Miraculous no es de mi propiedad, así como el arte de todo tipo aquí utilizado. Sin embargo, la historia sí es de mi autoría y se prohíbe cualquier tipo de copia o adaptación sin previo permiso.

      ─Supuse que te encontraría aquí─ escuchó.

Las cosas parecían no tener mejora,  y donde Chloé más lo notaba era  en las actitudes de su mejor amigo. Marinette se encontraba aún más lejana que antes, como si no terminara aún de procesar que Chat Noir sentía algo por ella, e incluso Adrien también.
La rubia columpiaba sus piernas con gracia, esa noche le tocaba hacer la patrulla, aguardó a que anocheciera para salir de su hogar y andar a la cima de la torre Eiffel, lo último que necesitaba era lidiar con la gente.

      ─Me agrada más aquí, me evito situaciones como ésta─ murmuró la rubia.

Viperion se recostó en una de las vigas, dejando  la cabeza cerca del regazo de la chica, sonrió al encontrarse con su mirada, guiñando y provocando un sonrojo en ella.

      ─Sabes, yo estaba realmente enamorado de ella, no podía sacar la melodía de su existencia de mi cabeza, estar con ella era como abrir tu cajita musical favorita, sin embargo,  ella no se sentía así conmigo, yo era como una tonada pasajera para ella.

Chloé viró sin pena los azules del músico, sonrió de lado peinando sus mechones hacia atrás y con dedicación

     ─Eres un chico extraordinario, quizá sólo no era la persona─ suspiró─ A veces estamos en el momento de ser y querer ser amados, pero la persona a la que amamos no es...la persona correcta. Y somos humanos, nos aferramos a ello, no negamos dejarle ir, y entonces dejamos de prestar atención a lo realmente importante, a uno mismo.

Luka se centró en ella sin siquiera parpadear, nunca había oído tan sincera a Chloé, y eso hacía correr su corazón muy deprisa. Se reincorporó sin perder el contacto visual sosteniéndose apenas por su brazo derecho. Sonrió y recorriendo a la rubia con su mirada, opuso:

     ─¿Y tú?, ¿Aún te quieres a ti misma?

Chloé apartó la vista sin moverse siquiera.

     ─Hasta hace un tiempo, yo daba todo por cierta persona, sólo deseaba su bien, y que su sonrisa iluminara todos mis días. Sabes, estaba dispuesta a dejarlo ir, a resignarme a llorar todas las noches en mi habitación sólo porque no había ganado su amor, no a pesar de ser la persona que más lo conoce en este mundo.

     ─Entonces...

     ─Entonces me percaté de quién soy, y de lo que quiero realmente en mi vida, y comprendí que sí, amo a esta persona, pero no de la manera en que siempre pensé. Es un amor diferente, casi fraternal, pero él no es más el dueño de mi primer ni de mi último pensamiento del día.

El héroe sonrió de lado volviendo a su posición anterior, cerrando los ojos en la espera del arrullo del viento parisino. Dejó escapar el aire de su pecho y soltó una risilla inocente.

     ─Estoy realmente orgulloso de ti, Chloé.

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El akuma que enfrentaban esa tarde llevaba por nombre Copier et coller.
Multiplicaba a quien tocaba, con la diferencia de que él "clon" era malvado. La mayoría de los parisinos llevaban rato enfrentándose a una especie de alter-egos que provocaban mil destrozos a su paso. En tanto, los seis héroes se encontraban reunidos sobre el arc de Triomphe, virando el caos que era ahora la bella ciudad. Habían sido atacados y por consiguiente multiplicados, y en la huida Queen Bee había resultado herida. Chat Noir se comportaba de manera extraña, más preocupado por la rubia de lo normal, y si bien el berrinche ya se le había pasado a Ladybug, con aquella actitud todo se había ido por la borda.

     ─¿Te duele mucho?─ Cuestionaba el rubio moviendo el tobillo de Chloé en círculos para relajar el dolor. Ella negó ligeramente apretando los labios en una línea evitando gemir por el padecimiento. Se escuchó solamente la fricción de la cuerda del yoyo de Ladybug, y entonces todos giraron a verla.─¿Qué haces? Necesito ayudar a Queen con su lesión─ acusó el ahora apresado Chat Noir. Ladubug frunció el ceño aún más.

     ─Podrás engañar al resto, pero a mí no... eres la copia, ¿No es así?

     ─No, my lady, no soy la maldita copia, ahora suéltame─protestó.

La heroína se rehusó y ajustó aún más el agarre. Al principio los otros cuatro creían que se trataba de un ataque de celos más por parte de Ladybug, en cuanto notaron su negativa acordaron que aquello iba muy en serio para ella.

     ─Ladybug, te equivocas, no le he perdido la vista, él no es una copia─ intentó tranquilizar Viperion.

     ─Ladybug, no sé qué estas planeando, pero no es divertido.

     ─¡NO!, Chat Noir se preocupa por Queen, sí, pero la actitud de este ha sido...sospechosa. ─Señaló
     ─Yo sólo pensé que se había herido por mi culpa, ella se lastimó para cubrirme...─ el rubio le dirigió una mirada asesina sin poder creerse lo que estaba escuchando, ella finalmente lo soltó apartándose de él.

     ─ Lo que sea, de cualquier modo no eres relevante en este equipo─sentenció con amargura.

Chat Noir le quedó mirando perplejo. Ella, en quien más confiaba y a quien sin dudas le cedería su corazón en una bandeja de oro, le estaba taladrando el mismo sin piedad con aquellas palabras. El equipo no dijo nada y fue entonces que Ladybug comprendió que sus expresión había sido errónea, no sólo porque no era lo que ella pensaba del minino, sino porque sabía que lo había lastimado.

     ─Debe ser una maldita broma, ¿no?─ reclamó Queen Bee ya bastante eufórica─Supuse que lo hacías porque estabas celosa, o simplemente molesta de que él te hubiese superado tan pronto, pero esto sobrepasa tus límites, intenté ser amable contigo porque él me lo pidió, incluso te visité  y te advertí que si te metías con él...

     ─Chloé, déjalo estar─ intervino con desanimo. 

     ─¡No! Estoy harta de dejarlo estar, estoy  cansada de verte por sufrir por Dupain Cheng, Adrien!─ gritó finalmente dejando escurrir las lágrimas por sus sucias y raspadas mejillas.

El equipo quedó atónito por lo dicho. Adrien, que miraba a Chloé, dio un respingo al escucharla y giró con rapidez a la heroína moteada. Ladybug, o mejor dicho, Marinette, miraba todo con los ojos bien abiertos y la palidez cubriendo su faz. La desesperación se reflejaba en ella y sin dudarlo se alejó de ahí sin mencionar palabra alguna. 

     ─M-mari─ susurró él intentando detenerla, no dudó en querer seguirla cuando la mano de Chloé le detuvo.

     ─Es mejor que la...

     ─No, cállate, no sabes lo que dices, ¿Cómo podría hacerte caso? ¿Cómo podría confiar en ti? ─alegó─Me lo ocultaste,algo tan importante. Lo sabías y  me lo ocultaste. No cabe duda, Chloé Bourgeois que sigues siendo una niña mimada que manipula a todos, no quiero que vuelvas a dirigirme la palabra...─ y se marchó .

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Así es, he vuelto y sólo para contarles que éste es el penúltimo cap de esta corta historia.
El lunes vuelvo a la uni jajaj y no aproveché para nada mis vacaciones, soy un fraude, pero me doy cuenta que trabajo mejor bajo presión.
Como sea jaja tengo más libros en emisión por si quieren echarme piedras, o síganme en Instagram para chismear un rato sobre mis tragedias, como lo son el perder mis libretas de planeación.
Planeo dos colaboraciones, ojalá pronto las pueda sacar, bueno bye, bye y nos leemos a la próxima!