Capitulo 14.
𓊈𝘐'𝘭𝘭 𝘣𝘦 𝘸𝘢𝘵𝘤𝘩𝘪𝘯𝘨 𝘺𝘰𝘶𓊉
"Sorpresas"
Sa-eon abrió la puerta del apartamento para encontrarse con las luces totalmente apagadas, no había rastro de su esposa.
Al prender las luces del pasillo y sacarse los zapatos pudo observar que habían velas por todo el lugar, Sa-eon estaba confundido.
Habían velas por todo el apartamento, se dirigió al sofá y empezó a observar todo el apartamento, aún no habían rastros de su esposa.
—¿Kang Ji-woo? ¿Donde estas?
Sa-eon escuchó unos pasos detrás de él, eran los tacones de Ji-woo, ella tenía el mismo vestido que él le había comprado.
—Luces...
Caminó hacia su esposo y lo empujó, haciendo que caiga en sentado en sofá. Ella sonrió y le entregó los votos matrimoniales.
—Son los votos matrimoniales —pronunció Ji-woo—, no tienes que leerlo todo, solo recuerda esto. Uno, el novio no puede pedir el divorcio. Dos, el divorcio está rotundamente prohibido. Tres, anunciaremos en público que somos una pareja casada, sino cumples... debes pagar Dos mil millones de wones.
—¿Que haces? —río Sa-eon.
—Ahora entiendo que significa. —dijo Ji-woo—, Dijiste "mucho antes" no sé exactamente cuando, pero se que fue hace más de tres años. Antes de la boda, la persona que envió el informe de ADN a Se-mi, fuiste tú, ¿no es así?
Ji-woo le entregó el teléfono a su esposo y se agachó mientras colocaba sus manos en las rodillas de su esposo.
—No fui un reemplazo, desde el comienzo fui tú esposa. —habló Ji-woo con una sonrisa—, cuando todo esto termine, ¿quieres casarte conmigo?
Sa-eon negó con la cabeza.
—No, cuando todo esto termine... —Sa-eon acarició la mejilla de Ji-woo—, yo seré quien te pida matrimonio.
Sa-eon se acercó más a su esposa y depositó un beso en sus labios. Para luego tomarla de la cintura y subirla al sofá.
—Te amo, Kang Ji-woo... —dijo Sa-eon con una sonrisa.
—Yo más —hablo Ji-woo mientras volvía a unir sus labios con los de su esposo.
Al día siguiente, Ji-woo bajó del auto junto a su hermana mayor. Entraron a la mansión Kang sin más.
—¿Que hacen aquí sin avisar? ¡Kang Ji-woo! —grito Su-ah.
—Es nuestra casa también —respondió Ji-woo.
—Venimos a ver a papá, ¿donde está? —indagó Se-mi.
—Mi hermano está en su despacho, ¿qué sucede? —indagó Young-su.
—¿Se viene algo bueno o no? —indagó
Sun-hee mirando a sus tías.
—Hablaremos luego —dijo Ji-woo dirigiéndose al despacho de su padre junto a su hermana.
—¡Dejen escuchar al menos! —exclamó Sun-hee.
Las puertas del despacho del presidente Kang fueron abiertas, el se exaltó al ver a sus dos hijas allí, Kang Se-mi y Kang Ji-woo.
—Me dijeron que Sa-won atrapó al cómplice. ¿Y el culpable? —indagó el señor Kang.
—Ya sabemos quien es el culpable. —contestó Ji-woo firme.
—¿Quien es? —indagó el señor Kang.
Se-mi soltó una risa.
—Lo sabía. No te sorprendiste... pero claro, supongo que lo sabías. En esta familia no se te escapa nada, padre —dijo Se-mi.
—Volvamos al tema, ¿quien es el culpable? —indagó el señor Kang.
—Antes, quiero preguntarte algo —pronuncio Ji-woo mirando a su padre.
—La razón por la cual ocultaste nuestro accidente. ¿Que pactó hiciste con el presidente Baek? —indagó Se-mi.
—Dínoslo. ¿Que perdiste? ¿Y que ganaste? ¡Responde! —grito Ji-woo.
—Nosotros teníamos un pacto... por...
—No había ninguna razón para que ocultaras la muerte de Jung-sik. Ni nuestro accidente, ¿un simple pacto más importante que tus hijos? —indagó Se-mi.
—Era ocultar el asesinato de su hermano o sufrir sus asesinatos —dijo el señor Kang—, ¿pero quien es el culpable?
—El verdadero Baek Sa-eon.
Dos autos lujosos se posaron en la entrada de la casa donde vivía el difunto presidente Baek, donde ahora era la ceremonia por su aniversario.
—¿Papá? ¿Que se supone que harás? —indagó Ji-woo bajándose del auto.
El señor Kang abrió la cajuela de su auto y sacó la escopeta de allí.
—¿Padre? —hablo ahora Se-mi.
—Haré lo que debí hacer hace mucho tiempo. —dijo el hombre entrando a la casa.
Ji-woo agarro su teléfono y le escribió a su esposo.
"Ven a la ceremonia en este instante, presiento que algo malo sucederá."
Ji-woo entró rápidamente a la casa junto a su hermana y padre.
Un disparo se escuchó por el salón, el señor Baek había disparado en la foto del difunto hombre.
—¡Señor Kang! —exclamó una mujer.
—Señor Kang, ¿que cree que hace? —grito Ui-young.
—¿No te lo advertí? Que si esa cosa seguía viva,la cortaría en pedacito y los esparciría... —dijo el señor Kang apuntándole al señor Baek en la cabeza.
—Padre, baja el arma —ordenó Ji-woo.
—Entrégamelo —ordenó el señor Kang—, ¿donde está? ¡Entrégame a esa basura!
Una explosión sonó por el lugar, no era un disparo. Pero todos se alarmaron.
—¡Guardias! ¡Guardias! —grito Ui-young.
—Nadie te va a salvar de esta, juro que te matare —dijo el señor Kang.
Minutos antes.
El auto de los señores Baek había llegado, la señora Gyu-jin bajó del auto y pudo observar a uno de los hombres que arreglaba las coronas de flores.
Uno de ellos... era su hijo, el verdadero Sa-eon. Ella solo le dio una mirada de cómplice y siguió su camino.
—Te ayudaré, hijo mío —susurro al pasar a su lado.
Actualidad.
—¡Incendio! ¡Evacuen! —gritaron.
Ji-woo solo pudo sentir como todos la empujaban para salir del lugar, el humo empezó a inundar la habitación.
Había humo por todas partes.
—¡Papá! ¡Vamos! —grito Se-mi asustada.
La gente empezó a correr hacia la salida, todos corrían en busca de la salida para salir de allí.
Y esa fue la última vez que Ji-woo pudo ver con a su familia, a su hermana y padre.
Por otro lado, Sa-eon llegó a la casa donde era la ceremonia, la gente corría con desesperación y tosían sin parar.
Entró a la casa desesperado en busca de su esposa, no pudo verla. Solo veía a gente importante tratando de huir.
Cuando entró a la habitación donde se suponía que sería la ceremonia se encontró a Se-mi, quien estaba llorando, las lágrimas corrían por sus mejillas.
—¡No se donde está Kang Ji-woo! Estaba conmigo hace un momento...
—La encontraré, debes irte —ordeno
Sa-eon.
Empezó a buscarla, pero no había ningun rastro de su esposa.
Su teléfono empezó a sonar, era un número desconocido.
Desconocido: Baek Sa-eon... la mataré, la voy a matar de verdad. A tu esposa...ahora si se que es lo que más aprecias en el mundo.
Sa-eon: Ji-woo...
Desconocido: Contéstale, tu esposo llamo
Sa-eon: ¡Baek Sa-eon! Si le tocas un solo pelo, te mato. Libérala ya. Tú me quieres a mi, no te metas con nadie más. Es entre tú y yo.
Desconocido: No te pongas nervioso. Me emociono cuando te pones nervioso. Pronto será tu turno, deja de hacer escándalo y espera. Tu si que estás bien. Eso es lo que el viejo quería, que su nieto tuviera éxito y estuviera bien, igual que tú. No puedo permitir que eso pase. Aún no sabes lo que es el verdadero dolor. Quiero que sufras como debe ser. Miraré como luchas y ruegas por tu vida. Al borde de la asfixia. El aroma agradable que tienes, se convertirá en un olor a sangre fuerte. Te haré sufrir.
Sa-eon: Ji-woo, no te preocupes. Ya voy. Estoy yendo.
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