Capitulo 1.


𓊈𝘐'𝘭𝘭 𝘣𝘦 𝘸𝘢𝘵𝘤𝘩𝘪𝘯𝘨 𝘺𝘰𝘶𓊉

"El inicio de todo"






La familia Kang, una poderosa familia que pertenece al grupo Liberty, el cual tiene cadenas de hoteles, restaurantes, aerolíneas y tiendas de lujo. Una importante familia de corea.


Los cuales son amigos de la familia Baek, los cuales son igual de importantes. Se conoce como la familia que ha logrado de todo, menos la presidencia.

Y la hermana mayor de Ji-woo, la hermosa Se-mi se casaría con el heredero de los Baek, Sa-eon. Era un matrimonio por beneficio. Las dos familias saldrían beneficiadas si sus herederos se unían.

Pero de un día antes de la boda, Se-mi desapareció, sin dejar rastro, solo una carta. La cual decía que ella estaría bien, pero que no la busquen.

En ese caso, Baek Sa-eon no se casará con la hija mayor de los Kang, sino que en el lugar de Se-mi... la esposa sería Kang Ji-woo.

¿Quieres decir que yo... tomaré el lugar de mi hermana? —pronunció Ji-woo mientras se ponía de pie—, ¿Por qué los Baek no se buscan a otra...?

—Escúchame bien niñita, tu eres la segunda opción —contesto Su-ah, la madre de Ji-woo—,  el reemplazo.  Nadie debe saber que tú eres la esposa de Sa-eon.

—Pero...yo no...

—¡No me importa lo que tu quieras! —grito Su-ah—, es lo para que naciste, para ser el reemplazo.

—Papá.... —pronunció Ji-woo, su única salida era su padre, el cual negó con la cabeza.

—No hay nada que podamos hacer, te casaras con Sa-eon.



Y nuevamente, los sueños de Ji-woo habían sido pisoteados sin importar que, sin importar sus sentimientos y mucho menos su bienestar, ella siempre será el reemplazo de Se-mi, vivirá bajo la sombra de su familia.





El día había llegado, la familia optó por una ceremonia privada, al fin y al cabo Ji-woo solo sería la joya oculta de la familia.

El reemplazo.

Ella tenía puesto un vestido, zapatos y joyas que no le pertenecían a ella, tendrían que ser usadas por su hermana, pero ella los usaba en su lugar, estaba siendo oculta por ellos.

Las puertas fueron abiertas, dejando ver a Sa-eon entrar con un sobre en manos.

Antes de hablar, solo la miró de arriba a abajo,  se le escapó una sonrisa pero rápidamente fue reemplazada por una mueca.

—¡Quítatelo! Eso que usas no es tuyo, eres un reemplazo. ¡Quítatelo! Tendremos una boda privada, quiero que sepas que nunca vas a salir en público como mi esposa. —habló Sa-eon, completamente serio.

Ji-woo se puso de pie, sin decir una sola palabra. Se sacó el velo y los guantes, al igual que los pendientes para tirarlo al suelo.

—¿Feliz? —pronunció Ji-woo mirando a
Sa-eon—, ¿también el vestido?

Ji-woo trato de sacarse el vestido, pero
Sa-eon se sacó el abrigo y se lo colocó a
Ji-woo por los hombros.

—No te lo quitarás.

—¿Entonces que?

Sa-eon le entregó un sobre a Ji-woo.

—Son los votos matrimoniales —dio una pausa—, no lo leas todo, solo recuerda esto... uno, la novia no puede pedir el divorcio... dos, no está permitido durante la campaña... tres, la novia no aparecerá públicamente como la esposa de Baek
Sa-eon. Incumplir supondrá una multa de dos mil millones de wones.

Ji-woo soltó un quejido y firmó de mala gana.

Párate —ordenó—, que te pares, que terca.

Ji-woo ni le obedeció, haciendo que aquel le tomara la mano delicadamente para colocarle el anillo en el dedo anular.

Recuerda que no somos una pareja, te enviaron a mi como rehén.

¿Y crees que yo disfruto eso? —indagó
Ji-woo—, lo único que más deseo es que mi hermana vuelva y yo pueda ser libre.

—No serás libre, eres mi rehén.




𓊈 3 años después,

Seúl, Corea del Sur 𓊉



La vida de Ji-woo fue una cárcel desde ese día que se unió en matrimonio con Sa-eon. Era privada de su libertad.

—Hoy tenemos un evento —dijo Sa-eon.

—¿Un evento? ¿No se supone que no puedo salir al público como tú esposa? —indagó Ji-woo.

—No te emociones —Sa-eon dio una pausa—, irás como mi intérprete.

—¿intérprete? —indagó Ji-woo.

—Prepárate. —ordenó Sa-eon.

Ji-woo sabía que su esposo no tenía ningún sentimiento hacia ella, era obvio. Pero ningún hombre era tan ciego para no darse cuenta que su esposa estaba lastimada.

Al llegar al evento, no era de sorprenderse que ellos llegaran separados, sin duda cuando ella entrelazó su brazo con él de
Sa-eon los susurros no tardaron en aparecer.

Al parecer, la gente aún creía que Sa-eon se había casado con Kang Se-mi, pero estaban equivocados, su hermana menor estaba en su lugar.

—¿Cómo es posible que Se-mi sea tan liberal con su esposo?

—¿Se-mi no estaría celosa? Si fuera yo su esposa... estaría muy celosa al ver que una mujer como ella está con mi esposo.

—¿Que dirá Se-mi?

—¿Será la amante de Sa-eon?

—No les hagas caso —ordeno Sa-eon—, es obvio que me miran a mi.


—Idiota —murmuro Ji-woo.

—Repítelo.

—Eres un idiota.


Sa-eon rodó los ojos.

Al llegar con el embajador, se dio cuenta lo que quería lograr Sa-eon, Ji-woo siempre fue muy inteligente y le encantaba aprender muchas cosas, una de ellas era el lenguaje de señas. Ella era muy hábil para eso.

"No sabía que la esposa del señor Baek sabía lenguaje de señas"

Ji-woo no sabía que responder a lo que había dicho la mujer, solo miró a Sa-eon y rápidamente negó con la cabeza.

"No soy su esposa, solo vine aquí como intérprete"

¿Cómo? ¿No es su esposa? —indagó el embajador mirando a Sa-eon.

—Disculpe, no hablo lenguaje de señas —hablo Sa-eon—, ¿de eso hablaron las damas?

—Yo creí que era su esposa...

—No, señor...

—Ahora que lo pienso, nunca he visto a su esposa en un evento —dijo el embajador.

—Mi esposa es mi debilidad, quiero protegerla sobre todas las cosas. Es mi punto débil.

Ji-woo no pudo evitar escapar una sonrisa, ¿que tipo de esposo era el Sa-eon que estaba hablando? Porque sin duda no era el Sa-eon con el cual ella vivía.


Luego de un tiempo, Ji-woo había al tocador y Sa-eon recibió una llamada, era el mismo hombre que había llamado ayer.

Según sa-eon, un estafador.

Sa-eon: ¿hola? Habla ya, estafador. ¿Hablo yo primero? Mi esposa estaba con vida, ¿no te atreviste a matarla? ¿Porque no dices nada? Ayer estuviste hablador. Yo estaba ocupado... para oír tus tonterías. Bien, ¿por qué no me cuentas como planeas hacerle daño a mi esposa? Hoy... no han ocupado.

Desconocido: Supongo... que no puedes estar tan ocupado en una fiesta, me alivia ver que te diviertes. Actuaste como todo un romántico antes ¿te sorprende que esté tan cerca? Así es. Te observe todo este tiempo, y ni siquiera te diste cuenta.

Sa-eon: Estas mintiendo.

Desconocido: ¿será? ¿Porque te mentiría?

Sa-eon: esto no es para alguien como tú, es solo para los invitados.

Desconocido:  Todavía no has comido nada. ¿Porque no pruebas algo? La bruschetta de trufa está muy deliciosa.

Sa-eon empezó a mirar por todos lados,  habían varias personas en su teléfono,  pero no podría distinguir entre tantas.

Sa-eon: ¿quien eres?

Desconocido: ¿te está ganando
la curiosidad?

Sa-eon: Deja de reírte, y dime quien eres. ¿Cómo entraste aquí?

Desconocido: claro. Te lo dire, responderé la pregunta que me hiciste antes... Me preguntaste como planeaba hacerle daño a tu esposa.

Sa-eon:  ¿que intentas hacer?  ¿Cómo es posible que alguien como tú sepa quien es mi esposa? Escucha... si querías chantajearme elegiste a la rehén equivocada. ¿Mi esposa? ¿Quien es mi esposa? ¿La viste alguna vez?

Desconocido: Es cierto,  la gente no sabe quien es tu verdadera esposa,  pero yo si lo sé. Se que Kang se-mi no es tu verdadera esposa,  sino que es Kang Ji-woo. ¿Tomaste a su hermana como rehén porque el matrimonio debía suceder? Y mira... ahora tu esposa es la joya oculta de la familia,  Kang Ji-woo.

Sa-eon:  Dime, ¿que es lo que quieres? ¿Que es lo que quieres? ¡Dime lo que quieres!

Desconocido: Bien,  Deja libre a Kang Ji-woo y vuelve con tu prometida.

Baek Sa-eon corto la llamada frustrado, ¿como un desconocido sabía quién era su verdadera esposa?

Por otro lado,  Ji-woo sonrió al ver cómo
Sa-eon corto la llamada,  ella era la que lo había llamado, por suerte,  el no se daría cuenta de que era ella, ya que aquel teléfono modificaba su voz.


𓊈 Una noche atrás,

Seúl, Corea del Sur 𓊉

Ji-woo estaba sentada junto a las dos personas que jamás creía que podrían charlar sin pelear,  así es,  su madre y su suegra.

—Quiero que dejes tu empleo y te concentres en tu esposo —pronunció la suegra de Ji-woo, Gyu-jin.

—Por supuesto que lo hará, lo dejará de inmediato,  ¿verdad, Ji-woo? —dijo Su-ah,  la madre de Ji-woo.

—Nunca debió comenzar —interrumpió Gyu-jin—, solo te permití hacerlo por tu drama que te sentías encerrada, tu rostro y nombre nunca deberían ser expuestos, ¿no es así? Por cierto,  ¿cómo van tus problemas cardiacos? ¿Acaso no has mejorado en nada?

—¿Tendría que mejorar? —río Su-ah—, es mejor si esta enferma, así no va intervenir en la campaña.

La madre de Sa-eon se puso de pie y salió de la habitación sin más.

—¡No se preocupe, señora! —dijo Su-ah—, ¡es un perra! Tengo que golpearla en algún momento,  pero primero a ti, es tu culpa por robarte al hombre de otra mujer y todavía no la has enamorado.

—¿Crees que yo quise robarle el prometido a mi hermana? Todo fue porque tú no me dejaste salida alguna. ¿Crees que yo decidí vivir con un hombre que no me ama? —habló Ji-woo mirando a su madre.

—Entonces, ¿tú lo amas? —indagó Su-ah—,  Ni se te ocurra amarlo, si Se-mi llega a aparecer será ella su esposa.


—¿Y tú? Tu te enamoraste de un hombre que no te pertenecía,  madre. ¿Cuando admitirás que mi padre antes estaba casado con otra mujer hasta que llegaste tú a seducirlo? ¿Cuando dejarás de poner primero a una hija que no es la tuya? ¿Porque siempre te olvidaste de mi y Yi-Joon para criar a Se-mi? ¡Hiciste que Se-mi perdiera a su madre verdadera! Y todo porque te enamoraste de papá. —dijo Ji-woo en voz alta.

—¡Niña insolente! ¡Debería golpearte hasta matarte! —gritó Su-ah.


—Tienes dinero gracias a estar con un hombre que estaba casado antes de casarse contigo,  eras la otra.

Eres igual a ellos, una perra como tu suegra.

—¿Y que esperabas? Me case con su hijo, convivo con ellos debido a que no me dejaste otra opción. —dijo Ji-woo tomando su bolso y saliendo de la habitación.

La menor de los Kang se limpió las lágrimas que habían caído por sus mejillas y salió del hotel.

Ya era de noche y la luna estaba en su punto más alto, el aire se sentía fresco y había una brisa fresca que hace que todo parezca tranquilo, pero no era así. Las gotas de agua caían sin cesar.

—Aqui está su auto,  señorita Kang. Que tenga una linda noche —hablo el portero entregándole las llaves del auto a Ji-woo.

—Le agradezco, señor Lee —sonrió Ji-woo para luego subir al auto.

Encendió el auto y se dirigió lejos del hotel que pertenecía a su familia, no quería saber nada de los Kang y mucho menos sobre los Baek.

—¿Dejar mi empleo? —río Ji-woo—, ¿para concentrarme en un hombre que ni siquiera se atreve a mirarme a los ojos? ¿Que son? ¿La familia real?—Ji-woo no sacaba la vista de la carretera—, ¿Porque Se-mi escapó así como así?

"Esta tarde, el gobierno reiteró su postura en un reunión informativa, y afirmaron que no se comprometerán  con las fuerzas armadas de Argan, que amenazaron con matar a los rehenes si no se cumplían sus demandas... también aclararon que no habrá negociaciones, y que cooperarán..."

Se escuchó en la radio, pero empezaba a escucharse extraño,  al parecer en la zona había algo que hacía a la radio tener interferencia.

—Que cosa tan inservible —se quejo Ji-woo apagando la radio.

"Se encuentra fuera de ruta,  se encuentra fuera de ruta"

Se escuchó nuevamente, esta vez era el GPS.

—¿Y ahora que? —volvió a quejarse Ji-woo—, por eso detesto estos autos,  ¿que no me pueden dejar sufrir tranquila?

El auto empezó a moverse solo,  Ji-woo no estaba tocando el volante,  era extraño. Los autos la abocinan sin parar.

Ji-woo intentó frenar pero era imposible,  los frenos no estaban funcionando, la velocidad aumentaba y ella se estaba desesperando cada vez más.

Hasta que finalmente se detuvo en una calle solitaria,  no había ningún auto que pasaba por ahí, la radio volvió a prenderse.


"Rescate"

"Matar a los rehenes..."

"Las amenazas de las fuerzas armadas..."

"Rescate"

"No cederá..."

"Para garantizar el regreso seguro de nuestros ciudadanos..."

"Matar a los rehenes"

Se escuchaba en la radio con dificultad,  Ji-woo empezó a desesperarse y trataba de abrir la puerta del auto pero estaba bloqueado, trataba de desbloquearlo pero era imposible.

—¡Maldita sea! ¿Porque esto no sirve? —habló Ji-woo con dificultad, sentía que su respiración empezaba a dificultarse,  cada vez menos podía respirar con facilidad.


Ni si quiera podría romper el vidrio porque el auto era blindado, estaba jodida.


"Si no se paga el rescate, no habrá ninguna negociación..."

Hasta que Ji-woo recordó algo sobre su auto.

«El auto arranca solo y las puertas se cierran y abren. Eso se debe a un malware integrado en el software de navegación que tiene el vehículo, al hackear un auto así, se obtiene el control total de los sistemas»

—Estoy jodida, maldita sea. ¡Que se extinga este auto y el idiota de Sa-eon! —gritó Ji-woo.

Trataba de escapar del auto, pero era imposible, al ver que un gran camión se encontraba viniendo hacia ella, creyó que iba a morir.

Así que cerró los ojos con fuerza, tenía miedo, iba a morir. Pero no fue así, el camión logró moverse al otro carril.

Y ahí Ji-woo pudo abrir nuevamente sus ojos, se sintió aliviada ya que no había muerto.

Pero eso no duró mucho, empezó a temblar al ver que un hombre encapuchado caminaba hacia ella.

El auto se desbloqueó, lo único que pudo hacer Ji-woo es bloquearlo nuevamente, no iba a dejar que un hombre le haga daño.

La puerta trasera fue abierta, el hombre entró al auto.

Por otro lado, Sa-eon seguía en la oficina, estaba bastante ocupado.

—Este es el cronograma —hablo Do-jae, el secretario de Sa-eon.

El teléfono de Sa-eon empezó a sonar, pero aquel no prestó atención.

—Tiene una llamada —dijo el secretario.

—¿A esta hora? —indagó Sa-eon, restándole importancia.

—Es un número inusual, creo que es internacional. ¿Que hago? —indagó el secretario.

—Dámelo —ordenó Sa-eon.

Sa-eon: habla Baek Sa-eon, ¿puedo ayudarle? Si no habla, colgare.

Desconocido: Baek... Baek Sa-eon, de verdad eres tú, claro.

Sa-eon: ¿Que quieres?

Desconocido: ¿Que? ¿No te gusta mi... mi voz?

Sa-eon: ¿De donde llamas? Este número no es de Corea. Quiero que me aclares de donde...

Desconocido: La... la mataré. Juro... que mataré... a tu querida esposa.

La llamada se corto, el teléfono de Sa-eon se había quedado sin batería, cuando el aparato prendió llamo a su madre.

Sa-eon: soy yo, ¿viste a mi esposa hoy?

Gyu-jin: Si, estuvimos en su hotel.

Sa-eon: ¿y a qué hora terminaron?

Gyu-jin: Hace tiempo, a las siete yo salí de allí, no sé hasta qué hora se quedó, estaba con Su-ah.

Sa-eon cortó rápidamente la llamada y suspiro, ¿Ji-woo estaría bien? Si ella llegase a morir... el no podría con la culpa.

Llamo a directamente a su suegra, Su-ah.

Su-ah: Sa-eon, ¿no estás ocupado? ¿A que debe esta llamada?

Sa-eon: iré al grano, ¿donde está mi mujer? ¿No has visto a Ji-woo?

Su-ah: ¿que? ¿Ji-woo? ¡No te preocupes por ella! Esta en casa, quiso venir a cenar, extrañaba a su padre, se irá luego de cenar.

Sa-eon: ya veo, buenas noches.

Por otro lado, Ji-woo tenía un cuchillo en su cuello mientras conducía, si acaso trataba de librarse, aquel hombre le cortaría el cuello.

—Sigue manejando, mujer —ordenó el hombre—, ¡rápido, no tengo todo el tiempo del mundo! Y mucho menos si tú querido esposo no contesta. ¡Ya atendió!

El hombre colocó el teléfono en altavoz, cerca de Ji-woo para que ella pudiese escuchar lo que dijera Sa-eon.

Y ahí lo escuchó, al escucharlo sintió que su mundo se venía abajo.

Sa-eon: ¿murió? Matarías a mi esposa, ¿lo hiciste? ¿Sabes quien es mi esposa? Escucha lo que diré, ¿no ves las noticias? Oye, hoy estoy muy ocupado para bromas así.

Desconocido: ¡no cuelgues! No te atrevas a colgarme.

Sa-eon: ¿y que harás?

Desconocido: ahora mismo tengo un cuchillo en el cuello de tu esposa, de verdad la mataré, lo haré.

Sa-eon: hazlo, vamos, hazlo.

Desconocido: ¿Que?

Sa-eon: menos palabras y más acciones.

Desconocido: Pe...pero... hablemos del dinero, ¿cuánto estas dispuesto... a pagar por salvarla?

Sa-eon: ¿cuanto pediras? Escucha esto... puedes pedir la cantidad que quieras. No te daré dinero, así que no vuelvas a llamarme.

Ji-woo sentía como sus lágrimas caían por sus mejillas, ¿que ese hombre no le tenía ni un poco de aprecio? ¿Dejaría que muera así como así?

Siguió manejando hasta que el hombre empezó a ahorcarla, haciendo que suelte el volante, estaba aterrada y le dificultaba respirar con facilidad.

—Eso es, esta es la cara que más me gusta.

Cuando el hombre la soltó, ella colocó sus manos al volante evitando chocar contra un árbol.

—Cariño, mira el camino. ¿Ya lo entendiste? Esto no es solo una broma. ¿Por qué tú esposo si cree que es un broma? ¿Que fue lo que dijo el? "¿Acaso no sabes quien es mi esposa?" ¿No eres tú? ¿Acaso tiene otra esposa? No, es broma, es broma. Si tiene más esposas, no me importa. Pero lo que espero es que tu seas la favorita o de lo contrario morirás. Ahora, lo llamaré.

Ji-woo tenía miedo de morir, estaba temblando.

—No atiende, este idiota me esta ignorando... ¡este imbecil! ¡Hijo de puta! —gritó el hombre empezando a apuñalar el asiento, en unas de esas, cortó levemente el cuello de Ji-woo.

—¡Señor! ¿Que es lo que quiere? Si quiere yo misma pagaré mi rescate, tengo suficiente dinero en mi bolso para dártelo. —dijo Ji-woo desesperada.

—Todo estará bien, tu conduce. —el hombre dio una pausa mostrándole el teléfono a Ji-woo—, cariño, ¿sabes que te... teléfono es este? Solo puede llamar a Baek Sa-eon, Ca...cambia la voz automáticamente. Además... trabaja con VPN, así que no es fácil de rastrear, también manipule este auto, se mueve solo.


—Señor... Porfavor...

Sa-eon: escucha bien, bueno para nada, ya te dije... que no me llamaras más.

Desconocido: y yo te dije que iba a matarla, que mataría a tu esposa.

Sa-eon: Bien, hazlo, ¿que esperas? Por cierto, llámame cuando ya esté muerta.

Y la llamada se cortó, Ji-woo no dejaba de llorar. Soltó un grito asustando al hombre.

—¡Ese idiota! ¡Llámalo otra vez! ¡Que lo llames, maldita sea! —grito Ji-woo.

Ji-woo aceleró, yendo cada vez más rápido.

—¿Que sucede? ¿Que te pasa? ¿Acaso estás loca? ¡Moriremos! ¡Suelta el volante! ¡Frena!

El vehículo se dio vuelta, Ji-woo no habría frenado a tiempo.


Más tarde, Ji-woo abrió la puerta del apartamento. Sa-eon no había llegado.

Se sacó los zapatos y se dirigió hacia su habitación para luego entrar al baño.

Se miró al espejo, estaba destruida, su cuello sangraba y sus lágrimas seguían corriendo por sus mejillas, tenía marcas por su cuello debido a lo fuerte que el hombre la ahorcó.

—¿Porque a mi? —se quejó mirándose al espejo.

Se sacó el vestido y entró a la ducha, necesitaba estar limpia para luego limpiarse las heridas.

—"¿Llámame cuando esté muerta?" Ese idiota... y pensar que una vez me llegue a preocupar por el —hablo Ji-woo en voz alta—, si fuera por mi, nunca me hubiera casado con el...

Al terminar de bañarse, se curó la herida que tenía en su cuello y pudo vestirse para preparar algo de comer.

Cuando estaba en la cocina, pudo sentir como Sa-eon entraba a la casa, soltó un suspiro, no podía dejar de pensar en lo que él había dicho.

—Estas viva —pronunció Sa-eon, haciendo que Ji-woo lo mirara—, Antes... recibí una llamada ridícula, un tipo dijo... que te iba a matar, mataría a mi esposa. Pero me siento mejor sabiendo que estás viva y bien.

Ji-woo soltó una pequeña risa.

—¿Porque crees todo lo que escuchas? Nadie sabe que soy tu esposa, siguen creyendo que es Se-mi, seguramente quisieron hacerlo solo para que te molestes —hablo Ji-woo dándole la espalda.

—Por cierto, ¿que haces? Creí que cenarías en casa de tu madre.

—Ah... es que tuve una pelea con ella y salí rápidamente de ahí sin cenar —dijo Ji-woo.

¿Ahora que había inventado su madre?



𓊈 Actualidad,

Seúl, Corea del Sur 𓊉

Ji-woo se arregló el cabello antes de salir del tocador, esperaba que Sa-eon no se diera cuenta que era ella, aunque era imposible.

Al salir del tocador, se pudo percatar que ahí estaba su supuesto esposo.

—Mierda —susurro Ji-woo, trato de darse la vuelta pero Sa-eon la tomó de la mano.

Unas risas se escucharon por el lugar, estaban bajando varias personas de las escaleras, Sa-eon la metió en un cuarto, los dos estaban ahí.

Sa-eon caminó hacia ella haciendo que Ji-woo retrocediera chocando con la puerta.

—¿Que? ¿Que piensas hacer? —indagó Ji-woo mirando a su esposo.

—¿Me estás ocultando algo? —hablo ahora Sa-eon.

Mierda, ¿la había descubierto?

—¿Ocultar algo? ¿De que hablas?

—Tu teléfono —ordenó—, dámelo.

Ji-woo sacó su teléfono del bolso, entregándoselo.


—Necesito respuestas... ¿hubo un accidente ayer?

Ji-woo asintió con miedo.

—Dime la hora —ordenó nuevamente.

—Entre las seis y las siete.

—Entonces, si hubo un accidente —dijo Sa-eon—, ¿estas bien?

Ji-woo no pudo decir nada, Sa-eon se había dado cuenta que tenía una herida en la frente que estaba siendo escondida por el cabello de su esposa.

—Sa-eon... yo...

Sa-eon no dijo nada, solo observó el cuello de Ji-woo dándose cuenta que tenía unos cuantos moretones.

Desató su vestido para poder verlos mejor, tenía marcas por todo el cuello.

—¿Y esto? ¡Te hice una pregunta!

—El... —contesto Ji-woo.

—Dime, ¿quien fue? ¿Lo viste?

—No, tenía el rostro cubierto.


—Malnacido —dijo Sa-eon—, ¿cómo se atreve? ¿Lastimar a mi esposa? ¿él tenía un cuchillo? ¿Te amenazo?

Ji-woo asintió.

Sa-eon se recargó por la pared, dejando prácticamente acorralada a Ji-woo.

—¿Por qué demonios no me dijiste nada? Ayer actuaste como si nada... Sabes que debes decirme este tipo de cosas. ¿Por qué, Ji-woo? —Sa-eon dio una pausa—, ¿no viste a nadie sospechoso? ¿Te sugirieron o trataron de hablarte?

Ji-woo negó con la cabeza.

—Tendrás escolta en todo momento. Y ve al hospital, no puedes estar así. —ordenó antes de salir.

Más tarde, ya habían llegado al apartamento, Ji-woo se encontraba en su habitación.

—¡Kang Ji-woo! —habló Sa-eon a través de la puerta.

La abrió sin más, Ji-woo se puso de pie.

—Llaves —ordenó—, ¿están...?

Ji-woo tomó rápidamente la mano
de Sa-eon, evitando que toque su bolso.

—¿Que haces...?

—Queriendo darte las llaves —dijo Ji-woo entregándole las llaves.

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