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Taehyung se sentó frente al rapero y tomó la bolsa de hielo descartada sobre la mesita de centro de una de las salas de descanso de la compañía y se la puso sobre el pómulo herido. Sin decir nada solo estando frente a él Taehyung lo observó.

Yoongi respiró con dificultad mientras veía los ojos del menor. Se sentía nervioso y como no, si por su culpa el grupo y la relación de sus compañeros pendía de un hilo.

Él supo inmediatamente que algo había pasado, los ojos de Taehyung se veían apagados.

—Ahora mismo siento mucha vergüenza pero debemos hablar.

El castaño hizo una mueca y asintió en silencio —no quiero que esto afecte más allá de lo que ya lo está haciendo… no sé qué le dijiste a Jin Hyung pero no está bien.

Yoongi cerró los ojos y llevó su mano hasta la ajena para quitar la bolsa de hielo de su pómulo. Dolía mucho.

—Estaba fuera de mí y no actué como el hombre grande que soy, lo siento mucho por eso.

—Yo también —susurró el menor bajando la cabeza.

—Lo arreglaré… Yo no quiero esto, fui impulsivo y no estuvo bien.

—Jinnie y yo tenemos una relación, debes aceptarlo… Yo he estado en tu lugar Yoongi hyung y puedo entenderte pero todos nosotros somos amigos, hermanos. —Dijo dolido. Taehyung alzó su cabeza y observó los ojos brillantes del rapero —a veces nos enamoramos del equivocado pero y aunque a veces no somos correspondidos no podemos andar por la vida diciendo cosas que puedan poner en jaque una relación.

Yoongi cerró sus ojos unos segundos y una lágrima cayó por su mejilla lentamente perdiéndose bajo su cuello —lo siento —susurró triste y avergonzado.

Taehyung sonrió sin mostrar sus dientes y tomó las manos ajenas —trabajaremos en volver a ser los de antes ¿Si?

Yoongi asintió ilusionado y se frenó de no tocar las manos de Taehyung, solo estaban unidas entre sí.

La conversación llegó a su fin cuando Hoseok entró a la sala con su ceño fruncido.

Taehyung se alejó y dejó a los mejores amigos conversar mientras él salía del lugar para buscar al mayor de todos ellos.

Las semanas pasaron realmente rápido, así como también los ensayos y ahora mientras Taehyung se acomodaba en su asiento se sorprendió de que pudieran finalmente comenzar la gira mundial.


Dos días antes habían dado dos conciertos en la ciudad y había todo resultado bastante bien. Aunque era innegable que tanto Seokjin como Yoongi estaban alejados pero trataban de interactuar ante los demás y a pesar del esfuerzo se notaba a la distancia que algo incomodaba aún.

Solo esperaba que los fans no se dieran cuenta de lo quebrada que estaba la relación entre ellos tres.

Taehyung se pasó una mano por su cabello teñido recientemente de rubio y lamió sus labios resecos.

Con Seokjin solo hablaban de lo estrictamente profesional, ambos ni siquiera coincidían en el departamento del grupo ya que el mayor había decidido quedarse en su propio departamento hasta que comenzara la gira. Entonces Taehyung se vio nuevamente esperando por su ex novio todas las noches sin que este llegara.

Lo entendía, la relación de ellos había acabado y debían avanzar, pero costaba demasiado no volver a los viejos hábitos y la necesidad asfixiante que tenía el rubio por tocarlo estaba nublado su juicio.

El viaje sería largo pero él aprovecharía de dormir, de todas formas nada tenía mucho sentido si ni siquiera podía hablar con su hyung como en el pasado.

Taehyung cerró los ojos aún si el avión todavía no daba marcha, pero es que él sentía su ánimo tan bajo que ya no hablaba demasiado con el resto ni bromeaba como siempre. No tenía energía para eso, solo mucha pena y tristeza.

Dos asientos más atrás Seokjin miraba por la pequeña ventana del avión. Acomodó sus gafas y acarició sin mirar su peluche de RJ que llevaba a cada viaje.

A su lado Namjoon escribía rápidamente los mensajes de amor hacia su prometida.

Mensajes de despedida.

—El doctor indicó que no viajara.

Seokjin giró su cabeza y lamentó que su amigo perdiera tantos meses lejos de su novia embarazada.

—¿Es un embarazo de riesgo? —preguntó preocupado el azabache.

—No tan asi, pero ha seguido teniendo pequeñas hemorragias y aunque el médico dice que es normal por las semanas de gestación yo no confío mucho que sea así, entonces decidimos que a esta gira no nos acompañaría.

—Lo siento Joon.

El líder asintió y guardó su teléfono cuando finalmente se despidió de Marie.

—Ella estará bien, es una mujer muy fuerte, además mis padres estarán al pendiente. Estoy más preocupado por mi —Namjoon apoyó su cabeza en el respaldo y suspiró —no sé si pueda estar tantos meses lejos sin poder ver como crece nuestro bebé. Sin acompañarla.

Seokjin hizo una mueca y acarició el hombro de su amigo con cariño —ya verás que pasará rápido y no te darás cuenta cuando estés con tu familia nuevamente.

—Espero que así sea, necesito estar tranquilo, mi cabeza no deja de pensar en ellos y no quiero que eso me juegue en contra en el escenario, estaremos tan lejos.

—Te entiendo, yo mismo me siento de esa manera ahora mismo.

—Ustedes eran mis preferidos.

Seokjin quitó la mano del hombro de su líder y suspiró. Alzó un poco su cabeza para observar los cabellos rubios de Taehyung. Luego volvió a su posición inicial y se encogió de hombros.

—Hay cosas que simplemente no funcionan aunque uno quiera. Aunque duela avanzar.

—Pero no resultó por que ustedes no quisieran —habló más bajo el rapero sabiendo que Yoongi estaba cerca de ellos.

—Estoy luchando contra todos mis demonios ahora mismo Joon, estoy celoso todo el tiempo de quien puede acercarse a él sin temor a nada. Todavía tengo ganas de golpear a Yoongi —susurró Seokjin sin mirar al líder —sé que acordamos estar en paz pero me es inevitable no mirarlo y cuando lo hago él siempre está observando a Tae y eso me hace enojar —bufó. Luego negó con su cabeza para calmar sus pensamientos —ahora que estamos separados he pensado que ellos podrían ser algo más y ese pensamiento me aterra.

—Yo no creo que eso suceda Jin, ese chico siempre tuvo ojos para ti y no lo veo buscando la atención amorosa de alguien más. Está apagado al igual que tú... ¿De verdad no pueden solucionarlo?

Seokjin negó suavemente —No es fácil.

Namjoon asintió y se acomodó cuando el avión comenzó a moverse.

La gira finalmente había iniciado y él solo esperaba que todo saliera bien y pudieran volver a casa sin novedades.


—Nuestras habitaciones quedaron juntas —Jungkook dijo sonriendo hacia Jimin.

El bailarín asintió y se acercó un poco a él —eso me da muchas buenas ideas.

El menor tragó y es que llevaban semanas sin tener algún tipo de contacto romántico, se habían convertido nuevamente en amigos pero ahora Jimin lo miraba como si fuera un vaso de agua en medio del desierto.

Y no se sentía tan bien.

—¿Por que ahora? —preguntó a cambio.

Jimin, que estaba abriendo la puerta de su habitación se giró hacia el chico y se encogió de hombros luciendo despreocupado —¿por que no?

—Por que me ignoraste todo el maldito mes. Hace semanas que nosotros ni siquiera nos damos la mano —el chico bajó el tono de su voz ya que se encontraban en el pasillo y varias personas del staff se movían de aquí para allá guardando los equipajes y todo el material de los conciertos futuros.

Jimin finalmente abrió la puerta y Jungkook entró también a la amplia habitación de hotel.

—Simplemente quería pensar en las posibilidades que tenemos de tener una relación amorosa en el futuro y para eso necesitaba sacarte de mi cama.

—Así de simple ¿No? —Jungkook suspiró —podrías habérmelo dicho, yo he estado todo este tiempo pensando en miles de cosas negativas sobre nosotros.

—Sigo dolido Jungkook, todavía no olvido lo que me dijiste aquella vez, no quiero que nuestra relación sea solo física. —Jimin bajó su cabeza y observó sus manos. Cerró los ojos cuando los brazos del menor lo envolvieron.

—Lo siento, siempre me arrepentiré por haber dicho eso… ¿Crees que podrás perdonarme algún día? —Jungkook tomó el rostro de su compañero de grupo y lo alzó despacio. Observó los hermoso ojos del otro y su corazón comenzó a palpitar fuerte en su pecho. —Yo te amo Jimin-ssi. Me haces muy feliz y me gustaría poder estar a tu lado en todo momento pero no solo como un amigo, ni compañero de grupo… Yo quiero todo contigo. Quiero ser tu energía y tu fuerza para avanzar, quiero ser quien consuele tus lágrimas cuando la pena llegue hasta ti, quiero poder abrazarte y besarte sin temor... Y lo más importante, quiero que nuestro mundo sepa que estamos juntos, que nos hemos encontrado entre tantas personas y que nos pertenecemos.

Jimin lamió sus labios y suspiró pesadamente para contener las lágrimas que querían brotar de sus ojos. Respiró para calmarse y cuando sintió que podía hablar se acercó un poco más a Jungkook quien no había dejado de sostener su rostro mirándolo con sus ojos brillantes.

—¿Sabes cuánto tiempo esperé para escucharte decir esto? —el rubio ceniza rió y pasó sus brazos por el cuello del más alto. Sintió las fuertes manos del menor envolverlo por la cintura.

—Soy lento para estas cosas, ya deberías saberlo.

Jimin rió echando su cabeza hacia atrás recordando cuanto tiempo le había costado hacerle saber sus sentimientos románticos al menor.

—Siempre me haces trabajar por ti.

—Lo siento. No lo hago a propósito —Jungkook lamió sus labios mirando ahora los ajenos —¿Puedo besarte? Me está matando el tenerte cerca y no poder probar tus labios.

El rubio se ruborizó y asintió despacio. Entonces el menor acercó su rostro lo suficiente para que él terminara de acortar la distancia y pudieran besarse.

Jungkook lo apretó aún más fuerte a su cuerpo y saboreó con su lengua los hermosos y besables labios del bailarín. Luego los mordisqueó suavemente haciendo suspirar al hombre entre sus brazos.

Tomándose todo el tiempo Jungkook ladeó su cabeza y finalmente tomó los labios ajenos entre los suyos. Cuando sus lenguas se encontraron él se derritió un poco más ante el reconocimiento que tenía sobre esa boca.

El beso se profundizó y las manos de ambos comenzaron a recorrer el cuerpo ajeno, había pasado un tiempo largo antes de volver a estar así de esa manera y ellos la aprovecharían mientras pudieran.

—Jiminie.

Alguien llamó a la puerta.

—Tae —dijo bajito Jimin para que solo Jungkook lo escuchara.

—Abre, seguramente quiere hablar contigo. Yo iré a mi habitación a guardar mis cosas.

El rubio asintió y se besaron nuevamente pero esta vez fue un beso corto.

Ambos caminaron hacia la puerta —recuerda que iremos a cenar todos a la noche. 

Jungkook hizo una mueca pero asintió —nos vemos allá. —Le robó otro beso y cuando finalmente la puerta se abrió vieron a Taehyung con sus ojos llenos de lágrimas.

Jimin inmediatamente dio un paso hacia él y lo atrajo a su cuerpo para abrazarlo.

Tae escondió su frente en el hombro de su mejor amigo y Jungkook entendió que debía irse.

Aunque nadie hubiese querido en el grupo se armaron bandos, no era lo que ellos habían buscado pero inevitablemente había sido así.

Jungkook pertenecía al lado de Seokjin, él jamás lo dejaría solo, había una promesa tácita por parte de ambos en acompañarse y ser el refugio del otro en tiempos de tempestad.

Hoseok por razones obvias estaba con Yoongi pero seguía al pendiente de su hyung en todo momento.

Jimin se había quedado junto a Taehyung y jamás dio su opinión frente al resto sobre lo que podía o no decir respecto a lo que había pasado con los dos mayores y con su mejor amigo.

Namjoon se debatía constantemente entre sus dos mejores amigos. Tanto Yoongi como Seokjin eran sus personas más importantes y le dolía de sobre manera todo lo que había pasado. Él no tenía una opinión en específico pero sí le había hecho saber a Yoongi que se hacía equivocado en sus actos.

Los siete estaban trabajando para volver a unir al resquebrajado clan, aunque cada uno lo hacía a su tiempo y a su manera.

Jungkook entró a su habitación preocupado por Taehyung. No le diría nada a su hyung pero Jungkook internamente estaba creyendo que no iban a poder lograr completar la gira.

No con el ánimo que tenían los tres involucrados y que de alguna manera afectaba al todo el grupo por igual.

El bailarín se tiró sobre la cama y sonrió a pesar de todo. Volvía a tener a su Jimin-ssi con él y eso para él era motivo suficiente para avanzar y buscar la felicidad junto al rubio y hermoso hombre que robaba sus pensamientos y más puros sentimientos con su sola presencia.

Yoongi miró la habitación y dejó su bolso sobre la cama admirando las bonitas lámparas de pared. Tenía un cierto encanto por la decoración de los hoteles que hacía que quisiera tener aquellos para si mismo. Aunque eso era prácticamente imposible.

Se sentó en la cama y miró la pared frente a él, se quitó la mascarilla que debía usar hasta que la última marca del golpe de su hyung se fuera de su pálido rostro. Lo cierto que el maquillaje ayudaba mucho pero todavía tenía un pequeño corte cerca del labio que se había demorado más en cicatrizar.

Su ánimo estaba un poco mejor que días anteriores pero todavía sentía en su interior la culpa silenciosa en cada uno de sus pensamientos.

Seokjin y Taehyung ya no eran pareja y él en otro momento debería haber estado feliz, después de todo él ayudó a que eso fuera así, pero en ese momento él solo quería retroceder el tiempo y jamás haber besado al menor.

Retroceder el tiempo y no haber hecho tanto daño.

Se sentía miserable mientras su hyung y amigo había perdido a su pareja. Él había tratado de enmendar su error, incluso acercarse a Taehyung para decirle que ya no interfiriría entre ellos, pero cada vez que Yoongi miraba en dirección a Taehyung este se alejaba, por lo tanto no podía acercarse.

Suspiró dolido y es que el amor siempre había sido esquivo con él, había conocido a algunas personas en el pasado pero nunca había podido encontrar su lugar con alguien.

Todavía quería al menor, románticamente hablando, pero el daño causado era mucho más grande que sus anhelos por lo que él llevaba varias semanas ocupando sus pensamientos en otras cosas. Ya sea escribiendo, pintando, que se había convertido en su nueva afición, Yoongi pasaba sus días ocupando su mente y reconstruyendo su corazón.

Tenía claro que era él quien debía ayudar a que todo volviera a su lugar y aunque sabía que todo estaba de alguna manera irremediablemente roto, trataría de al menos sanar la relación con Seokjin y también con Taehyung.

Pero debía ser paciente, todo tenía su proceso y él no quería obligarse a decir cosas que realmente no serían de corazón, tal y como había dicho Seokjin en la empresa aquella vez que habían enfrentado ante el CEO de la compañía los problemas en los que estaban envueltos.

Su puerta fue golpeada pero no respondió. No quería ver a nadie y esperaba que quien estuviera detrás de esa puerta entendiera que quería estar solo.

—Abre.

Yoongi rodó los ojos ante el tono molesto de su mejor amigo. Pero no se movió, incluso se acostó sobre la cama estirando sus brazos en el camino.

Tenía sueño y pasarían varias horas, incluso un día completo antes de acostumbrarse al nuevo horario.

—No hagas que me quede aquí sentado toda la noche.

El ahora hombre de cabello menta se rió y negó ante lo odioso que era Hoseok cuando quería.

A regañadientes se levantó de la cama y perezosamente llegó hasta puerta para luego abrirla.

—¿Que quieres?

Hoseok sonrió amplio y entró a la habitación —traje comida, todos irán a cenar pero estoy seguro que tú no quieres y como soy el mejor amigo del mundo traje algo para alimentarte. Estás muy delgado.

Yoongi cerró la puerta y se rió de las ocurrencias de su bailarín amigo —Acaso no te haz visto al espejo. Ya casi desapareces.

—No seas envidioso —Hoseok dejó la comida sobre la mesa que estaba cerca de la ventana y se quitó la gorra.

—Wow, ¿Cuando carajo teñiste tu cabello? 

El hombre suspiró —Noona quería que cambiara, osea, primero yo le dije que quería un nuevo color y ella me lo tiñó de esta manera, me hizo unas mechitas cafés y dice que contrasta bien con el tono de fondo —se encogió de hombros —¿Crees que a las fans les guste?

Yoongi asintió se inmediato —te ves bien.

—Gracias, estoy cada día más guapo ¿No?

—Si tú lo dices —dijo a cambio y se acercó a su compañero —gracias por acompañarme, por todo en realidad.

—Ash ¿Te vas a poner sentimental?

—Eres un idiota, Hope.

—Me amas —el ahora rubio buscó en la bolsa que había llevado y sacó unos caramelos que sabía eran los preferidos de Yoongi —toma.

Los ojos del mayor de ambos se abrieron con sorpresa y tomó el paquete entre sus manos —¿Lo trajiste desde casa?

—Claro que si, muy guardado entre mi ropa interior —rió divertido ante la mueca de asco de su amigo.

—Eres un cerdo.

Hoseok rió y luego se movió por la habitación para aterrizar en la cama suave y bastante cómoda.

—Creo que hoy dormiré aquí.

—¿Que?

—Hace frío.

—Es verano Hobi.

El rubio se rió más fuerte y no dijo nada más.

Yoongi se resignó a que esa noche no podría trabajar en su música pero en el fondo estaba contento porque tenía a Hoseok en su vida.

Y eso hacía que se sintiera un poquito mejor de ánimo.

—Entonces, ¿Puedo dormir aquí?

Yoongi también se acostó en la cama y sin mirar a su mejor amigo asintió.

Después de todo la cama era lo suficientemente grande para ambos.

De pronto sintió el abrazo del rubio y aunque trató de zafarse no lo logró y se quedó atascado en los delgados pero fuertes brazos de su mejor amigo.

Sonrió sin siquiera estar consciente de ello.

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