• 54 •

Taehyung observó la entrada al parque Dalseong y sonrió rememorando su infancia. Seokjin a su lado también sonreía y eso fue suficiente para tomar su chaqueta y obligarlo a caminar con él.

—No pensé que estaría abierto hoy.

Taehyung alzó su mirada y con su cámara capturó la imagen del bonito árbol que se mecía al son de la brisa de esa tarde.

—Hoy es el último día de apertura, para año nuevo lo cierran.

Seokjin se bajó su tapa bocas y respiró el frío aire de esa tarde.

Habían viajado desde Seul esa mañana y luego de que Taehyung hubiese pasado a casa de sus padres a dejar a Yeontan ellos habían decidido hacer turismo en la ciudad de infancia de Taehyung.

—¿Les dijiste a tus padres a que hora irás a su casa?

—Si —Tae bajó su cámara y se giró para mirar el rostro del mayor —les dije que iría en la tarde antes de cenar. Tannie quedó feliz, pensé que no se quedaría tranquilo con mis hermanos rondando cerca de él.

—Tannie es un amor pero ¿Estás seguro? —Jin suspiró poniéndose de nuevo el cubre bocas en su lugar —de alguna manera siento que te estás presionando a hablar con ellos.

—No es así hyung. Tenía que hacerlo en algún momento y este es el mejor momento. Ahora tengo la confianza necesaria para pararme frente a ellos y ser sincero. —Tae comenzó a caminar y Seokjin también lo hizo a su lado mientras veían a las personas pasar al lado de ellos sin siquiera percatarse de su presencia —si hubiese hablado con ellos antes estoy seguro que no hubiese tomado bien una respuesta negativa. Pero ahora es diferente. De alguna manera me siento fuerte para afrontarlo, por si todo sale mal.

—Lo entiendo. Sentí una sensación parecida cuando fui a casa de mis padres luego de que se filtrara lo de Somin.

Tae no dijo nada sobre eso y caminó hasta una de las tantas bancas que habían en el parque. Se sentaron en silencio y observaron desde ese lugar las edificaciones antiguas que se emplazaban en ese histórico recinto.

—Creo que no es necesario ir al zoológico que hay dentro. Hace un poco de frío.

—Un poco —Jin juntó sus manos y las frotó tratando de buscar calor.

Tae lo observó de reojo y sin demorarse mucho tomó las manos de su ex novio y las juntó con las suyas —siempre eres tan friolento, hyung.

—Me hago viejo —sonrió Seokjin.

—Estás perfecto.

—Lo sé —Jin se rió y luego negó con su cabeza —la costumbre, perdón.

—No lo sientas, es la verdad.

—La belleza no es eterna, pronto me voy a arrugar y tendré ojeras o manchas en la piel.

—Todos vamos para allá hyung. Unos antes otros después, da igual en realidad. Lo importante es tu interior, más allá de lo que se vea por fuera… Tú tienes ambos, belleza interior y exterior.

—Ya —Seokjin bajó su cabeza avergonzado.

—Eres cálido con todas las personas, eres capaz de cambiar nuestros estados de ánimo cuando estamos tristes o mal humorados. Eres capaz de exponerte para que todos estemos cómodos en alguna actividad… Eso no lo hace cualquiera y tú sueles hacerlo como si no fuera la gran cosa pero es un gesto inmenso. Yo agradezco mucho que seas así —Taehyung giró su rostro y se encontró con los ojos llorosos del mayor —eres quien nos mantiene cuerdos, ¿Lo sabes cierto? Eres fundamental para nuestro equipo y para mi —susurró el castaño acercándose un poco más.

—Todos somos importantes —Jin acarició el dorso de la mano de Taehyung distraídamente mientras veía el cielo cerrarse y las nubes ponerse grises —todos aportamos y por eso es que podemos decir que somos una familia. A pesar de los problemas y las discusiones somos una familia y nos queremos.

—Si, nos queremos tanto que no buscamos pareja fuera del grupo y nos amamos entre nosotros —Tae se rió y Seokjin también lo hizo.

—Si se enteraran de eso todos se volverían locos. —Jin quitó sus manos y rodeó al menor con su brazo izquierdo.

Taehyung abrió su boca y tragó saliva mientras su corazón golpeaba tan fuerte en su pecho que pensó que moriría ahí mismo. Y no le daba miedo alguno si llegaba a morir en brazos de su gran amor.

—Nadie puede saberlo. No ahora al menos —Tae recargó su cabeza en el hombro del mayor y trató de calmar su respiración.

La gente pareció desaparecer mientras ellos miraban él paisaje desde esa banca. Nada importaba realmente pero y a pesar de que era un buen lugar para ponerse romántico, ellos no podían darse ese lujo.

Se levantaron y salieron del parque en silencio cada uno sumido en sus propios pensamientos.

Seokjin quitó la alarma del automóvil que Taehyung había rentado y que él no entendía por qué lo había hecho sí en casa de sus padres el menor tenía su propio automóvil.

Se subieron y de inmediato Jin en encendió el motor para calefaccionar y así ambos pudieran entrar en calor.

—Hace mucho frío —Tae frotó sus manos para luego quitarse el cubre bocas. —Tengo ganas de tomar algo caliente.

—Yo también, algo como un chocolate caliente estaría bien para mi.

Tae sacó su teléfono de su bolsillo y tarareo en respuesta, luego comenzó a escribir a medida que el automóvil se ponía en marcha, activó el GPS y puso su teléfono en el tablero.

—A esa dirección tenemos que ir. Es la casa que renté en línea.

Seokjin sonrió mirando el camino —parece que tienes todo bajo control.

—Casi —murmuró el castaño mientras veía el paisaje.

—¿Cuántas habitaciones tiene esa casa? —preguntó Seokjin cambiando de carril.

—Una. No necesitamos más. —Tae sonrió y luego giró su cabeza para observar el perfil de su ex novio —espero que no te moleste.

—No. No me molesta. —Jin se acomodó en el asiento —¿Puedes pasarme mis gafas?

—¿Tus gafas? Pero ¿No te operaste los ojos para no tener que usarlas?

—Si, pero me gusta como me veo con ellas.

Taehyung se rió bajito y se quitó el cinturón. Luego pasó la mitad de su cuerpo sobre los dos asientos y comenzó a buscar el dichoso estuche donde su hyung guardaba sus gafas.

Seokjin miró el camino pero luego sus ojos se fueron hasta el trasero de Taehyung que estaba muy cerca de su rostro. Lamió sus labios sin querer rememorar lo que su traicionero cuerpo estaba sientiendo al recordar las veces que solía estar con Taehyung bajo las sábanas.

Suspiró para calmarse y cuando Tae volvió a su asiento respiró más aliviado.

—Ten —el castaño se acercó para ponerle las gafas. —Tienes razón, te ves guapo... No te las quites.

—Solo es decoración.

—Una muy linda por cierto —Tae volvió a ponerse su cinturón y se acomodó en su asiento.

—Hoy despertaste extrañamente halagador ¿No crees?

—Son cosas que debería decir a diario. De ahora en más seré de esta manera, quiero decir las cosas que opino de ti sinceramente. Sin segundas intenciones.

—Está bien, podría acostumbrarme aunque me da vergüenza si lo haces delante de las cámaras.

—Lo sé, pero debo hacerlo. Me gusta hacerle saber a nuestros seguidores que te queremos demasiado… Me gustaría decir que te amo en cámara... Pero no como una broma, ya sabes.

Seokjin sintió el rubor cubrir sus mejillas y prontamente sus orejas. No era algo que podía ocultar, le gustaba cuando sus compañeros hablaban cosas positivas de él, pero más le agradaba cuando era Taehyung quien lo decía.

Luego de una hora manejando ellos llegaron hasta la casa que había rentado Taehyung. Este bajó los bolsos y Seokjin dejó todo cerrado en el automóvil para poder entrar al lugar.

—Me aseguré de que hubiera comida suficiente para estos días que estaremos aquí... Hay de todo.

Seokjin se quitó los zapatos y se metió en la cocina mientras Taehyung dejaba los bolsos en la única cama que había en la propiedad este observó la cama y suspiró. Quería engañarse a si mismo y no admitir que quería volver a estar con Seokjin de esa manera, pero no como cuando estuvieron en las últimas semanas mientras se encontraban de gira. Sino que como estuvieron cuando la relación era estable y bonita.

Antes de los problemas.

Antes de él sentirse inseguro por el futuro que pudiera tener con Seokjin como padre.

Taehyung quería reír como un loco por que su miedo más grande había resultado ser una verdadera farsa. Una cruel mentira que lo tuvo por meses pensando en lo peor, pensando en lo olvidado que iba a quedar luego de que Seokjin se convirtiera en padre, pensando que el mayor haría una vida junto a Somin y el bebé de ambos.

Y ahora estaba luchando con todas sus fuerzas para volver a su lado, para que Seokjin le diera una nueva oportunidad a su amor.

Se sobresaltó cuando sintió las manos de Seokjin sobre su cintura y su mentón haciéndole cosquillas en su cuello.

Se quedó muy quieto sin siquiera mover un músculo mientras sentía la respiración de su hyung en su oreja.

Lamió sus labios lentamente y llevó sus manos hasta donde estaban las del azabache.

—No te he agradecido por haber aceptado venir conmigo hasta aquí. Gracias Jin hyung.

Seokjin se mantuvo en silencio respirando el familia olor de Taehyung, se le estaba haciendo muy difícil no querer besarlo hasta que sus labios ardieran. Pero por más que quisiera tomarlo y no soltarlo nunca más, tenía que esperar por Taehyung.

—Me gusta pasar tiempo contigo.

Tae se giró y tomó las mejillas del otro ante la sorpresa del mayor —cuando dijiste que estabas alejándote de mi casi me muero de tristeza, ¿Ya no piensas así?

—No. —Seokjin observó los ojos del castaño y alzó su mano para despejar la frente de Tae y así poder bien su rostro.  —No pienso así, siento haber dicho eso.

—Está bien —Tae bajó las manos —me lo merezco.

—No digas eso. Ambos nos hemos equivocado.

—Si —susurró el castaño mirando los labios ajenos —creo que iré ahora donde mis padres, vendré a cenar contigo… Luego podríamos ver una película.

—Eso estará bien, te estaré esperando ¿Si?

—Gracias —sonrió mientras se alejaba hacia la puerta —pediré un taxi por qué lo más probable es que tomaré algún vaso de alcohol, para los nervios —dijo suspirando.

—Es lo mejor —Jin esperó a que Tae pidiera el trasporte y se quedó al lado de él mientras esperaban.

Taehyung se cambió de chaqueta ya que tenía mucho frío, pero mientras antes pudiera hablar con sus padres él podría tener siquiera una oportunidad con el mayor.

—La casa de mis padres no está muy lejos de aquí, por lo que no demoraré demasiado... Bueno si las cosas se salen de control demoraré más…

—No te preocupes por mí, yo estaré aquí. Esperándote.

Taehyung asintió despacio y luego su teléfono comenzó a sonar. Él contestó y cortó la llamada unos segundos después.

—El taxi ya está aquí.

Seokjin se acercó al menor y lo abrazó un momento para darle su apoyo silencioso.

Tae suspiró en el cuello ajeno y cerró sus ojos. Extrañamente no sentía miedo, pero lo más probable era por que estaba con Seokjin, pero en casa de sus padres estaría solo.

Sus manos se cerraron en torno al mayor y respiró una vez más antes de separarse completamente. —Nos vemos al rato, hyung.

Seokjin lo observó hasta que Taehyung llegó a la puerta. Esta se abrió y el viento frío entró hasta donde ellos estaban.

Se demoró un segundo en tomar de la chaqueta al castaño y juntar sus labios ante el asombro inicial del menor.

Seokjin lo tomó de las mejillas y saboreó, como si tuviera todo el tiempo del mundo los labios ajenos. Dejando escapar pequeños jadeos que morían en la boca del otro.

—Estoy seguro que te irá bien —susurró Seokjin en los labios ajenos —cuídate y no discutas con tus padres. Recuerda que para ellos esto será algo que no se esperan.

—Si —respondió el castaño todavía un poco aturdido por el beso recibido —lo haré.

Seokjin lo dejó ir y cuando cerró la puerta recordó que Taehyung quería tomar algo caliente. Entonces él fue hasta la cocina para cocinar y así no sentir la necesidad de correr detrás de Taehyung y acompañarlo.

Sólo esperaba que a Taehyung le fuera bien, ya que él mejor que nadie sabía lo apegado que era a sus padres y que un desencuentro de ese tipo podría calar muy hondo en él corazón de Taehyung.

Dándose el ánimo suficiente él cocino para ambos sin querer mirar la hora es que preparó diferentes comidas siendo en su gran mayoría las favoritas del menor.

Luego de casi una hora Jin tenía todo listo y acercándose al refrigerador es que tomó una botella de cerveza y se sentó en el sofá de la sala. Encendió el televisor pero no miró en que canal quedó, simplemente lo dejó encendido como compañía. Tomó su teléfono y revisó sus mensajes y publicaciones en la red social personal que tenía y que sólo un puñado de personas conocían, en su mayoría amigos de la industria y uno que otro amigo de la universidad.

Dejó el teléfono de lado luego de media hora y mientras tomaba su botella deseaba con todo su ser que a Taehyung le estuviera yendo bien.

Aunque él ya había tomado una decisión fuera cual fuera la respuesta en casa de Taehyung.


Taehyung observó a su madre y luego a su padre luego de que él le dijera sin rodeos lo que quería hablar con ellos.

Soy gay. Me gustan los hombres desde que era un adolescente y no, no estoy confundido en absoluto.

Sus progenitores se veían asombrados. Ninguno había dicho palabra alguna desde que él hubiese confesado lo que tanto temía.

Taehyung tomó la servilleta y la enrolló entre sus dedos.

—¿Por qué? 

El castaño miró a su madre y se encogió de hombros luciendo como un cachorro abandonado en medio del bosque.

—Solo soy así. —Taehyung quería llorar.

—¿Por qué te demoraste tanto en contarlo? ¿Crees que nos gusta ser los últimos en saber lo que pasa realmente en el corazón de nuestro hijo mayor?

Taehyung alzó la mirada y sus ojos se encontraron con los de su madre.

—Yo… Umh —comenzó a sudar sin quitar los ojos de la mujer.

—Sabes que esto es un tema que no podemos tomar a la ligera ¿Cierto? Pero tampoco nos vamos a enojar —su padre cruzó sus dedos sobre la mesa —eres nuestro hijo mayor y tus decisiones hace mucho que son solo tuyas, pero esto puede ser un enorme escándalo por lo que representas hijo y estoy seguro que tú madre no quiere verte sufrir ni que seas el comidillo de todo el mundo. Yo tampoco quiero eso.

—Es un secreto a voces prácticamente.

—Debes tener cuidado entonces. No queremos que nadie diga algo malo sobre aquello. Es tu vida y así debe quedar ¿Si?

Taehyung asintió un poco más aliviado aunque seguía sintiendo esa pequeña incomodidad dentro de él al saber que ahora sus padres sabían sobre su orientación sexual. Pero no era tan malo como cuando debía ocultarlo.

Su madre se levantó excusándose de ir a ver a sus hermanos menores y cerciorarse de que se estuvieran comportando de buena manera con Yeontan. Él se quedó con su padre que lo miraba serio al otro lado de la mesa.

—Estoy orgulloso de ti hijo.

El castaño parpadeó muchas veces pero era tarde. Sus lágrimas bajaron sin su permiso por su mejilla. Se limpió de inmediato con la misma servilleta que había doblado en miles de partes mientras escuchaba a sus padres hablar.

Bajó su cabeza en señal de respeto ante aquellas palabras y cuando alzó su cabeza miró a su padre. Un hombre cariñoso, un padre trabajador que nunca tuvo demasiado para darle en el pasado pero que siempre recompensó esas carencias con amor y buenos consejos.

—Ven a tomarte una copa con tu viejo padre. Debemos hablar.

Tae se levantó como un niño torpe y se sentó en la sala que se sentía más acogedora que de costumbre.

Recibió un vaso y le dio un pequeño sorbo ya que él no solía beber demasiado. No ese tipo de licor al menos.

—Papá, ¿Puedo pedirte un consejo?

—Por supuesto. Siempre.

—Es amoroso.

El hombre tosió pero aún así asintió tomando otro sorbo de su licor. —Habla.

—Yo dañé mucho a una persona y ahora él… —Taehyung miró a su padre nervioso pero este le indicó que continuara con un movimiento de mano nervioso —él no cree en mis palabras, no cree que me arrepiento de verdad por lo que pasó.

—Entonces debes demostrarle, no con palabras, por que eso es inútil, debes hacerle ver que estás arrepentido como primera cosa y que quieres enmendar tu error como segunda. Cuando estés seguro que… Que él también quiere dar vuelta la página y avanzar contigo es cuando debes actuar. Antes no.

—¿Y si no me lo dice con palabras pero si con acciones?

—Entonces yo diría que él también quiere estar contigo y dejar todo atrás... Pero si haces algo como eso, si vuelves a estar a su lado entonces no puedes volver a dañarlo nunca más. Debes estar seguro de lo que quieres para tu vida, no es bueno jugar con las personas Taehyung, con tu madre no te criamos así.

—Lo sé —Tae bajó la mirada hasta el vaso que tenía en su mano —me asusté —dijo sincero y sorprendido por estar hablando de eso con su padre. Jamás le había pedido un consejo de esa magnitud. —Yo no quiero hacerle daño, nunca más. Él solo merece ser amado.

—Todos queremos eso hijo. Creo que aún sin saber que es lo que realmente pasó puedo asegurar que tú lo amas. La manera en la que estás hablando ahora dice mucho, espero que él también lo vea así.

—Quiero que lo vea así, pero es difícil.

—Pero no imposible. Haz lo que te digo, deja que tu corazón sea quien dicte tus acciones. Eres un buen hombre hijo, él debería saberlo ¿No?

Taehyung tomó otro pequeño sorbo y arrugó sus cejas ante el amargo sabor. —Definitivamente esto no es lo mío.

Su padre rió y tomó un nuevo sorbo hasta que acabó el líquido de su vaso —¿Te quedarás para tu cumpleaños? Tu tía ya está mejor de salud.

—Puede ser, tengo que arreglar algunas cosas, aunque no sería malo que ustedes viajaran y así se quedan hasta después del año nuevo.

—También es una posibilidad… Cuéntame como están los chicos, ¿Cómo está Seokjin?

Taehyung casi bota su vaso. Torpe como siempre que escuchaba el nombre de su hyung.

—Bien… Él está bien. Todos bien.

El Kim mayor sonrió y se levantó de su sofá para servirse otro vaso. Le ofreció uno más a su hijo pero este todavía tenía su vaso a la mitad, por lo que solo se sirvió para él un poco más.

—Dale mis saludos. Siempre me pareció un chico muy centrado.

Taehyung lamió sus labios y asintió despacio mirando al hombre que admiraba. Iba a decir más pero su madre entró en la sala con un caja en sus manos.

—Tu habitación está lista.

—¿Habitación? —el castaño se puso de pie —yo no me quedaré aquí mamá… Renté un lugar cerca del centro.

—¿Rentaste un lugar?

—Si —dijo nervioso moviéndose por el lugar para luego dejar su vaso sobre la mesa de centro.

Su madre entrecerró sus ojos —¿Viajaste solo Tae?

—Uh… Yo…

—Deja al muchacho mujer. Ya es grande.

—Oh por dios, él nos acaba de contar algo inmenso y no va a dormir en su casa por primera vez desde que viene a visitarnos. Dame permiso para volverme loca.

Tae se rió. Quizá no era el mejor momento por que su estómago era un lío pero estaba aliviado, de alguna manera estaba contento.

Ya no tenía que mentir.

Eso era un alivio.

Luego de pasar por las habitaciones de sus hermanos y estar con ellos un rato él volvió a la casa que había rentado.

Golpeó la puerta que a los segundos se abrió.

Taehyung sonrió por que la vista que tenía era la mejor del mundo mientras se quitaba su chaqueta y dejaba la caja que su madre le había dado sobre la isla de la cocina. Observó a su hyung con un delantal atado a su cintura mientras se movía por la cocina como si ese lugar les perteneciera a ambos.

Tan íntimo que se emocionó en poder, quizás en el futuro, compartir algo así con Seokjin.

—¿Estás bien? —Jin dejó todo tirado en la cocina cuando Taehyung se quedó paralizado —te dije que no era necesario hablar con ellos. No llores ¿Si? —Seokjin lo abrazó y besó su cabello con cariño.

—Estoy bien —Tae alzó su mirada y se encontró con los ojos preocupados de su mayor —hoy avancé un paso más y estoy bien con eso… Solo me faltas tú para ser completamente feliz.

Seokjin lo abrazó más fuerte y juntó sus narices para luego mover la propia suavemente sobre la otra. —Ya no quiero extrañarte más, tampoco quiero pensar en el que hubiese pasado si… ¿Me entiendes?

Taehyung asintió más que emocionado por las palabras del azabache —si, te entiendo y también quiero eso. Quiero todo hyung… Y sé que dirás lo del servicio militar pero yo te voy a esperar y tengo muchos planes para nosotros —el castaño sonrió amplio.

Seokjin sonrió también y tomó los labios del menor entre los suyos.

Taehyung cerró sus ojos de inmediato y enredó sus brazos en el cuello ajeno. Luego suspiró cuando el beso se hizo más largo y más húmedo. Un jadeo escapó de sus labios mientras sentía el cuerpo del otro ocupando todo su espacio personal.

—Te amo hyung. Me voy a encargar de amarte y adorarte como solo tú lo mereces —Taehyung acarició el cabello ajeno y jadeó fuerte cuando Seokjin lo volvió a besar mordiendo sus labios y tocando bajo su ropa.

—¿Crees que será muy pronto si hacemos el amor? —Jin bajó por el cuello ajeno dejando besos y lamiendo esa maravillosa piel.

Taehyung no respondió con palabras y tomó el rostro del mayor para volver a besarlo derritiéndose mientras su cuerpo comenzaba a reaccionar al acalorado beso.

Seokjin se separó y fue hasta la cocina para apagar el horno. Luego tomó la mano de Taehyung y lo condujo por la casa hasta que ambos cayeron a la cama.

Mientras se besaban y exploraban como si no conocieran el cuerpo del otro es que comenzaron a desnudarse. Pero Taehyung se levantó de la cama y tomó su teléfono para luego conectarlo al sistema de audio que había en el lugar. Buscó una playlist y volvió a la cama mientras suaves melodías invadían la estancia.

Como todavía le quedaba su pantalón es que él comenzó a quitarse la prenda restante lentamente observando a Seokjin quien lo miraba como si fuera el último hombre sobre la Tierra.

Cuando se quitó el bóxer subió a la cama y se acostó sobre él lamiendo su mandíbula hasta llegar a sus labios y chuparlos con ansías.

Seokjin jadeó fuerte y su pantalón fue quitado como así también su boxer.

Taehyung se dio un momento para observar el cuerpo ajeno pero su brazo fue tomado y prontamente estaba bajo el cuerpo del mayor siendo besado de una manera exquisita que lo tenía gimiendo como un loco.

Cuando finalmente Seokjin entró en él, Taehyung sintió que su mundo volvía a equilibrarse. Sus cuerpos se hicieron uno mientras se mecían lentamente amándose y diciéndose palabras dulces el uno al otro. Sus manos se entrelazaron y Taehyung se hundió en las almohadas al ser embestido suavemente por el amor de su vida.

Eso era lo que Seokjin significaba en su vida.

—Seokjin —susurró Tae buscando la mirada del mayor.

Jin lamió sus labios y entró una vez más apretando su mandíbula. Amaba cuando Taehyung le decía su nombre. Su piel se erizaba cada vez que lo escuchaba y más aún en un momento tan íntimo como ese.

—Seokjinnie —gimió Taehyung deslizando sus manos por la espalda del mayor deleitándose también con sus sonidos ahogados. —Te amo tanto.

—Te amo mucho más precioso. Te amo con toda nuestra historia a cuestas.

Taehyung sonrió como un bobo y se prometió nunca más hacer llorar a Seokjin. Jamás hacerlo sufrir.

Él se iba a encargar de amarlo de todas las maneras posibles. Por el pasado y el futuro que quería a su lado.

Luego de ambos hubiesen terminado se asearon y cenaron la comida que Seokjin había cocinado y se sentaron en el sofá para ver una película.

Taehyung se acurrucó en el pecho del mayor mientras miraban la televisión.

—¿Tienes frío? —Seokjin preguntó tocando los brazos helados del menor.

—Estoy bien, pero creo que tú sí. —Taehyung se levantó aún si Seokjin le dijo que no tenía frío —vamos a la cama. Ya nos tomamos el vino.

Seokjin miró la mesa y bostezó —estaba delicioso ese vino.

—Es chileno, ¿Recuerdas que amamos mucho el vino de allá?

—Y la comida también —Seokjin tomó la botella, también los platos. Caminó hasta la cocina y dejó todo en la encimera.

Miró hacia la sala pero Taehyung no se encontraba allí por lo que salió de la cocina.

—¡Hyung ven!

El azabache caminó hasta la parte trasera  y de inmediato abrazó a Taehyung por detrás hundiendo su nariz en su cuello.

—¿Por qué hueles tan bien aquí?

Tae se rió bajito —hyung —hizo un puchero al darse cuenta que el mayor no estaba mirando lo que él si —mira.

Seokjin alzó la cabeza y a través de la ventana observó como la nieve caía sobre la ciudad natal de Taehyung.

La primera nevada y ellos estaban juntos para presenciarla.

—Amo la nieve.

—Yo también —Tae giró su cabeza y le dio un besito corto en los labios al mayor —pero te amo más a ti.

Seokjin lo besó un poco más profundo apretándolo a su cuerpo como si no quisiera que se fuera nunca más de su lado.

Se alejó un poco y miró hacia la sala —¿Donde está Yeontan? Pensé que lo traerías.

— ¿Recién te das cuenta? —Tae rió — mamá no quiere devolverlo. Cuando lo pasé a dejar temprano ella dijo que me lo daría cuando vaya a la casa.

—Ya, solo será una noche sin tu bebé.

—Cierto… ¿Hyung?

Seokjin observó los copos de nieve que caían fuera de la ventana y luego miró al castaño —dime.

—Sé que puede ser pronto, pero ¿Te gustaría celebrar mi cumpleaños en la casa de mis padres en caso de que ellos no pudieran viajar?

—Solo si pasas la noche de año nuevo con los míos.

Taehyung sonrió amplio y asintió enseguida —es un trato. Espero que mis padres puedan viajar, así no tendremos que andar de lado a lado.

—Ya veremos. Ahora bésame.

El castaño se giró de inmediato y lo besó tal y como el mayor había pedido.

Su corazón siendo un recordatorio constante de los estragos que causaba el mayor en él.

Estuvieron al menos media hora observando la nieve pero cuando Seokjin se quejó del frío ellos decidieron ir a dormir.

Ya en la cama Seokjin se giró para abrazar a Taehyung pero este lo atrajo para ser él quien le diera mimos en su cabello.

—Quiero que salgamos hyung, que seamos novios de nuevo.

El azabache rió bajito y levantó su cabeza del pecho ajeno. Buscó los labios del menor en la oscuridad de la habitación y después de saborear muy bien a Taehyung él asintió.

—Seamos novios, muero por llamarte bebé de nuevo.

—Quiero gritar como un loco —Tae sintió sus mejillas ruborizarse —Jin —llamó luego —¿Quieres ser mi novio?

Seokjin aguantó una risa y besó nuevamente los labios del menor. Luego besó sus mejillas y su frente —quiero que seamos novios. Una mejor versión pero siendo nosotros mismos siempre. Sin miedos, sin preocupaciones que escapan de nuestras manos... Sin huir.

—Sin huir —repitió Taehyung casi como si un mantra se tratara.

Cuando la sesión de besos finalizó ellos se abrazaron una vez más bajo las mantas y con sonrisas en sus rostros se quedaron dormidos.

Una nueva historia se escribiría.

El amor entre ellos siempre había sido poderoso en los buenos tiempos y eso era lo que al final del día debían rescatar.

Mi hijo rebelde ya está finalizando 🥺😭
solo me queda agradecer el apoyo.

♥️♥️

Con mucho amor
Mane
🌺











Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top