II- Inquietud.
Miraculous no es de mi propiedad, así como el arte de todo tipo aquí utilizado. Sin embargo, la historia sí es de mi autoría y se prohíbe cualquier tipo de copia o adaptación sin previo permiso.
Con el paso de los días Chloé Bourgeois había calmado la tempestad en que sus emociones se habían convertido. Perdonar a Adrien había sido algo bastante fácil, considerando que el chico no dejaba de visitarla, para rogar por que le escuchara.
Habían sido amigos por tantos años que resultaba hasta complicado el intentar recordar sucesos importantes de sus vidas en que el otro no hubiese estado presente. Bastaron un par de girasoles y mimos de Chat Noir para que Chloé reconsiderara todo.
Entonces la cosa se volvió un poco más extraña para sus amigos.
Sí, era bastante común que entre todos los héroes se cuidaran las espaldas unos a otros, incluso que estuvieran dispuestos a recibir cualquier impacto en nombre de algún otro integrante del equipo. Pero las interacciones entre el gato y la abeja reina parecían ya hasta ridículas. O al menos eso pensaba Ladybug.
Ante cualquier amenaza Chat Noir cubría inmediatamente a la rubia, y ésta se la vivía todo el tiempo preocupada por los daños que el minino pudiera recibir por su culpa. Era un círculo vicioso en el que el otro acababa cada vez más agradecido y terminaban siempre por extremar sus cuidados.
¡Y es que ya ni con la catarina misma se había atrevido a actuar así!
Podía hasta jurar que lo había visto escoltar y cuidar de ella como civil un montón de veces, se preguntaba entonces si es que los héroes mantenían una relación más allá de la "amistad" y "compañerismo" que profesaban. Ladybug no podía con la actitud de ambos, sentía que le hervía la sangre de sólo pensar que esos dos pudieran estar coqueteando y fuera más sencillo arriesgar al riesgo. O de eso intentaba convencerse, porque lo cierto era que los celos por ver que ambos se llevaban tan bien, le podían más.
La bomba explotó cuando luego de un ataque en el que todos habían resultado malheridos, Chat Noir se había preocupado solamente por el bienestar de Queen Bee. Corrió en su auxilio y sin importarle las lesiones propias, se había encargado de ayudar a la rubia antes que a cualquier otro.
Culminaron tan melosa escena con un fuerte abrazo y una frase perturbadora de Chat :
─Yo siempre te voy a proteger...
La azabache se había tragado durante todas aquellas semanas la espuma que le salía de la boca al verles tan juntos y tan considerados entre ellos. ERAN UN JODIDO EQUIPO.
Ya bastante harta lanzó su yoyo a la cabeza del felino captando la atención de los demás.
─¿Es una maldita broma, Chat Noir? Hola, por si no lo olvidas somos un equipo, y el resto estamos bien, gracias por preguntar─ recriminó envenenada.
─Ladybug... ─ irrumpió Viperion un poco preocupado por la postura que había tomado la moteada.
─¡NO! ¿Es que nadie más lo ha visto?─ cuestionó con furia─Este par no ha hecho más que estar tonteando últimamente y parece que no recuerdan lo realmente importante aquí... No estamos para jugar a los noviecitos...
─Bueno, eso no te preocupa cuando Carapace y Rena nos dan sus escenas románticas─ se defendió la rubia.
─ Ellos no nos ponen en riesgo─ se alteró la líder encarando a la ofendida.
─Ni nosotros lo hemos hecho, Ad..además lo único que ha hecho es abrazarme para saber que estoy bien...¿No será acaso que es otra cosa la que te molesta?─ retó la de traje amarillo haciendo enfurecer aún más a Ladybug.
─Pues que lo aprovechen─ largó empuñando sus manos con fuerza, y bufando de la cólera optó por lanzar su yoyo y salir de ahí pronto.
Rena, Carapace y Viperión quedaron completamente en silencio y confundidos, los tres sin siquiera poder reclamar algo al otro para que en definitiva nada malo habían hecho.
─Ahora será que se ha indignado─ Soltó hastiada la rubia.
Chat Noir le regaló un mirada crispada a su amiga y le encaró de inmediato.
─No tenías por qué hablarle así─ protesto.
─Ahora dirás que ha sido mi culpa─ protestó formando una mueca de desagrado─ Ella se ha puesto así de pronto, si no fuera tan celosa y posesiva...
─Ella no está celosa, y tú no debiste actuar de ese modo, Chloé─ le protestó el de negro alargando su bastón para ir tras la heroína moteada.
─¿A alguien más le desespera cuando ese par se pone así?─ preguntó levantando la mano y girando hacia el trió restante que miraba todo expectante.
─Quizá a Ladybug la tiene así el periodo...─ sugirió Carapace.
─Cariño, nada que ver tu comentario─ irrumpió Rena rotando los ojos.
─Quizá sólo está agotada─ dedujo Viperion brindándole una sonrisa a Chloé.
─De cualquier modo no debió ponerse así conmigo... No es mi culpa que esté enamorada de él y no lo acepte, ¡me largo!─ apostó lanzándose lejos de ahí.
Viperion no hizo más que sonreír al verla marchar, negando ligeramente por lo impulsiva que solía ser.
─Ya lo dijo nuestra Queen, a de aquí.
Ladybug no podía con el enojo de pensar que aquel par tuviera algo. Se negaba rotundamente a aceptar que eran celos, pero la verdad es que no estaba encontrando alguna otra razón a la rabia que le estaba adormeciendo la razón.
Sí, había sido bastante ruda con ambos, pero no podía controlar el deseo enorme de querer golpear a la rubia y al gato por ser un coqueto. Se destransformó en cuanto pudo esconderse en un callejón cercano a su hogar.
Estaba fastidiada y con muchas ganas de soltar golpes al primero que se atravesara en su camino. Vislumbró la panadería de sus padres y sin siquiera observar el camino cruzó empuñando aún las manos con irritación, de pronto sintió como le tomaron de la cintura y al cerrar sus ojos sintió su cuerpo ascender.
Viró luego hacia abajo encontrándose con un joven motociclista que derrapando había caído a mitad de la calle. Su corazón latió con fuerza al encontrarse con la verduzca mirada de su compañero, quien la aferraba a su pecho con fuerza y un inquietante semblante serio.
Descendió en el balcón de su amiga aún sin apartar la vista de ella, la muchacha se sonrojó y apartose de él recordando su molestia.
─Podrías mirar por dónde vas la próxima vez, princesa─ regañó el héroe gatuno.
─Sabía por donde iba, todo estaba controlado─ soltó con sarna sin atreverse a mirarle. Chat Noir llevó su mano al hombro femenino y ésta de inmediato le apartó alejándose un par de pasos mas. Chat tomó aquello de muy mala manera, bajando sus orejas con tristeza mientras sentía un extraño nudo en la boca de su estómago.
─Vaya, hoy todas las niñas bonitas han decidido molestarse con Chat Noir.
─¿Todas las niñas bonitas?─ preguntó con algo de molestia. Él asintió.
─Así es, tú...Ladybug─ enumeró sonriéndole.
─Pero tú dijiste "TODAS"
─Para mí son las únicas─ soltó sin pensar.
Con un extraño cosquilleo la chica se lanzó al torso del héroe para abrazarle y esconderse en su pecho. Chat aceptó el gesto peinando el oscuro cabello de su compañera.
─Lo siento, Chat Noir.
─No te tienes que disculpar.
─Entonces muchas gracias.
─Muchas de nadas, princesa.
En la lejanía Queen había asistido todo.
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