Life Goes On. Pt. 1
Jimin se estiró sobre el sofá de la sala y rodeó con su brazo a su prometido hundiendo su pequeña nariz en la curvatura del cuello de Jungkook. Luego de llenarse de la fragancia apoyó su cabeza en el firme pecho del bailarín y observó sus manos entrelazadas.
—No quiero quitarme el anillo —dijo el menor de ambos viendo sus dedos entrelazados y los anillos idénticos que llevaban desde hace un tiempo.
—Yo tampoco, pero ya nos dijeron que no podíamos hacer que los fanáticos especulen más de la cuenta. Que ya era mucho que hiciéramos un dueto ahora que estamos en descanso como grupo.
Jungkook suspiró fuerte y observó el cabello de Jimin —quiero que nos casemos en Malta.
El rubio alzó de inmediato su cabeza y se rió bajito por el puchero que tenía su novio en sus labios. —De hecho debemos hacerlo fuera de Corea, aunque no será válido aquí.
—No importa realmente mientras estemos juntos. Ya perdimos mucho tiempo siendo orgullosos, celosos y tercos... Y yo no quiero volver a ver tus ojos tristes.
Jimin sonrió levemente y se acercó lo suficiente para besar los labios de su chico.
Meses antes y luego de hablar con sus respectivos padres ellos habían hecho un pequeño recorrido por la playa de Songdo tapados hasta los ojos prácticamente para no ser reconocidos.
Jimin recordó emocionado lo lejos que habían caminado hasta que fueran solo ellos dos en el lugar para luego observar como Jungkook se arrodillaba en la arena y tomaba sus manos para pedirle matrimonio.
La primera reacción del rubio cantante fue reírse al pensar que se trataba de una de las tantas bromas que el menor solía jugarle. Pero luego de las carcajadas él pudo observar los ojos brillantes y profundos de Jungkook. Allí no había una pizca de diversión. Entonces Jimin adoptó la misma seriedad aunque sabía que lloraría. Que innegablemente se rompería ante la petición que había deseado desde que era un niño. Desde que no sabía nada del mundo y solo la danza era su herramienta para vivir la vida, él había imaginado un momento así.
La brisa desordenado su cabello, un lugar bonito y que fuera tan romántico que la propuesta se convertiría en una historia para contarle a sus hijos y nietos.
—Ese día me hiciste el hombre más feliz del mundo. El día que me pediste matrimonio.
Jungkook resopló —siempre supe que terminaríamos así, de esta manera, tú y yo a pesar de todo, a pesar de mi inmadurez y de lo mal que te hice sentir por mi manera de reaccionar ante lo que ocurría a nuestro alrededor. Y no lo digo porque estuviera seguro de tu amor, ni que lo diera por sentado, sino que porque yo iba a hacer hasta lo imposible por tenerte a mi lado.
El azabache se movió y atrajo a su novio para besar sus labios luego de terminar de hablar. Pasó una mano por la cintura ajena y profundizó el contacto sintiendo como sus vellos se erizaban mientras suspiraba en la boca ajena.
Amaba besarlo, protegerlo, y aunque tiempo atrás Jungkook tuvo temor por las reacciones de las personas a su alrededor al saber de la relación de ellos, de la decisión que habían tomado siendo tan jóvenes, él no podía estar más conforme.
El miedo a que alguien le hiciera daño con sus palabras a un ser tan especial como era Jimin había sido una mala consejera todos esos años. Jungkook no dejaba de pensar día y noche en los comentarios negativos que el rubio recibía a diario y eso lo llenaba de impotencia ya que no podía defenderlo de las criticas que solo buscaban destruir y no contribuir en nada.
Era el precio de la fama decían todos, y Jungkook estaba de acuerdo con aquello, aunque no lo quisiera era parte de su vida. De la vida de ambos.
—¿En qué piensas? —Jimin enredó sus dedos en el cabello de su prometido esperando en silencio una respuesta.
—En ti —dijo sincero. Luego dejó un beso corto en los labios del rubio.
—Espero que sean cosas buenas.
—Lo son —Jungkook lo apretó un poco más fuerte y volvió a atacar la boca de Jimin. Luego fue bajando por su cuello lamiendo y chupando mientras su mano se deslizaba hasta los muslos de su novio.
—Amor —susurró el rubio cerrando sus ojos dejándose tocar y besar.
—Te amo mucho, mucho.
Jimin se movió nuevamente y se subió sobre su chico para seguir besando sus labios —amo que trabajemos juntos, que tengamos esta excusa para pasar tanto tiempo juntos. Aunque también extraño trabajar con los hyungs.
Jungkook asintió llevando sus grandes manos a las mejillas de su lindo novio —yo también, pero debemos esperar y por mientras seguir con nuestras vidas.
—Si… Supongo que todos estamos haciendo algo.
—Así es. Solo debemos esperar.
—Tae está muy triste.
Jungkook suspiró porque era cierto. Taehyung cada día estaba más triste, aunque fingía con una sonrisa en sus labios, el chico parecía cada vez más apagado.
—Deberíamos juntarnos a comer con él... Cuando vuelva de su viaje lo invitaremos.
Jimin hizo un puchero con sus labios gorditos y besables. Jungkook sonrió y le dio un beso corto —es raro esto. De estar trabajando los siete pasamos a cada cual tener agenda propia.
—Los hyungs escribiendo para los grupos nuevos se ve raro. Se siente extraño, tienes razón.
—Me alegra que puedan hacer sus trabajos propios. Ahora hay más tiempo.
Jungkook asintió acariciando el cuerpo de su novio —Tae lo está haciendo bien también.
—Siempre quiso tener tiempo para poder plasmar en sus fotografías lo que ve a través de su cámara, lo que ve con sus soñadores ojos. —Jimin dijo pensativo —Y para eso necesitaba salir de aquí. Extraña a su novio pero está ganando confianza y experiencia... Jin hyung va a estar muy orgulloso.
—Lo estará —Jungkook estuvo de acuerdo una vez más.
Siete meses habían pasado desde que Seokjin hubiese entrado al servicio militar, en todo ese tiempo los miembros del grupo lo habían visto dos veces siendo Taehyung el único que tenía una comunicación más fluida con él. Al menos dos veces al mes ellos se comunicaban vía telefónica.
La empresa decidió darle al grupo un tiempo fuera de los escenarios y luego de muchas conversaciones decidieron que harían esos casi dos años en que el mayor estaría fuera.
Jungkook y Jimin decidieron hacer un dueto, aunque la idea había sido planteada por los ejecutivos de la empresa. Todos ellos sabían que ganarían demasiado dinero haciendo que ellos cantaran juntos en una sub-unidad. Los bailarines estaban trabajando en un disco completo más una serie de presentaciones, pero sin irse de gira. Sólo se presentarían en programas de variedades.
Yoongi, Namjoon y Hoseok estaban dedicándose de lleno a escribir y producir para los grupos más jóvenes de la compañía, también escribiendo para cuando ellos volvieran a escena. Los tres estaban bastante conformes con su nuevo trabajo dentro de la compañía. Y el más contento con aquello era Namjoon que tenía mucho más tiempo para estar con sus lindas mujeres y disfrutar al máximo su nuevo rol como padre de familia.
Taehyung por su parte había rechazado dos papeles para actuar en un drama de temática escolar y había decidido ahondar en su más grande pasión, por lo que no era extraño que estuviera siempre de viaje buscando locaciones mientras escribía un libro para su novio contándole de todas las cosas que veía mientras disfrutaba y conocía el mundo más allá de lo que había visto todos esos años.
—¿Vamos a la habitación? —Jimin se puso de pie y estiró su mano para que Jungkook la tomara.
Cuando el menor se puso de pie rodeó con sus fuertes brazos el cuerpo del rubio y lo besó. Su lengua entró de inmediato en esa boca que conocía tan bien y que amaba cada día más.
—Kookie —susurró Jimin dejándose amar.
—Te amo bebé.
Jimin se subió al cuerpo ajeno como si fuera un koala y se rió fuerte cuando las manos de su novio apretaron su bien formado trasero.
En el camino a la habitación se fueron besando y riendo. Estaban solos y por lo que sabían ni Yoongi, ni Hoseok llegarían esa noche.
—Mi cama no está hecha —dijo el menor en el pasillo.
Jimin alzó una ceja y sonrió de lado —ya sabes que significa eso ¿No?
—Lo sé —Jungkook mordisqueó el labio inferior del rubio haciéndolo jadear mientras seguía tocando su trasero —lo quiero.
—Entonces apúrate. Tengo muchas peticiones para ti esta noche.
Jungkook hizo caso enseguida y es que cada momento que podía pasar junto a su prometido era valioso.
Entraron a la habitación que muchas veces había sido testigo de sus encuentros a escondidas de todos, pero ahora ya no era así y pronto darían un paso más en la relación.
El paso más importante y Jungkook deseaba con todo su ser poder tener a Jimin por muchos años más junto a él.
—Basta de trabajo.
Hoseok estiró su cuello y giró sobre su silla para ver a su novio concentrado en el último tramo de pista que tenían que entregar.
Trató de no mirarlo tanto rato ya que no estaban solos en la sala. Volviendo a su computador observó la pantalla y miró la hora. Era tarde y Yoongi no había comido en horas y eso definitivamente no era algo que Hoseok dejara pasar.
—Basta de trabajo —repitió.
Los demás productores asintieron y todos ellos sin excepción se estiraron en sus sillas cansados por las labores de aquel día.
Hoseok se avergonzó y es que la orden no era para ninguno de ellos, sino que para su trabajolico novio.
Yoongi seguía enfrascado en su computadora y el bailarín sabía que no era buena idea molestarlo. Siempre había sido así, desde que eran unos principiantes que Yoongi olvidaba su mundo exterior y se enfocaba solo en su trabajo. Hoseok jamás había estado de acuerdo con eso pero los resultados eran siempre excepcionales por lo que dejó su silla y salió de la habitación.
Observó el corredor vacío y se agachó para ponerse sus zapatillas. Era tarde y estaba cansado, quería dormir un poco antes de volver a la empresa y entregar su trabajo por lo que pasó a la sala de descanso a buscar su chaqueta y su bolso, pero antes de dejar el lugar un cansado Yoongi llegó hasta él.
—Me voy a casa —dijo Hoseok arreglando su cabello negro para luego ajustar su gorra.
Yoongi asintió en silencio. —Nos vemos mañana.
—¿Te vas a quedar aquí? —Hobi arrugó su ceño.
—Si, tengo una gran idea en mente en necesito trabajarla. Ya terminé la pista pero necesito trabajar en una melodía.
Hoseok asintió de mala gana. Entendía un poco la manera de trabajar de su novio, lo sabía y antes, cuando solo eran amigos, lo apoyaba o quizá no le interesaba lo suficiente. Ahora era diferente porque cada cosa que pasara con Yoongi era importante, demasiado, entonces él se preocupaba. Antes también lo hacía, pero no era el novio del gran Min Yoongi...
—No. Deberías venir conmigo y descansar.
Yoongi ladeó su cabeza más serio que nunca y alzó una ceja intimidante. O eso era lo que él creía, pero el hombre frente a él se cruzó de brazos luciendo mil veces más intimidante entonces no le quedó más remedio que suspirar.
—Necesito trabajar en esos detalles, Hobi.
Hoseok se encogió de hombros —bien, como quieras, pero te vas a enfermar si sigues así y yo no te voy a cuidar.
Enojado pasó por su lado y pensó que en algún momento su novio lo detendría y le diría que lo esperara para irse juntos a casa pero eso no fue así y Hoseok tomó el ascensor para llegar hasta el estacionamiento.
Cuando estuvo dentro de su vehículo le envió un mensaje a Jimin. Quería saber si podría dormir esa noche en su habitación sin tener que escuchar ruidos y risas.
No estaba de ánimo.
El mensaje que recibió hizo que su molestia aumentara.
Encendió el motor y salió de la empresa para dirigirse a su propio departamento. Usualmente no lo usaba, prefería dormir en casa con los miembros pero desde que Nam había dejado el hogar y el mayor de todos ellos se había enlistado es que las cosas se sentían diferentes en el ese lugar.
Luego de manejar varios minutos llegó hasta su departamento. Encendió las luces y observó todo el lugar como si lo viera por primera vez. Pensó que quizás era un buen momento para vivir solo, para independizarse de sus amigos.
Y aunque había tenido esa idea desde que lo había comprado nunca se había sentido como si debería hacerlo. Pero su presente era diferente, necesitaba privacidad.
Se quitó las zapatillas, su gorra y su chaqueta. Luego caminó hasta la cocina y sacó una botella de agua mineral del refrigerador y revisó el mismo decidiendo que iría de compras al otro día, o al menos lo intentaría, ya una vez había logrado comprar unas cuantas cosas en el mercado antes de ser descubierto por una fan. El recuerdo era amargo ya que tuvo que prácticamente salir corriendo cuando al menos seis personas lo rodearon sin dejar que pudiera caminar libremente.
Tomó sorbos de agua lentamente y luego descartó la botella para ir a la ducha. Estaba cansado y solo quería dormir pero una y otra vez su novio volvía a sus pensamientos, seguía preocupado por esa maldita obsesión de Yoongi de trabajar tanto sin siquiera descansar un par de horas.
Luego de estar más tiempo del acostumbrado bajo el agua Hoseok se puso su pijama y como cada noche le envió un mensaje a su hermana. También habló unos minutos con su madre. La puso al corriente sobre su agenda y decidieron que debían pasar al menos un fin de semana en familia.
Había pasado el cumpleaños de Yoongi y el propio unos meses antes y esa había sido la última vez que había compartido con su familia completa.
Dejó su teléfono en la mesita auxiliar y se metió a la cama todavía pensando en su novio y en lo acostumbrado que estaba a dormir a su lado, a abrazarlo mientras dormían... Besarlo hasta que se despertara para hacer cosas entretenidas.
Hoseok suspiró y apagó la luz de la lámpara. Cerró sus ojos y dejó que el cansancio del día adormeciera por completamente todos sus pensamientos.
Yoongi entró al departamento que compartía con sus compañeros, o lo que quedaba de ellos, y dejó su mochila en el colgador. El lugar estaba desierto, atrás habían quedado los días en que era ruidoso y en donde siempre había alguien despierto fuera la hora que fuera.
Pasó por la cocina y tomó una botella de agua, sabía que a Hobi le gustaba beber un poco de líquido antes de dormir.
Bostezando pasó por el pasillo de las habitaciones y paró en seco en la puerta de su novio al escuchar una risitas. Rodó los ojos al darse cuenta que los mocosos calenturientos de Jimin y Jungkook estaban encerrados en la habitación.
Giró su cabeza hasta la puerta de su propia habitación preguntándose si Hobi estaría durmiendo en su cama. Sonrió ante la idea y se alejó lo más rápido posible de los ruidos que alcanzó a escuchar al otro lado de la puerta.
Para su decepción Hoseok no estaba en aquel lugar.
Aún con la botella en las manos Yoongi se sentó a la orilla de su cama y miró su habitación lamentando el no haber acompañado a su novio cuando se lo pidió. Y es que de verdad él quería trabajar en esa melodía antes de irse a descansar, pero luego de que Hobi se fuera molesto con él es que no pudo seguir trabajando y por ende no completó su trabajo.
Tenía todo el tiempo del mundo para afinar su trabajo. Ahora solo quería estar en buenos términos con su lindo novio.
Se puso de pie y tomó un pequeño bolso desde el armario que tenía en aquel lugar. Puso un poco de ropa interior y ropa para el otro día.
Salió de la habitación y pasó rápidamente por el pasillo no queriendo escuchar nada que proviniera desde el dormitorio de Jimin y Hoseok.
Miró la hora en su reloj mientras esperaba el ascensor y como si estuviera haciendo una travesura se metió a este con una sonrisa en los labios.
No tenía idea como su novio iba a recibirlo o siquiera le abriría la puerta pero bueno, él era un tipo decidido y al menos trataría de dormir esa noche en brazos de Hoseok, como cada noche desde que su relación se había vuelto formal.
Golpeó dos veces la puerta del hombre que había cambiado su mundo, el hombre que lo acompañaba en los buenos y malos días y que se preocupaba por él en todo momento.
Su novio, el hombre más lindo y con un corazón enorme que tenía demasiado amor para dar.
Un somnoliento Hoseok le abrió la puerta y Yoongi sonrió entrando al lujoso lugar.
—¿Yoon?
El rapero mayor lo tomó por la cintura y besó sus labios de inmediato.
El suspiro de alivio que salió de la boca de Hoseok le hizo saber que su novio estaba esperando por él.
—No te enojes conmigo ¿Si? —Yoongi acarició las mejillas de su novio y volvió a besarlo.
Hoseok se dejó besar pero luego recordó que él estaba muy enojado con Yoongi entonces se separó lo suficiente para que pudieran verse a los ojos.
—No quiero que enfermes, no comes, no duermes lo suficiente y eso está mal. Desde que hyung se fue que pasas encerrado en tu estudio o en la empresa.
—Lo siento.
—Yo también deseo que el tiempo pase rápido, pero debemos continuar, esperarlo de la mejor manera posible y estar sanos para cuando él vuelva, ¿No recuerdas que eso fue lo que nos pidió?
—Que nos mantuviéramos juntos y sanos. —Recordó el rapero.
—Exactamente eso y tú no estás haciéndolo. No estás haciendo caso a las palabras de hyung.
—Ya. Cambiaré, en serio.
Hoseok pareció meditar un segundo y luego pasó sus brazos por el cuello de su novio decidiendo que esos ojitos tristes y esa adorable mueca en los labios ajenos eran lo suficiente para dejar su molestia de lado —¿Tienes hambre?
—¿De comida?
—Tonto.
—Lo soy, pero tuyo. —Yoongi volvió a besarlo hasta que necesitó aire.
—Ahora yo necesito comer —Hoseok lo tomó de la mano y lo llevó hasta su habitación para desvestirlo —luego pediremos comida real, ¿Si?
Yoongi estuvo de acuerdo y juntos cayeron a la cama.
Una noche más pasarían juntos y eso sin duda valía la pena todo el trabajo y las pequeñas discusiones que a veces tenían. Pero así era como las parejas se comportaban y ellos no estaban muy alejado de aquello.
Hola! Como dice el título esta es la primera parte de dos que haré para saber en qué están todos nuestros personajes y parejas secundarias.
El próximo será de Tae, Nam y Jinnie.
Luego de eso publicaré el epílogo.
Gracias x sus lecturas 🥰
Lxs amo mucho pero eso ya lo saben 🥺♥️.
Dejaré esto por acá para que cada persona que llegue a leer esta historia sepa que vivimos un tiempo histórico junto a nuestros chicos.
Todavía estoy emocionada, pero no bajemos los brazos!
Stream a BE 💜
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