It's hard to tell...

. . .

El cuerpo del otro yacía completamente inmóvil en el suelo.

El viento soplo y movio su cabello rebelde, era curioso sentirlo en aquella ciudad que tenía edificios extendiéndose hasta el fin del horizonte. Apenas se podía sentir el aire soplar y ver los rayos del sol causando sombra a su figura.

A su encorvada figura...

Hizo viajar su mirada de arriba a abajo, por todo su cuerpo. No se podía ver sombra alguna de sus manos, sus llamas estaban ardiendo.

Su corazón ardía de satisfaccion, de orgullo... De rabia y dolor.

¿Cómo pudo pasar esto?

¿De verdad está feliz de lo que hizo?

Pasó el tiempo ahí parado, hasta que notó como el pavimento comenzaba a tintarse de rojo. Se formaban ríos carmesís por entre las baldosas...

—Lo hice...

Ahora Iori Yagami estaría libre de su terrible maldición.

No moriría joven, su futura esposa no moriría en el parto, podría tener hijos sin el miedo de que sufran la misma mierda.

¿Pero a qué precio?

La vida de Kyo Kusanagi.

Era difícil de decir en realidad, sin dar muchos rodeos...

La verdad... No quería vivir esa horrible vida que le habría impuesto la ruptura de su maldición... No quería vivir así.

Es difícil de decir que...

—Yo maté a Kyo...

. . .

Se levantó del suelo después de llorar completamente inexpresivo frente al cuerpo del chico una vez vió que la luna estuvo en su punto más alto. Su corazón ardía dolorosamente y no quería volver a ir a dormir entre la oscuridad de su departamento.

Una vez de pie, vio sus manos cubiertas de sangre seca... Y su mirada inevitablemente cayó sobre el cuerpo de Kyo.

Llevaba ahí probablemente un par de horas sintiendo el frío y la oscuridad inminente abrazándolo sin saber que hacer. En algún momento encontrarían en cuerpo y en eso, a él.

Debía huir.

Huir de los problemas...

Nunca había deseado hacer eso, siempre durante su terrorífica y miserable vida los había perseguido, les había dado la cara...

Pero por primera vez, por primera vez iba a huir.

Y por primera vez deseaba no haber dado la cara a su problema principal.

Su única meta.

Kyo Kusanagi.

Tenía tantos sentimientos encontrados en ese momento.

¿De verdad odiaba a Kyo? ¿De verdad deseaba matarlo? ¿O simplemente en él encontraba su única paz, su única forma de desatar su ira?

Estaba seguro que sospecharían de él una vez encuentren el cuerpo de Kyo. Estaba seguro de que encontrarían pruebas por doquier. Estaba seguro que todos los buenos amigos de Kyo lo señalarían a él.

Comenzó a correr, dejando atrás todo lo que había hecho, todo el daño que había causado, tanto a Kyo como a su familia.

Sus piernas extrañamente comenzaron a doler... A sentirse cansadas. Su cuerpo pesaba de repente y su cabeza se perdía entre la niebla de la ciudad.

Corrió, aún así corrió sin detenerse.

Su cuerpo era jalado lenta y tortuosamente al suelo sin piedad. Sentía como si lo estuviese tragando el infierno.

El único lugar a donde iría...

No había razón para seguir luchando.

Al final del día, finalmente lo había hecho...

Había extinguido la llama.

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