"¡¡Felices 100 días!!"

Soy bastante tradicionalista y me gusta celebrar estas fechas, no contaba con que Joon fuera olvidadizo y que escogería justo este día para ir a ver a sus padres. Después  de todo lo que ha pasado, podré conocer en persona los padres de Kim Nam Joon. ¡Estoy hecha un manojo de nervios!

Joon me soltó la bomba está mañana, antes de que yo le dijera que serían los planes para hoy. Su familia está reunida en casa y él quiere aprovechar para que los conozca a todos. Según él, su madre no hace más que preguntarle por mi cada vez que la llama.

Los planes de la familia Kim son que vayamos en la noche, cenemps y nos quedemos hasta el otro día para desayunar y luego hacer un asado familiar. Iba a decirle a Joon que lo dejáramos para otra ocasión, pero ver esa emocion en sus ojos me hizo aceptar a la primera. Ya que falta poco para que llegue él para recogerme, me estoy arrepintiendo.

–Tienes que tranquilizarte, hija. Eres una chica inteligente, fuerte y sincera, una madre siempre querrá a una chica de ese estilo para su hijo–. Llevo media hora al teléfono con mi mamá pidiendo consejos y fuerzas.

–¿Y si resulta que la señora Kim no quiere compartir a su hijo? Mamá, sabes que hay madres asi–. Pronto tendré el labio inferior tan mallugado que parecerá recién operado.

–Estas exagerando, Zoe. De seguro tu príncipe saco los encantos de su madre–. Dice ella bastante convencida. –Ya verás que no se trata de ninguna bruja, y si llegase a pasar, háblame, yo iré a defenderte–.

–¿De verdad?–.

–¡Claro que sí! Eres mi única hija, no permitiré que ninguna suegra te fastidie la vida–. Lo mismo hizo con la mamá de Jungkook.

El timbre hace eco en mi apartamento, anunciando al recién llegado.

–Mamá, tengo que irme, acaba de llegar Joon–.

–Está bien. Recuerda ser tu misma, eso bastará. Te amo, hija–.

–Y yo a ti mamá. Gracias –.

Agarró mi bolso, las llaves, dejó las luces apagadas y respiro profundo antes de abrir la puerta, necesito verme tranquila, que no se noten los nervios.

Y ahí está él, chaqueta azul clara, Jean mareado, zapatillas blancas, camiseta blanca, peinado hacia arriba con una onda hacia atrás dejando caer un poco de cabello en su frente, su sonrisa encantadora y su gran porte.

–¿Lista?–.

–No. ¿Podemos arrepentirnos?–.

Joon sonríe, niega y extiende su mano.  No tengo más opción, me aferró a su mano y nos encaminamos para dar otro paso en nuestra relación.

                              ***
Mi novio es quien maneja el Spark, se convirtió en mi chofer personal, cada que tiene tiempo se ofrece a llevarme al trabajo o me recoge, o me lleva a alguna parte. Voy de copiloto, Joon habla de sus padres, que su madre es una muy buena cocinera, que su padre es un hombre bastante estricto pero amable a la vez. Me señala las tiendas que visitaba en su época de estudiante de secundaria, de a donde iba a por sus libros favoritos y poco a poco siento el nudo en el estómago crecer más y mas; porque aunque él intenta darme ánimos hablando de otras cosas, mi cerebro solo piensa en la buena impresión que debo dar a su familia. Es bastante angustiante.

Escucho mi celular vibrar, Joon es quien me alerta de que me están llamando. Lo saco del bolso y deslizó la pantalla para contestar.

–¿Hola?–.

–¿Ya te están torturando?–. No hay nada mejor que un buen amigo te recuerde tus miedos.

–No. Voy en camino–. Hobi ríe por lo bajo y carraspea.

–Buena suerte soldado –. 

–Hobi, no eres para nada alentador–.

–Soy sincero. Todo estará bien–.

–Gracias –. 

–Claro que si no sale bien, siempre puedes huir al polo norte y no regresar–.

–¡Eres un...–. Colgó antes de que me desahogara con él.

Joon pone su mano sobre la mía, llama mi atención ajustandola. Ladeo un poco la cabeza y le veo de soslayo. Él detiene y apaga el Spaek a un costado de la calle, ya se pueden ver las hileras de casas.

–Amor, relajate–.

Toma mi mano entre las suyas y la besa.

–Mi familia no muerde–. Aprieta los ojos y sonríe.

Mi mano se posa sobre su mejilla acriciandole. Se que no debo estar asustada, pero nadie dijo nada de no estar nerviosa. Depósito un pequeño beso en sus labios, sé que él también está nervioso. No puedo ser tan egoísta. Ambos suspiramos.

–Ya llegamos –.  Señala a mi costado una de las pequeñas casas de la zona.

–Aquí vamos–. Respiro profundo reuniendo coraje.

Él sale primero. Rodea el Spark y abre mi puerta, dejo que haga esas cosas para que no tengamos una plática innecesaria sobre qué a él le gusta atenderme y blablabla. Toma mi mano y me ayuda a salir, cierra suevamente, pone la alarma y entrelaza nuestras manos.

Las casas de parecen mucho, dos pisos, un jardín encerrado, un garaje, cambia es el diseño de la tachada y el color. Joon me guia, saluda a una señora que esta limpiando el sendero por donde pasamos.

De la casa de adjunto una chica sale, saluda con la mano en alto, Joon le responde, esa debe ser la casa de sus padres. La chica da brinquitos hasta a nosotros, cuando esta cerca, Joon suelta mi mano y ella salta literal a sus brazos.

–¡Hermano!–. Joon atrapa contra su cuerpo.

No es tan pequeña como Joon me la describió, ella es mas alta que yo y mucho mas delgada. Sospecho que mi novio me ha mentido en un par de detalles sobre su familia, eso me pone mucho más nerviosa. Se separan después de ese afectuoso saludo, donde llegue a saludar asi a mi hermano de seguro se hace a un lado y me deja caer en plancha contra el suelo.

Los ojos de ella se posan en mí, me ve a de arriba abajo poniendome mucho peor. Sus ojos pasan de Joon luego regresan a mí. 

–No lo apruebo–. Perfecto se me ha caído el estómago a los pies. Dare media vuelta y como dijo Ho Seok me internare en el polo norte.

–Oye–. Insmisculle Joon.

–Es la verdad –. Dice la querida.  Se encoge de hombros como si fuera la cosa más normal del planeta. No ella no esta machacando mis nervios, para nada.

Huir siempre será una buena opción.

–Es demasiado linda para ti, hermano. No la mereces–. La chica rueda los ojos y vuelve a verme, creo que sus ojos están brillando. –Encantada de conocerte, señorita Kim. Siento no haberte dado las gracias en el Hospital. Mi novio dijo que eres hermosa y amable, no se equivoco en nada –.

He renacido. Puedo respirar, siento como el aire fluye por mis pulmones. El cielo se ve despejado, las estrellas decoran el paisaje nocturno. Que hermoso es todo.

–El gusto es mío. Me alegra saber que las cosas entre ustedes se arreglaron–. Nyu entrelazo nuestros brazos y me arrastró con ella a la casa dejando a su hermano atrás quejándose por ser apartado.

–Explícame eso de que no la merezco. ¿Tienes idea de todo lo que tuve que hacer para que este conmigo? –. Alegaba tras nosotras.

La casa de los Kim es acogedora, abrigadora, hogareña. Entrando está el pasillo, a mano derecha está la sala con el enorme televisor en medio, la sala de enfrente es la cocina, a la izquierda están las escaleras al segundo piso. Nyu me lleva a la sala, Joon cierra la puerta y nos acompaña.

–¡Ya llegaron!–. Grita ella.

Las pisadas se escuchan de la segunda planta. Sigo el ruido hasta llegar a las escaleras donde un señor baja del brazo con una señora. Se ven muy jóvenes, igual que mis padres, hasta más.

–Bienvenidos–. Dice el señor cuando termina de bajar las escaleras y se acerca a nosotros.

–Hijo mio–. La señora Kim abraza a su hijo, sonríe y se separan.

–Gracias por recibirnos, mamá –. 

–No digas tonterías. Esta es tu casa–.

Joon pasa a su padre, se dan un abrazo, le besa la mejilla y hacen sonar sus espaldas.

–Que bueno verte, viejo–.

–Veo que traes compañía–. Dice su padre sonriente.

–Sí–. Joon da media vuelta, queda en medio de sus padres y me guiña.

Yo estoy como un roble, mis pies se han plantado en la baldosa, lo único que me mantiene en pie es que Nyu no ha soltado mi brazo.

–Mamá, papá, ella es Kim Zoe, mi prometida–. Dice con orgullo.

Hago una reverencia de 90 grados.

–Mucho gusto señor y señora Kim–.

Una vez me enderezco lo siguiente que siento son los brazos de la señora Kim, uno paso por el hombro, otro por la cintura. Si abrazo es muy similar a de mi madre cuando quiere mostrarme su amor, cálido, reconfortante, ese que te dice "esta bien".

–Bienvenida a la familia, Zoe–.

Torpemente le correspondo abrazandola también.

–Gracias, señora Kim–.

Nos separamos y como si estuviera esperando su turno, está el señor Kim atrás de ella. Sonríe dejando ver unos hoyuelos  hermosos, ya se de quien los heredó Joon.

–Es un gusto conocerte, querida –.  Sus brazos me rodearon tomándome desprevenida.

–El gusto es mío. Hace mucho quería conocerlos –.

Nos separamos. El señor Kim rodeo la cintura de su hijo, la señora Kim estaba en la misma posición, fue un bello cuadro familiar que completo Nyu al lado de su madre.

Sin una bella familia, unida, amorosa, cariñosa, con nostalgia recuerdo a la mía y pienso en que sería genial tener a ambas familias reunidas, mi mamá se llevaría muy bien con la señora Kim; a simple vista sería así.

                               ***

Joon se quedó en la sala hablando con su padre sobre el trabajo en BigHit y los avances que ha tenido. El señor Kim se presta a escuchar y sólo habla cuando lo ve necesario.

En la cocina la señora Kim y yo revisamos la cena. Nyu ha subido a su habitación para atender la llamada de su novio. No quería quedarme sola con la señora Kim tan rápido pero fue inevitable.

La cena es ligera, tendremos arroz, bulgogi y caldo de camarón, no soy buena para los camarones, bueno siempre hay una primera vez para todo. Tampoco es que me pueda negar con mi suegra.

Verificó el sabor del caldo como ella me pidió gracias a que Joon hablo muchas veces de mi sazón, ojalá no lo hubiera echo porque no tendría está presión sobre los hombros. ¿Si le digo que le falta más sal, se enojara?

–Estoy muy feliz de que hayas aceptado a mi hijo–. Soltó de la nada. Voltee a verla, ella picaba los trozos de carne. –Para Navidad me contó sobre ti, jamás lo había visto tan entusiasmado y seguro sobre algo en su vida–. Alce la vista a donde padre e hijo estaban carcajeandose.

–No fue fácil para ninguno de los dos–. Comente haciendo memoria.

Ella también los veía reír, se quedó quieta unos segundos contemplando aquella imagen guardandola en su corazón.

–Sabes, no habíamos conocido ninguna novia de Joonie, él nunca quiso presentarnos a nadie, ni tampoco hablaba de tener una novia–. Regreso a la carne y continuó. –Hablaba de amigas y mi esposo le hacía bromas con eso. Es nuestro único hijo varón, me preocupaba que no fuera capaz de establecerse y entregar su corazón a alguien –. 

–NamJoon me ha regresado a la vida. No sabía cuanto necesitaba de él hasta que lo conocí. Aunque nos parecemos en varios aspectos, somos muy diferentes pero esa es la magia entre los dos–. Me acerco a ella, mi brazo rodea sus hombros esperando no ser demasiado atrevida. –Soy yo quien está agradecida con ustedes por criar a un hombre maravilloso–.

–Gracias–. Dice ella en voz baja.

Joon nos ha mirado fugazmente y se ha puesto de pie para acercarse junto con su padre a la cocina. Lentamente me separó de la señora Kim y aprovecho para yo misma ponerle el toque de sal sin decirle nada ella.

–Zoe, ¿me acompañas?–. Pregunta él.

–Claro–. Ahora el caldo es perfecto. –Su sazón es buena señora Kim–.

–Oh, nada de señora, somos familia, dime Jiwoo o mamá si lo deseas–. Ya que es extraño que la llame como a mi mamá, su nombre es mucho más cómodo.

–Está bien, Jiwoo. En seguida regreso–. 

Salimos de la casa tomados de la mano. Joon me sonríe y cuando puede me da de besos en la cabeza aprovechando su estatura. Las palabras de su madre me han dejado intrigada en una parte y no soy de quedarme con la duda por mucho tiempo.

–Mi mamá puede ser muy hostigante, trata de llevarla lo mejor posible–. Su comentario me sorprende.

–Ella sólo quiere que su hijo tenga una buena vida –. Digo. Mi cabeza descansa en su hombro, caminamos al mismo ritmo casi sincronizados.

–¿Puedo hacerte una pregunta?–. Joon se para en seco, se posa frente a mi y asiente. –¿Porque tu madre dice que soy la primera novia de la que hablas? –.

–Porque es la verdad–. Responde rápidamente.

– ¿Cuál fue la razón?–. 

–Para mi nadie valía la pena. Usaba ciertos estándares para ver el valor de las personas. Por eso no le había hablado de nada a mi mamá. Hasta que llegaste tu. Todo fue diferente cuando te conocí, Zoe –. 

Nam Joon me ha dicho muchas veces que en su vida soy la parte diferente, soy el nuevo punto de partida. Lo he escuchado tantas veces y no logró acostumbrarme, la reacción es la misma, tiendo a sonrojarme.

Vuelve a pararse a mi lado para que sigamos caminando a no se donde porque lo olvide.

–Existió un tiempo en el que quería contarle a mi mamá sobre Boa, hasta pensé en pedirle un consejo a mi papá–. Sonríe tímido. –Era la primera mujer que me siguió por más de dos meses. Crei que era tiempo de mirar que más podría pasar con ella. Lo pensé hasta que empecé a verte como más que mi mejor amiga. La cabeza me daba vueltas, fueron noches interminables frente a mi computador tratando de encontrar la respuesta. Siempre eras tú. Mi cabeza sólo repetía tu nombre, ahí entendí lo que me estaba sucediendo –.

Sus manos sudan, sigue poniéndose nervioso.

–Gracias–. Meso nuestras manos.

–¿Porque me agradeces?–.

–Por hacerme parte de tu vida, por siempre hacerme sentir especial, por confiar en mí. Por todo, creo yo–.

Nuevamente se detiene, su mano se pasea por mi mejilla, su dedo pulgar acaricia mi piel, se acerca y sus labios calientan los míos. En una danza suave abrimos y cerramos nuestras bocas. El que lo inició lo termine y se separa mostrándome sus hoyuelos, mis labios besa uno de los hoyuelos haciéndolo reír por lo bajo.

–Sólo soy lo que deseo ser contigo. Me inspiras a hacer todo esto, a pensar en un futuro–. Guiña. –Bien. Es hora de ir por las bebidas–.

Desearía que siempre nos viéramos a los ojos, nos sintieramos igual, nuestros corazones latieran igual, o tal vez mucho, mucho más de lo que sentimos ahora.

************************************

Bien, creí que la parte de Zoe con sus suegros hacia falta. 😍😍😍😀

Vamos a ver el siguiente.