• 06 •
Seokjin revisó su teléfono, tenía al menos cinco llamadas perdidas de Somin.
Observó la sala en donde horas atrás había escuchado la revelación de Taehyung. Su cabeza era un revoltijo confuso, había aceptado dormir con el menor y eso lo tenía aterrado. Cerró los ojos y respiró pesadamente.
Dejó caer su cabeza entre sus manos y negó.
¿Qué estaba haciendo?
¿De verdad se acostaría con él?
Se estaba volviendo loco, definitivamente, no había explicación para haber aceptado aquella oferta.
Aunque Seokjin no podía mentirse a su mismo. Él estaba al tanto de lo confundido que lo dejaba Taehyung cada vez que este se acercaba a él, ya fuera en el escenario o en cualquier lugar, Taehyung siempre estaba a su alrededor, solo que él había sido lo bastante imbécil para pasarlo por alto todos esos años. Ahora que sabía las reales causas de esos acercamientos se sentía culpable.
Su teléfono sonó y él lo contestó de inmediato.
—¿Jinnie, cariño?
—Hola So.
—Dios, me había asustado tanto, pensé que te había pasado algo ¿Ya saliste de la ciudad? ¿Estás con tus padres?
—No... Yo todavía no salgo de la ciudad, pero en unos minutos saldré.
—¿Pasó algo? Tú voz suena apagada.
Seokjin se pasó una mano por su rostro y escuchó la puerta de entrada.
—Te llamo luego ¿Si? —sin esperar respuesta cortó la llamada. Ya le había mentido a Taehyung diciéndole que no tenía a nadie en su vida y ahora le estaba mintiendo a su novia. Se sentía enfermo.
Taehyung se acercó a él y dejó dos bolsas de comida sobre la mesa de centro de la sala, se sentó en el sofá y sacó lo que había comprado.
Seokjin no quería mover un solo dedo. Estaba tan nervioso que sus dedos temblaron cuando quiso sacar un poco de arroz.
—¡Mierda! —se levantó frustrado.
Taehyung puso arroz, carne y muchos vegetales en su plato y comenzó a comer tranquilamente mientras veía al mayor pasearse por la sala. Él también estaba nervioso pero podía controlarse, había pasado tantos años soñando despierto con el momento en que el mayor lo llevaría a la cama que ahora estaba más ansioso que nada.
Se repitió una y mil veces que ya no tenía nada que perder, ya que esa tarde gracias a su confesión había perdido la confianza de uno de sus hyungs. Sabía que Seokjin luego de lo que harían se iba a alejar, lo iba a evitar y estaba al tanto que dolería demasiado, pero estaba dispuesto a correr el riesgo.
Seokjin valía jodidamente la pena.
El azabache suspiró y se acercó a Taehyung que todavía estaba comiendo. —Vamos, terminemos con esto de una vez.
—Me encanta lo romántico que eres Hyung —sonó divertido, pero que el mayor tratara el tema como un mero trámite le dolía en demasía.
Seokjin chasqueo la lengua y tomó su mano para luego prácticamente arrastrarlo por el pasillo en donde se encontraba las habitaciones. Pasaron por la habitación de Jungkook y la de Namjoon.
Taehyung sintió su sangre hervir cuando el mayor abrió la puerta de su habitación y lo arrastró hasta su cama para luego empujarlo hacia esta.
Su respiración se cortó al sentir el aliento fresco del mayor sobre sus labios. Observó los ojos contrarios, Seokjin se veía como un cazador y eso lo calentó más de lo que estaba preparado.
Una de las manos del mayor bajaron por su abdomen, pasando por su pelvis y finalmente acariciando su muslo. Seokjin no lo estaba mirando sino que había bajado la mirada por todo su cuerpo.
Tae se quedó muy quieto mientras el bulto bajo su pantalón parecía crecer y crecer. Llevó una de sus manos hasta el rostro de Seokjin pero este se alejó de ese tacto.
—Sin tocar Tae.
Bufó, pero lo dejó pasar, después de todo Seokjin estaba accediendo a la idea más descabellada que hubiera tenido alguna vez.
—¿Me vas a besar?
—No, Tae.
Hizo una mueca con su boca y se sentó en la cama sin dejar de mirarlo —¿Entonces solo va a ser solo follar?
—¿Qué más esperabas Tae? No puedo tratarte como si fueras mi novio.
Taehyung asintió y mordió su labio. Se movió por la cama y se bajó de esta. Se arregló la ropa y se acercó a la puerta.
—No es así como me gustaría que fuera nuestro encuentro —su voz sonaba tan triste que a Seokjin se le heló la sangre —gracias Hyung por querer intentarlo.
Y sin decir una palabra Taehyung dejó la habitación.
El azabache se tiró en la cama y tapó sus ojos con su antebrazo, una lágrima se deslizó por sus ojos, se sentía tan vacío e impotente. Él había querido tocar a Tae, claro que sí, pero mientras lo tenía bajo él tan dispuesto simplemente no pudo.
Bajó su mano hasta su entrepierna que estaba como roca y eso lo asustó. No quería desear a Taehyung, no quería hacerle más daño del que ya le estaba haciendo y tener sexo solo iba a afectar mucho más a su compañero.
Se levantó de la cama y se dirigió a su baño, debía hacerse cargo de la dolorosa erección que tenía bajo su pantalón.
Cuando estuvo bajo el agua rodeó su pene con sus dedos y comenzó a mover su mano rápido y sin detenerse mientras gemía bajito mordiendo sus labios y tan malditamente asustado por haberse puesto duro al tocar el cuerpo de Taehyung.
Volvía a recordar lo ocurrido en Newark y eso no estaba bien. Ese era un recuerdo que quería olvidar para siempre, borrarlo de su sistema.
Se dio dos tirones más y acabó en su mano. Agachó su cabeza y observó como su semen escurría por sus dedos bajo en agua. Cerró la llave, tomó su toalla para salir del baño y vestirse.
Caminó por su habitación y a pesar de haber salido recién de la ducha se sentía sucio. Tan asqueroso y tan triste después de haber visto los ojitos de Taehyung.
Dios, él ni siquiera quería hacerle sentir más mal, pero eso era lo que había pasado y se sentía tan abatido.
Se sentó en la cama y se quedó ahí, en la soledad de su habitación, rogando que Taehyung fuera a ver a sus padres y se distanciaran esos días.
Les haría bien a ambos.
Con ese pensamiento se tiró en la cama y cerró los ojos en un intento por dormir. Sin saber que en el segundo piso Taehyung lloraba amargamente.
.
.
.
—¿Cómo están tus papás Tae?
Taehyung se movió por su habitación mientras buscaba ropa para meter a la maleta que tenía sobre la cama. Había decidido levantarse luego de la vergonzosa escena de él y Seokjin en la habitación del mayor.
—Yo todavía no salgo de Seúl.
—¿Qué?
—Eso, me quedé aquí en el departamento un rato pero ahora me iré.
—¿Pasó algo bebé? Me puedes contar ¿Sabes? Tengo tiempo para hablar.
—No Jiminie, no pasa nada, creo que estoy un poco cansado, eso es todo. —Jimin suspiró al otro lado de la línea sin creer una sola palabra de lo que su mejor amigo le estaba contando.
—¿Qué pasó?
Taehyung respiró y se sentó en la cama, sabía que su voz sonaba triste pero ya nada podía hacer, no podía ocultar por más tiempo la pena que sentía.
Le doy asco a Seokjin.
Su mentón comenzó a temblar y sus ojos se aguaron mientras escuchaba a su mejor amigo decir su nombre, había tanta preocupación, que comenzó a sentirse enfermo. Debía dejar de preocupar a las personas a su alrededor.
—Estoy bien Jiminie.
—¡Deja de mentirme Tae! Se que no estás bien, algo te pasa. Dime por favor.
—Yo... Yo hice algo... Dije algo en realidad y ahora no sé que va a pasar.
—Tae por dios, me estás matando de la angustia. Dime qué carajos pasó.
—Le pedí a Jin Hyung que se acostara conmigo —Taehyung escuchó un ruido y luego una maldición.
—Se me cayó el puto teléfono ¡De qué mierda estás hablando Tae!
—Quería saber si él estaría conmigo... Ya sabes sin alcohol encima.
—Oh dios, ¿hablaron de lo que pasó en Newark?
—No, yo solo... Me declaré —dijo en un susurro ahogado.
—¡Qué! No, no ,no Tae ¡¿Qué hiciste?!
Agachó su cabeza y sorbió su nariz. Sabía que la había cagado de manera monumental al declararse, pero ya estaba hecho y él iba a tener que vivir con ese rechazo.
—Creo que hablaré con Pd Nim.
—¿Qué vas a hacer Tae?
El castaño lamió sus labios y se levantó de la cama para mirarse al espejo. Tenía leves ojeras y una incipiente barba de dos días que ya comenzaba a picar. Miró su cuerpo y por primera vez en muchos años; no le gustó lo que veía en ese reflejo. Odiaba su reflejo, odiaba tener los ojos de aquella forma, odiaba sus cejas, su cabello... Odiaba verse tan masculino.
En su cabeza pensó que si fuera más pequeño de contextura quizá su Hyung no iba a tener tanto asco para tocarlo porque le recordaría a una mujer.
Taehyung se rió con el teléfono aún en la oreja.
—¡Tae!
—Estoy volviéndome loco Jiminie...
—Tae bebé ¿Qué vas a hablar con Pd nim?
—¿Tú crees que soy un hombre interesante?
—¿Sabes que? Voy saliendo para Seúl, no te nuevas del departamento... No se qué pasó en entre tú y Jin Hyung pero me estás preocupando Tae.
—No, no, Jimin-ssi... Estoy bien iré a ver a mis padres y volveré, debo ir por Tannie... Estoy pensando en muchas cosas no te preocupes... Pero dime Jiminie ¿Soy un hombre interesante?
Jimin suspiró —Bebé, eres un hombre espectacular, eres atractivo, tienes millones de cualidades para enamorar, no te quedes pensando toda la vida en un amor no correspondido. Déjalo ir Tae, no te hagas más daño.
Taehyung asintió y las lágrimas bajaron por su rostro.
—Me duele Jiminie —sollozó —¿Porqué no me quiere como yo a él? —hipó varias veces y luego respiró para calmarse un poco —¿Porqué me tuve que enamorar de él?
Hubo un silencio largo y luego Jimin suspiró de nuevo con pesar —A veces nos enamoramos del equivocado, pero nadie muere por eso bebé, a veces algunos tienen más suerte y encuentran a su indicado más rápido que otros. Hyung tiene sus gustos y tú los tuyos, no puedes pasar por encima de eso bebé... Debes pensar en ti, tienes a varios que andan como perros detrás tuyo... Déjate querer Tae. Disfruta un poco más.
—Si... Creo que ya es hora de dejarlo ir.
—¡Eso es bebé! Búscate a uno de esos "amigos" que tienes y follatelo hasta que te aburras.
Taehyung rió mientras se secaba las lágrimas —Ya Jimin-ssi, te voy a colgar, tengo una maleta que terminar —y un corazón que sanar —dale mis saludos a Jungkookie.
—Se lo diré, te amo hermano, cuídate.
Tiró el teléfono sobre su cama y se acercó al armario para sacar algunas de las prendas que usaría esa semana. No las revisó, solo tiró unas camisetas dos pantalones, una camisa y dos jeans. Su ropa interior ya estaba empacada, aunque de todas formas si olvidaba algo podría comprarlo en Daegu.
Cerró la maleta y la tomó para dejarla en el piso. Levantó el asa y caminó hasta su puerta y salió de su habitación.
Bajó por las escaleras y el silencio en la propiedad era ensordecedor.
Llegó a la sala y tomó su chaqueta, miró por la estancia y no había rastro de Seokjin. Estaba todo limpio y sonrió con pesar al ver el ventanal en donde Seokjin temprano se había apoyado cuando él lo había orillado a recordar lo que había pasado años atrás.
Suspiró y caminó hasta la puerta, la abrió y de pronto recordó que no había llevado su celular, por lo que volvió a cerrar la puerta y se apresuró hasta su habitación para tomarlo. Bajó nuevamente las escaleras y cuando llegó a la sala paró en seco.
Seokjin estaba parado al lado de su maleta con la mirada perdida en el piso.
Taehyung respiró y se dio el valor suficiente para llegar hasta la puerta y tomar su maleta.
—Déjame pasar Hyung.
—Tae... Hablemos, no te vayas así.
—No, ya está todo dicho, yo soy gay, tú no lo eres, fin de la conversación.
Seokjin hizo una mueca pero no se movió de la puerta y cuando Taehyung lo empujó y abrió la puerta, él sintió su sangre hervir.
Cerró la puerta con un movimiento y sus manos de fueron al pecho del menor.
—¿Qué quieres que haga Tae? ¿Qué me acueste contigo y después hacer como que nada ha pasado?
—Ya no hablemos de eso ¿Si? Yo quería una noche, bien, ¿no me la diste? no te preocupes, buscaré por otro lado.
—¿Qué? —Seokjin arrugó el ceño —tú dijiste que me amabas Tae...
—Si, lo hago pero también quiero que alguien me folle hasta que se canse, si tú no quieres buscaré a otro.
Taehyung se movió y le dio la espalda para abrir la puerta pero no pudo hacer nada cuando sintió todo el cuerpo duro y grande de Seokjin tras él. Lamió sus labios al sentir las manos del mayor sobre su cintura y la boca de su Hyung cerca de su cuello. Cerró los ojos ante la electricidad que recorrió su cuerpo entero. Ardía cada vez que lo sentía así de cerca.
—Tae, no hagas eso, es peligroso, ¿Quieres que la prensa lo sepa?
—¿Porqué lo sabrían? Lo he estado haciendo por años y nadie se ha enterado —Taehyung se dio un abrazo imaginario al sonar tan convincente, aunque sus piernas estaban a punto de colapsar mientras sentía el aliento de su Hyung en su nuca.
—Tae...
—No Hyung, ahora déjame ir que tengo un tren que tomar.
—¿Tren?, Por dios, hace años que no te subes a uno o qué, ¿Te vas a juntar con alguien acaso?
Taehyung suspiró y se giró para encararlo —No tienes un puto derecho a tener celos.
—¿Celos? —rió —¿Porqué tendría celos? Sabes que me preocupo por todos ustedes, son mis hermanos pequeños.
El castaño tragó, ¿Porqué Seokjin tenía que ser tan hiriente?
Lo miró por última vez y reprimió las ganas que tuvo de tirarse a sus brazos y esconder su nariz en su cuello.
Taehyung simplemente tomó su maleta y con el corazón un poquito más roto salió del departamento.
Por el pasillo se fue llorando en silencio pero había tomado una desición.
Seokjin no jugaría con él.
Iba a pensar en él, tal y como Jimin le había aconsejado.
Ya era tiempo de dejar a su amor atrás aunque muriera de amor un poco más por Kim Seokjin.
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