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El departamento estaba en completo silencio cuando Taehyung dejó su chaqueta en el armario que ocupaban todos los miembros del grupo. Observó el tranquilo lugar y reguló las luces para poder ver toda la estancia aún si la luz era tenue.
Sabía que Jimin y Jungkook estaban en Busan y no llegarían hasta dos días después. Yoongi y Hoseok estaban en Daegu lo cual era un poco extraño pero él no iba a preguntar.
Namjoon por su parte no había vuelto al lugar para pasar todo el tiempo posible con su prometida. Lo cual era entendible, después de tantos meses alejados tenía sentido que estuvieran juntos día y noche.
El castaño caminó hasta la sala y observó el enorme ventanal que daba un maravillosa vista de una parte de la ciudad. Los recuerdos llegaron de inmediato a él. Lamió sus labios al recordar cuando le confesó sus sentimientos a Seokjin, como habían llorado ambos en medio de la sala por un amor que él jamás pensó iba a ser correspondido.
Pero lo fue y Taehyung se lamentaba por todo lo que estaba ocurriendo en la actualidad.
Alzó su mano y acarició el vidrio rememorando los bonitos momentos que tuvo junto al mayor, recordando lo dulces que eran sus besos, lo tierno que era cuando lo acariciaba y lo rudo que podía llegar a ser en la intimidad. Seokjin era todo lo que él siempre había deseado para su vida pero las cosas no habían sido para nada fáciles desde un inicio.
Un suspiro dejó escapar de sus labios y se giró para recoger su maleta. Había pasado dos días fuera del departamento con sus padres y hermanos. Él estaba feliz por el tiempo que había compartido con ellos, había jugado con sus hermanos y tratado de recuperar en algo los meses perdidos, pero su situación con Seokjin no dejaba de dar vueltas y vueltas en su cabeza haciendo que él no estuviera al cien por ciento con ellos.
Cuando entró a su habitación extrañó la presencia de Tannie pero había decidido que se quedara unas semanas más con sus padres. Caminando hasta su cama dejó su maleta sobre esta y la abrió enseguida para sacar la ropa que había comprado. Luego de eso volvió a salir ya que tenía un poco de hambre.
En la cocina encontró un poco de arroz y varias cajas de comida perfectamente empaquetada. Su corazón comenzó a latir demasiado rápido por que sabía que solo una persona en toda la casa guardaba de esa manera la comida cuando sobraba.
Seokjin estaba en el departamento y él comenzó a sudar como nunca antes al saber que posiblemente estarían solos en ese lugar.
Pero tenía que afrontar de una vez al mayor pero era difícil no querer seguir con la misma rutina, esa misma que los estaba destrozando a ambos.
Tomando dos respiraciones él tomó un poco de arroz y lo dejó sobre la encimera. Luego buscó un poco de carne y verduras. Sus manos temblaban ligeramente mientras buscaba los recipientes, tomó uno de vidrio y cuando la puerta principal se cerró él, sin querer, lo dejó caer.
Se agachó de inmediato ante su torpeza rezando que quien sea que hubiese entrado al departamento no viera el desastre que había dejado en aquel lugar.
Y el desastre que ciertamente él mismo era.
—¿Te cortaste?
Tae alzó su cabeza y por supuesto que era Seokjin quien estaba parado en el marco de la puerta. Su corazón comenzó a bombear cada vez más rápido mientras él estaba arrodillado recogiendo los pedazos del recipiente.
—No —dijo agachando su cabeza —estoy bien.
Cerró sus ojos cuando los pasos se dirigieron hacia él. De inmediato sintió el perfume de Seokjin llenar el lugar. Lamió sus labios y abrió sus ojos para luego alzar su cabeza y observar los ojos del mayor. Bajó la cabeza nuevamente por que era imposible sostener esa mirada molesta. Y él ya no quería discutir con su hyung.
Ya no quería más problemas.
Tae tomó los trozos más grandes de vidrio pero la mano de Seokjin hizo que cayeran nuevamente al piso de cerámica.
—Si lo haces de esta manera te harás daño.
—Está bien, hyung.
—Hazme caso alguna vez —dijo molesto el mayor —no quieres cortarte, créeme.
Tae tragó saliva y asintió, se incorporó y Seokjin hizo lo mismo. Se quedaron mirando en silencio un rato.
—¿Cómo están tus padres? —preguntó para romper la tensión que sentía mientras veía el ceño fruncido de su ex novio.
—Bien.
—Oh, eso es bueno…
Seokjin dio un paso adelante haciendo que el menor diera un paso hacia atrás y chocara con la encimera. Disfrutando de la incomodidad de Taehyung es que Seokjin se encontró mirando todo ese bonito rostro. Su pecho se sintió pesado mientras veía las ojeras bajo los ojos ajenos y sus ojos mojados.
Él sabía que Taehyung la estaba pasando tan mal como él, pero aún así todo estaba acabado entre ellos.
—Tenemos que hablar —el castaño se alejó por que era tan obvio que Seokjin quería provocarlo para seguramente después dejarlo o decirle cosas hirientes. Últimamente el mayor se comportaba como un cretino y eso no había estado dentro de sus planes. Que sean compañeros sexuales no le daba el permiso a decirle aquellas palabras que tanto le dolían.
—Si, pero no quiero hablar ahora.
Taehyung volvió a chocar contra la encimera pero esta vez su cuerpo fue rodeado por los fuertes brazos de Seokjin. Su boca se abrió en anticipación y cuando fue besado él se odió por lo que el mayor le hacía sentir con tan solo un beso.
Tomando un poco las riendas tomó las mejillas del azabache y profundizó el beso haciendo que Seokjin jadeara aún si sus lenguas estaban peleando por quien dominaba a la otra.
Ambos cerraron sus ojos y manos ansiosas comenzaron a tocar el cuerpo del otro haciendo que sus pantalones se sintieran apretados y la urgencia por estar en otro lado fuera casi imposible de dejar pasar.
Taehyung gimió cuando la boca del mayor se posó sobre su cuello y un poco más abajo lamiendo y chupando toda su sensible piel.
—Hyung —dijo haciendo que Seokjin se detuviera.
—¿Vamos a mi cuarto o al tuyo? —Jin llevó su mano hasta la entrepierna del menor y apretó un poco fuerte haciendo gemir al castaño. —¿O quieres hacerlo aquí? Podríamos incluso hacerlo sobre la mesa, ¿Que dices?
Taehyung negó de inmediato y se alejó lo más que pudo de Seokjin, aún si su erección era un tanto dolorosa.
—Dije que tenemos que hablar.
—¿Estás seguro que no quieres un último polvo antes de hablar? Porque sabes tan bien como yo que luego de esto ya no quedará nada entre nosotros. Luego de que me entierre en ti no habrá nada más.
—Solo quiero hacer lo mejor para los dos... Hablemos hyung —Tae se contuvo de llorar, aunque quería hacerlo.
Seokjin asintió y salió de la cocina sin decir palabra alguna.
Taehyung lo siguió y se sentó a su lado en el sofá de la enorme sala que se sentía tan vacía sin el ruido de los demás chicos.
Seokjin suspiró y entrelazó sus dedos mientras pensaba las palabras precisas para decir. Giró su cabeza para mirar a Taehyung y esa fue la peor decisión de todas por que su ex novio estaba llorando en silencio y él era incapaz de pasar por alto la pena del menor.
Bajó la guardia de inmediato, ya no quería más discusiones y tampoco quería seguir siendo hostil con él.
Ya no mas daño para ninguno de los dos.
—Estos días he estado pensando mucho y creo que sabes la conclusión de todo esto.
—Si —susurró el castaño limpiándose su nariz con la manga de su camisa —yo también he estado pensando.
—Debemos comportarnos como adultos, Tae —Seokjin suspiró —esa vez en el hotel, cuando quise terminar las cosas acepté tu ofrecimiento por que te amo y estaba dispuesto a todo por tenerte un poco más, pero aunque te sigo amando de esa misma forma es que debo priorizar mi salud mental. Me elijo a mí por sobre todo, además que esto nos estaba destruyendo. Tenemos que parar. Tenemos que tener amor propio.
Taehyung asintió despacio —yo pensé que estaba preparado para dar la cara ante el mundo, ante mi familia, pero no es así y tú no tienes que pagar por eso, hyung… Te amo y es en serio —el castaño observó los ojos tristes del mayor y luego estiró su mano para tomar la de Seokjin —siempre mis sentimientos fueron reales, eres y serás por siempre el hombre más importante de mi vida —Tae tragó saliva y acercó la temblorosa mano del otro y le dio un beso en el dorso de esta —te amo Seokjin, espero algún día puedas perdonarme por todo esto.
—Tae —susurró el azabache flanqueando ante la idea de volver a tener a Taehyung. El anhelo estaba latente en él, quizá podrían formar algo mejor de lo que tuvieron en algún momento… Seokjin negó ante sus pensamientos y quitó su mano despacio. —Creo que lo mejor será trabajar en nuestra nueva relación… Ya sabes, comenzar a llevarnos bien, no quiero que se resienta aún más el grupo por culpa de nosotros.
—Si, lo sé… ¿Amigos?
El azabache asintió lentamente —amigos, será lo mejor o al menos buenos compañeros de trabajo.
Taehyung se limpió las últimas lágrimas que cayeron por sus mejillas y se puso de pie —mejor iré a dormir, estoy un tanto cansado —Tae sonrió aunque todo dentro de él dolía tanto.
Seokjin también se puso de pie y antes de que Taehyung se fuera del lugar tomó su mano y le dio un abrazo.
De inmediato el menor lo rodeó por la cintura y Seokjin lo estrechó aún más a su cuerpo cuando el cuerpo de Taehyung comenzó a temblar por el llanto. Entonces recordó cuando ellos habían compartido un abrazo así de triste cuando Taehyung se había confesado ante él.
—Esto no debería haber sido así —se lamentó el azabache —nosotros teníamos tanto futuro, bebé.
Taehyung lloró aún más fuerte y se aferró a esos brazos —lo siento, lo siento…
—Ya —Seokjin acarició el cabello ajeno con cariño —vamos a estar bien… Vamos a aprender de esto.
—Si —Tae alzó su cabeza y buscó los ojos del otro —yo quiero que seas feliz Jinnie y eso no es posible a mi lado, no ahora.
Quizás en algún momento ellos podrían darse una segunda oportunidad, pero por como se habían dado las cosas lo mejor era dar un paso al costado y pensar.
Prontamente Seokjin tendría que entrar al servicio militar y quizás esa sería el mejor tiempo que ambos tendrían para sanar sus heridas.
Seokjin tomó el rostro de su ex novio y dejó un beso en sus labios. Las lágrimas de ambos de juntaron y Tae se alejó cuando su corazón le pedía más de Seokjin, más de sus besos y caricias.
—Odio amarte tanto.
Seokjin se rió bajito, eso se escuchaba como el Taehyung de antes. —¿Odias amarme?
—Odio que sea tan débil y que en el fondo no quiera que esto termine, odio pensar más en esa tonta chica embarazada en vez de nosotros, odio tener miedo… Y te odio Seokjin… Te odio por que te amo más de lo que puedes imaginar.
Seokjin volvió a besarlo y no se pudo contener al hacerlo. Estaba completamente enamorado de él, perdido en su sabor, en sus caricias, en todo lo que el menor le hacía sentir.
—Yo no te odio, te amo y ahora mismo debería dejarte ir.
—Si, creo que sí —Tae lo tomó de la camiseta holgada y lo acercó aún más a su cuerpo.
Seokjin se alejó a regañadientes y dio dos pasos atrás rompiendo el contacto completamente. Tenía que ordenar sus ideas, pero era difícil mientras veía a Taehyung con la respiración agitada al igual que él.
—Hay algo que debes saber, aunque seguramente ya deben haber publicado un comunicado.
—¿Que es?
—Hace dos días Somin y sus padres fueron a mi casa.
—Oh… No —negó de inmediato —no me lo digas, si te vas a casar no quiero saber…
—Somin no está embarazada, nunca lo estuvo. Ella mintió.
La boca de Tae se abrió grande mientras buscaba en los ojos del mayor la prueba de que todo era una broma, una mentira. Pero no encontró nada más que los mismos ojos tristes que había visto durante todo el rato que ambos hubiesen estado hablando.
—¿Estás bromeando?
—No… Ella fingió todo este tiempo y de paso me cagó la vida… No sé si lo hizo a propósito pero también nos arruinó a nosotros.
Taehyung cerró sus ojos, el alivio recorriendo su cuerpo y aunque con Seokjin todo se estuviera acabando, él estaba contento por que su hyung era un hombre libre. Libre de aquel tormento de no saber si era o no el padre de ese bebé.
Todo había sido una mentira y ellos habían caído en la trampa de Somin.
—Esto es muy repentino, jamás pensé que esto iba a suceder... —Taehyung no podía creerlo.
¿Quién podría orquestar algo tan macabro como eso?
—Fue muy sorprendente para mi enterarme de esa manera, como un drama ya sabes... Todo llanto y confesiones, mi mamá la echó de la casa y mi padre les gritó que los iba a demandar —Seokjin se talló los ojos —fue una mierda pero al menos ya sé la verdad y me alivia bastante.
Taehyung asintió por que él también lo veía de esa manera.
—Hizo demasiado daño.
—Si, supongo que cuando la dejé no medí el daño que podía causar, ¿Pero como saberlo? Todo partió esa noche que fui a su departamento, desde ahí que ella no me dejó tranquilo.
El menor no sabía que decir, había pasado los últimos meses sintiéndose un tanto culpable por el embarazo de esa chica y que ella tuviera que pasar por todo aquel proceso sola. Pero todo había sido una farsa.
Ninguno de los dos dijo algo más y cuando caminaron hasta el pasillo de los dormitorios pararon fuera de las puertas de sus compañeros.
—¿Hoy dormirás aquí?
—Si —Seokjin no iba a decir que llevaba dos días esperando por él. —Es tarde para volver a mi departamento y ya estuve con mi familia.
—Tiene sentido.
—Si…
—Bien —Tae metió sus manos en los bolsillos de su pantalón —creo que es hora de dormir.
Seokjin asintió y tragó saliva cuando Tae se acercó a él y le dio un beso en la mejilla con sus ojos llenos de lágrimas —gracias por todo Jin hyung. Te amo, nunca olvides eso ¿Si?
—Tae.
—Mejoraré para ti… Seré todo lo que deseas de alguien pero para eso debo arreglar mis propios asuntos.
—Hazlo por ti, no por mí, ni por nadie.—Seokjin limpió las lágrimas del chico y lamentó que todo estuviera así de gris cerca de ellos. —No llores, por favor, no lo hagas
—Yo no te voy a pedir que me esperes, hyung —Taehyung quitó las nuevas lágrimas que bajaron por sus mejillas —sería egoísta de mi parte pedirte eso aunque en el fondo sé que te perdí. Pero quiero darte todo de mi, no solo una parte y para eso debo hacerme cargo de mis cosas. Entonces si en algún momento tenemos la posibilidad de estar juntos de nuevo yo te mostraré lo mejor de mi.
El azabache asintió conmovido, él no había imaginado que Taehyung pudiera decirle algo así. Él pensó que le rogaría por estar juntos y que todo terminaría aún peor, pero lo que estaba diciendo el castaño tenía mucho sentido y ciertamente era esperanzador saber que Taehyung lo amaba tanto como él lo hacía.
Quizá podrían tener una historia en el futuro, como pareja. Pero por ahora y aunque Seokjin moría de ganas por besarlo y no soltarlo nunca más, las cosas debían enfriarse y ambos necesitaban un tiempo lejos.
—A pesar de todo tengo que agradecerte por todo lo que me hiciste sentir. Eres un chico increíble Tae. Gracias por los buenos momentos.
Taehyung agachó su cabeza porque era él quien debía dar gracias, pero ya no podía hablar. Sólo podía llorar de dolor por haber perdido a un hombre tan maravilloso como lo era Seokjin.
El mayor dejó un beso en su cabello y se alejó por el pasillo. Cuando la puerta de la habitación se cerró él miró en esa dirección, suspiró y se obligó a subir las escaleras.
Saber que su gran amor estaba tan cerca pero tan lejos al mismo tiempo lo destruyó.
Cayó en su cama y se dijo una y mil veces que las cosas debían arreglarse de una u otra manera. Él pondría de su parte y quizá con el tiempo poder estar entero para Seokjin. Taehyung estaba seguro que jamás podría olvidarlo y ese pensamiento lo asustaba.
Te amo Seokjin hyung. Susurró a la soledad de su habitación.
Ahora solo era cosa de tiempo para saber como terminaría la historia de ambos.
El amor casi nunca es dulce, el amor la mayoría de las veces está hecho de tristezas y sentimientos equivocados. Cuando no se está en sintonía con el ser amado lo mejor es darse un respiro.
Sólo eso nos hará saber si el tiempo hizo que el sentimiento fuera más fuerte o simplemente se esfumara como si nunca hubiese existido.
♥️
Sepan que estoy llorando, ¿Por qué soy así? 😔
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