Capítulo 72 : ONE SECOND

"Nade vueltas alrededor de mi piscina y el agua me sostiene justo como tú lo haces. No hay ruido blanco cuando bajo. Creo que estoy empezando a sentirme mejor."
- Knew You (Kailee Morgue)

Era la primera vez en mucho tiempo que Jeon Jungkook accedía al recinto de una competición solo con Sejin, sin su entrenador a su lado comprobando las marcas de otros nadadores y las mejores formas de llevar a cabo su desempeño sin forzar en exceso su cuerpo. El lugar se veía extrañamente imponente mientras avanzaba por los pasillos, su mirada encontrándose con multitud de caras conocidas que atendían a los consejos de última hora de los miembros de su staff.

Y aunque todavía faltaban unas tres horas para que Jin entrase en quirófano, no quiso molestarlo con una llamada hasta que sus nervios lo obligaron a tomar su teléfono.

-Aquí podrás hablar tranquilamente. - Sejin le sonrió con la mirada calmada antes de salir del pequeño vestuario para vigilar la entrada. Incluso conversar por teléfono podía ser arriesgado cuando aquel lugar estaba repleto de miembros de la prensa y público. - No lo extiendas demasiado. La mayoría de nadadores ya están dando algunas entrevistas previas con los principales medios de comunicación.

Jungkook sostuvo el teléfono entre sus manos, dudando un poco acerca de si debería molestar a Seokjin cuando la operación de este se encontraba tan cerca o si por el contrario aquella charla podría tranquilizarlos a ambos.

Sejin tenía razón, la prensa estaba por todos lados ese día y muchos de los atletas se encontraban entregando entrevistas previas como él mismo debería estar haciendo en ese instante. Al menos ahora sabía que Swimmers no era una amenaza mientras su contrato de confidencialidad durase, no lo molestarían demasiado exigiendo titulares acerca del motivo que había llevado a su entrenador a no acompañarlo en la final nacional. Firmar el contrato había sido una suerte irónica que tanto él como Jimin sabían que se basaba en la necesidad de mantener a la revista más entrometida, feliz con contenido mensual.

Pero Jin era mucho más importante que la prensa o lo que los periodistas entrometidos pudiesen llegar a pensar. Jungkook estaba preocupado por su pareja.

-Hei. - una sonrisa se extendió sobre sus labios tan pronto como la voz de Jin llegó hasta sus oídos a través del teléfono. - ¿Cómo estás? Tendrías que haberme despertado para poder acompañarte.

Seokjin había dejado la casa en la madrugada de hace dos días para conducir hacia la clínica en la que lo operarían, aquel día los dos habían charlado tranquilamente tras buscarle un sitio a todas las cosas que recogieron del anterior departamento de Kook. Fue una tortura acostumbrarse al hecho de que toda negociación con su madre se había acabado hasta que esta abriese su mente a aceptarlo tal y como era, sin embargo el cariño del hogar exterminó cualquier rastro de tristeza.

Jungkook habría querido despedirse pero su novio no lo despertó. Solo una nota y un cuidado desayuno lo recibió aquella mañana, la cama llegó a sentirse realmente vacía sin los brazos de su entrenador rodeando su cintura cariñosamente.

-Mi atleta tenía que descansar. - Jin sonrió también, mientras observaba a través de la ventana de su habitación y deseaba haber cambiado la fecha de su operación. Porque él realmente quería estar presente en la final nacional para ver la sonrisa victoriosa de Jungkook. - Además, parecías estar cómodo. No podría haberte despertado, pero dejé algo a cambio.

-Gracias por el desayuno a base de carbohidratos y proteínas. - Jungkook sonrió. - Y por la rutina de precompetición, Sejin ha tomado nota de la lista de consejos que escribiste.

Y él mismo lo había hecho. Había leído cada palabra escrita por su pareja una vez tras otra, aprendiendo de los consejos que sus frases compartían. E incluso si hablaron por teléfono en varias ocasiones, Jungkook no quiso perturbar a Jin con dudas sobre el entrenamiento cuando este tenía más cosas en las que pensar.

-Respira tranquilamente y toma unos minutos para tí mismo antes de que la competición empiece, lo harás bien niño. - animó Seokjin tras la línea. - Sabes que eres realmente bueno en nuestro deporte, las últimas sesiones de entrenamiento han sido geniales y cada día me sorprendo de lo mucho que sigues mejorando. Sea cuál sea el resultado de hoy quiero que disfrutes de lo que amas hacer, estaré contigo para ayudarte a mejorar si fallas y también lo estaré para que mantengas los pies sobre el suelo si ganas. Te has esforzado, lo has dado todo de ti y has logrado una mejora increíble desde el inicio de la temporada hasta ahora. A riesgo de que suene estúpido, que ganes o pierdas es lo de menos cuando has logrado tanto como atleta, el conocimiento que has adquirido solo crecerá más y más a partir de ahora precioso.

-Eso es justo lo que necesitaba escuchar de mi entrenador. - Jungkook sonrió comprobando que no había nadie más en el vestuario. - Ahora quiero escuchar lo que necesito de mi novio.

-Eres el mejor, aplastalos a todos. - Jin sonrió levemente mientras hablaba. - Estoy seguro de que lo vas a hacer genial Jungkookie.

Jungkook dejó escapar una pequeña carcajada.

-Esto es extraño sin tu presencia, después de tantos meses moviéndonos juntos a prácticamente todos los sitios yo… - Jeon alzó la vista cuando notó a Sejin asomarse a la puerta para indicarle la hora. - Debo irme pero quiero que sepas que te echo de menos, que te amo y que voy a ganar esta carrera por ti. Cuando acaben los nacionales nadaré en la carrera solidaria de Japón, después podremos irnos juntos a esas vacaciones en Busan de las que me hablaste en año nuevo y te ayudaré con la rehabilitación. Es mi turno de cuidarte.

-Niño. - Jin sentía su pecho doler con la emoción de ese bonito futuro que se imaginaba al lado de Jungkook cada día. - Yo también te amo, entra en esa piscina y demuéstrale al mundo que eres mucho más que un iceberg.

Los dos se mantuvieron en silencio durante unos segundos, sin querer acabar la conversación a pesar de que sabían que ya no les quedaba tiempo.

-Dile a tu cirujano que si no hace bien su trabajo, tu pareja le dará un puñetazo.

-No puedo hablarle de mi pareja. - bromeó Jin - Pero puedo decirle que alguien a quién amo mucho se pondrá triste si las cosas salen mal, y a mí no me gusta verte triste así que si eso ocurre yo mismo le daré un puñetazo.

Los dos compartieron una leve carcajada antes de despedirse. La competición estaba a punto de comenzar y Seokjin no tardaría demasiado en prepararse para su intervención quirúrgica.

-Te amo.

-Te amo.

Generalmente Jeon Jungkook era un atleta que sobrellevaba con soledad su momento de concentración antes de una competición. A él solía agradarle escuchar música o mantener su mirada en el agua de la piscina, pocas veces intercambiaba miradas o conversación con nadie que no fuesen Sejin o su entrenador. Y precisamente por eso las cámaras no pudieron evitar captar el momento en el que el nadador de hielo se acercó a darle la mano y desearle suerte al hada Park Jimin.

Porque ese chico rubio de sonrisa fingida siempre sería el favorito para la prensa, más allá de sus tristes sentimientos la gente veía en sus miradas amables un ejemplo a seguir.

-Suerte. - Jungkook sonrió, notando los ojos sorprendidos de Jimin mientras le estrechaba la mano. - La última vez llegaste a la meta de primero pero mi entrenador conoce la manera de hacerme ganar.

Jimin sonrió con ganas, una sonrisa diferente de esa que solía mostrar ante los periodistas.

-Suerte Jeon. Apuesto a que tu entrenador realmente ha sido duro contigo. - su voz tomó un tono bromista mientras ambos daban un paso atrás. - Bastante más de lo que lo era conmigo.

-Oh. En realidad es bastante dulce cuando se trata de mí. - susurró Jungkook con una sonrisa asomándose a su boca animadamente. - Aunque si lo pido puede ser más estricto.

-Ok. Ese es mi límite, no necesito más detalles. - Jimin llevó sus ojos alrededor de las gradas del estadio. - ¿Has visto a Taehyung y Yoongi? Prometieron venir a vernos.

Jungkook imitó el comportamiento de Jimin, sus ojos recorrieron las gradas sin encontrar rastro alguno de sus amigos.

-Todavía es pronto. El público está empezando a entrar. - Jungkook miró a Jimin notando lo ansioso que este parecía. -  Es probable que lleguen en unos minutos, ¿por qué no los llamas?

Jimin negó rápidamente.

-Tengo que dar algunas entrevistas. Esperaré un poco más. - Jimin suspiró bajando sus hombros un poco mientras estiraba su cuello de nuevo solo unos segundos después. - ¿Jin ha entrado a quirófano ya?

-Lo hará en media hora y la operación dura entre una o dos horas dependiendo de cuán mal está su hombro. Con suerte podré llegar al hospital cuando él empiece a despertar de la anestesia, trataré de hablar con la prensa lo más rápido posible si gano.

Jimin asintió.

-Iré a visitarlo mañana si todo va bien. ¿Alguna recomendación para un buen regalo?

Jungkook se encogió de hombros, estaba seguro de que Jin agradecería la visita sin importar si le llevaban o no regalos.

-Creo que si no es una planta, le gustará. - bromeó.

-El árbol de jade es bonito y me avisaste con poca antelación de su fiesta de cumpleaños, somos atletas y nuestros horarios siempre son complicados. - se quejó Jimin - De todos modos, suerte de nuevo Jeon.

-Suerte Park. Deberíamos acabar de responder a la prensa para ir a prepararnos.

A su alrededor el ambiente comenzaba a estar más cargado, la gente se acomodaba para observar la competición y los miembros del staff de cada uno de los nadadores revisaban que nada fallase.

Sejin le hizo un gesto desde la zona que le habían asignado, donde ya esperaba un periodista acompañado de su cámara. Incluso si los atletas de esa competición no eran tan grandes como los nadadores olímpicos, muchos los consideraban como la siguiente generación de deportistas coreanos a tener en cuenta.

-¿Hay algún motivo por el que el entrenador Kim no se ha presentado para acompañarlo durante la final? - Jungkook rodó los ojos, dedicándole una mirada a Sejin antes de girarse hacia el periodista que volvió a realizar una pregunta antes de permitirle contestar a la primera. - ¿Has vuelto ha cambiar de entrenador?

-No he cambiado de entrenador. - contestó fijando su mirada en el hombre que sujetaba la cámara. - Pretendo llegar al lado de Kim hasta donde mi talento me llevé. El motivo por el que mi entrenador no está hoy aquí es de índole personal, por lo que no es asunto suyo. Si no van a hacer preguntas que se conecten a mi desempeño como atleta pueden dejarme en paz ahora, la competición está a punto de iniciar.

-¿Ve posibilidades de superar el tiempo de Park Jimin? - preguntó a cambio el reportero.

-Por supuesto, siempre hay posibilidades cuando se trabaja duro para ello. Mi entrenador y yo hemos trabajado con especial dedicación la velocidad.

Jungkook suspiró observando a los demás miembros de la prensa que se encontraban alrededor de la piscina. Bueno, no lo llamaban iceberg por nada, podría terminar rápido con la tarea de contentar a los periodistas para a continuación tomarse unos minutos de relajación antes de darlo todo en la piscina.

Jeon Jungkook amaba la natación porque desde que era un niño esta le provocó continuamente felicidad, e incluso si durante una época sintió la tentación de odiar ese deporte jamás logró separarse de la sensación de necesidad que lo llenaba si pasaba demasiados días lejos de la piscina. A pesar de que en ocasiones deseaba ser alguien completamente normal, la tentación de convertirse en un atleta de élite era tan intensa como para que cada mañana continuase levantándose con el objetivo de entrenar duro.

Sus ojos se clavaron en el frente, donde las ondas del agua formaban dibujos mientras el murmullo de las gradas se colaba en sus oídos. Jeon se visualizó a sí mismo ganando esa carrera por Jin, logrando colocar la medalla alrededor del cuello de su entrenador y recibiendo palabras de orgullo por parte de este. Quería llegar al hospital lo antes posible para presumir de una victoria que los dos merecían, de una victoria que les pertenecería a ambos después de meses trabajando en equipo.

Pero todavía quería con más ansia convertirse en el atleta con el que había soñado desde que solo era un niño. Ahora no sentía duda alguna acerca de sus objetivos y aquellas cosas que realmente importaban rodeaban sus días aportándole una sensación de felicidad hermosa. Ya no estaba solo, se sentía invencible con su padre en la grada coreando su nombre junto a Yuqi, Sejin mostrando su mirada orgullosa y el recuerdo de las palabras de Jin surcando su mente.

" - Mi novio es el mejor. No olvides lo orgulloso que estoy de ti Kook, ganes o no este viejo seguirá queriéndote con todas sus fuerzas. " - le había susurrado Seokjin una hora antes a través del teléfono. - " Pero recuerda que puedes hacerlo, lo hiciste en los entrenamientos y si te concentras lo suficiente lograrás hacerlo de nuevo. Respira, vas a ser uno de los mejores nadadores de velocidad que haya visto Corea del Sur. Algún día podrás decirle al mundo quién eres porque el mundo sabrá cuáles son tus logros, entonces a quién decidas amar ya no pesará tanto como tus medallas y trofeos. ¿Confías en mí? "

-Confio en ti. - susurró Jeon, con los ojos clavados en el agua. Los segundos transcuyendo más lentos de lo normal mientras recordaba que tal vez a esa hora, en ese preciso instante, la operación de Seokjin estuviera a punto de comenzar. Su novio estaba muy probablemente entrando en quirófano, el hombro ya no le provocaría un dolor constante e inevitable si las cosas salían bien.

Su mirada abandonó por un solo segundo su frente, para buscar a Jimin a su derecha, ocupando el carril cinco de la piscina mientras él se mantenía en el cuatro. Llevaban media vida manteniéndose uno al lado del otro cuando se trataba de competir pero la intromisión de sus padres les había impedido continuar siendo amigos hasta la actualidad, desde sus inicios en Busan hasta que ambos aspiraron a firmar contratos con patrocinadores y gimnasios más expertos.

Ahora los dos se observaban con una mirada alejada del odio competitivo que durante un tiempo trataron de inculcarles.

-¿Asustado Jeon?

-Nunca, Park.

El silbato sonó, creando un eco familiar en el alto techo del estadio de natación. Jungkook saltó con agilidad al instante en el que el sonido de este llegó hasta sus tímpanos. Su cuerpo se zambulló en el agua con maestría, recordando cada consejo del entrenador Kim como si este se encontrase ahí mismo. Como si aquel fuese solo uno más de sus entrenamientos y él pudiese encontrarse con sus preciosos ojos tras acabar la carrera.

Como si aquel fuese un día cualquiera tras el cual podría perderse entre los brazos acogedores de su pareja. Como si Jin estuviera ahí mismo, gritando su nombre con fuerza a pesar de no estarlo.

Como si…

La carrera acabó antes de que Jungkook pudiese comprender que se había movido por puro instinto. Con los pulmones ardiendo y los músculos cansados debido al esfuerzo, su cabeza se asomó hasta visualizar los marcadores. Su marca mínima no había dejado de mejorar ni un solo día desde que el magnífico entrenador Kim Seokjin se había presentado ante él.

Un milisegundo. Esa era exactamente la cifra que separaba su primer lugar en el podium del segundo lugar de Park Jimin, y a pesar de que la entrenadora del hada de la natación no parecía demasiado feliz eso no le impidió a su recién recuperado amigo palmear su espalda con orgullo.

-Bien hecho, Jungkook. - Jimin sonrió con amabilidad antes de salir de la plataforma para caminar hacia la mujer que movía los brazos exasperada. Su entrenadora realmente empezaba a parecer peligrosa mientras Park se acercaba a la prensa para recibir el cariño de todos aquellos que amaban fotografiarlo, todavía sujetando el ramo de flores entre sus manos y la medalla de plata alrededor de su cuello.

Jungkook pudo visualizar a Yoongi y Taehyung en las gradas, aplaudiendo de pie como si realmente entendiesen algo sobre la natación o conociesen a alguno más de los nadadores que habían competido esa tarde, a parte de a Jimin y él mismo.

Yuqi y su padre caminaban con Sejin hasta él cuando finalmente, con la mente un poco perdida todavía, Jungkook comenzó a ser consciente de que había ganado la final nacional de natación con una marca de tiempo envidiable.

-Mi hermano es una estrella. - Yuqi correteó hacia él para abrazarlo seguida por su padre y Sejin. - Dime la verdad, Jin te ha motivado prometiendo un regalo. ¿No es cierto?

Jungkook rodó los ojos, notando una extraña sensación de felicidad al respirar el ambiente familiar. A pesar de que su madre no estuviese allí, a pesar de que todavía no perdonaba a su padre del todo.

A pesar… de que su novio estuviese en una clínica, recuperándose de una operación de Slap IV mientras él celebraba.

-Iré a verlo en cuanto responda algunas preguntas de la prensa. Jin merece celebrar esta victoria tanto como yo, ha aportado estabilidad a mi carrera y a mí vida. - susurró mirando a su hermana.

Los brazos de su padre y Sejin abrazándolo interrumpieron aquella charla. Jungkook prácticamente fue arrastrado hacia esos dos hombres que ahora le revolvían el cabello mojado.

-Tengo que ir a hablar con la prensa. - se apuró a decir. - Luego hablamos papá, Sejin puede presentarte a mis patrocinadores…

Pero su frase no tuvo final mientras avanzaba hacia Choi Siwoon. Una vista agria que amenazaba con aportar negatividad a su día.

-Choi Siwoon, para Swimmers.

Pero Jungkook se encontró sonriendo cuando notó la cabeza gacha del odioso periodista que había hecho tanto daño a su novio en el pasado. Ahora obligado a hablarle con respeto debido a la queja que Sejin dejó caer al director de la revista tras firmar el contrato de exclusividad.

-No me digas que tu jefe te ha advertido Siwoon. Vaya, lo siento, a veces ocurre cuando eres un gilipollas entrometido. - susurró acercándose al hombre. - Si vuelves a mencionar a Seokjin en uno solo de tus artículos, haré que te despidan.

Seokjin abrió los párpados lentamente cuando sintió el tacto conocido acariciar su mejilla y los brillantes ojos de su niño su encontraron con los suyos al instante. Una brillante medalla de oro sobre su chaqueta deportiva.

-Mierda, no me digas que me he perdido la final y has superado el tiempo de Jimin. - respondió con la voz ronca, todavía un poco atentado debido al efecto de la anestesia.

Jungkook sonrió en grande, quitándose la medalla que su entrenador había observado para ponérsela alrededor del cuello a este con cuidado de no rozar su hombro.

-Me gustaría abrazarte pero el doctor ha dicho que nada de abrazos de momento. - bromeó llevando de nuevo su mano hacia la mejilla de Seokjin. - Pero puedo besarte si lo quieres.

No hubo respuesta, porque Jungkook no la necesitaba mientras se inclinaba para besar cariñosamente los labios de su pareja. El camino hacia el hospital tras ganar la competición había estado cargado de ansiedad.

-Estaba preocupado por ti. El cirujano ha dicho que todo ha salido bien pero tendrás que guardar reposo y ser obediente en lo que respecta a la rehabilitación. - le informó. - ¿Estás seguro de que quieres ir a la carrera benéfica de Japón? Puedo ir solo si…

-Ve más despacio. Todavía estamos en la parte en la que celebramos que mi atleta favorito ha ganado los nacionales. - Seokjin extendió el brazo sano para acariciar los labios de Jungkook. - Has usado el labial de coco que siempre te pones después de los entrenamientos.

-Siempre lo uso. - Jungkook sonrió, cerrando los ojos felizmente mientras su mano se apoyaba sobre el pecho de Seokjin. - Sé que te gusta que lo haga.

-Es tu sabor. - Jin susurró, logrando que la piel del nadador se erizase en consecuencia de esas palabras. - Desde que te probé, es así como sabes.

Jungkook no pudo hacer otra cosa que no fuese volver a besarlo, la felicidad por haber ganado la competición mezclándose con la ilusión y el alivio de ver a Jin bien.




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Holiiii!!!

He publicado el capítulo sin repasarlo porque pensándolo me daba cosa dejaros sin nada hoy. Si veis muchas faltas de ortografía no dudéis en decírmelo.

He rehecho el capítulo desde la mitad dos veces porque no sabía si hacer ganar a Kook o no jeje.

Un beso,
os amo
Mel
💜

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