Capítulo 71 : HUG ME

“Te ves encantador. Todo lo que siempre quise lo daría por ti, eres lo que elijo. Soy tan afortunado, todo lo que supe desde que te vi es que te quiero. “

- I'm Not Sorry (Gabriel Conte)



A dos días de la última competición nacional Jeon Jungkook podía afirmar que se sentía un poco ansioso, la temporada estaba dejando buenos resultados y situandolo como uno de los nadadores coreanos con grandes posibilidades de destacar sobre los demás en el próximo campeonato de Asia. Por supuesto que se debía a su perfeccionismo y esfuerzo, sin embargo la figura de un entrenador estable después de tanto tiempo lidiando con cambios de personal, había sido la clave principal de su mejora en tiempos y técnica.

Mientras él lo daba todo en cada entrenamiento, la prensa amarillista continuaba preguntándose una y otra vez qué era eso que había provocado que el entrenador de un atleta como Jeon Jungkook se quedase a su lado por un periodo de tiempo tan largo. Nadie podía comprender todavía cuál era el secreto de Kim Seokjin y lo que más miedo le provocaba últimamente se basaba en que su gran sentido de la profesionalidad quedase sumergido si descubrían su relación. Porque Jungkook realmente admiraba lo bueno que su entrenador era en su trabajo, Jin era mucho más que su pareja y merecía el doble de atención por parte de las federaciones de natación coreanas. Pero sabía que en el instante en el que el mundo fuese consciente de su relación las cosas cambiarían, a la prensa y las personas les gustaba aumentar la realidad, cambiarla a su antojo para hacerla más atractiva. Después de todo él mismo se había ganado la fama de “iceberg” por el simple hecho de que sus dotes de socialización no eran las mejores después de lidiar durante años con compañeros que siempre le recordaban los errores de su padre.

Kim Seokjin había llegado a su vida para quedarse a largo plazo, en más de un aspecto. Seguiría siendo su entrenador porque demostraba a cada instante que conocía las formas de explotar su potencial sin generar sobre esfuerzos en el proceso. Y por supuesto, Jungkook nunca lo dejaría si su relación seguía tan equilibrada como hasta ese momento. Ellos sabían cómo lidiar con las pequeñas discusiones que en algunas ocasiones llegaban a tener. Hablar se había convertido en la clave principal de su vida juntos, la comunicación siempre les ayudaba a comprenderse mutuamente. Jin le había enseñado a entablar conversación incluso cuando la molestia por algo era insignificante, de ese modo siempre encontraban la forma de solucionar las cosas antes de permitir que estas crecieran.

-El cuerpo se acostumbra a la intensidad que le enseñas. - Jin estaba situado cerca de la piscina, acuclillado mientras lo miraba. Con la ropa nueva que sus patrocinadores le habían proporcionado y aquella característica carpeta en la mano, su aspecto era familiar. Jungkook no podría definir una imagen más rutinaria que la de escuchar a su entrenador, y aquello realmente lograba lanzar tranquilidad a cada sección de su cuerpo nervioso por la competición final que se celebraría en solo dos días. - Hasta el momento hemos logrado aumentar tu velocidad inicial así que tu cuerpo está en un nivel superior de entrenamiento al que solía encontrarse antes de que iniciasemos con la rutina que decidimos usar. Hoy vamos a trabajar con tu potencia anaeróbica, dalo todo y recupérate antes de repetir, tu capacidad de resistencia no debería dar problemas a estas alturas pero quiero comprobar cómo responde tu cuerpo. Si sientes molestias o…

-Lo sé. - Jungkook sonrió. - Si me duele algo pararé y te avisaré, entrenador.

Jungkook continuaba sintiendo paz cada vez que hundía su cuerpo en una piscina, y aunque ahora tenía motivos de sobra para estar fuera de esta por unas horas, la natación continuaba siendo uno de los principales estímulos de su día a día. Por eso los entrenamientos resultaban tan terapéuticos para él, en el agua solo le importaba dar todo de sí mientras disfrutaba de la adictiva sensación de notar cómo su cuerpo se cansaba con el esfuerzo pero se llenaba de vitalidad a la par.

No era un masoquista del ejercicio físico pero podría moverse en el agua durante horas sin protestar por mucho que sus músculos se cansasen. La presencia de Seokjin y la historia de este le habían enseñado que debía controlarse, no sobrepasar sus propias capacidades y la importancia de limitar su fuerza de manera que pudiese reservar el estallido de potencia para las competiciones. Todavía lidiaba con el hecho de que las situaciones ajenas a su deporte influían a la hora de obtener una mejor o peor concentración, pero después de todo el entrenador Kim también le había ayudado a entender que era un ser humano y por eso continuaba acudiendo a su cita semanal con la psicóloga.

-Bien. - Jin sonrió observando el reloj de su muñeca. - Muy bien niño, debo decir que como ya sabes es realmente gratificante entrenar al mejor.

Jungkook sonrió cuando percibió que Seokjin le guiñaba el ojo en un gesto que de nuevo aportaba familiaridad a su modo de comportarse. Tras quitarse el gorro y las gafas de natación salió de la piscina. Sus pasos se dirigieron de forma automática hacia su entrenador, para a continuación alcanzar la carpeta en la que este siempre anotaba los posibles aspectos a mejorar o las evoluciones de cada uno de sus entrenamientos.

-El mejor entrenador para el mejor nadador. - Jungkook no pudo evitar sentir un escalofrío agradable cuando una de las manos de Jin se coló entre el cabello de la nuca mientras su mirada se posaba sobre la ficha del entrenamiento de ese día, revisando los datos que podrían resultar de importancia. - ¿Algo que deba mejorar? Aceptaré cualquier crítica, entrenador Kim.

Jin sonrió levemente, sin apartar todavía los ojos de la ficha.

-Lo has hecho realmente bien, sigues mejorando en cada entrenamiento y eso logra que me sienta orgulloso de ti y en consecuencia, de mi propio trabajo. - Seokjin alzó la mirada para observar a su nadador - Siento mucho no poder estar contigo en la final, prometo llamar en cuanto acabe la operación.

Jungkook negó.

-Yo siento no poder acompañarte y ayudarte en las primeras horas de postoperatorio, prometo que iré a verte al hospital con la medalla dorada en mi cuello. Sejin ha dicho que no habrá problema, nos desharemos de la prensa tras las entrevistas de rigor rápidamente e iremos hacia el hospital.

Los dos se mantuvieron en silencio durante unos instantes antes de rozar sus labios en un toque cariñoso, apenados por la idea de no poder acompañar al contrario en una situación tan importante como la que lo serían los sucesos del próximo lunes. Jungkook competiría en la última prueba de natación a nivel nacional y Jin obtendría esa importante operación que había retrasado durante tanto tiempo. Ambos tendrían que hacerlo bien a pesar de estar separados.

-Suerte niño, los vas a dejar impresionados. -Jin posó sus manos sobre las mejillas de Jungkook y acarició la suave piel de este con las yemas de sus dedos - Eres realmente el mejor, no permitas que los asuntos del exterior se entrometan en tu camino, si tienes que decir o hacer algo aprovecha el fin de semana. Estarás mucho más tranquilo habiendo cerrado posibles frentes.

-En realidad quiero que me acompañes a mi viejo departamento. Tengo varias cosas que recoger todavía, mi madre y Yuqi estarán allí pero quiero ir contigo. Necesito que vea lo que realmente siento por tí, si después de verme feliz con alguien sigue rechazandome entonces… Solo le diré adiós hasta que pueda pensar en mí por encima de sus creencias tradicionales. Quiero pensar que en algún momento de su vida se arrepentirá de haber dejado ir con tanta frialdad a uno de sus hijos.

Seokjin llevó su mano hasta la de Jungkook, las gotas del agua de la piscina todavía resbalaban por la piel del muchacho cuando entrelazo sus dedos. No todos tenían la suerte de volver a hablar con sus padres después de mostrarse tal y como eran, no en una sociedad como la suya. Era doloroso pero muchos padres preferían ver a sus hijos muertos que besando a alguien de su mismo género, Seokjin había visto eso con el paso de los años. Él mismo había salido en alguna ocasión con personas que no pretendían mostrar jamás su verdaderos gustos ante su familia, hombres que se casaban pero acudían a clubs para encontrar en una noche de placer un resquicio de lo que realmente les hubiese gustado poder tener.

Agradecía no haber empezado nada con Jungkook hasta el instante en el que este tubo completamente claro que quería ser fiel a sus sentimientos, como atleta Seokjin podía comprender que era demasiado pronto para que su chico mostrase abiertamente ante los demás que era homosexual. Jeon estaba iniciando su ascenso a las competiciones importantes y una noticia así lo dinamitaría por completo, sus esfuerzos quedarían reducidos a la nada, él sabía que no podían mostrarse ante el mundo sin preocupaciones pero al menos tenía la certeza de que en el terreno familiar ambos eran libres de moverse a través de la sinceridad. Ni siquiera él mismo contestaba a los rumores de la prensa sobre si era o no gay, si como entrenador no lo hacía a pesar de estar orgulloso de ser lo que era… no estaba en el derecho de pedirle a Kook que lo hiciese. Sería hipócrita y los dos quedarían expuestos de la misma manera, el mundo del deporte profesional desgraciadamente seguía sin aceptar del todo a las personas que se atrevían a vivir amando a quien su corazón decidiera.

-No te castigues a ti mismo, tú solo eres culpable de haber decidido ser fiel a tu persona. Ella es tu madre pero no le perteneces, eres una persona individual que no tiene porque mantenerse sujeta a lo que su madre quiera. Si hubieses seguido sus deseos te habrías condenado a sentirte vacío por el resto de tus días.

Jungkook asintió, recordando esa época de su vida en la que había creído ser feliz a pesar de que no había ni una pizca de amor a su alrededor. Esa época en la que solo la piscina lograba desprender de su garganta el resquicio de ansiedad que nunca sabía porqué estaba ahí.

-¿Recuerdas que llore la primera vez que me llevaste a ver a la psicóloga? - Jungkook susurró con los ojos brillantes. Y Jin asintió, sabiendo que él necesitaba seguir hablando. - Aquel día me hizo entender muchas cosas. Entendí que mi padre no es el héroe que me hubiese gustado, que incluso si él no obligó a aquella chica todavía engañó a su mujer sin tener en cuenta a su familia y se aprovechó de la mente adolescente de alguien que quizás ni siquiera sabía qué era lo que estaba decidiendo. Ese día sentí miedo porque de alguna manera yo estaba sintiéndome atraído hacia tí de la misma forma en la que esa chica se sintió atraída por su entrenador… y me pregunté si quizás era porque no tenía a nadie salvo a Yuqi, porque Solar era mi mejor amiga pero jamás se sintió como se supone que una pareja debería sentirse y después de experimentar contigo lo bonito que es el amor, puedo confirmar que nunca estuve enamorado de ella por mucho que la quisiera. - Jungkook hizo una pausa, sus ojos se cerraron mientras el resquicio de dos lágrimas se acumulaban sobre su mejilla - La psicóloga me hizo preguntarme si quizás me gustabas por tí mismo y no por asuntos exteriores, estaba pasando tiempo contigo pero nunca lo había hecho con otros entrenadores así que era inevitable que quizás tu personalidad y tú en concreto fueses el motivo de mis dudas. Entonces me dije a mí mismo que eso no podía ser así, estaba asustado porque sabía que perdería a mi madre si eso ocurriera, sabía que ella no lo toleraría si yo fuese lo que finalmente soy ahora. Esa tarde te bese y aunque traté de librarme de la sensación de que me había gustado, cada vez que te miraba me sentía más atraído hacia ti. Me gustabas tanto que mi cabeza pasaba las veinticuatro horas del día imaginándonos juntos pero a la vez me reprendía a mí mismo por atreverme a fantasear con tales cosas anormales.  A mi me habían enseñado que las personas como nosotros solo se mueven a través del vicio y el deseo. - Jungkook sollozó - Y al principio me sentía tan bien cuando me tocabas que llegué a pensar que era cierto, ahora sé que solo me pasaba eso porque estaba por primera vez con alguien que realmente me causaba interés.

Seokjin llevó su mano hacia la nuca de Jungkook y lo atrajo hacia sí, envolviendo su cuerpo en un abrazo apretado sin que le importase que el muchacho siguiese mojado por el reciente entrenamiento. Aquello era todo lo que su nadador necesitaba, alguien que le ayudase a comprender que no tenía que castigarse por atreverse a disfrutar de ser quién realmente era, y no el chico que una madre se empeñó en moldear a su gusto.

-Está bien niño, eso ya ha acabado. Estamos juntos y ahora sabes que no hay nada malo en que nos queramos, sabes que me tienes para estar a tu lado siempre que me necesites y que si alguna vez sientes dudas sobre algo puedes hablar conmigo al respecto. Es lo que una pareja de verdad hace. - Jin posó un suave beso sobre los párpados cerrados de su atleta. - Te quiero, y si necesitas que te acompañe a recoger las cosas que todavía están en tu viejo apartamento lo haré sin importar quién esté allí. Puedo lidiar con tu madre, pero no prometo quedarme callado si ella hace algo para dañarte.

Jungkook sonrió muy levemente, sus brazos se estrecharon alrededor de su entrenador para sumirse un poco más en la tranquilidad que este siempre lograba aportarle.

-Gracias, no voy a pedirte que te calles. Di todo lo que quieras si mi madre trata de ofendernos de alguna forma.

Seokjin sonrió levemente, dejando escapar entre sus labios esa pequeña sensación de pena que le llenaba el pecho cada vez que Jungkook se hundía en el recuerdo de una madre que no lo había aceptado ni parecía querer hacerlo a largo plazo. Todavía admiraba la fortaleza con la que su novio había decidido ser fiel a sí mismo a pesar de su enorme confusión inicial.

-Jin. - Jungkook susurró alzando la mirada hacia su entrenador - He hablado con Solar, ella era mi mejor amiga así que ahora que ha pasado un tiempo he querido intentar recuperar el contacto. ¿Eso te molesta?

-¿Por qué me molestaría? - Jin posó su frente contra la de Jungkook sin dejar de acariciar las mejillas de este. - Me has dicho muchas veces que para ti era más una mejor amiga que una pareja, e incluso si hubiese sido una pareja… ahora estás conmigo y el que ahora me estes contando esto solo hace que mi confianza en nuestra relación aumente. Creo que será bueno para ti recuperar a tu mejor amiga, espero que puedas presentarmela en alguna ocasión.

Jungkook abrió sus ojos con sorpresa debido a las palabras de Seokjin, cada día que pasaba a su lado era una nueva demostración de cómo la decisión de hablar juntos acerca de todo aquello que podría afectarles, era la decisión correcta.

-Creo que podré presentartela, hemos hablado poco pero ya no parece enfadada. Quizás podamos volver a ser amigos, estoy seguro de que ella ha entendido que realmente nunca fuimos una pareja que estuviese hecha para la eternidad.

-Bien, después de mi operación y tu competición final podríamos ir a comer con ella. Será bueno conocer a la mejor amiga de mi niño.

Jungkook hizo un puchero mientras se dejaba envolver por el cariñoso abrazo de su pareja.

-No soy un niño.

-Eres mi niño. - Jin sonrió, sus manos posándose ahora sobre la piel de la baja espalda de Jungkook mientras sus labios posaban un beso cariñoso en su hombro derecho.

Jungkook sintió la necesidad de tomar aire cuando Jin y él se presentaron en su viejo apartamento tomados de la mano. La mirada de su madre pasó de la sorpresa a la dura decepción en solo unos segundos y el apretado toque del entrenador contra la palma de su mano fue lo único que lo animó a seguir adelante con su decisión.

-He venido a recoger algunas cosas. - aunque su voz tembló un poco Jungkook nunca bajó la mirada. Su hermana se encontraba sobre el sofá, con los ojos atentos y la boca cerrada con fuerza, en un intento por no hablar de más. - Como sabes él es Jin, mi novio y uno de los mejores entrenadores que he tenido. Me ayudará a seleccionar todo lo que necesito de mi antigua habitación, creo que es el momento de abandonar este lugar teniendo en cuenta que no deseas que regrese.

Jungkook pudo observar como Yuqi se levantaba, la tensión estaba cubriendo el bonito rostro de su hermana y eso lo hacía sentir ganas de llorar.

-Haz lo que quieras pero mantén a ese hombre fuera de…

-Esta es mi casa. - Jungkook se apuró a decir, llevando la mirada de nuevo hacia su madre. - Y la pondré en alquiler en el periodo de dos semanas, así que te recomiendo que empieces una mudanza. Puedes decirle lo que quieras a la prensa pero ahora que tengo un contrato exclusivo con Swimmers es probable que su director tumbe cada uno de tus intentos por manchar mi imagen. Jamás creí que una revista como esa podría darme algo positivo, pero las cosas han cambiado lo suficiente como para que ahora tenga que agradecerles eso.

El toque de Jin sobre su mano se hizo más certero, el simple hecho de saber que tendría su apoyo lograba darle a Jungkook la fuerza que en los anteriores encuentros con su madre le había faltado. Echarla de aquella casa no formaba parte de sus planes inicialmente, no al menos hasta que ella comenzó a comportarse como una villana que exigía obtener la victoria a base de amenazas. Él nunca se había enfadado por tener que pagar las facturas, sino exclusivamente por la actitud de su madre.

-Tranquilo. - el susurró de Seokjin llegó hasta los oídos del atleta, quien rápidamente asintió agradecido.

-Jungkook. - su madre lo reprendió con lo que parecía una voz dolida. Él sabía que esa casa era el lugar más estable que esta había tenido desde que la mala fama de su padre los obligó a salir de Busan. Su madre tuvo que sumergirse en su trabajo de azafata para pagar cada uno de sus gastos en las clases y torneos de natación. Ella le había dado tanto como le había quitado, y solo estaba comenzando a comprenderlo ahora. - No puedes hacer eso. Soy tu madre.

Su madre. Era su madre y precisamente aquello lo había llevado a negarse una vez tras otra a ser el hombre que quería. El miedo a perder el apoyo de la mujer que le había dado la vida se adueñó de sus días durante demasiados años, hasta que el entrenador Kim le enseñó que las personas podían ser felices a través de la libertad. Y aunque su miedo seguía presente, incluso si todavía temía perder a su madre para siempre, al menos podía sostenerse en el hecho de que viviría por sí mismo. Ya no tendría que obligarse a amar a una chica que no merecía recibir mentiras, porque él ya amaba a alguien y su amor era totalmente válido. Su amor era precioso y llenaba su alma de ilusiones.

Jungkook suspiró, sintiendo como las lágrimas se acumulaban en sus ojos y su garganta comenzaba a doler. No era sencillo hablarle a su madre de esa forma, tampoco lo era echarla de su casa. La amaba, porque durante mucho tiempo había disfrutado de sus abrazos y gestos cariñosos como lo haría cualquier hijo, sin ser consciente de lo que muchas de sus charlas envenenadas implicaban. Él jamás hubiese creído que su madre lo dañaría, pero su pecho dolía con cada recuerdo sobre la reacción de esta tras contarle la verdad acerca de quién deseaba ser y era.

-¿Su madre? - Jin rodeó con su brazo los hombros de Jungkook tras percibir el nerviosismo de su pareja. Podía notar como su niño comenzaba a romperse poco a poco en la presencia de aquella mujer. - Si fueses la madre de Jungkook te esforzarías por tratar de entenderlo. Ni siquiera tenías que aceptarlo por completo, pero si alguien a quien amo me pide que confíe en sus sentimientos me esforzaría por al menos intentarlo… - Jin posó un beso sobre la cabeza de Jungkook, tratando de tranquilizarlo. - En lugar de eso lo amenazaste dos veces. En una ocasión dijiste que lo llevarías a terapia para curarlo y en la siguiente expresaste que ibas a contarle a la prensa acerca de su sexualidad. No estoy seguro de cuál es tu concepto de madre, pero desde luego eso no entra en el mío.

Seokjin era consciente de que sus palabras podrían dañar a Jungkook como efecto secundario, pero mientras sus ojos se clavaban en los de aquella mujer no podía dejar de pensar en lo afectado que su chico había estado debido al rechazo de esta. Todavía recordaba aquel día, la manera en que Jungkook se había abrazado a Peach mientras sus ojos otormentados buscaban algún posible escape.

-Tú. - la mujer alzó su dedo de forma acusativa. - Eres el responsable de que mi hijo haya empezado a creer en esas absurdas ideas modernas acerca del amor entre hombres.

Yuqi dió un paso hacia su madre, sus ojos cristalizandose de la misma manera en la que los de Jungkook lo habían hecho. Mas su intento de hacerla callar fue en vano y el nadador reaccionó al instante.

-No, mamá. - Jungkook se pegó un poco más al agarre de Jin - He hablado con Jimin, los dos recordamos la manera tan radical en la que decidisteis separarnos cuando éramos niños. ¿Crees que soy tonto? Eso, el que siempre te molestase verme con otros niños o la forma en la que nunca me dejaste volver a ver una competición de Jin después de aquella ocasión en Seúl cuando un nadador obtuvó toda mi atención. Era él, fue él todo el maldito tiempo y sin tan siquiera saber que se trataba del mismo hombre que me hizo soñar con su cara cuando era un adolescente, volvió a obtener mi atención cuando se convirtió en mi entrenador. - Jungkook clavó los ojos sobre su madre - No lo supe hasta que vi el trofeo de la competición de Seúl de ese mismo año en su habitación, pero estoy seguro de que tú lo reconociste en algún momento durante la cena que tuvimos juntos cuando decidí presentartelo. No atacaste tan pronto lo viste porque no sabías que Seokjin era homosexual, pero en cuanto lo confirmó tu reacción fue desmesurada. Ni siquiera se debió a que él lo fuese, ¿no es cierto? Temías que eso me animase a ser quien yo realmente era, que su presencia me ayudase a recordar que cuando era solo un niño me enamoré de un atleta tras verlo ganar en una competición y que ese no era otro que mi entrenador, el que se atrevió a decirte sin problemas que es homosexual.

Jungkook observó a su madre y el gesto confundido de su hermana. Su pecho y garganta continuaban doliendo, tanto que las ganas de llorar quemaban en sus ojos. Cada recuerdo era como una daga, porque su madre jamás fue tan buena como él pensaba. Ella dedicó una parte de su vida a tratar de borrar su verdadera naturaleza.

-Has sabido todo este tiempo que a mi me gustan los hombres, lo has sabido desde que era un niño, trataste de apartarme de ello y si todavía no lo has aceptado, entonces no hay esperanza para que lo hagas en algún momento.

Jungkook se mantuvo en silencio, atendiendo a cada gesto de su madre con el dolor posado sobre su garganta.

-Cuando tenías diez años nos dijiste que Jimin era tu novio. - confesó su madre - Lo habías hecho antes con otro compañero de tus clases de natación pero no quisimos darle importancia, pensé que estabas confundido así que me limité a hacerte entender que no era correcto. Cuando lo volviste a hacer con Jimin supe que realmente había algo mal con ese niño, le dije a sus padres que no lo quería cerca de ti de nuevo y ellos entendieron el mensaje. Todo fue bien, eras perfectamente normal hasta que en esa maldita competición de natación Kim Seokjin ganó y tus ojos se abrieron como si estuvieras observando a la persona más atractiva del mundo. Yo estaba sola y no tenía la ayuda de tu padre pero me aseguré de mantenerte lejos de ese hombre que amenazaba con ensuciar tu mente nuevamente, entonces apareces con ese desperdicio humano años después de aquella competición, diciendo que es tu nuevo entrenador. - su madre señaló a Seokjin, con el gesto llenó de esa oscuridad a la que Jungkook todavía no estaba acostumbrado. - Acepté cenar con él y fingir que no pasaba nada porque estabas saliendo con una preciosa chica… Pero él, ese idiota demostró ser gay y entonces supe que su enfermedad podría alcanzarte de nuevo, traté de hablar con Sejin pero él no me hizo el menor caso. Ahora estás enfermo y no quieres entenderlo, ese hombre ha ensuciado a mi pequeño. ¿Y yo debo mostrar flexibilidad?

-Para. - la voz de Yuqi irrumpió en la sala. - Si todo lo que te molesta es que Jungkook ame a alguien y sea feliz entonces tampoco quiero ser tu hija. Se lo dije a papá y ahora te lo diré a tí, Kookie está enamorado de su entrenador. Ellos dos se quieren, son más felices de lo que muchas parejas hetero lo son y cuando voy a su casa puedo verlo. Mi hermano mayor ya no se encierra en la piscina todo el tiempo, ahora tiene amigos de verdad y su deporte es algo importante pero no la base esencial de sus días. Ahora puedo hablar mucho más con él, la persona que ves no está enferma sino sana. Él estaba enfermo cuando se sumía en nadar sin que nada más importase y cuando salía con una chica que realmente no le provocaba nada. - Yuqi sollozó, sus ojos derramando cada lágrima acumulada mientras sus manos temblaban. - ¿Acaso eso no vale mucho más que tus absurdas creencias? Jungkook es feliz ahora, tiene una vida… una más allá de las competiciones y horarios de entrenamiento.

-No te metas en lo que no entiendes Yuqi, esto no es asunto tuyo. - su madre trató de mantener la compostura, mas sus ojos mostraron tristeza.

-¿Qué es lo que tengo que entender? - la voz de su hermana se alzó - Mi hermano mayor es feliz por fin, se pasa el día sonriendo porque está enamorado y ha decorado la casa de Seokjin con adornos navideños a pesar de que eso jamás había llamado su atención. Jin le permite hacer casi cualquier cosa con tal de verlo bien, ellos dos se comunican y hablan mucho mejor de lo que tú lo has hecho con nosotros dos desde que nuestro padre entró en prisión. - Yuqi hizo una pausa para tomar aire antes de continuar. - Sé que te encerraste en la religión cuando aquello sucedió, que tus propios padres no pudieron entender tu divorcio y que ahora tratas de compensarlo fingiendo ser perfecta… Tú has sufrido en tu carne lo que significa tener que ser el modelo exacto de lo que unos padres exigentes quieren por culpa de las creencias de nuestros abuelos, no hagas lo mismo con nosotros. Por favor.

Pero aquello solo conmovió a su madre por unos instantes. Sus lágrimas se derramaron sobre sus mejillas mientras la expresión de rabia regresaba a su rostro.

-Has puesto a tu hermana en mi contra Jungkook…

-No, señora. - Seokjin abrazó a Jungkook por la cintura, asegurándose de mantenerlo cerca. - Usted ha puesto a sus hijos en su contra sola, por motivos obvios y sin la ayuda de nadie. Si quiere recuperarlos quizás debería empezar a respetar los sentimientos de estos. Ahora, voy a llevar a mi novio a su habitación para que recoja lo que necesita y después nos iremos. Tiene dos semanas para dejar esta casa o será nuestro abogado quien le ayude a entender lo que significa la propiedad privada.

Tras posar la mano sobre la baja espalda de Jungkook, Jin lo animó a avanzar por el pasillo de aquel apartamento que ese día parecía mucho más oscuro de lo que lo había parecido en la primera ocasión que Kim entró en aquella casa.

Su chico no se rompió de nuevo mientras recogía sus cosas, con las lágrimas finas resbalando sobre su mejilla y las manos temblorosas tras la conversación con su madre. Estaba afectado, mas no se rompió del todo.

-Al menos me ha servido para zanjar todo el asunto que envuelve el departamento. - susurró Jungkook.

Ese era un nuevo comienzo para él. Si su madre quería recuperarlo tendría que aceptarlo tal y como era, estaría dispuesto a aceptarla en el futuro si sus ideas cambiaban y decidía tratar de entender sus sentimientos.

-¿Estás bien, niño? - Seokjin borró con un beso los rastros de lágrimas que se perfilaban sobre la piel de las mejillas de Jungkook. - Puedes apoyarte en mí.

Jungkook asintió, sus labios buscaron los de Seokjin mientras rodeaba con sus brazos la nuca de este en un movimiento mimoso.

-Gracias por quedarte a mí lado. - susurró. - Significa mucho para mí que hayas decidido ser tan paciente, esto y el hecho de que no podamos vivir estando juntos sin preocupaciones… No es la relación ideal que me gustaría pero prometo que llegará el momento en el que los dos podamos decirlo, algún día caminaremos por las calles de Seúl tomados de las manos sin que nadie más importe salvo nosotros dos y las personas que amamos.

Seokjin sonrió, esa sonrisa bonita que a Jungkook le llenaba el alma de esperanza.

-¿Una nueva promesa compartida, niño? - Jin posó su frente sobre la de Jungkook.

-La más importante de todas, viejo.










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Hiii!!!

Por aquí os dejo el nuevo capítulo de I Hate U Mr Handsome y os confirmo que la fic tendrá 72/73 caps + Epílogo y varios especiales.

¿Habéis escuchado la obra de arte que es Life Goes On? 😍

Un beso,
os amo
Mel
💜

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