VIGÉSIMO NOVENO

Joon insistió en llevarme al apartamento de los Song, yo me negué por todos los medios, él acababa de confesarme sus sentimientos, yo había llorado en sus brazos y me sentía tan avergonzada que no podía levantar la cabeza.

En estos meses se ha vuelto más obstinado que antes, debe ser su ambición lo que lo ha hecho así.

Un taxi fue el que nos llevo hasta el edificio. En el camino no dije nada, me limite a ver por la ventana, él tampoco hizo tema de conversación, lo que fue un alivio. La condición para aceptar que me acompañara fue que no pasará de la puerta del edificio. 

—Puedo ir hasta el apartamento, no tengo... —.

—¡Ish!—.

Alza la mano en son de paz.

—Solo quería intentarlo—.

—No tientes a tu suerte. Ya puedes irte—. Él tenía que irse antes de que yo cambiara de opinión. 

Mis ojos están en su camisa, no tengo la confianza de verlo a los ojos, no lo haré por ahora. Su mano atrapa la mía tomándome desprevenida, nuevamente el calor colorea mis mejillas, pero no soy capaz de verlo fijamente. 

—¿Cuando vas a regresar? —.

—Mañana...—. Dije pausado.

—¿Puedo pasar a recogerte? —.

Negué con la cabeza. No es que sea mala con él, estoy confundida, me dio mucha información que tengo que procesar para tomar una decisión definitiva. Si aparece de la nada en mi día a día, no podré poner mis sentimientos en orden.

—Esta bien. Igual dije que iba a esperar—. Subió la mano y vi como sus labios depositaban un beso en mi mano. Sus ojos sonrientes me han mirado con... dulzura.

—Lo siento—. Torpemente es lo único que podía decirle.

Despego sus labios de mi mano, seguí sus ojos hasta que enderezo su cuerpo. Sus ojos ya no sonreían, su mirada amable penetraba cada capa de mi cuerpo, sentí que me abrazaba sin tocarme.

—Zoe, cuando digo que voy a esperarte es porque aceptare la respuesta que me vayas a dar. Solo quiero que cuando me digas tu decisión no vayas a tener arrepentimientos después —. No soltó mi mano y la cubrió con su otra mano. —Quiero que sepas que estoy muy asustado, puede que al final decidas alejarte de mi y tenga que aceptarlo. Ese es mi mayor miedo, pero voy aceptarlo sin importar que—.

No podía dejar de sentirme mal. No sabía que decirle o como consolarlo, solo estaba escuchándolo, era todo lo que podía hacer por él.

—Descansa. No pienses mucho en eso y solo ve a descansar. Hasta pronto—. Asentí.

Sentí que estaba perdiendo algo cuando su mano soltó la mía, cuando lo vi entrar e irse en el taxi. El nudo que se estaba armando en mi garganta era molesto y doloroso. Él se había ido con esa mirada llena de melancolía, todo por mi culpa, porque no estaba segura que era una pesadilla, un sueño y la realidad para mí.

Subí por el ascensor hasta el apartamento, con pesar abrí la puerta, cambie mis zapatos, deje mi carga laboral en un rincón, arrastre mi existencia al sillón donde caí de panza dejando descolgado un brazo. El encuentro con Joon robo toda mi energía, cancelaré las horas extras por esta noche. 

No estaba de ánimo, ni siquiera el chancleteo que se acercaba me haría levantar de aquí por un rato. Song se sentó en el puf frente a mi, doblo su cuerpo dejando caer su cabellera, me miro, suspiro y volvió a su posición.

—Eres un desastre, Kim Zoe  —.

—Lo sé—. Suspire decaída. —¿Y Jong?—.

—Esta en el supermercado—.

—Ya veo—. Gire mi cuerpo quedando panza arriba  y suspire nuevamente.

—Acepté que se vieran pensando que te ayudaría y volverías a sonreír. Estas aquí siendo tan lamentable frente a mi, me estoy arrepintiendo —.

Negué con la cabeza. —Estas equivocada. Fue bueno hablar con él—.

—Tan bueno que da la impresión que te tiraras de la azotea del edificio. Déjame diferir contigo—. 

—Boa nos mintió a los dos —. En el camino pensé contarle a Song de una manera sutil sin invocar su demonio interno, pero que más da.

—¡Maldita, hija de su... —.

—Song—. 

—¡Lo sabía, lo sabía! Le hace honor a su nombre. Es que donde la tenga enfrente le arranco esa melena con las pinzas —. Sabía que esa sería su reacción. Por lo menos no siguió maldiciendo o lanzando cosas a volar. 

—Ella sabía que Joon y yo eramos amigos. Me mintió para que él quedará como el mentiroso que no le importaba mis sentimientos y quería jugar conmigo —. Las lágrimas se escapan de mis ojos. Sigo conteniendome cuando estoy con él, pero con Song no es necesario. —Song, llegué a odiar el día que lo conocí, odiaba haber compartido gustos, palabras, detalles; todo de él.Lo empuje lejos de mi, pensando que él no valía la pena...—. Use mis  manos para cubrir mi rostro. Me estaba ahogando en lo profundo de mis sentimientos.

Deje de retener mis emociones, llorar no me daría una solución pero haría que el nudo en mi garganta se soltara un poco. Song se sentó a mi lado, no decía nada, solo palmeaba mi pecho, igual que cuando me enteré que Jin me engañaba, me dejaría llorar hasta estar aliviada. 

                                          ***

No hay nada mejor que un té dulce después de llorar. Aún sollozaba pero las lágrimas se habían detenido. Jong llego para ser parte del equipo que participaría en mi rehabilitación, me abrazo con fuerza, palmeo mi espalda y beso mi frente, tal como lo haría un padre. 

—Hay mujeres realmente locas. Creí que solo pasaba en las novelas —. Dice un experto en novelas.

—Esta loca. Es que escucho su nombre y me herve la sangre —. Literal Song golpea la mesa cada vez que se nombra.

—¿Hablaron de ustedes? —. Preguntó Jong.

Los esposos Song se quedaron viéndome expectantes.

Mire la taza de té humeante, el reflejo en el té mostraba cada escena de nosotros hablando, comencé a arrepentirme por no haber dicho muchas cosas en aquel momento.

—Se me declaro—. Si es que eso se puede tomar como una declaración. Debió ser el ambiente del momento, que se sentía lamentable y pesaroso.

—¿De verdad? —. Dijeron al unisono. Los Song se escuchan más emocionados que yo.

Si. Dije en baja voz.

¿No estas feliz?. Pregunto Song.

Eso es lo que me estoy preguntando, ¿porque no me siento tan emocionada y feliz? Joon dijo que esta enamorado de mi, que le gusto desde que nos conocimos; eso debería llenarme de una felicidad infinita, es más, no tendría que pensarlo mucho para aceptarlo. Si tuviese que darle una explicación ahora, sería que es por todo lo que hemos sufrido desde comienzos de año. 

La calidez de la mano de Jong sobre la mía, hizo que me diera cuenta que no había quitado la vista del té. Levante la cabeza para verlos. Los dos se veían conmovidos. 

—No te presiones por eso. Tomate tu tiempo. Lo primero era saber que había pasado y porque, fue duro pero lo has resistido. Verás como poco a poco las cosas van a mejorar —.

—Sí. Por nosotros no te preocupes, puedes quedarte todo el tiempo que quieras. Te amamos y queremos que seas feliz —. 

¿Que habré hecho bueno para tener a estas dos personas tan maravillosas de mi lado? Sus palabras hacían que lo más espantoso tuviera cierto toque de hermosura.

—Yo también los amo... Por cierto, ¿de quien fue la idea de tener una cena para cuatro? —. No lo había olvidado. Estas dos personas me iban a tender una trampa.

Jong soltó mi mano, Song mira a un lado nerviosa y su esposo al otro, de reojo me ven al tiempo y cruzo mis brazos esperando que me respondan con sinceridad.

—¿Eso es importante? ... Lograste saber la verdad de su propia boca, eso es lo que importa —. Se excusa mi amiga a las carreras.

—¿Quiere decir que fue tu idea? —.

—No. Fue mía—. Jong agacho la cabeza. —Los dos parecían que iban a morir de depresión y le dije a Song que me ayudará—. No puedo culparlos. Yo haría lo mismo en su lugar.

—Me iban a entregar al lobo. Esa es la lealtad de la que hablan. Iré a la habitación —.

—No es así, Zoe. En serio queríamos ayudar—. Mi amiga se ve adorable llenando de aire sus mejillas para suplicar mi perdón. Haré que sufra por esta noche.

—Es la verdad. Seguías con cara de suicida. Tenía que hacer algo —.

—Me engañaron. Que grandes amigos tengo —. Lleve el té conmigo y los deje suplicando en la sala.

Coloqué la taza sobre la mesa junto a mi cama, cambié mi ropa por la pijama y me deslice debajo de las cobijas. Haría caso a las palabras de Joon y Jong, por esta noche no pensaría más en lo que paso, descansar era lo más importante. 

                                      ***

A la mañana siguiente me levante una hora antes de lo habitual, no iba a quedarme dormida de nuevo así que pase directamente al baño para ducharme. Aproveche para tratar las bolsas que me salieron debajo del parpado, debí llorar mientras dormía, no recuerdo haber soñado algo o haber llorado tanto. 

Desde el baño escuche sonar mi celular pero no alcance a tomar la llamada, Ho Seok también madrugo. Iba a regresarle la llamada pero mi mamá me llamaba. 

—Mamá, buenos días —.

—¿Estás despierta? Has tenido mucho trabajo, deberías dormir más —.

—Igual me llamaste, ibas a despertarme de todos modos —.

—Solo quería saludarte temprano antes de que te ocuparas y no pudiéramos hablar. No iba a tardar mucho la llamada—. De todos modos es una madre, ellas se preocupan por sus hijos sin importar la edad que tengan.

—Lo siento. Los he descuidado mucho —. Hasta ahora me daba cuenta.

—Es por tu trabajo, así que esta bien. Aunque si me gustaría que le escribieras a tu papá o de ser posible lo llamaras. Te extraña mucho pero dice que no quiere distraerte de tu trabajo, ¿puedes hablar con él?—.

—Ese viejito terco. Claro que lo haré —. 

Boa no solo me había engañado, me había lastimado profundamente, también estaba estropeando mi vida y eso es algo que juré jamás podía suceder. No importaba lo que fuera, nunca deje a mi familia de lado, ni me desprendí de ellos. Siento rabia conmigo misma por haber sido tan egoísta hasta con mi familia. 

—Gracias. ¿Estas comiendo bien? ¿Quieres que vaya y te visite? —. No hay cosa que más quiera en este mundo que tenerla a ella cerca de mi cuando estoy triste o abatida. Pero aún hay cosas que debo hacer por mi misma y si viene no podré hacerlas.

—Estoy comiendo muy bien. Song me cuida mucho. No te preocupes, apenas tenga tiempo iré a visitarlos. Tu solo cuida de mi papá —.

—¿De verdad? —.

—De verdad. Voy a terminar de arreglarme para desayunar. Prometo llamarlos esta noche. Saluda a papá por mi. Te amo —.

—Okey. Yo también te amo. Tu papá se pondrá muy feliz. Cuídate hija —.

—Lo haré —.

Me miró al espejo, no me gusta lo que estoy viendo, la cara pálida, los ojos rojizos; puede que este próximo mi periodo menstrual porque estoy demasiado susceptible. Sacudi la cabeza echando fuera toda la mala energía. Boa no podía convertirse en mi piedra en el camino, no podía darle ese poder.

El celular suena en mi mano, olvide soltarlo y me ha dado un susto cuando vibró. Tome la llamada sin darme cuenta quien era.

¿Diga?.

¿Acabas de despertarte?.

No, prácticamente estoy lista. Bueno, me faltaba la camisa, medias, zapatos y cepillar mi cabello. Eso no tomaría mucho tiempo.

¿Ya no duermes?.

Claro que si. Incluso me dormí dos horas antes de lo normal.

Aún me faltaba parte del tratamiento para las bolsas de los ojos, puse la llamada en altavoz para atender ambas cosas.

Yo que pensaba alardear de que me desperté antes de tiempo. Dame algo de crédito por esto, ¿si?

Haces un gran trabajo como despertador humano. ¿Así o más realista?

Trata de sonar más sincera, que se sienta real Dice entre risas.

Okey. Cuando regreses te invitare una cena.

Esa  es la Zoe que conozco. ¿Puedo comer lo que quiera?.

Lo que quieras. Estoy trabajando hasta la madrugada para comprarte lo que quieras.

—Eso me hace un mal amigo, pero puedo soportarlo. Ambos reímos.

No se porque Ho Seok y yo nos llevamos también, no creo que sea por la historia de nuestro pasado, parece algo mas que es difícil de explicar, me conformo con sentirme tranquila y libre cuando hablamos. Es el tipo de persona que desearía jamás se apartara de mi lado. Espero que él se sienta igual y que nada de esto lo lastime de ninguna forma, no quisiera ser la causa de que su sonrisa se desvanezca. Me odiaría por eso. Lo que me hace pensar si hacer esto con él está bien, ser así entre los dos, no va a dañarlo ¿ verdad?

¿Cómo va el viaje?.

Mucha gente me saluda, recibo alagos, premios, regalos. Parece un sueño. Por como lo decía, eso parecía.

Sólo vive ese sueño. Si tienes que despertar en algún momento, has que sea un bonito recuerdo.

Wao, siento que estoy hablando con Bang Pd. ¿Si llame a la persona correcta?.

Es que soy un genio. ¿No lo sabías?

Muy modesta ella hablando de si misma. ¿No te da pena?.

En lo absoluto. Ya termine aquí. Voy a desayunar. ¿A que hora empiezas tu agenda?.

Quisiera que se acabará pronto. Tengo el tiempo exacto para estar listo y en la puerta para salir.

Entonces no pierdas más el tiempo y hazlo. Te hablaré después. Que hoy sea mucho mejor que ayer.

Gracias. Para ti también. Hablamos luego.

Mi vida estaba a medias pero tenía la oportunidad de tener amaneceres tan conmovedores como este.

Terminó de cambiarme, arreglar mi cabello y salgo a la cocina. El olor del  café en la mañana es la sensación  más cercana a estar en el cielo, es la gloria. Paso a la sala, Song sorprendida deja los platos sobre la mesa, pestañea y frota sus ojos.

Iba a llamarte para desayunar. ¿Porque no estás durmiendo?

Tenemos mucho trabajo represado. Mi yo responsable no me deja dormir más Tomo asiento para saborear todo lo que esta en la mesa.

Eso me hace a mi una jefa explotadora. Hace muecas y se sienta a mi lado.

Nadie pensará eso. Yo tampoco diré que tienes una mafia de horas extras en la empresa. ¿Te das cuenta todo lo que hago por ti? .

No voy a darte un aumento de sueldo . Niega de inmediato y muerde el trozo de manzana.

Seria una buena motivación para trabajar todos los días, ¿ no crees?. Enrollo carne tocino y a la boca.

¿Quieres motivación? ¿ Qué te parece esto? Si no haces horas extras y cumplimos con las demandas tendremos que cerrar la empresa y dejar a todos sin empleo. Descaradamente está hablando de la bancarrota de nuevo.

Entorno la mirada y ella sólo sonríe abiertamente.  Esta clase de personas son las mas peligrosas. A veces me pregunto porque nos llevamos bien, claramente me esta explotando y yo no hago más que quererla cada vez más y más.

Tienes que hacerme la heredera de la empresa. De algún lado debo recibir la paga por todos mis esfuerzos.

Oye, que mejor paga que todo mi amor y amistad. Eso es bastante.

¿Es más grande que el amor que tienes por Jong?. Sus ojos se abren como dos platos.

Buen intento pequeña De la nada aparece Jong golpeando mi cabeza por detrás.

Estas despierto. Song le da el beso de buenos días. Por estas cosas es que me regresare hoy al apartamento, me siento rara.

Estoy desayunado. Desen amor cuando me haya ido. Finjo tener escalofríos y los dos se ríen.

—¿De que hablaban? —. Jong se sienta en la punta de la mesa, como el jefe de la familia.

—De la mafia de horas extras y que seré la heredera de los Song—. Sumar los ingresos de los esposos solo hace que vea ceros infinitos en mis cuentas.

—¿Eso que tiene que ver con la cantidad de amor que tiene Song para mi? —.

—Dijo que me pagaría con su amor y amistad. Para saldar la deuda debe ser mucho más grande que él amor por ti —.

—Eso es imposible, Zoe—. Dice Song con cara de obviedad.

—Tendré pensar en la oferta de BigHit. El sueldo es mayor y no cumplo horas extras —.

—¿Se atrevió a ofrecerte un trabajo? —. Ofendida llevo la mano a su pecho. —No volverás a esa empresa. Yo los atenderé de ahora en adelante—.

—Es un buen sueldo —. La escuche claramente, haré como que no ha dicho nada.

—Kim Zoe, no te atrevas a dejar la empresa—. Amenaza señalándome con su indice.

Tomo un trozo de pan y lo pongo en su boca para que deje de hablar, lo muerde y me ve de reojo.

—Claro que no lo haría. ¿Que clase de persona crees que soy? —. La ofendida soy yo.

—Las dos me dan miedo. Sean siempre mis aliadas, por favor —. Jong se encoge en su puesto.

Iba a decirle algo genial a Jong hasta que el vibrar sobre la mesa me robo un gritito. Últimamente me espantaba por cualquier cosas, deben ser los nervios, o que no he descansado lo suficiente. 

—Diga —.

—Nunca creí que este día llegaría. Vamos a hablar y arreglar esto de una vez por todas—. 

Esta voz solo tuve que escucharla una vez en la vida para reconocerla. Había olvidado que mi vida es un desastre y que si quería ser feliz debía arreglar parte por parte. Necesito ponerle punto final a todo lo que me llego a atormentar en el pasado, la muerte de Jin y el odio de su madre será de lo primero que me ocupe. 

—Nos vemos  a las 2 en la cafetería del parque central, ¿le parece? —.

—Ahí estaré—. Colgó sin más.

Por unos segundos me quede mirando fijamente a la nada. ¿Que se suponía que le diría a la mamá de Jin? Esta más que claro que ella me odia, llego a involucrar a su familia para en cierta forma lastimarme. ¿En serio va a escucharme? ¿Me pedirá algo para compensar la muerte de su hijo? Todas esas preguntas me estaban atacando, fue hasta que Song chasqueo los dedos que escape del ataque.

—¿Era Nam?—. Me hubiese encantado que fuera él, mi expresión seguramente sería de idiota, no de alma en pena.

Sin embargo asentí.

—Me alegra que puedan encontrarse. Quiere decir que las cosas van por buen camino —. Mi amiga se ve muy ilusionada.

De nuevo he mentido para un bien común. No quiero preocuparlos por mis problemas personales. Le dije a Song que le contaría cuando viera a la mamá de Jin pero lo omitiré por esta vez. Quiero hacer esto por mi cuenta, ella ya salió lastimada, aún esta lidiando con el hueco financiero de la empresa. 

—¿Pensaste que hacer con la chica?—. 

Song y yo volteamos a verlo. Era una muy buena pregunta.

—Es obvio. Contrataremos unos sicarios, dos tiros en la cabeza y estará terminado—. En realidad a esto me refiero cuando digo que dirige una mafia. Su mentalidad a la hora de ser malvada es de maleante.

—Yo estaba pensando en darle sustos, destruir su apartamento. Pero acabar con ella fácilmente puede ser una opción —. Ahora entiendo porque se casaron. 

Negué fervientemente.

—Eres muy aburrida, Zoe—. Comentó Jong, aparto el plato y cruzo sus brazos. —¿Cual es tu plan?—.

—Desenmascararla. Por si sola no dirá la verdad, habrá que ayudarle —.

—Me gusta como suena eso. Cuenta conmigo —. Sí cuando se trata de travesuras y venganzas, Song es la indicada.

—Conmigo también. ¿Ya tienes una idea de como hacerlo? —.

—Hace dos días le envió un mensaje a Joon diciéndole que Ho Seok y yo nos íbamos a comprometer, que debían felicitarme. Le pediré a él que le ponga una cita para que me den una sorpresa, ella me dirá que los dos van a verme para lo del matrimonio y ese será el momento —. Lo pensé mientras me duchaba esta mañana. No puedo permitir que Boa siga haciendo de las suyas, esto tiene que parar.

—¿Crees que Joon te ayude? —. Preguntó Song algo intranquila.

—De eso no cabe la menor duda —. Respondió Jong en mi lugar. Tampoco creo que se niegue. —Cuando me quede con él dijo que haría cualquier cosa para recuperarte—. Espero a ver escondido la emoción al escuchar eso.

—Esta hecho. Dinos cuando esté todo arreglado, me ocuparé del lugar para ese día —.

—Gracias. Sabía que podía contar con ustedes siempre —.

—Claro, y si quieres dejo sobre la mesa la opción de los sicarios —. Esa es mi amiga.

Como dijo Jong poco a poco las cosas irán tomando su lugar y mejoraran. No sé lo que me espera de ahora en adelante, confió en que podré soportarlo y finalmente llegar a ser feliz en plenitud. 

                                                                                               ***

Entre semana el parque central no se ve tan concurrido con el fin de semana. Se ven una que otra bicicleta, pocas personas atravesando el sendero, se pueden ver más mendigos por la zona deambulando. En el centro, a mitad de camino, una cafetería acompaña a quienes transitan, es la parada obligatoria, por eso se llama "La estación". Puedes pasar tomar café, chocolate, un latte, estar apartado y luego regresar al ruido de la ciudad con la energía recargada.

Llegue cinco minutos antes recordando que Jin era bastante intenso con la puntualidad, ese cuento de que las mujeres pueden llegar una hora tarde si quieren, le irritaba de sobremanera. Imagine que con su madre sería igual, error, llego quince minutos después. 

La identifique desde que atravesó la puerta, la misma postura, el mismo aire de superioridad, hasta para vestir coincidían; lo que más llamaba la atención era el físico, de ella heredo el porte de príncipe. Aunque su mirada hacía a mi sea la de un asesino en busca de sangre y dolor.

De inmediato me puse de pie para saludarla, los modales ante todo, ella paso por alto eso, no se inmuto y se sentó. Todo un personaje, me recuerda mucho a la mamá de Jungkook cuando me busco para decirme que me alejará de su hijo. Tengo algo con las suegras que terminan odiándome. 

—¿Desea algo de tomar? —. Sigo siendo amable. Ha de ser estos nervios, no puedo parar de mover el pie.

—Un capuchino—. Por lo menos respondió y no siguió ignorándome. 

Llame al mesero para pedir un americano y el capuchino, él escribió en su libreta y se retiro a la barra. 

Ella me estaba viendo sin pestañear, yo imaginaba una cantidad de escenas espantosas mientras me veía, quizás pensaba en tirar de mi cabello, o esperaría a que llegara el capuchino y me lo aventaría en la cara, o sacaría un arma y me dispararía, todas eran trágicas para mi, pero no podía pensar en algo bueno cuando entorna la mirada y se cruza de brazos.

Carraspee haciendo notar lo incomoda que estaba, y si ella no quería hablar tenía que hacerlo en su lugar.

—No quiero sonar grosera con usted, pero tengo otros compromisos que atender, le gustaría ir directo al grano —. Oh, si. Su ceño se arrugo tanto que podía contar perfectamente las arrugas en su frente.

—Aquí tienen sus ordenes, americano y capuchino. Que lo disfruten —. El mesero se convirtió en un salvavidas. Ella asintió y su rostro se relajo.

–Quiero que retire la demanda contra mi sobrino–. Esto es el colmo del cinismo de esta señora, no me está pidiendo un favor, me esta ordenando.

Pensé en ser comprensible con ella, tratarla como a una abuelita, con delicadeza, todo por respeto a la memoria de Jin, pero he cambiado de opinión. Ella es quien se metió con la gente que quiero, con mi trabajo, con lo más preciado para mi después de mi familia; no le voy a permitir ningún maltrato.

–Señora Kim, siento decirle que no esta en mis manos tomar esa decisión. Su sobrino cometió un delito contra la empresa donde trabajo, la dueña es quien esta tomando acciones legales contra él, no yo–.

–Pero son amigas, eso debe ser suficiente para que levanten la demanda–. No quiere detener su cinismo. Habla con tanta propiedad como si estuviera hablando de un intercambio entre niños.

Me recargo en el asiento. Ella no entenderá nada de lo que le diga, esta convencida de que tiene todo el derecho en hacer y deshacer por la pérdida de su hijo. Se equivoca de sobre manera, estoy segura que Jin no deseaba ver a su madre actuar como una delincuente en su memoria.

–Necesito que entienda dos cosas señora Kim, la primera es que quise mucho a su hijo y por eso soporte muchos de sus comportamientos antes de separarnos–. Vi su mano empuñada sobre la mesa. –La segunda es que no voy a intervenir sobre la demanda, por muy amiga que sea de la dueña. Su sobrino debe asumir la responsabilidad de sus actos–.

Gradualmente su ceño se fue arrugando hasta que entre cerro los ojos haciendo ver lo furiosa que esta, solo que no podía mostrarlo con naturalidad porque estamos en un sitio público. Recuerdo que Jin decía que su madre era muy cuidadosa cuando estaba en público y eso le molestaba a él.

–¿Cómo se atreve a pronunciar el nombre de mi hijo? ¡Dice que lo quería! ¡¿Cómo puede decir eso cuando lo llevo a la muerte?! –. La gente a nuestro alrededor no son los únicos que la ven sorprendidos, yo también. Ella está de pie lanzando todo su odio contra mí, sin importarle la mirada de los demás.

Hay algo que me rondo la mente desde aquel día que fui sin ser notada al funeral de Jin, ¿Por qué alguien como él, tan popular y bien parecido no tenía amigos que lo lloraran? ¿Por qué una pequeña parte de su NUMEROSA familia estaba presente ese día? Entonces la imagen de aquel Seok Jin mirando a lo lejos en el edificio en construcción me golpeo fuerte en la cara, porque exactamente esa imagen fue la que me atrajo a él, esa mirada perdida en un punto y su suspiro a la nada fue lo que me impulso a acercarme sin pena, sin miedo. Lejos de su apariencia de príncipe del Reunio Unido, lejos de su sonrisa encantadora, lejos de sus encantos a la hora de robarse un par de corazones; estaba ese Seok Jin que vi un par de veces.

Ya que no iba a permitir la altanería, ni el ser señalada como la culpable por la mujer que irradia odio frente a mí, alce la voz como pocas veces he hecho, ya sea por miedo a las repercusiones o porque no tengo la confianza para hacerlo.

–¿Mi culpa? ¿Señora, está segura que solo es mi culpa? Dígame, entonces ¿Dónde estaba usted, o su familia cuando él los necesito? –.

Hable con mamá de esto una vez se calmó al escuchar la noticia, ¿no es acaso la familia el mejor calmante y tranquilizante para las peores situaciones?

La mujer hace rechinar sus dientes, su mandíbula se tensa a la par que sus manos se hacen puños a los lados. Aquellos ojos que miran con odio se están llenando de lágrimas, llenas de... ¿culpa?

Debo ponerme de pie, porque si bien estoy hablando con confianza en cualquier momento se me acabara la batería y terminare quizás hablando más de la cuenta, asumiendo en parte que soy culpable porque igual que ella, le di la espalda cuando pude haber hecho algo para evitarlo. Porque nunca olvidaré ese día, nunca olvidare cuando me tomo del brazo con desespero, nunca olvidare sus palabras pidiendo que lo escuchara, nunca olvidare ese día, porque también recibí el primer flechazo viendo de cerca a Nam Joon.

–¿Qué estupideces dice? –. Soltó apretando los dientes. Eso solo me daba una clara respuesta.

–De lo único que me arrepiento es no haberme dado cuenta de la realidad del príncipe Seok Jin, la soledad en la que su fama lo mantenía. Nunca se mostró solitario, ni mucho menos abandonado, al contrario, siempre daba esa impresión de ser muy cotizado y que nada le faltaba. Lo último que me hubiera imaginado era que le hacía falta la atención de su familia, que no tenía amigos de verdad, por eso cuando no me vio más a su lado se sintió perdido–. Duele admitirlo, duele entenderlo tan tarde. No me siento mal por haber terminado con él, era algo inevitable, Seok Jin y yo éramos buenos amigos que ante sus conocidos se besaban como novios, pero nuestra relación fue más amena cuando hablábamos y nos tratábamos de amigos. Lo que realmente duele fue a verlo ignorado en esos momentos, hoy tendría un amigo, no un recuerdo.

–¡No sabes nada! ¡Cállate, cállate! –. La rabia se convirtió en las lágrimas que mojan su rostro. Las personas siguen viendo a nuestra mesa. Por encima de su hombro veo los meseros haciendo señas al que claramente es su supervisor.

–Es por eso que hace todo esto, cree que así compensara la indiferencia y el abandono hacía su hijo. Piensa que así puede sentirse menos culpable por nunca haberle preguntado a su hijo si realmente estaba bien, haberle preguntado si estaba sonriendo porque realmente lo sentía o más bien lo hacía por costumbre. ¿Usted cree que realmente eso hará que su hijo descanse en paz? –.

La señora Kim por segunda vez cayó mis palabras con una bofetada, esta vez la acompaño de un sollozo agonizante, porque aunque no la podía ver gracias a que mi rostro quedo mirando a un lado, escucho claramente como solloza y reniega para sí misma.

–Señorita, ¿esta bien? –. Como es de esperar los meseros intervienen ayudándome por ser la lastimada y apresándola a ella por ser la atacante. Siento que vivo un deja vu.

–Usted puede golpearme todo lo que quiera señora. Puede matarme, si quiere, pero tenga en cuenta que eso solo la volverá más amargada y triste, porque ni mi muerte le dará la paz que busca–. Acomodo mi cabello para verla, algo dentro de mí se remueve viendo la tristeza que intenta camuflar con ira forcejeando con los meseros. –¿Sabe porque? Porque no es conmigo con quien usted tiene algo pendiente, es con su hijo, señora. En vez de estar involucrando a su familia en estupideces que podrían arruinarles la vida, porque no busca la manera de hacer las paces con su hijo, de pedirle perdón, de ponerlo a descansar como se merece–. Un par de lágrimas escurridizas se me escapan pero las corro rápido. –Es un consejo que le doy. Puede que no me crea esto, igual que usted me sentí culpable, me recrimine mucho y ahora busco la manera de hacer las paces con él, porque así le daré una despedida–.

Seok Jin siempre será esa parte de mi vida, mientras estuve en una relación con él, muchas cosas en mi cambiaron, mi manera de pensar hacia los romances: no se puede esperar que esa persona ideal sea perfecta porque entonces viene la decepción; mi apreciación por las personas: jamás sabrás cuando sea la última vez que los veas por lo que debes aprovechar cada instante, mi sentir por la vida. Entonces entendí que realmente fue bueno haber conocido a Kim Seok Jin.

La señora Kim se quebró en los brazos de los meseros, la sentaron, la liberaron del agarre y ella lloro, tal vez, con más dolor que aquel día cuando la conocí. Porque ella hasta ahora ha entendiendo lo que realmente sentía su hijo mientras ella lo ignoraba, creyendo que su mundo era perfecto, que Seok Jin su hijo  solo tenía problemas como no saber a qué chica escoger entre el montón de admiradoras que tenía. Demasiado superficial, demasiado roto, demasiado pobre, ese era el amor por su hijo.

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Buenas noches! Con ustedes una pequeña actualización. Sí, pequeña xD

Estoy preparando un especial para ustedes. Así que estén preparados, ya saben como es la temática, capítulos largos, quizás dos o más dependiendo del tiempo para subirlos.

Agradezco la atención, el apoyo y los comentarios que esta recibiendo I-legal. No siendo más, me despido de ustedes. Los quiero, Nam los ama y hasta la próxima.


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