☕️ 17
Yoongi estaba otro día más en su oficina, intentaba distraerse a toda costa de la cita que tenía en un par de días con el doctor Jungkook para recibir los estudios. Tipeaba cosas sin verdadero sentido, feliz de que los casos de secuestro masivo estuvieran reduciéndose significativamente.
Jugueteó con una de sus plumas favoritas, giró en su silla y revisó cada detalle de la habitación pero el aburrimiento no desaparecía.
Yoongi había tenido que salir a una investigación especial con casi todo el escuadrón restante, impidiéndole que lo acompañara por órdenes del médico, así que ahora eran nada más que él y un par de recepcionistas.
Un golpecito en su puerta llamó su atención. Frunció el ceño con duda sabiendo que no le quedaba trabajo restante, y permitió el paso.
Una cabellera rubia fue lo primero que pudo apreciar, seguida de un par de enormes ojos oliva brillantes. El aroma a duraznos llegó a su nariz, era tan dulce que incluso lo hizo salivar.
-Lo siento... estoy buscando al jefe Kim -murmuró suavemente el chico sin atreverse a ingresar del todo al lugar.
-El jefe fue a un operativo con el resto del equipo, ¿puedo ayudarte con algo?
Yoongi recién en ese momento cayó en cuenta que estaba hablando con otro omega hombre, y era uno bellísimo.
El muchacho está vez sí ingresó un poco más al lugar dejando ver una pequeña pancita redondeada. Las cejas de Yoongi se dispararon hasta casi chocar con su cuero cabelludo, por eso huele tan dulce, pensó.
-Me dijo que ya estaría aquí para esta hora... -bufó mientras rodaba los ojos- mi nombre es Kim Namjoon, por cierto.
-Un gusto. Min Yoongi.
Vio como la expresión contraria mutaba a una de completa alegría, incluso la impresión brillaba en sus rasgos. El omega embarazado soltó una pequeña risita antes de sentarse en una de las sillas frente a su escritorio.
-Seokjin me comentó que había un omega en el FBI y casi me rio en su cara por eso pero nunca pensé que fuera cierto -Namjoon parecía igual de emocionado que él- ¿cómo lo lograste? yo quería ser policía de niño pero mis padres nunca lo permitieron...
-Bueno... tampoco creo que me hubiesen permitido serlo, en realidad empecé como beta pero no me gusta hablar mucho de eso, mejor cuéntame de ti.
Namjoon cruzó las manos sobre su barriga y acarició con lentitud.
-Soy el omega de Seokjin... aunque ahora que lo pienso mejor, ¡él es mi alfa! y este de aquí es nuestro cachorro.
Los ojitos de Yoongi brillaron ante la mención, amaba a los cachorros. Para su desgracia había crecido como hijo único, ya que su madre había perdido dos embarazos posteriores a él, por lo que nunca supo cómo era convivir demasiado con niños. Cuando empezó a consumir supresores con regularidad su cuerpo rechazaba a los niños, era como si su lobo al saber que no podría tener los propios no dejaba que creará lazos con otros. De igual manera, le aterraba tener hijos y ni siquiera sabía si su alfa querría tenerlos con alguien como él.
Un nudo se instaló en su garganta al segundo. El pensamiento intrusivo de ser un omega defectuoso y por consecuente una futura mala madre lo atacó de repente.
-¿De cuántos meses estás? -inquirió como para cambiar de tema, ignorando por completo lo agrio de su propio aroma.
-Casi cinco pero siento como si estuviera embarazado de toda la vida... realmente es agotador.
Yoongi sonrió ante el brillo que el otro omega desprendía producto del embarazo. Sus ojos se desviaron a la bonita marca plateada que relucía en el cuello contrario. Las dudas volvieron a rondar. ¿Jimin alguna vez querría marcar a un omega como él? ¿Alguien tan roto y sin mucho que ofrecer?
-¿Quieres algo para beber? tal vez agua o no lo sé... mientras esperamos al jefe.
-Eso realmente me encantaría. Cuéntame más sobre ti, Yoongi.
Se la pasaron el resto del tiempo platicando sobre cosas varias. Yoongi descubrió que Namjoon antes de quedar en estado trabajaba como enfermero en uno de los hospitales más importantes del centro. También le comentó cómo había conocido a su alfa y Yoongi realmente confirmo lo que siempre pensó, el jefe era un buen hombre.
-¿Amor?
-¿Omega?
Dos voces diferentes llamaron desde el otro lado de la puerta. Yoongi permitió el paso y el jefe Kim junto a Jimin hicieron acto de presencia.
-¿Qué haces aquí, Nami? - inquirió antes de tomar entre sus brazos a su omega y acariciar su vientre.
-Estaba esperándote, me dijiste que estarías aquí para las 10 -Namjoon frunció el ceño pero continuó permitiendo las caricias, ronroneando inconscientemente.
-Lo siento... el operativo se retrasó.
-Está bien, hice un nuevo amigo, ¿o no, Yoongi?
-Así es -asintió el agente de ojos celestes con una sonrisita sin dientes.
-Gracias por cuidar de mi omega mientras no estaba, agente Min -Seokjin agachó la cabeza en señal de agradecimiento y pronto las mejillas de Yoongi se sonrojaron.
-No hay de que. Espero verte de nuevo pronto, Nam.
-¡Ten por seguro eso!
Alfa y omega se retiraron, dejando a Yoongi y Jimin solos.
-Omega -gruñó Jimin quedito por no tener la atención necesaria.
-Ven aquí, grandulón -llamó con una sonrisita.
El alfa se acercó a paso apresurado pero cuando llegó a su lado la nariz de Yoongi se frunció con gracia.
-¿Qué sucede? -inquirió Jimin.
-Tú... lo siento pero apestas a muchos omegas diferentes.
El ceño fruncido del alfa se relajó y una pequeña sonrisa de lado apareció en su lugar. Su omega estaba celoso.
-Lo siento, rescatamos a un par de omegas y no me di cuenta cuando me marcaron con su aroma.
Yoongi se levantó de su silla y a paso lento llegó a un lado de su alfa. Se puso de puntillas de pie mientras rodeaba con sus brazos el cuello contrario y después fregó su frente en la unión de dicho lugar y el hombro del alfa. Repitió la acción en el rostro contrario, el pecho y brazos. Jimin se sorprendió de sobremanera, Yoongi estaba cediendo a sus instintos más primitivos sin siquiera notarlo. Yoongi lo estaba marcando con su aroma.
Cuando estuvo satisfecho, se alejó y le sonrió.
-Así estás mucho mejor -aseguró.
-Gracias, mi dulce omega.
-Igual debes ducharte si quieres dormir conmigo.
-Por supuesto, ahora, ¿puedo besarte?
Yoongi asintió tímidamente y dejó que su alfa lo besara tanto como quisiera. El día por fin había terminado y rogaba por volver a su departamento, tomar un baño caliente y dormir antes de la catástrofe que intuía se avecinaba.
Esa misma noche estaba acostado junto a Jimin en su cama. La verdad era que después de meses de frecuentarse el alfa pasaba más tiempo a su lado en el departamento que en su propia casa y eso para nada le desagradaba.
Se acomodó mejor sobre el pecho de Jimin mientras sentía como las caricias iban llegando a su cabello, sacándole un suave ronroneo. Esa noche estaban solos, Hoseok había ido a verse con un compañero de la universidad, pero Yoongi estaba demasiado ausente como para hacer cualquier cosa. Habían hablado con Jimin sobre eso y todavía no sentía la comodidad de ceder por completo a su omega. Tenía claro que dentro de poco otro celo se presentaría pero esperaba que para ese momento las cosas estuvieran mejor controladas.
-Jim, ¿viste que el omega del jefe está esperando un cachorro? -murmuró sin dejar de trazar figuras aleatorias en la dermis contraria.
-Lo vi, Jin está aterrado -Jimin rio apenas.
-Tú... a ti... ¿te gustaría tener cachorros?
El silencio que se formó en la habitación fue tan repentino que Yoongi se arrepintió de preguntar, incluso las caricias se detuvieron por un momento pero rápidamente Jimin las reanudó.
-No lo sé, siempre me gustaron los cachorros y solo éramos dos en mi familia así que tal vez sí. Realmente no es algo que haya pensado demasiado pero sí sería lindo.
Yoongi asintió suavemente. El aroma de la vainilla se agrió sin siquiera controlarlo.
-Gi, ¿qué sucede? -Jimin elevó su cara para poder conectar ambas miradas.
-No creo ser una buena madre -murmuró con las lágrimas ya cayendo.
-Oh, mi dulce omega, ven aquí.
Jimin se sentó contra el respaldo y lo atrajo a su regazo. Yoongi rápidamente se escondió en su cuello y olfateó, intentando sentirse reconfortado.
-No pienses en eso ahora, deja que las cosas fluyan. Si no quieres cachorros está bien, te amo y con eso es suficiente, nada puede cambiar lo que siento por ti.
Yoongi se congeló ante la declaración, ¿Jimin lo amaba? no creía poder llegar a ser alguien que produciera tal sentimiento en el rizado por lo que prefirió mejor no responder. ¿Él amaba a Jimin? por supuesto, pero sentía que si lo decía el alfa se iría.
Jimin no necesitó recibir un te amo de vuelta, sabía que Yoongi lo hacía y con eso era suficiente. Lo estrechó mejor en sus brazos intentando trasmitirle calma. El omega se durmió a los minutos en la misma posición y Jimin no pudo hacerlo en lo que restaba de la noche.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top