo del vocero y sus demás compañeros.
—Señorita Ji-woo —dijo el señor Kang, un colega de Sa-eon—, usted se me hace conocida... ¿por qué parece que ya la había visto antes?
—Bueno... mis padres son personas importantes... posiblemente me haya visto gracias a ellos —contesto Ji-woo.
—Disculpe por la pregunta... ¿quienes son sus padres?
—Mi padre es el dueño de todo el grupo Liberty, debe conocer nuestros hoteles o restaurantes... incluso tiendas...
—Ya veo, si usted es una mujer rica, ¿por que trabaja como intérprete? No me lo tome a mal...
—Señor Kang —pronunció Sa-eon mirando al hombre—, ¿que cree que hace?
—¿Que?
—La carne se está quemando.
Sa-eon agarro las pinzas y empezó a cocinar la carne.
—Que bien cocina... su esposa debe ser muy afortunada señor —hablo una mujer.
Ji-woo rodó los ojos.
—Bien... empiecen a comer.
Todos comenzaron a disfrutar la comida con tranquilidad, hasta que el asistente de Sa-eon recibe una llamada haciendo que salga afuera.
—¿Ji-woo tú has viajado alguna vez? —indagó la mujer que trabaja en el equipo del vocero.
—Si, he ido a muchos lugares, ¿a que se debe la pregunta? —indagó Ji-woo con una sonrisa.
—Suponía que una mujer muy amable como usted debió viajar alguna vez... —sonrio.
—Señor Baek —dijo el asistente Park llegando nuevamente—, debemos hablar.
Ji-woo frunció el ceño inmediatamente, quería saber de que hablarían pero el señor Kang le había vuelto a hablar.
—¿Usted desea tomar algo?
—Un poco de soju estaría bien —sonrió Ji-woo.
Más tarde, Sa-eon parecía haber recibido noticias que lo dejaron sumamente despechado, había tomado más de quince botellas de soju el solo.
—¿Estará bien, Señor Baek? —indagó el señor Kang.
—Estoy sumamente sobrio —dijo Sa-eon levantándoles el pulgar.
—Vamos, entre al auto —insistió el señor Park—, debe irse a casa, señor.
—¡Ji... —Ji-woo le cubrió rápidamente la boca al vocero.
—¡Señorita! —exclamó el asistente boquiabierto.
—Disculpen, es que uno cuando no está en sus cinco sentidos suele decir incoherencias... así que es mejor que el vocero no diga nada —dijo Ji-woo.
Más tarde, Ji-woo había llegado al apartamento en un taxi, estaba en el estacionamiento, apunto de subir al elevador hasta que vio a su esposo en el auto aún.
—¿Sigue allí? —indagó Ji-woo caminando hacia al auto.
Abrió la puerta del auto con cuidado,
Sa-eon estaba dormido profundamente.
—¡Eh, despierta! —dijo Ji-woo una y otra vez pero él no tenía intenciones de hacerlo.
Seguía durmiendo como si fuera un bebé.
—No tengo otra opción, no puedo dejarte aquí. —habló Ji-woo atándose el cabello—, esta noche tengo que tener fuerza para llevarte al apartamento.
Luego de un tiempo, Ji-woo ya sentía que había ganado una medalla olímpica.
—¿Por que pesas tanto? —indagó Ji-woo soltando a su esposo, haciendo que caiga al suelo—, admito que será fácil llevarte de los talones... definitivamente, eso haré.
Ji-woo tomó los talones de Sa-eon para tratar de subirlo al elevador, cuando ya estaban allí, apretó el botón que los llevaría a su piso.
—Bueno, ahora tengo que batallar contigo —dijo Ji-woo secándose el sudor de la frente.
Ya habían salido del elevador, Sa-eon rodeaba sus hombros y ella prácticamente lo tenía abrazado.
Abrió la puerta del apartamento a duras penas y entraron al apartamento, Ji-woo no aguantaba más, su esposo pesaba demasiado.
Ji-woo cerró la puerta del apartamento, quería sacarse sus zapatos pero era técnicamente imposible, Sa-eon pesaba tanto que hasta pueden terminar cayéndose...
Efectivamente, habían caído uno encima del otro. Sus labios estaban tocándose.
Al día siguiente, Sa-eon abrió los ojos, estaba en el suelo, dirigió su mirada a su brazo y pudo observar que Ji-woo estaba acostada sobre el, dormía profundamente mientras abrazaba a Sa-eon.
La observó detenidamente, no pudo evitar soltar una sonrisa.
Ji-woo abrió los ojos debido a la luz que entraba por la ventana del apartamento, se encontró con la mirada de su esposo.
Al darse cuenta que se estaban abrazando rápidamente se separaron, Ji-woo se cubrió la boca, recordó lo que había pasado.
—Por mi mamá... ¿ahora que hice? —habló Ji-woo apoyándose por una especie de vasija.
Más tarde, Ji-woo ya se había cambiado de ropa y había preparado el almuerzo, Sa-eon ya estaba allí. Iban a comer juntos.
—¿Sabes por que estábamos juntos allí? —indagó Sa-eon.
Ji-woo solo pudo sonreír y negar con la cabeza.
—¿Que tienes? Si paso algo, tienes que decírmelo —dijo Sa-eon.
—¿Decírtelo? ¿En serio? —río Ji-woo.
—¿"Decírtelo"? Si —contestó Sa-eon.
—¿Estás seguro? —río Ji-woo—, pues...
El teléfono de Sa-eon empezó a sonar, Ji-woo solo pudo reír.
—Mejor ve por el, luego te lo dire.
Sa-eon había recibido un mensaje de su asistente en la noche, él estaba investigando quien estaba a través de las llamadas.
Y se había enterado que una mujer estaba a través de ellas.
El nunca había desconfiado de Ji-woo porque era la victima del secuestrador.
Pero quiso sacarse las dudas, así que mandó a hacer un análisis de la voz de Ji-woo y 406.
"Señor Baek... lamento molestarlo a esta hora, pero los resultados del análisis ya están listos. La compatibilidad
es del 99.99 %"
La gota que había derramado el vaso.
Sa-eon tomó asiento en su cama y empezó a analizar todo, todas las llamadas con 406 daban a que era Ji-woo.
Ji-woo había recibido un mensaje hace unos días, era de su hermana, Se-mi.
Iban a verse hoy.
Ji-woo caminó hacia la mujer castaña que contemplaba los peces del increíble acuario.
—¡Ji-woo! —sonrió Se-mi tomando la mano de su hermana—, no sabes cuanto te he extrañado.
—Se-mi... —nombró Ji-woo con una pequeña sonrisa.
—¿Te acuerdas? Cuando éramos más pequeñas nos encantaba venir aquí a contemplar el agua —hablo Se-mi—, después de tanto tiempo estamos aquí... tú y yo.
A pesar de lo mucho que había sufrido
Ji-woo gracias a que Su-ah la comparaba con Se-mi, ella era su hermana y le tenía un aprecio.
—Se-mi... ¿acaso te operaste? Es decir... escuchas con facilidad —dijo Ji-woo.
—Si, en mi estadía en Milán pude operarme.
—Se-mi, ¿puedo preguntarte algo? —preguntó Ji-woo.
—Por supuesto, siéntete con total libertad de hacerlo —contestó Se-mi.
—¿Por que? ¿Por que te fuiste y tuve que ser un reemplazo?
—Perdóname, Ji-woo, juro que no fue mi intención, pero yo no quería...
—Viniste para arruinarme, ¿verdad?
—No he vuelto para arruinarte la vida, jamás quise hacerlo. Ji-woo, tú eres mi hermana, no importa que tengamos diferentes madres.
—¿Por que, Se-mi? ¿Por que siempre tuve que ser tu sombra? ¿Por que siempre fui tu perrito faldero? —los ojos de Ji-woo empezaron a cristalizarse.
Se-mi envolvió en un cálido abrazo a su hermana menor.
—Nunca quise que lo seas, yo te quiero como mi hermana, no como mi sombra. Sabes bien que tu madre nos creo esta rivalidad, siempre quise una hermana menor que sea mi compañera, pero tú madre se interpuso.
Ji-woo solo pudo aferrarse al abrazo de su hermana.
—Tranquila, todo estará bien, estaremos juntas... ¿si? ¿Ji-woo?
—¿Regresaste por Sa-eon? ¿Quieres separarme de él para que tú puedas vivir la vida que yo viví gracias a ti? ¿Quieres hacerlo?
—Los vi, Ji-woo —contestó Se-mi—, los vi hace unos días cuando estaban juntos en la tienda, la manera que te miraba... ¿realmente crees que volvería por un hombre que no me ama? Pero ese no es el punto, Sa-eon necesitaba quedarse atado a nuestra familia, por eso te tomó como rehén... por eso tuve que llegar a un acuerdo con el...
—No mientas, Se-mi...
—Es la verdad.
Ji-woo salió del acuario sin más y le llegó un mensaje de Se-mi.
"¿Realmente crees conocer a Sa-eon? El no es quien tú crees"
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