Seokjin tomó su teléfono y contestó el mensaje de su madre. Esa noche no podrían hablar por teléfono y él se estaba disculpando por no atender el teléfono a tiempo.

Apagó el aparato y lo dejó sobre la mesa auxiliar que estaba a su izquierda, luego se acomodó en la cama y se tapó con las sábanas mientras Taehyung lo miraba con sus cabellos castaños revueltos por todo su rostro.

Se acercó de a poco y lo abrazó por la cintura para acercarlo a su cuerpo. Tae lamió sus labios y lentamente se acercó a su boca.

Seokjin lo recibió ansioso por probar de nuevo el sabor del castaño. Chupó su labio superior y luego mordió el inferior haciendo gemir al menor. Sonrió y su mano bajó hasta tocar con sus dedos el miembro duro y dolorido de Taehyung. Se movió por la cama y se posicionó entre sus piernas tirando las sábanas y las finas mantas hacia atrás.

Comenzó a masturbarlo lentamente mientras la idea de lamer su polla tomaba más fuerza.

¿Que se sentiría chupar un pene?

Él jamás lo había hecho y pensando en lo bien que Taehyung lo había hecho sentir, Seokjin tenía muchas ganas de probarlo también.

—No es... —el castaño arqueó su espalda al sentir el dedo pulgar del mayor masajear su hendidura esparciendo su líquido pre seminal por toda su cabeza hinchada —mierda Hyung —Taehyung echó su cabeza hacia atrás mientras un largo gemido salía de su garganta.

Seokjin lamió sus labios y se acomodó un poco mejor, llevó su boca hasta los muslos internos abiertos a su disposición y comenzó dejar besos húmedos haciendo temblar por la anticipación al castaño.

Su lengua se deslizó lentamente por toda la piel interna y cuando comenzó a subir sintió la mano de Taehyung sobre su cabeza deteniendo sus movimientos. Jin levantó la mirada y el castaño lamió sus labios.

—Esto... yo no quiero que te sientas algo así como obligado Hyung.

—No lo hago, no te preocupes, confía en mí —le sonrió dulcemente y aunque todavía tenía la gran mano del castaño sobre su cabello negro no dudó ningún segundo en llegar hasta el pene hermosamente erguido frente a sus labios. Sacó su lengua y trazó un suave recorrido por el glande.

Taehyung cerró los ojos y luego los abrió de inmediato sin querer perderse la visión de Seokjin entre sus piernas. Lamió sus labios y abrió su boca para gemir mientras su Hyung favorito chupaba tímidamente su pene.

Podría correrse con sólo mirarlo ahí, tan hermoso entre sus muslos temblorosos, aún no podía creer que Seokjin estuviera haciendo aquello, tampoco se iba a quejar, pero estaba malditamente fascinado con lo entregado que podía llegar a ser el mayor cuando quería algo.

Seokjin se metió la mitad de ese miembro a la boca tratando de imitar lo que Taehyung había hecho con el horas antes y que se había sentido de mil maravillas, jamás nadie lo había hecho sentir en el mismo cielo con solo una mamada.

La mejor que Seokjin podía recordar.

Y que fuera Taehyung quien lo había hecho sentir de esa forma había sido mil veces mejor.

Chupó un poco más seguro, escuchaba a Taehyung jadear y gemir bajito y eso era un aliciente para seguir.

¿Taehyung sería capaz de fingir por hacerlo sentir menos inseguro?

Un gemido largo y ronco llegó a sus oídos haciéndole olvidar su inquietud anterior. Sonrió y nuevamente lo chupó succionando un poco más fuerte y apretando la punta con sus labios al quitarlo de su boca.

—Oh dios... Me vas a hacer terminar —dijo Tae buscando aire —no quiero acabar así Hyung.

Seokjin se incorporó en la cama y se aproximó hasta el sudoroso rostro del castaño —¿Sabes que es algo muy sucio que me digas Hyung en la cama?

Taehyung tragó —¿Quieres que te llame Seokjin? —alzó una ceja —¿O prefieres daddy?

Seokjin sonrió de lado y atacó su boca con un beso caliente, húmedo y hambriento. Como si no hubiese probado esa boca en toda la noche, como si no hubiese tenido suficiente del sabor de Taehyung en sus labios.

—Llámame como quieras Tae... En serio, cualquier cosa que digas me pone duro como una puta roca, con esa voz que tienes, con esa lengua —Seokjin volvió a besarlo metiendo su lengua de inmediato.

Taehyung gimió y sus manos se fueron a tocar esa ancha y suave espalda. Se deleitó con los músculos marcados por la posición en que se encontraba su hyung sobre él. Bajó lentamente disfrutando cada centímetro que sus dedos recorrieron haciendo gemir al mayor con sólo tocarlo.

—Esta noche quiero que seas completamente mío Tae... Déjame tenerte.

Taehyung asintió mientras su boca era devorada y solo se movió para mirar la mesita auxiliar de la habitación.

—Tengo lubricante y condones —Tae miró de vuelta al mayor y el ceño arrugado de este lo hizo lamer sus labios.

¿Tenía que verse tan sexy?

—¿Trajiste lubricante y condones a un paseo con tus amigos?

—Si... lo llevo siempre a todos lados, no necesariamente los ocupo, pero...

Seokjin lo volvió a besar, ahora un poco más rudo, queriendo dejar su huella en esos hermosos labios. Ya no quería que nadie más besara o tocara el cuerpo del castaño, no quería imaginar a Taehyung con otro hombre que no fuera él.

—Entonces le daremos un buen uso de aquí en adelante a tu buena intuición al traerlos.

Taehyung tragó ante la mirada seria de Seokjin, no entendía porque pero verlo así lo hacía calentarse muchísimo más.

Sentía su sangre caliente y moviéndose un poco más hacia la orilla de la cama abrió el cajón y sacó la botella de lubricante y dos condones.

Seokjin se sentó en la cama y tomó el lubricante entre sus dedos leyendo un poco el etiquetado. Luego miró los condones y eligió uno de los dos, su ceño todavía fruncido y no quería ponerse celoso, pero odiaba el hecho de que Taehyung anduviera con esos elementos en su maleta.

Pero estaba consciente que el castaño era un adulto responsable y que tenía todo el derecho de tener intimidad con quien quisiera... O al menos antes de él.

Seokjin jamás compartía y si Taehyung quería algo serio él se lo daría.

—Deberás decirme como... —Seokjin lo miró con sus labios abultados.

—Yo te lo diré, pero debes dejar de verme de esa manera Hyung.

—¿De que manera te estoy viendo?

—Enojado, aunque me calienta muchísimo, no quiero que me veas de esa forma, como si yo hubiese hecho algo malo... si quieres saber porque siempre ando con estas cosas solo pregunta, no des todo por hecho Hyung.

—Lo siento... no voy a juzgar tus acciones pasadas —Seokjin avanzó por la cama hasta acorralar el cuerpo del castaño contra el respaldo de la enorme cama —ahora enséñame como puedo entrar en ti sin hacerte daño.

Taehyung asintió con la boca abierta y luego señaló el lubricante —pon un poco de eso en tus dedos.

Seokjin se quitó y el castaño se acomodó en medio de la cama con sus piernas abiertas.

El mayor hizo caso y se untó los dedos, luego inmediatamente los llevó hasta la entrada de Taehyung y comenzó a masajear despacio su orificio haciendo sisear al menor. Levantó la mirada y observó unos segundos al hombre que jadeaba entre las almohadas y volvió su mirada a lo que estaban haciendo sus dedos, lentamente introdujo su dígito. Los músculos hicieron resistencia un momento y luego pasó sin mayor problema.

—Tengo un juguete que ocupé temprano... estoy un poco dilatado gracias a eso —dijo avergonzado.

Seokjin asintió y movió un poco su dedo dentro. Lo torció levemente y siguió moviéndolo mientras Taehyung comenzaba a gemir.

—¿Estás seguro que nunca has estado con un hombre? —jadeó y cerró los ojos —acabas de acariciar mi próstata.

Seokjin sonrió triunfante —podríamos decir que me preparé para ti bonito.

Taehyung sonrió con los ojos cerrados.

Seokjin tomó la botella de lubricante y vertió un poco más en sus dedos y llevó un segundo cuando vio que el orificio estaba aflojando de a poco.

Con dos dedos jugando y buscando de nuevo el punto de placer de Taehyung Seokjin de encontró embelesado viendo como este gemía y arqueaba su espalda cuando el placer era demasiado.

Pronto Seokjin comenzó a tener increíbles ganas de entrar en él por lo que tomó el condón y con el mismo lubricante que aún tenía sobre sus dedos se lubricó a él mismo. Cuando el condón estuvo en su lugar se acercó a Taehyung y besó sus labios suavemente, luego con su nariz acarició la contraria haciendo suspirar al castaño.

Tomó su pene y lo alineó. Lamió sus labios y se empujó lentamente sintiendo de inmediato la estrechez y la resistencia de los músculos del menor. Poco a poco fue entrando tortuosamente cada centímetro de su miembro gimiendo ante el delicioso roce. Se apoyó con sus manos a cada lado de la cabeza de Taehyung y volvió a besarlo. Tae se aferró a su espalda mientras sus piernas lo apresaban por la cintura.

Se quedó quieto esperando que Taehyung se acostumbrara a la intromisión, tal y como había leído días antes. Luego el castaño movió sus caderas y el mayor sin decir una palabra cerró los ojos y comenzó a moverse.

Se deslizó lentamente y gimió en el oído de Taehyung. Seokjin sentía su cuerpo febril, su pene fuertemente apretado en ese lugar cálido y malditamente caliente que lo tenía jadeando como nunca antes.

Sus labios se fueron al cuello de Taehyung y chupó fuerte, mordió otro poco, ya no estaba consciente de lo que hacía, el placer era tan grande que necesitaba saciar de alguna manera lo que estaba sintiendo por todo su cuerpo.

Después de varias embestidas Seokjin se dio cuenta que estaba peligrosamente llegando a su orgasmo y buscó con los ojos nublados de placer la boca de Taehyung. Este no había parado de gemir mientras Seokjin lo penetraba una y otra vez.

Ambos jadearon en sus bocas y el azabache fue el primero en explotar dentro de su compañero de banda con un gruñido sexy que hizo que Taehyung lo siguiera sin siquiera haberse tocado para acabar en su abdomen.

Se miraron, como si nunca hubiesen posado sus ojos en el otro, sus bocas entre abiertas y sus pechos subiendo y bajando por los movimientos antes realizados, Seokjin se perdió en los ojos marrones que lo miraban con un brillo que él jamás había visto. En ese mirar había cariño, gratitud y amor. Y Seokjin se dio cuenta que quería mucho a Taehyung, lo quería tanto como lo deseaba y se hizo una promesa mientras veía ahora una hermosa sonrisa en los labios del castaño.

Se prometió a cuidar de él, hacerlo reír y quererlo... Por sobre todo quererlo.

—¿Que piensas? —Taehyung rompió el silencio luego de haber tenido la mejor noche de su vida.

—Pienso en ti y en lo hermoso que te ves en este momento.

Tae dejó salir una risita aliviada. Aunque había disfrutado mucho de su encuentro con el mayor, una parte de él podía sentir las alarmas dispararse.

Ellos estaban solos, lejos de Seúl pero eso sería por unos días más, luego tendrían que volver a sus vidas habituales y Taehyung estaba seguro que eso sería lo más difícil de enfrentar.

Tendrían que mentir y eso definitivamente no estaba dentro de los planes románticos de él. Pero también entendía que ellos no eran simples personas y Taehyung estaba al tanto que jamás podría tomar la mano de Seokjin en público o besarlo cuando quisiera. No, nada eso iba a pasar, pero el castaño estaba lo bastante feliz para pasar por alto aquellas alarmas que se disparaban por toda su cabeza.

Seokjin estaba con él, como sea, lo tenía y quería tenerlo por mucho tiempo más.

El mayor se quitó de su cuerpo suspirando mientras lo hacía, se acostó de espalda en la cama y se quitó el condón. Luego lo anudó y lo tiró al piso.

Taehyung miró el techo y no sintió cuando Seokjin se levantó, estaba tan ensimismado en sus pensamientos que solo giró su cabeza cuando una toalla húmeda hizo contacto con su piel todavía caliente. Sonrió con sus párpados pesados por el cansancio que de pronto lo embargó.

El azabache descartó la toalla cuando el castaño quedó completamente limpio. Luego ambos se metieron bajo las sábanas y Seokjin apagó la única lámpara que estaba encendida en la habitación.

Quedaron frente a frente en la oscuridad solo alumbrada levemente por la luz de la luna que se filtraba por la ventana.

Seokjin llevó su mano izquierda hasta la mejilla de Taehyung y la acarició hasta que escuchó la respiración del menor volverse relajada.

—Tae —susurró despacio.

—¿Mhm? —Taehyung respondió bajito.

—Quiero que salgamos mañana a caminar, los dos solos... Ir a comer ¿Te gustaría?

Taehyung sonrió perezosamente en la oscura habitación —amaría salir contigo Hyung.

Seokjin suspiró más aliviado, no quería que le menor sintiera que todo era solo físico entre ellos, si bien Seokjin se había dado cuenta esa noche que tenía una química impresionante con Taehyung en la cama, también habían otras cosas que  quería hacer con él, cosas de pareja, pensó Seokjin.

Tomar su mano, acariciar su cabello, difrutar de un tiempo los dos solos eran las pequeñas pero significativas cosas que el mayor quería concretar con Taehyung.

Él no estaba jugando, estaba tan seguro de lo que sentía que la idea de hablar con sus compañeros de grupo estaba tomando mucha fuerza. No quería esconder a Taehyung, por lo que sus compañeros tendrían que aceptar que ahora ellos fueran juntos de la mano.

Con ese pensamiento Seokjin encontró su descanso, se acercó un poco más al cuerpo tibio del castaño y este inmediatamente lo abrazó por la cintura pegando sus pechos desnudos.

Seokjin lamió sus labios y cerró los ojos mientras su cuerpo comenzaba a despertar nuevamente, Taehyung seguía moviéndose acercándose a él enrollando sus piernas con las del mayor haciéndolo suspirar.

Él realmente no sabía si iba a poder dormir con la dureza que se estaba formando en su zona baja.

Taehyung se giró en la cama y le dio la espalda. La notable erección de Seokjin quedó pegada al perfecto culo del menor. Seokjin jadeó y trató de moverse pero Taehyung tiró su mano para atrás y la puso justo en el muslo del mayor haciendo que se quedara donde mismo.

—¿Un segundo round Hyung?

Seokjin rió, pasó su mano por la cintura del otro y sus labios volvieron a atacar el cuello de Taehyung. Lamió por detrás de su oreja haciendo sisear al menor.

—Esta es mi respuesta Tae —el azabache bajó su mano hasta la polla semi dura y la acarició un poco mientras Taehyung tiraba su culo para atrás y comenzaba a moverse suavemente.

Ambos rieron en medio de la oscuridad y sus bocas volvieron a juntarse.

Ya después tendrían tiempo de lidiar con los mensajes de preocupación de los amigos de Taehyung o las llamadas perdidas de la familia de Seokjin.

Ya habría tiempo para el resto y las consecuencias que estaban teniendo sus actos.

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Ahora la cosa se pondrá más sabrosa.

Besitos cariñosos a quienes leen 💜

😖
Me está matando 🤤