Capítulo 16: En serios problemas.

-¿Cómo estas amiga?

- Terrible- me encogí de hombros ante la pregunta de Caro. Seguía inquieta por lo del campamento e indecisa por lo que había pasado. ¿Por qué Alex me había besado? No entendía nada. En un momento estábamos peleando y lo odiaba, y en el otro estábamos compartiendo saliva. Que asco.

-Lamento no haber ido, de verdad quería ir.

-No pasa nada, no ha estado tan mal.

-Tu cara no dice lo mismo, parece que fuiste atropellada por un camión- reí ante la comparación pero la alegría no llegó a mis ojos.

-¿Tu ya estás mejor?

-Si, al parecer sólo fue un resfriado pero estuve en cama todos estos días. Me he aburrido más de lo esperado.

Entramos al largo pasillo de la institución que tenía varias puertas, donde una de ellas daba a nuestro salón. Aún estaba preocupada por el dinero desperdiciado en el campamento, pero una parte de mi estaba feliz de haber saldado la deuda. Al menos, tenía una preocupación tachada de mi lista imaginaria. No avanzamos muchos pasos cuando nos encontramos a Rick a mitad de camino.

-¡Al fin han vuelto!- parecía realmente feliz de vernos.

-Yo no he ido a ningún lado- se cruzó de brazos Caro.

-Pero estabas tan enferma que tenía miedo de ir a tu casa y contagiarme.

-Eres un...- comencé a decir pero un grito me interrumpió:

-¿Quién pudo hacerme eso? - vi a mi derecha una cabeza verde que se movía frenéticamente de un lado a otro. Parecía ser que nuestra venganza había surtido efecto e intenté no reírme pero la situación parecía irreal. Kelly estaba gritándole a sus amigas furiosa, tenía una gorra sobre su cabeza pero aún así no podía ocultar lo que le había pasado en la cabeza. Sus cabellos eran verde flúor.- ¡VOY A MATAR AL QUE ME HIZO ESTO! MI MADRE SE ENTERARÁ Y RODARÁN CABEZAS.

Caro a mi lado rio sonoramente y Kelly nos miró.

-¡Fuiste tu, asquerosa y sucia rata! - se acercó a mi con paso decidido dispuesta a arrancarme los ojos. Parecía una maniática apunto de descontrolarse.

-No hice nada- me encogí de hombros e intenté que mi voz sonara despreocupada. Si se enteraban que fui yo, estaba segura que me echarían. Rick a mi lado se había quedado helado.

-No te creo, seguro te vengaste y le contaré a mi madre.

-Deja de exagerar, no hemos sido nosotras- intentó calmarla Caro. Estaba comenzando a preocuparme y mi corazón latía fuertemente dentro de mi pecho.

-Se que has sido tu y te vas a arrepentir- me señaló con un dedo. Estaba tan cerca de mi, que si hacía un movimiento en falso, me golpearía.

Detrás de Kelly, pude ver a Alex que me miraba atentamente. No noté su presencia porque estaba tan concentrada en su novia.

-¡He dicho que no he sido yo! - odiaba mentir, pero la verdad no me llevaría a ningún lado.

-Kelly vámonos- dijo por primera vez Alex desde que llegó.

-No me iré un carajo ¡Mira mi pelo!- pasó su mano por el pelo y desee poder reírme pero me limité a fruncir los labios en una línea- Está arruinado.

Lloriqueó un poco pero no me daba lástima, se lo merecía completamente.

-Ve a hablar con tu madre, ella lo solucionará - Alex puso una mano en la espalda de su novia y el gesto pareció tranquilizarla pero produjo un efecto incomodo en mi. Iría a contarle a la directora y yo estaría acabada, las manos comenzaron a sudarme, estaba entrando en pánico. ¿Por qué me dejo llevar con los impulsos?

- Estarás fuera de esta escuela en menos de lo que canta un gallo- se dieron vuelta para marcharse pero yo estaba paranoica, tomé del brazo a Alex provocando que girara hacia mi.

- Alex- tragué saliva sintiendo que las piernas me fallaban, mis padres estarían decepcionados de mi y yo no podría aguantarlo. Kelly nos miró extrañada así que susurré: -Ayúdame.

-Te has metido en esto tu sola- quitó con fuerza y de una sacudida su brazo de mis dedos y se dio vuelta y continuó su camino de la mano de Kelly. Sentí un vacío en mi corazón y me quedé embobada mirando como se dirigían a la dirección y no supe que hacer. No pensaba hacer nada por ayudarme. 

-Tranquila- dijo Caro apoyando una mano en mi hombro- No tienen forma de comprobar que fuiste tu.

-Me van a echar.

-Se va a demostrar que eres inocente Lena.

-Es que he sido yo- Caro se llevó la mano al rostro y tapó su boca sorprendida.

-Entonces estás en problemas.




-No señora, no he sido yo- retorcí mis dedos una y otra vez. Me habían llamado para que vaya a la dirección y yo por poco no salí corriendo hacia mi casa. Estaba sentada frente al escritorio de la directora, su hija y Alex a mi espalda. Esperaba que no notaran a mi ansiedad pero prácticamente estaba entrando en un ataque de pánico. Me concentré en respirar para intentar calmarme.

-Es una acusación muy fea la que ha llegado a mis oídos, demás está decir que compromete a mi única hija.

-Me están acusando injustamente- sabia que si yo fuera uno de sus alumnos normales, pediría un abogado que tramitara los problemas por mi pero no tenia esa suerte.

-En realidad, tenemos la filmación de lo que sucedió. Nuestra institución tiene cámaras por doquier y ésta vez haremos uso de ellas.

-Pero señora...- me regañaba mentalmente por lo estúpida que fui, me dejé llevar por mis emociones y no pensé racionalmente. Ahora estaba en serios problemas. Me tendrían a mi en su video.

-Déjame, entraré yo- le dije a Rick en la puerta de los vestidores de mujeres. Necesitaba a alguien que cubra mi espalda- Quédate aquí y avísame si viene alguien.

-Está bien, ten- dijo tendiendo un frasco con tintura permanente. Había comprado en un kiosko dos colores y los había mezclado.- Cuidado o te mancharas los dedos.

Asentí e ingresé al vestuario. Lo conocía muy bien porque era el lugar donde nos cambiábamos de ropa para hacer gimnasia. Me deslicé sigilosamente y me paré en frente del casillero de la rubia. Introduje un alfiler en el interior del candado y comencé a girarlo hasta escuchar el click. Abrí lentamente mientras la puerta chillaba un poco.

-Shhhh- siseó Rick desde la puerta mientras me hacía señas para que me apurara.

Continué con mi labor y tomé el Shampoo para cabellos lacios y trasvasé la tintura en él. Cerré la tapa y agité fuertemente para homogeneizar.

-¡Viene alguien! - me alertó Rick susurrando y yo dejé el Shampoo y cerré el casillero y el candado. Mis dedos estaban verdes pero no me importó, cerré las manos en puños y corrí junto a mi amigo.

-No me interrumpas- mi mente regresó a la actualidad y la directora me miraba enfadada.- Te he citado para decirte que tienes dos opciones, o me dices la verdad o esperamos para ver el video y no tendré otra opción que expulsarte.

El tiempo pareció detenerse mientras intentaba pensar que hacer, miré el techo buscando una respuesta. Sentí la mirada de los testigos a mi espalda y me removí incómoda.

-Yo... yo...- inhalé y exhalé el aire de mis pulmones y confesé: - He sido yo.

No tuve tiempo de decir nada más porqué una mano tomó mi cabello fuertemente y me llevó al suelo. Quedé sentada, tirando de mi cabello para que no doliera.

-¡Has sido tu perra! ¡Lo sabía! - tironeaba de mi y no pude hacer más que intentar que me soltara.

-¡Suéltala Kelly! Ya mismo- gritó su madre que se había puesto de pie. Alex seguía parado en el mismo lugar mirando sorprendido, hasta que reaccionó y tomó la mano de Kelly para que me soltara.

Hubiera llorado del dolor pero mi orgullo no me lo permitía. Sólo quedé en el suelo a la espera de que todo se calmara.

-Pero mamá...- de a poco soltó los mechones y se quejó con su madre pero ésta se lo impidió.

-Vete ya mismo Kelly antes de que te castigue a ti también.

-Voy a demandarlos por abuso de autoridad- dije confiando que mi voz sonara cortés y natural- ha dejado que su hija amenazara contra mi persona y ha hecho uso de violencia. Por su decisión de dejarla impune, he decidido llamar a Lamark.

Había escuchado ese nombre cuando mi padre le contaba a mi madre sobre un juicio multimillonario. Claro, yo no tenía ni un peso para pagarle al hombre pero aún así mentí para zafar. Recuerdo haber escuchado que esa persona ofrecía en ocaciones ayuda a la comunidad gratuita. Si me creía, quizás me dejarían en paz. Alex me miraba desconfiado ya que el sabía mi situación económica, mientras que la directora pareció sorprenderse y me miró detenidamente evaluando si seria capaz de conseguir que un abogado así me defendiera pero por su expresión creo que no se arriesgaría por una pelea infantil, finalmente suspiró.

-Esta bien, dejaremos pasar este inconveniente de la tintura y tu no llamas a Lamark. Puedes irte Maddalena.

-¡No es justo...!- escuché que se quejaba Kelly mientras salía de la habitación. Caminé por los pasillos y entré en el baño de mujeres y me dejé caer sobre la pared. Suspiré aliviada.



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