El inicio




Narrado por Hiccup

Me encontraba en medio de la habitación en mi cama recostado viendo el techo fijamente. Aquella tarde no había sido muy diferente a mis demás días, había ido a practicar su vuelo de Chimuelo cerca del claro y había regresado a casa caminando. Sabía que ya era hora de salir a entrenar con Astrid y con los demás chicos pero simplemente hoy me sentía muy cansado, tenía la sensación de que mi cuerpo era más pesado y sentía unas leves punzadas de dolor en mis sienes. Suspiré para aliviar aquel dolor y afortunadamente el dolor cesó, probablemente solo necesitaba dormir. Cerré mis ojos buscando algo de paz y casi inmediatamente la puerta de mi habitación se abrió y provocó un estruendo que regresó aquellas punzadas de dolor en mi cabeza.

Era mi padre. Me senté en la cama aun con los ojos cerrados y me llevé una mano a mi cabeza.

-Hiccup- dijo mi padre un hombre robusto y de gran barba, llevaba su armadura que cubría casi todo su cuerpo-Creí que estarías con Astrid.

Abrí mis ojos lentamente y sonreí levemente. No era parecido a mi padre pero a pesar de aquello nuestro pueblo sabía que yo era descendiente de aquella familia, no me apenaba pero tampoco creía poder cumplir con todas sus expectativas. La diferencia era visible. Yo era de complexión delgada pero con los entrenamientos me había vuelto más fuerte y rápido, tenía mi cabello castaño revuelto que ya llegaba hasta mis ojos, tenía puesta mi armadura especial que utilizaba para entrenar con Chimuelo y tras el accidente que había tenido tenía una prótesis que me servía de sustituto de pierna pero al llegar a la casa me la había quitado dejando ver aquella horrible cicatriz que hacía que mi cuerpo se estremeciera al verla.

-Creo que hoy no iré-dije-ya le he dicho a Craig que les diga que no iré y que pueden empezar sin mí.

Craig Ferguson estaba encargado del armamento en este lugar pero también era una especie de entrenador para nosotros.

Mi padre frunció el ceño parecía incómodo.

-Bien-dijo lentamente-porque tenía que hablar contigo acerca de algo.

Me enderecé sorprendido.

-¿De qué se trata?-pregunté

-Hijo-dijo mi padre bajando la mirada, pocas veces lo había visto así-mañana por la noche habrá un baile en un reino cercano de aquí. Esta noche partiremos para llegar ahí.

Fruncí el ceño.

-¿Un baile? Eso que tiene que ver con nosotros-dije extrañado.

-Mira, Hiccup-dijo él mirándome a los ojos por primera vez desde que entró a la habitación- No sé como explicarte esto así que solo lo diré. Nuestro trabajo antes era proteger al pueblo de los dragones...

Asentí.

-Pero ahora ya no tenemos la necesidad de hacerlo-continuó y por alguna razón sentí alivio al escuchar aquello, nuestra lucha contra ellos había terminado desde que había conocido a Chimuelo-y es hora de ver las nuevas amenazas que hay. Hace poco me llegó una carta. En ésta me decía que éramos invitados por la reina Elinor a uno de los bailes organizados por su clan.

Fruncí el ceño.

-Creí que nadie sabía de Berk-dije sentándome con algo de dificultad en la orilla de la cama- creí que estábamos lo suficientemente aislados.

Mi padre imitó mi ceño fruncido.

-Parece que ya no más-dijo simplemente- la carta iba dirigida a nosotros. Debemos asistir.

-¿Por qué?-dije.

-Hay cosas mucho peores que los dragones. Podría haber guerra. Sé que suena algo exagerado pero ellos realmente lo toman como algo personal. Los eventos sociales es algo que no se toma a la ligera y si saben de nosotros...tenemos que conseguir más aliados-dijo él y al escuchar la palabra "guerra" sentí como si una cubeta de agua fría me cubriera por completo.

-No lo entiendo-dije- no puedo dejar mis obligaciones aquí.

-Solo serán un par de días-dijo él-ya me he encargado en decirle a Craig para que cubra tus horas de entrenamiento.

De pronto recordé, que aquella noche había quedado de verme con Astrid en el claro. No podía faltar de nuevo.

-¿Debemos ir?- dije levantándome y tomando mi prótesis para ponérmela de nuevo -¿Es necesario?

No puedo permitirme ir y dejarla de nuevo...

-Hiccup-dijo él suspirando derrotado-ya te lo he explicado, partiremos esta noche.

-Pero...-comencé.

-Basta-dijo él de pronto alterándose y levantando la voz-Ya te he dicho que iremos, tal vez no puedas entenderlo ahora pero verás que cuando debas proteger a todas estas personas de todo este tipo de amenazas te darás cuenta que ir a un estúpido baile no es nada comparado con lo que otras personas han hecho para proteger a su pueblo.

Fruncí el ceño.

-No pienso ir-dije- Es mejor estar aquí para protegerlos que dejarlos indefensos. Debemos entrenar a los dragones si ellos saben de nosotros...debemos de estar preparados.

-Esta vez lo haremos a mi manera, Hiccup-dijo él tomando el borde de la puerta-no a la tuya. Estarás a las 8 en el puerto y no habrá más discusiones.

Entonces él cerró con un portazo y desapareció.

El dolor en mi cabeza aumento y tuve que sentarme. Estaba demasiado cansado como para discutir. Me recosté en mi cama de nuevo y esta vez dormí profundamente.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top