Voluntad

Cuídese con el amor que le queda,
con las migajas de un odio sin odiar;
de usted el miedo no depende,
sólo las cuestiones de la vida, con sus hilos del azar.

Usted es promesa sagrada
que vale por su fortaleza.
Se admira, cual testigo que vea,
que en su don no es atropello la marea.  

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