Miraculous no es de mi propiedad, así como el arte de todo tipo aquí utilizado. Sin embargo, la historia sí es de mi autoría y se prohíbe cualquier tipo de copia o adaptación sin previo permiso

Marinette y Chat Noir llevaban un rato platicando de variados temas, la muchacha mantenía algo de molestia por lo antes sucedido con la rubia, sin embargo los mimos y sutiles bromas del gatuno le hacían florecer risillas que no sabía que podrían surgir.
Chat por su parte no podía más que contemplar sus bellos ojos cielo, tan puros y tan cálidos a pesar de su naturaleza, cuando sonreía y le miraba él podía sentir cómo su mundo se ponía de cabeza y cada una de sus terminales nerviosas se veían estropeadas.

Era inexplicable el sentir de ambos al estar juntos, como si se conocieran de tanto tiempo atrás que apenas podrían recordar la mitad de sus vidas pasadas juntos. Marinette como una luz centelleante y abrigadora, él como la oscuridad que no podría existir sin ella.
 Ausencia y complemento del otro. 

     ─Y-yo...lamento hablar tanto─ mencionó Marinette bebiendo de su taza de té con lentitud. Chat negó con dulzura.

     ─Está bien, me gusta que hables, es muy satisfactorio escuchar a una persona tan apasionada por lo que le gusta, yo hablo y no paro, pero me encanta escucharte a ti es... lindo─ murmuró él sin apartar sus esmeraldas de ella.

Marinette se sonrojó de manera violenta llevando ambas manos a su rostro.

      ─¡Chat, basta!─ se quejó ella con vergüenza al chico que sin pena tomaba otro croissant relleno de chocolate. Acto seguido lo terminó casi de dos bocados y se levantó sacudiendo las migajas de su traje de cuero─¿T-te vas?─ cuestionó ante sus acciones.

      ─Así es, debo reunirme con Queen para patrullar además... me he portado de manera muy grosera con ella y...─ volvió la vista a la azabache y preocupado se inclinó hacia ella─¿P-pasa algo?

     ─¿Tú y ella son...tienen...ehmm..

Chat Noir sonrió a la chica y con delicadeza se acercó a brindar un corto beso en la frente femenina. Marinette se volvió a sonrojar y calló cualquier voz en su cabeza, le miró alejarse de a poco de ella e ir hacia la apertura de su techo.

     ─Te veré pronto, princesa─ se despidió guiñando el ojo y desapareciendo de su vista.

El aire frío de la media noche pegó contra el rostro de Chat, un suspiro ligero brotó de su pecho. Pasar el rato junto a su amiga le reconfortaba el alma, y de algún modo le hacía olvidar el trago amargo que había pasado por la tarde.  Aún debía  arreglar los malentendidos con Ladybug, y por supuesto disculparse con Queen y el equipo por su actitud tan grosera al final. Prefería dejarlo para después, ya avisaría que no tenía tiempo para la patrulla.

     ─¡TÚ, GATO PULGOSO!─Escuchó.

Contempló a lo lejos en uno de los techos donde Queen Bee le esperaba aparentemente aún molesta, le sonrió y se acercó de poco intentando apaciguarle con sus movimientos.

     ─Iba justamente a tu casa para avisarte que no podré quedarme a la patrulla, estoy agotado...

     ─¿Agotado de qué? ¿De estar coqueteando toda la noche con la panadera?─ le cuestionó histérica la rubia.

     ─Chloé, tranquila  su nombre es MARINETTE─ recalcó─ y ella tuvo un contratiempo por la tarde, yo sólo pasé el tiempo con ella para asegurarme de que todo está muy bien, ella es mi amiga─reflexionó─...una muy buena amiga.

La heroína le miró con el ceño fruncido y se acercó frente a él casi chocando su frente con furia.

     ─Contéstame una cosa, minino...¿Es en serio Ladybug la chica que te gusta? ¿Es realmente ella, o Dupain Cheng?─ interrogó sin un ápice de ternura en sus palabras.

Adrien tragó pesado y acto seguido soltó una risilla nerviosa, aquello en definitiva no hacía gracia a su amiga, pero determinado e intentando calmar su aturdido corazón asintió mecánico y con temblor de alejó de ella.

     ─Tengo cosas importantes que hacer, Chloé, lo siento─ se excusó el de ojos verdes escapando de la mirada inquisidora de su compañera. La Bourgeois se limitó a verlo marchar para luego sentarse nuevamente en los tejados sobre los que se encontraba.

Aún no entendía cómo aquél que presumía ser su mejor amigo no acababa de confiar en ella, e intentaba ocultarle algo tan importante como lo eran sus sentimientos, como si ella a pesar de todo se atreviera a cuestionarlo, como si él no pudiera aceptar que sobre todo ella veía por su felicidad. Suspiró.

      ─Sal de ahí, pareces un maldito acosador─ ordenó la rubia tensando los músculos, y escuchando un singular silbido y arrastre de los pies de su espectador.

      ─Sí que eres muy atenta de tu alrededor, yo no pude percatarme de tu presencia hasta que te...

      ─Hasta que oíste mi plática con Chat Noir─ le acusó girando a verle con ligera molestia.

     ─Culpable...soy curioso.

     ─Más bien chismoso, Viperion─ recriminó la rubia con sarna rodando los ojos simulando fastidio por su compañero.

     ─Auch, ¡Qué grosera!─ El de mechas aqua se acercó a la chica sentándose finalmente a su lado y brindando una sincera sonrisa─ Así que...¿Conoces la identidad de Chat Noir, eh?

     ─Vaya, sí que eres curioso─ se burló ella con una sonrisa irónica─¿Hay algún problema con ello?

     ─Para mí no lo hay, yo sólo observo y disfruto del curso que toman las cosas. Sin embargo...admito que tengo mis teorías sobre la identidad de Chat...y como tú también una vaga idea de quién es Ladybug─ finalizó mirando con seriedad a la chica, ella se percató de la actitud de su compañero y frunció el ceño como acostumbraba, lo que ocasionó un vuelco más en el pecho del héroe.

     ─Escúchame bien Couffaine, no sé qué es lo que pretendes, pero bien sabes que no me gustan las bromas─ amenazó sin pudor alguno.

Luka soltó una sonora carcajada y sin ánimos de discutir tomó la mano de la chica que permanecía empuñada desde que él apareció. Con dulzura ablandó la fuerza de ésta y con su pulgar acarició sus nudillos  para extender el dorso femenino y con pillería dirigirle a sus fríos labios  sellando con un tierno beso su encuentro "fortuito".

     ─Eso lo sé bien, my queen... a veces olvidas que te conozco demasiado.