07: Mine.
Visitar al lobo fue una rutina de una semana, que terminó solo cuando Jungkook estuvo estable para soportar no verlo al menos dos días.
Seguía sin asistir a la escuela y la búsqueda de alguien que supiera romper lazos parecía en un punto muerto.
Lo más extraño de todo y que Jimin aún no le contaba a alguien es que también había comenzado a sentirse mal. Despertaba por las noches con un profundo dolor en el pecho que muchas veces no le dejaba respirar, su madre había tenido que llevarlo al hospital dos veces porque la asfixia parecía intensificarse.
Solo entonces se había atrevido a contarle lo que estaba sucediendo. Al principio se emocionó pero al escuchar que el Alfa lo odiaba simplemente le había abrazado, Jimin no lo entendía, se sentía rechazado y abandonado.
Sentía que necesitaba a Jungkook en esos momentos de la noche cuando se ahogaba y no había nadie para protegerlo. Cuando el sentimiento de agonía lo consumía, lo primero en que pensaba era en Jungkook, en buscarlo y aferrarse a él.
No era lógico.
Jimin jadea otra vez llevándose una mano al pecho, estaba preparándose para la visita al lobo cuando un intenso dolor en el pecho lo había dejado de rodillas contra el suelo.
Inhala y exhala varias veces intentando disminuir la presión, sus brazos y piernas hormiguean imposibilitando la tarea de incorporarse.
Debía al menos llegar al teléfono para pedir ayuda, su madre estaba en el trabajo y no volvería hasta el día siguiente. La pulsación lo ataca otra vez y gime de dolor, su alrededor gira y sabe que en cualquier momento va a desmayarse.
A este paso acabaría muerto, los doctores no podían identificar el problema y por lo tanto no había algún tratamiento que ayudara, ni siquiera tomar píldoras ayudaba.
Otra pulsación pesada debilita sus brazos y cae de cara al suelo. El mundo a su alrededor comienza a tornarse borroso, como si algo obstruyera su vista a pesar de parpadear.
Y lo único que la mente de Jimin podía repetir era Jungkook.
Jungkook. Jungkook. Jungkook.
Como si el pensar en él pudiera aliviar todo el dolor, lo cual era estúpido, ese chico no podría traer algún bien en su vida, se detestaban, lo había tratado como la mierda desde que llegó al pueblo, no podía ser esa ancla que su cerebro pedía.
Entre pensamientos vagos, siente el suelo vibrar con violencia y no sabe si es producto de su imaginación al estar desmayándose, pero no importa cuando alguien ingresa al cuarto. Jimin solo puede ver sus pies, la presión en su pecho seguía sin permitirle moverse.
— Joder.
Una mano acaricia el costado de su cabeza y mágicamente el dolor disminuye un poco, dejándole inhalar un poco de oxígeno sin sentir que le explotarían los pulmones.
— Tenemos que hacer algo, él también está sufriendo.
Las voces se distorsionan junto a sus latidos frenéticos, son confusas pero familiares. Están preocupados, ¿de él?
— Jimin, aquí estoy. – Es arrastrado con delicadeza, el calor de otro cuerpo cubre el suyo regalándole unos momentos de paz — Necesito que luches conmigo.
¿Luchar?
Lo único que quería era recostarse y dejarse ir en esa calma después de tanto dolor.
— Jungkook, él n-
— Cállate. Déjanos solos y ve a buscar a la abuela. – Era él. Jungkook. Jungkook. Jungkook. — Estoy aquí Jimin, puedes dejar de resistirte.
Otra pulsación le hace encogerse y gemir ronco. Los brazos del lobo lo sujetan fuerte mientras convulsiona, pero su voz es igual de débil.
Entonces puede entenderlo, todo esto es debido a él.
Así que permite relajarse por su presencia, ignorando por completo el pasado y sus malos tratos para aferrarse a su seguridad.
La presión desaparece despacio, reacia a darle un respiro. La voz de Jungkook sigue susurrando en su oreja, jadeando igualmente de dolor, un dolor que ambos comparten, que se aferra a ellos para que ellos se aferren al otro.
Cuando el dolor finalmente se ha ido, no sabe cuánto tiempo ha pasado, ni tampoco le importa porque en cuanto puede respirar normal, se desvanece después de mirar a los ojos al Alfa que estaba poniendo de cabeza su vida.
Despertar al lado de alguien ya era extraño considerando que era hijo único y que jamás había tenido novio.
Despertar junto a Jungkook fue incluso más confuso, el lobo tiene las manos aferradas a su cuerpo y parece tan relajado contra la almohada de su cama.
Jimin quiere acariciar ese rostro lindo, pero prefiere levantarse y poner algo de distancia. Se arrastra con cuidado y cuando va a alejar las manos de Jungkook, este despierta al instante.
Mira curioso su alrededor, y cuando le mira a la cara parece ver su confusión.
— L-lo siento.
Suelta el agarre en sus caderas tan despacio que Jimin casi le pide que no lo suelte. Era obvio que ningún quería alejarse, ahora podía sentir ese instinto que le rogaba por el Alfa, y aunque seguía escéptico en algunas cosas, creía completamente en el lazo que los unía.
— No importa. – Jimin termina sentándose en la orilla de la cama, no se vio capaz de poner más distancia — No quiero ser grosero pero ¿qué haces aquí? ¿Que sucedió?
— Bueno, ibas a ir a casa después de la escuela y no llegaste – El lobo se frota las manos como si estuviera nervioso — Luego sentí que... Que no estabas bien y simplemente corrí tan rápido como pude, el lazo ya comenzó a afectarte también.
— Te recuerdo, al menos tu voz.
— Estabas casi inconsciente, no supe que hacer más que llamar a la abuela.
— ¿Encontró la solución? — Pregunta más ansioso de lo que en realidad estaba.
— ¿De qué hablas? ¿Solución para qué?
Jungkook arruga la frente.
— Para romper el lazo, Hoseok dijo que estaban buscando una forma – La mirada del lobo se vuelve afligida y siente la presión del pecho volver despacio — ¿Qué pasa? ¿No existe forma de hacerlo?
— ¿Quieres que rompan el lazo?
Hay demasiada confusión en su voz, sus ojos expresivos le miran igual que aquel día cuando le dijo que sabía que no lo elegiría si fuera por voluntad propia. Jimin no sabía como interpretarlo.
— Mira, esto no es nuestra culpa, no quiero ponerte en una posición incómoda y si hay una solución yo la aceptaré.
La presión crece conforme habla, no solo en su pecho, puede notar cómo la respiración del lobo se agita.
— Pero tu, Jimin, ¿es lo que quieres?
— Yo solo quiero dejar de sufrir.
Jungkook no responde, parece haber entrando en algún tipo de trance personal, quizá otra lucha interna con su lobo.
Cómo tarda tanto, Jimin decide darle espacio y salir del cuarto, podía escuchar gente abajo y suponía que debían ser Hoseok y su abuela. Cuando se pone de pie, el cuerpo del lobo ya está frente al suyo, la rapidez lo asusta y por impulso se echa hacia atrás.
Antes de que pueda caer en la cama el lobo lo sujeta del rostro y tira de él en su dirección hasta que está besándolo. Cómo siempre, va a dejarlo, pero cuando puede ver los ojos del chico, no hay rojo, solo ese hermoso y profundo negro brillante.
— Soy lo que quiere el lobo, pero no lo que quiere Jungkook. — Susurra afligido contra los labios suaves que lo acarician. — No vas a obligarte a quererme por eso, no lo permitiré.
Quita las manos cálidas y se aleja, Jungkook parece ansioso y abre la boca pero no dice nada. De nuevo la presión, de nuevo el llanto, así que Jimin sale del cuarto antes de mostrarse débil ante el lobo, antes de enseñarle cuanto había comenzado a necesitarlo, a quererlo.
→LYLM ♡
Holaaa.
Disculpen la tardanza, he estado algo ocupada.
Cómo ya se acerca halloween (me vale que falte casi un mes aún) me dio curiosidad preguntarles si lo celebran.
¿Celebran halloween?
¿Les gusta disfrazarse?
Espero respondan para interactuar un poco.
En mi opinión, me encanta, es mi festividad favorita.
Besitooos.
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