04: We.




Camina apresurado por el pasillo, tenía diez minutos de retraso a la clase y todo porque se le había quedado atascado el zipper en el casillero y no podía sacarlo.

Ahora caminaba entre un abarrotado y angosto pasillo de alumnos cambiando de aula, eran chicos de grados más altos, y la mayoría eran grandes, como bestias duras que le aplastarían con un empujón. Pasar este mar estaba siendo frustrante, sin embargo todo empeora cuando ve que se dirige directamente a la persona que llevaba evitando casi toda la semana.

Arruga la nariz cuando Jungkook lo nota en su radar, así que se apresura en moverse al otro lado del pasillo y acelera sus pasos deseando alejarse lo más pronto posible.

Desde lo que había pasado en su auto aquella noche, no podía verlo a los ojos, ni siquiera estaba siendo fácil convivir con Hoseok, la vergüenza de lo que había hecho le hacía tartamudear como idiota.

Jungkook no le había buscado, no estaba esperando que lo hiciera pero parecía que incluso él evitaba estar cerca suyo. Quizá se arrepentía de lo que pasó, de todas formas, se odiaban, lo que hicieron fue un error, aunque Jimin no lo sentía así realmente.

Él es guapo, no iba a negarlo y fue caliente como el infierno verlo moverse contra su cuerpo, solo había tomado la oportunidad pero ahora se  sentía avergonzado por ceder de esa forma.

— Oye Jimin.

— ¿Qué? — Responde tan apresurado que se pone nervioso.

De inmediato se sonroja cuando Hoseok le alcanza en la puerta, se tensa cuando su sonrisa se expande y está seguro que ya sabe lo que sucedió.

— ¿Estás bien? Luces como si fueras a desmayarte.

Se sientan juntos en una mesa dentro del salón.

— S-si, lo siento solo me tomaste por sorpresa.

— ¿Sucede algo? Has estado raro toda la semana.

— Lo siento, problemas familiares.

Hoseok entrecierra los ojos unos segundos, claramente no le creía pero al final asiente y cambia de tema:— De acuerdo, te tengo una noticia increíble. Me dieron permiso de ir al club el fin de semana.

—¿En serio? Genial, ahora lo necesito más que nunca.

— Pero... – La sonrisa de Jimin desaparece y comienza a sentirse nervioso — Jungkook va a acompañarnos. Él y sus amigos.

— ¿Qué? – Jimin se pasa una mano por el rostro — De acuerdo, ya que.

El resto de las clases hace lo posible por no mencionar al hermano mayor o pensar mucho en que tendría que salir con él, no literalmente pero el estaría ahí.







El viernes por la noche Jimin siente más cerca el ataque de pánico cuando escucha la bocina del auto de quien seguramente era Jungkook.

Se acomoda la gargantilla de red una última vez antes de tomar dinero y el teléfono para de una vez salir. Conforme se acerca al auto nota a los amigos del mayor y a Hoseok en la parte de atrás.

Su amigo le abre la puerta y le da una sonrisa antes de dejarlo subir.

— Te ves increíble Minnie. — Hoseok mira asombrado su atuendo

— Tú te ves asombroso. Me gusta esto.— Dice Jimin mientras sujeta la cadena de colores que Hoseok trae.

El transcurso es silencioso, cuando llegan los mayores son quienes bajan primero y se adelantan. Se ven tan seguros que intimidan, eran igual de altos que Jungkook y no dudaba que ellos fueran híbridos y alfas también.

Jimin incluso aceptaría que eran bastante guapos.

Hoseok se abraza a su brazo y con una sonrisa siguen a los chicos hasta la entrada. El guardia pide identificaciones y cuando todos las muestran es que los deja seguir, solo entonces los mayores comienzan a conversar entre sí, Jimin los observa sonreír e incluso bromear, estaban muy animados.

A excepción de Jungkook, desde que lo habían recogido en casa estaba serio. Seguro era porque seguía en desacuerdo en dejar a su hermano menor vivir su vida.

Consiguen una mesa rápidamente, Jimin toma asiento apreciando el bar, jamás había ido a ese pero era bastante lindo, no había gente en exceso y la música era agradable.

— Iré por los tragos. — Avisa uno de los amigos de Jungkook.

— Te acompaño.

Jimin se ofrece de inmediato, Jungkook había mirado en su dirección varías veces y lo que menos quería ahora era una pelea estupida, venían a divertirse y eso es lo que haría.

El chico asintió con una sonrisa y se hizo a un lado dejándolo pasar primero.

— Soy Yukhei, por cierto.— Se presenta en el camino. Su sonrisa era coqueta y su mirada intensa a pesar de estar casi a oscuras.

— Jimin. — Responde sonriendo de lado.

— Así que tú eres el chico que quiere corromper al hermanito de mi amigo. – El chico se acerca hasta susurrar contra su cuello, Jimin se ríe cínico.

Antes de que pueda contestar llegan a la barra, el barista se acerca a tomar su orden y luego se aleja para comenzar a prepararla. El chico llamado Yukhei vuelve su atención a él, era muy atractivo con sus ojos grandes fijos sólo en él, su sonrisa risueña y coqueta le ponía nervioso de una buena manera, tenía un rostro aniñado pero fino al mismo tiempo.

Sin hablar de su cuerpo trabajado, ¿a caso todos los alfas tenían esa complexión? Porque este chico era inmenso, fuerte e increíblemente irresistible, se movía de una forma que gritaba poder por todas partes, no había inseguridad en su voz o sus pasos.

— En mi defensa – comienza Jimin acercándose un poco — Jeon exagera todo. Es demasiado aburrido.

Tras decir lo último, hace un puchero como si en serio estuviera sufriendo. El chico sonríe más grande y sus ojos se oscurecen rápidamente.

Cuando la proximidad comienza a escasear el barista llega con los tragos. El chico está reacio a alejarse, incluso se acerca hasta rozar sus bocas sin embargo no llega a besarlo, se muerde el labio y bufa antes de girarse para coger los vasos.

Jimin toma los restantes y se gira de vuelta a la mesa, sintiendo la enorme presencia del chico a sus espaldas. Al llegar a la mesa, se le borra la sonrisa cuando capta a Jeon viéndolo fijamente, su frente está arrugada y luce en verdad molesto, tanto que Jimin no puede evitar sentirse incómodo así que desvía la mirada y se concentra en Hoseok.

— Toma.

— ¿Qué es esto?— Hoseok toma el vaso y observa la bebida realmente curioso, Jimin sonríe por lo tierno que luce.

— Piña colada. Anda, pruébala.

El chico sorbe un poco, se queda pensativo unos segundos y luego sonríe.

— ¡Es muy rico!

Jimin se ríe. Se pasan la siguiente media hora disfrutando sus bebidas y hablando un poco con los amigos de Jungkook, Hoseok trata de integrar a su hermano en las pláticas pero obviamente estaba de mal humor así que simplemente asiente algunas veces y bebe de su cerveza.

Jimin por su parte ignora la intensa mirada que le dirige y se concentra en Yukhei, el chico no dejaba de acercarse y sonreírle, era obvio que estaba interesado, sería una buena oportunidad para borrar de su mente por completo lo sucedido con Jeon, así que lo aprovecharía.

— Me cansé de estar sentado. — Dice mientras se levanta. Yukhei le sigue rápidamente.

— ¿Quieres bailar?

— ¡Yo si quiero! — Dice Hoseok emocionado.

— Bailemos entonces — Dice el otro amigo de Jungkook, que si mal no recuerda se llama Namjoon.

Jimin nota como Jeon rueda los ojos y se sienta. Se dan una última mirada antes de que Jimin se deje guiar por Yukhei hasta la pista. Comienzan bailando en grupo, la música es animada y un poco sensual pero agradable, Hoseok le toma de las manos y giran juntos, se veía realmente feliz, luego de tres piñas coladas su rostro estaba rojizo, sus movimientos eran incluso un poco descoordinados dejando en evidencia que jamás había bebido alcohol.

La música cambia un poco a más lenta y sensual, es cuando siente unas manos sujetar su cintura. Jimin sonríe y se deja guiar por los movimientos lentos de lado a lado, dan una vuelta y quedan de espaldas a sus amigos.

Jimin gira sin deshacer el abrazo y le sonríe al tenerlo de frente, el chico le sujeta la barbilla y se acerca esta vez sin titubear. Su boca sabe dulce por el trago y su lengua se encarga de acariciar la suya con una intensidad que hace que le tiemblen las piernas.

Cuando el beso se intensifica y el chico lo aprieta contra su musculoso cuerpo es que Jimin gime totalmente derretido.

Sin embargo el contacto húmedo desaparece con un movimiento tan brusco que casi cae de rodillas al suelo. Un gruñido bestial hace que abra los ojos confundido, entre las luces de colores nota como Yukhei está en el suelo y alguien lo está sosteniendo del cuello.

Solo cuando Hoseok se acerca histérico se da cuenta que es Jungkook quien atacó a su propio amigo.

— No vuelvas a ponerle las manos encima ¿me oyes?

Definitivamente esa no era la voz de Jungkook, al menos no totalmente. Esta estaba mezclada con gruñidos reales de un animal, profundos y feroces que se escuchaban incluso con la música alta. Las personas ya habían comenzado a hacer espacio para observar lo que sea que estuviera pasando allí.

— ¿De qué hablas? Quítame las manos de encima tu.

Los dos comenzaban a enojarse y Jimin seguía sin comprender lo que estaba pasando pero cuando ambos alfas gruñeron, estaba seguro que una pelea podría ser el final de todo, así que como puede se acerca, extiende la mano para tocar a Jungkook y ve cómo está temblando.

— ¿Qué demonios haces Jungkook?

El primer toque de sus dedos lo hace voltear, Jimin tiene ganas de echarse hacia atrás cuando ve sus ojos rojos y los colmillos saliendo de su boca.

— Jungkook me estás asustando. — Dice Hoseok a un lado de ellos.

Sin embargo la mirada del mayor no deja a Jimin, quien ya está lo suficientemente nervioso como para dejar a todos ahí y correr lejos. Pero no podía hacerle eso a Hoseok, así que se obliga a respirar para controlar la situación, sabía que los híbridos a veces actuaban por instinto y no podían ignorarlo, él era el único razonable por el momento.

— Suéltalo Jungkook, la gente está mirando hacia acá – Da un paso más cerca — Por favor.

El mayor gruñe, le da una última mirada a su amigo y lo obedece. Se hace a un lado y Jimin aprovecha para acercarse a Yukhei, antes de que pueda si quiera hablarle es jalado del brazo hacia atrás. Jungkook lo mantiene a su lado mirándolo con recelo.

— Hombre, ¿como iba a saber que ya lo tenías marcado? – Yukhei se levanta claramente molesto, Jimin frunce las cejas ante su comentario — Él no te agradaba, y tu jamás dijiste nada, así que no quieras echarme la culpa.

— ¿De qué estás hablando? — Pregunta Jimin confundido.

— Será mejor que nos vayamos, este no es el lugar para esto. — Dice Namjoon.

Todos asienten y comienzan a caminar a la salida en silencio, Jungkook seguía sujetándolo contra su cuerpo solo que ahora lo tenía rodeado con su brazo. No había emitido ninguna palabra pero era fácil darse cuenta que no estaba en sus cinco sentidos, sus ojos no habían cambiado del rojo intenso y seguía gruñendo por lo bajo.

Era una situación extraña, Jimin estaba tan nervioso, no comprendía nada y la actitud repentina del mayor lo estaba volviendo loco.

¿Estaba molesto porque se besó con su amigo?
¿Era acaso lógico? Ellos se odiaban.

¿Y qué era todo eso de que lo había marcado?
Jimin no era muy experto con el tema de los híbridos pero sabía algunas cosas y en su mente ya estaba una posible respuesta, y no sabía si le gustaría saber si era cierta.

En el auto es Namjoon quien maneja esta vez, Yukhei sube de copiloto y ellos atrás, Hoseok intenta acomodarse entre ellos pero su hermano se rehúsa a soltarlo.

— No puedo creer que esto esté sucediendo. — Susurra sorprendido.

— ¿Qué es lo que está pasando, exactamente?— Pregunta Jimin sin poder aguantarse por más tiempo.

— ¿Qué no es obvio? Al parecer se imprimió en ti.

Jimin jadea alterado.

— Eso n-no es posible.

— Claro que es posible, sin embargo se necesita de cualquier contacto para que suceda. – Explica Namjoon — Pero estoy curioso, ustedes se odian, ¿qué clase de contacto podrían haber tenido para que él se diera cuenta que eres su pareja?

Jimin recuerda de inmediato lo que hicieron en el auto, en ese mismo asiento. Se sonroja violentamente, ¿fue allí? ¿Jungkook se dio cuenta que era su pareja en ese momento?

— ¿Por qué no dices nada? — Cuestiona Hoseok de repente.

Jungkook a su lado vuelve a gruñir y lo aprieta más cerca. No sabía qué significaba eso, pero Jimin no les diría qué habían hecho exactamente.

— Bueno... Nosotros, uhm...

Dios, no quería decirlo.

— ¿Qué? ¿Ustedes qué, Jimin?

— N-nosotros nos... Dios, nos besamos.

— ¿¡Besaste a mi hermano!?

Hoseok lucía realmente sorprendido.

— En mi defensa, él me besó. Pero no fue nada romántico, estábamos discutiendo y... simplemente pasó.

— ¿Como pudiste esconderme algo así? — Hoseok se cruza de brazos.

— Fue un error, no tenía sentido contarlo porque no significó nada. — Contesta Jimin exasperado.

A su lado, Jungkook gruñe profundamente y luego suelta un quejido de dolor, su abrazo se vuelve frágil y su rostro se desfigura con tristeza.

— ¿Y a él que le pasa? — Cuestiona confundido.

— Acabas de decir que lo que sucedió entre ustedes fue un error, su lobo se esta deprimiendo. — Es Yukhei quien responde ahora.

— No es lógico, me detesta.

— Al lobo no le interesa eso, el escoge y no hay nada que pueda hacerse contra eso.

Jimin suspira.

— Pero luego de eso me ignoró.

— Jimin, recuerda que tenemos dos almas prácticamente, eso significa dos mentes, Jungkook, el humano, obviamente estaba reacio a aceptar lo que su lobo quería, a veces uno puede resistir solo un poco a los mandatos animales.










LYLM

Si ven algún error porfi me avisan. *Toda la historia está errónea* ah.

Que difícil es el omegaverse porque hay tantos detalles que no tienes que olvidar.

Mis respetos para quienes lo escriben.

Aquí un capítulo y a lo mejor otro en la noche solo porque a lo mejor tardo en actualizar, tengo un par de proyectos que me mantendrán ocupadita.

En fin, espero tengan buen inicio de semana.

Besitooos.

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