VIGÉSIMO SÉPTIMO

Dije que tendría que regresar a mi apartamento, que no podía huir siempre de Nam Joon, a veces las personas dicen una cosa y terminan haciendo otra; no soy la excepción. 

Cumplí tres semanas viviendo temporalmente en la casa de los Song. Me estoy quedando en el cuarto de invitados que originalmente sería mi habitación. Jong pretendía que yo me quedará con Song para que ella no estuviera tan sola mientras él trabaja en el mundo del entretenimiento. Antes me quedaba los fines de semana y por eso el closet tiene una parte de mi ropa, junto con otro tanto que he comprado, por lo que no he sufrido por un cambio de ropa. 

Song no ha dicho nada hasta ahora que me mira mientras me peino frente al tocador, puedo descifrar su mirada y saber lo que esta pensando; ella acepta que me quede, ha sido uno de sus sueños, lo que no acepta es que no regrese a mi apartamento por las razones que conoce. 

¿Pero que puedo hacer? 

Fue una tontería siquiera pensar que podría aceptar todo lo que él quería decirme, igualmente me siento con Boa; en estos días me ha estado enviando el reporte de las boutiques que ha visitado para ver los vestidos de novia, siempre le respondo que estoy ocupada, que me perdone y que siga haciendo las visitas sola. 

Nam Joon siguió llamándome y enviándome mensajes, obviamente no he respondido ningún mensaje y sus llamadas están llenando el correo de voz; tampoco escucho esos mensajes. Cuando Jong regreso después de beber con él, le pedí que no me contara nada de lo que hablaron mientras bebían, la gente ligeramente pasada de copas puede decir demasiadas estupideces.

—¿Te falta mucho? —. Pregunta mi amiga. Esta recogiendo mis cosas de la cama.

—Ya casi estoy lista—. Unos retoques en el cabello en la parte de atrás y listo.

—Te espero para desayunar. Ah, Jong nos ha invitado a comer, irá por nosotras al trabajo —.

Nos damos una mirada en el espejo, lleva la ropa sucia entre sus manos.

—¿Es día de paga? —.

—Acaba de reclamar el cheque—. Juguetea con las cejas.

—Eso suena estupendo. Llevo siglos sin comer algo realmente costoso —. Le guiño y ella aprueba. Termina por salir del cuarto llevándose mi desorden.

Pensaré más tarde en una excusa para no ir con ellos, es suficiente con que este ocupando su espacio de casados como para usurpar incluso una cena para dos. Jong no ha estado mucho tiempo en la casa, Song lo extraña siempre, esta cena debía ser para dos; no seré el estorbo. 

Sé que los dos son tan cariñosos y mimadores conmigo porque sienten pena por mi situación. No podía pedir más de ellos, son los mejores. Sin embargo, aunque al principio huía de Nam, ahora puedo decir que me siento diferente. He tenido tiempo para pensar en el tiempo que compartimos y en las situaciones que hemos vivido para estar en donde estamos. Es cierto que no me siento preparada para afrontar todo, pero también se que no puedo vivir así para siempre.

El celular vibra sobre el tocador, miro en la pantalla el nombre de la persona que se ha convertido en alguien especial para mi, aunque no pude cumplir con mi promesa de llamarle todos los días, con decirle que era culpa de mi estado de ánimo, fue suficiente para que no preguntara más y me perdonara.

—Buenos días, Hobi —.

—¿Estas despierta? —. Voz ronca, bostezo largo, acaba de despertarse.

—Hace una hora para ser exacta—.

 —Lo siento. Active la alarma, no sé porque no la escuche—. Se escucha bastante cansado y entre dormido.

—Te dije que no tenías porque servirme de despertador —. A veces llama una hora antes de que me despierte y otras llama una hora después.

—Es tu castigo por olvidar tu promesa —. No soy la única que da esos tratos a quienes no cumplen sus promesas.

—Apuesto a que llegaste en la madrugada. Tu agenda esta apretada, solo preocúpate por descansar —.

Bosteza otra vez. Tengo un amigo dulce y terco.

—Hoy pude dormir una hora mas, voy a estar bien. Además tu haces parte de mis preocupaciones, no me puedes culpar —.

—Siento ser tu preocupación, fue lo que elegiste. Te estas quedando dormido, aprovecha y duerme —.

—Me gustaría dormir mas ... pero en diez minutos debo despertarme. Si me vuelvo a dormir no podré despertarme—. Buen punto.

—No tienes porque sobre esforzarte, lo estas haciendo bien, aquí todo el mundo habla de tu viaje. Cada vez que escucho tu nombre saco pecho orgullosa de ti. Así que deja de practicar hasta la madrugada —.

—Kim Zoe, ¿me estás espiando? ¿Donde tienes las cámaras? —. Gradualmente esta despertando. Ya hasta tiene ingenio para hacer bromas.

—Soy tu amiga de toda la vida. Te conozco bien, me dijiste que estabas nervioso por el viaje, supuse que estarías como loco ensayando y practicando las presentaciones. Eres demasiado exigente contigo mismo y si ves alguna falla harás todo para corregirla. ¿Me equivoco? —.

Guarda silencio unos segundos, su respiración golpeaba en la bocina. Ahora tengo el mal habito de hablar de más cuando se trata de recalcar la personalidad de los demás, en especial si los conozco tan bien. Lo irónico es que detesto que hagan eso conmigo, Nam me trataba de esa manera, puede que haya aprendido un poco de él.

—Me conoces bien. No puedo prometerte mucho, pero lo intentare, ¿satisfecha? —.

—De eso a nada, creo que esta bien—.

 —No iba a decir nada respecto a esto, soló sigo escuchando tu voz decaída—. No solo mi voz, solté un suspiro de desaliento.

—Es el trabajo —. El horario pesado es mi excusa, mi salvavidas. —No estabas bien antes de irme, no sigues bien ahora. No me puedes engañar—.

Otro largo suspiro. ¿Que podía decirle? No quería mentirle sobre lo que sucede, tampoco quería contarle la verdad; parecía que quedarme en silencio era la mejor forma de hacérselo saber.

—Entiendo. Seguiré esperando —. Dice resignado. Tendré que disculparme una vez todo esto haya terminado. —Sin embargo, si no me dices antes de que regrese, no te dejare en paz—.

Claramente me estaba amenazando, eso no le quitaba que sonara adorable para mi. Ojala no llegue el día en que debamos separarnos de nuevo, igual que Song, esta ganándose un puesto especial dentro de mi corazón.

—Lo sé. Es hora de colgar, se me hará tarde —.

—Ve. Te escribiré más tarde. Que te vaya excelente hoy—.

—Igual para ti —. 

Fue él quien colgó. Estuve viendo la pantalla del celular unos segundos pensando en porque después de tantos años volvimos a encontrarnos, cuando encontré la respuesta sonríe agradecida. Es como un ángel, casi como lo es Jimin. 

                                    *** 

La temporada de horas extras acaba de iniciar, durante tres meses trabajamos alrededor de 12 a 14 horas diarias para controlar la demanda en eventos; eso fue el año pasado, este año llevamos tres días trabajando incluso 18 horas. La fama de la casa de eventos ha crecido y con ella el exceso de trabajo, por supuesto la paga tan aumento y es el incentivo mayor en toda la mafia de horas extras que maneja mi jefa. 

En otra situación estaría quejándome de las pocas horas que tengo para dormir, en cambio estoy agradecida de que iniciara la temporada porque así tengo menos tiempo para pensar y relajarme, ya que mi tiempo libre se quema en pensamientos sobre Nam. Igual que el ave sigo con la cabeza dentro de la tierra.

Jimin entra a nuestra oficina, la ampliaron antes de que regresara de su incapacidad, es más grande y los dos puestos caben perfectamente. Suelta el nudo de la corbata, se deshace de su saco y se tira de espaldas al sillón haciendo rechinar el cuero. Se ve cansado.

—¿Que tal la reunión? —. Dejo de lado los documentos y le sirvo un té. Lo necesita.

—Tres abuelas realmente locas que no pueden ponerse de acuerdo entre azul celeste y aguamarina, ¿como crees que estuvo?—. Me siento junto a él y le entrego el té. —Gracias—.

—Realmente desastroso. Poco a poco irás aprendiendo los trucos del negocio—.

Cuando regresó de la incapacidad, jimin recibió la noticia de que se encargaría de su primer evento solo. La emoción en sus ojos fue tanta que se hecho a llorar un buen rato, creí que no aceptaría el reto porque he visto su miedo a la hora de dar un paso adelante y progresar, pero lo asumió con toda la actitud desde el principio. Por supuesto soy su consejera a cargo, le doy las pautas, los tips y los contactos para organizar un evento, solo que para aprender hay que experimentar y eso es lo que esta haciendo.

—¿Cual es el secreto? ¿Como haces para cumplir con todos? ¡Me volveré loco! —. Por último clavo su cabeza entre su mano libre, luego cepillo su cabello hacía atrás.

Doy toques en su espalda buscando que se tranquilice, es el primer round con las abuelas, necesitara tener más paciencia y serenidad para tener su primer éxito en un evento.

—Tranquilízate. Vas a aprender de la mejor. Te daré un consejo gratis. Repite nuestro lema por favor —.

Me ve confundido por la petición, se endereza y mueve sus labios.

—Dinos tu sueño y lo haremos realidad—.

—¿Eso quiere decir?—.

—Que todo lo que piensan se cumplirá—.

 —No exactamente—.

Se echa hacía atrás viéndome con cara de que rayos le estoy diciendo. Después me agradecerá los tips, en este mundo cada cual debe tener sus modos de supervivencia. Decido cambiar de puesto, voy al escritorio y recargo la retaguardia en la madera, uso las manos de apoyo y me recargo hacía atrás.

—Las personas quieren que sus momentos especiales queden grabados para siempre, que tengan algo de que alardear y que recordar. Eso no quiere decir que todo lo que piensen sea primordial para que ese momento sea especial. Para eso estamos nosotros, para guiarlos. El cliente siempre tiene una idea inicial, con nuestra ayuda, esa idea se modifica ligeramente, tendrá el mismo resultado pero mucho más impactante —.

—Puedes explicarme mejor la idea, no estoy entendiendo muy bien—. 

—La conclusión de la reunión que tuviste es que no lograron ponerse de acuerdo, ¿verdad? —. Asintió. 

—La abuela de la novia quiere que sea aguamarina, la madre del novio azul y la madre de la novia no se decide entre uno de los dos —.

—Ahí esta el truco, ¿cual de los dos colores beneficia la boda? —. 

Se lo piensa un momento, sus ojos recorren la oficina hasta que tiene la respuesta. 

—El aguamarina combina para ambos gustos—.

—Debes convencerlas de eso. No imponiendo el color, debe parecer que estar de acuerdo con cualquiera de los dos, veras que al final se deciden por el que recomiendes—.

—No lo había pensado de esa manera. ¿Funciona? —.

—En el 80% de los casos, si. El otro 20% te tendrá en angustia durante unos semanas más —. No todo en la vida es fácil. Yo pase por lo mismo, no una, sino millones de veces.

—¿Puedes acompañarme en las siguientes reuniones? —.

—Sabes que es imposible —.

—Al menos lo intente. Pondré en practica tus consejos. Ahora si me lo permites, iré a la cafetería por un buen café cargado y una tarta de fresa—. Sale arrastrando su existencia. Espero aprenda pronto para que no se sienta tan frustrado.

Estaré observándolo, cuando lo veo prudente intervendré en su trabajo para ayudarle, mientras tanto deberá aprender solo para que llegue el día en que sea él quien le de consejos a alguien más.

Regreso a mi trabajo. El computador muestra los mensajes que han entrado desde que llego Jimin, en serio es impresionante la cantidad de eventos que manejaremos esta vez. Recojo mi cabello con una coleta, dos mechones cuelgan de lado y lado, según el reflejo en la pantalla no se ve tan mal. Abro el primer mensaje de la imprenta, ellos también están en su temporada de trabajo pero nos ponen como prioridad, responden los mensajes en cuestión de minutos.

—Permiso—. Tocan el marco de la puerta y miro de reojo, es el guarda de seguridad.

—Deja de comer donuts—. Dejo el mensaje a medias y giro la silla para verlo.

—Es el uniforme, señorita. Vine a decirle que tiene una reunión y los señores la están esperando en la sala —. Palmeo con fuerza mi frente, seguro me quedara marcado. ¡Olvide mi reunión con la gente de BigHit!

—Dile a Tere que les lleve bebidas, estoy ahí en unos minutos —.

—Esta bien —.

BigHit volvió a contactarnos para otro evento, esta vez no es directamente con el CEO, será con uno de los managers y empleados. Me tomo por sorpresa esa parte, sin embargo, estoy feliz de lo bien que nos fue con ellos que incluso para eventos pequeños nos tienen en cuenta. Agarro dos carpetas que tenía previamente organizadas con los pocos datos que me dieron cuando me llamaron, más las preguntas que deben responder para organizar el evento. 

Paso a la oficina de Song, esta clavada de cabeza entre papeles, carpetas, cajas de archivo, vasos de café y papeles desechados, es común verla así en estas fechas, pronto llegará la etapa donde vestirá de sudadera para poder moverse con libertad. 

—BigHit esta aquí, ¿revisaste la propuesta? —.

Levanta la cabeza y sonríe abiertamente, no hace juego con sus ojeras pero se ve bella. 

—Sigue enamorándolos y pensaré seriamente en tu aumento de sueldo—. Extiende la carpeta de la propuesto sobre el presupuesto para el evento. —Ajuste los recargos, revisalos. Diles que son atenciones por ser clientes preferenciales—. Lo dice porque se entero que Nam trabaja ahí.

—Espero no estés tramando nada, Song —.

Levanta ambas manos viéndose inocente, pero su sonrisa picara la delata. Me están esperando en la sala y no puedo quedarme para averiguar que esta pensando en su loca cabecita; después lo sabré. Salgo directamente a la sala de reuniones, escucho voces dentro, son varias personas. La propuesta fue aprobada, el descuento que Song le dio es de esos que se hacen una vez al año.

Empujo la puerta, las voces enmudecen y me quedo a mitad de camino cuando veo a Yoongi sentado del otro lado junto a dos personas que no reconozco. Miro a los lados, no hay nadie más, por un segundo se me detuvo el corazón, existía la posibilidad de que Nam también estuviera aquí; eso pensé fugazmente al ver a Yoongi.

Los dos me saludan con una reverencia que correspondo torpemente. La puerta se cierra a mi espaldas y deslizo los pies para tomar asiento frente a las tres personas que ya están sentadas.

—Siento mucho, hacerlos esperar tanto —.

—No hay problema. Déjeme presentarme, soy SongSeuk, uno de los coreografos de la empresa—. Por su vestimenta no cabe duda que le gusta el baila, en especial danza urbana. A ellos les gusta mostrar su estilo.

—Yo soy Geunk, representante de BigHit —.

—Yo soy Kim Zoe, consejera, co administradora de la empresa —. 

Los dos hombres se quedan viendo a Yoongi que no dice nada, deben estar esperando a que también se presente, pero es innecesario.

—Ya he hablado antes con Yoongi —. Digo y los hombres retiran la mirada de él.

—Vamos directo al grano—. Dice él. Creo que no le gusta alargar las cosas o esta de mal humor. 

—Esta bien. Este es el presupuesto de acuerdo a la información que me dieron. ¿Con quien hable ese día? —. Deslizo la carpeta para Yoongi, esta sentado en medio.

—Yo —. Dice el manager. —El secretario me dio el número de contacto—.

—Ya veo. Verán el listado de materiales, su costo y el valor del montaje para ese día. ¿Puedo saber de que trata el evento? ¿Que concepto quieren?—.

—Es una fiesta sorpresa para Bang Pd, estará de cumpleaños y él no celebra esas fechas —. El frió Yoongi cambia a un conmovido niño.

Una fiesta de cumpleaños sorpresa, eso explica tanto misterio y la cantidad mínima de personas que asistirán. No quieren hacer algo grande pero desean que sea todo un acontecimiento para el cumpleañero. Es un gesto de gratitud para su CEO. Tienen lazos parecidos a los nuestros, nos ayudamos y apoyamos como una familia. 

—¿Esto incluye todo lo que te pidieron? —.

—Así es. ¿Tienen algún problema? —.

Yoongi niega con la cabeza, entrega la carpeta al manager para que revise.

—Es perfecto. Pensamos que sería mucho más costoso. Muchas gracias—.

—La presidente fue quien dio el presupuesto. Ella quiere tener una atención con ustedes. Esperamos seguir trabajando mas adelante—.

—¿Necesitas algo más para iniciar? —.

—Aparte del deposito del que hablamos, necesito unos datos extras —.

—Envíame eso por correo. Lo responderé tan pronto como llegue a la empresa. Discúlpanos por tener una reunión tan corta, pero tenemos medido el tiempo—.

Los tres se han puesto de pie. No es necesario alargar la reunión cuando ya tengo resuelta dos de las tres preguntas más importantes. Asiento y me pongo de pie para despedirlos. 

—Estaré esperando la información. Gracias por venir y por confiar en nosotros —.

—Tenemos las mejores referencias de ustedes, no había mucho que pensar —. El coreografo hace una reverencia y sale junto al manager.

Yoongi se queda a medio camino en la puerta. Gira en sus pies y se queda viéndome como si quisiera decir algo pero no sabe como. Entorna la mirada y ya me siento incomoda con la situación. 

—Tiempo sin verte, Yoongi—. Digo de la nada para romper la atmósfera aterradora que ha creado.

—¿Eso es todo? —. 

—¿Disculpa? —.

Suspira frustrado por algo, yo no estoy entendiendo nada y espero a que me de más pistas. ¿De que debería hablarle?

—¿Has hablado con Nam Joon? —. Oh, era eso. Estos dos se han vuelto realmente buenos amigos.

—Algo así —.

—No iba a decir nada porque es algo que no me compete, pero como ese idiota no esta haciendo su trabajo como debe ser y me perjudica; tengo que entrometerme —. Resopla. Su mano cepilla su cabello de un lado. —No sé que les paso, pero deben hablar. No dejes que las cosas avancen, si vas a terminarlo que sea de una vez, no lo mates de a poquitos; será peor para los dos—.

Nuevamente estoy sorprendida. Así de bien se llevan para que este chico que alborotaba la vena frontal de Nam Joon se preocupe por su bienestar. Nam debe sentirse realizado ahora que cuenta con alguien como Yoongi, es frió y tosco pero será una persona trasparente y sincera.

Su mano se pasa a mi brazo, suavemente la desliza, sonríe un poco y luego sale para perderse en el ascensor. No sé si me estaba consolando o me estaba reprendiendo, sus palabras quedaron zumbando en mi cabeza. Tiene razón, no puedo seguir alargando la situación con Nam, a ninguno de los dos nos conviene.

                                      ***

Ni idea cuando se hicieron las ocho de la noche. Cuando levante la cabeza ya casi no había nadie afuera. Jimin se fue a la imprenta y de ahí va a su apartamento, Song asiste a una reunión, dijo que Jong la recogería y pasarían por mi. Estiro todos mis músculos, mis brazos y cuello truenan al acomodarse. Es hora de regresar, tendré horas extras en el apartamento. 

El celular vibra en el escritorio, a esta hora debe ser una llamada extraoficial. Activo la llamada con el manos libres. 

—¿Si? —.

—Zoe, ¿en donde estás? Ya vamos a recogerte—.

—¿Song termino su reunión? —.

—Sí. ¿Ya estás lista? —.

—Discúlpame con Song, un cliente me confirmo una cita. Estoy de camino—.

—¿Puedes posponerla? —.

—Creo que no, el personaje no tiene mucho tiempo disponible —.

—Entiendo. Se lo diré a ella. Nos vemos en el apartamento. ¿Quieres que te compre algo? —.

—Comeré en la reunión. No te preocupes. Hablamos en el apartamento. Suerte—.

 —Para ti también—.

No esta bien mentir, pero en ciertas situaciones parece inevitable. Song se enojara unos días conmigo, buscaré la forma de contentarla pronto. Pongo dentro de mi maleta la lapto, las carpetas, los informes y mis pega notas infaltables. Me despido de los que se quedan atrás, ellos saludan y otros ni me ven , solo sacuden la mano en lo alto. Es tan realmente concentrados en terminar sus trabajos.

Esta sera mi última noche en el apartamento de los Song. Ese bribón de Yoongi me puso a pensar el resto del día, dijo las palabras exactas, dio justo en el clavo y me dio el empujón que necesitaba para actuar. Regresaré a mi apartamento a enfrentar mi realidad, no le daré más la espalda, si sigo así, jamás avanzare en mi vida. Tampoco soy la primer persona que fracase en el amor, aceptar y superar es de sabios, y yo me considero una persona inteligente. No puedo actuar con inmadurez a estas alturas del partido. 

Las puertas del ascensor se abren en el primer piso, no he ido por el Spark, es algo que también debo dejar de posponer. Para mañana estaré de nuevo rodando en el. 

Veo una figura en la puerta bastante familiar para mi, a medida que salgo del edificio mi respiración se acelera, debo tragar grueso si es que quiero decir algo, es demasiada coincidencia que justo este aquí frente a mi. Parece que no tendré que esperar a mañana, lo que se debe hacer hoy, se debe hacer hoy. 

—Zoe... —.

—Joon —.

¿Realmente podré ponerle fin a todo esto? ¿Seré capaz de no huir esta vez? Eso no importa ahora, porque ya estamos aquí.

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Y pues toco dejar hasta aquí porque... ya saben el suspenso es bueno.

No se preocupen esto no terminara pronto, así que tendrán un tanto más de este par y su odisea amorosa. 

Los quiero y les agradezco infinito por su apoyo, sus comentarios y likes me ayudan bastante y me motivan. Besos y los leo pronto. 






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