Capítulo 58 : SARANG

"Antes de conocerte mi corazón estaba solo en movimiento lineal."
- Trivia Love (BTS)




Jungkook adoraba la sensación de sus labios irritados tras una larga sesión de besos, o la forma en que todo su cuerpo parecía más sensible de lo normal cuando Jin lo acariciaba. También adoraba la sensación de las mañanas frescas, porque el cuerpo a su lado le permitía mantenerse envuelto de calidez a pesar de que el invierno llegase.

Mientras sus ojos se acostumbraban a la luz de la mañana y se libraba de los últimos rastros de sueño, se dijo a sí mismo que no podía cometer una mejor equivocación que la de decidir querer a alguien. Confiaba en Jin, y si en el futuro las cosas se terminaban entre ellos, al menos sabría que cada uno de sus actos fue decidido por amor.

-¿Tienes hambre? - preguntó el entrenador, deshaciéndose de las sábanas que se envolvían en sus piernas.

Kook sonrió asintiendo mientras se estiraba un poco, todavía sintiendo los resquicios de placer. Sus manos volaron hacia la espalda de Jin mientras esté se sentaba en el borde de la cama para alcanzar unos pantalones. No recordaba haber cenado la noche anterior, por lo que sus tripas protestaron tan pronto como pensó en comida.

Después de una intensa noche y una mañana dulce, su estómago necesitaba alimento.

-¿Subes el desayuno a la cama? - preguntó. Su tono era mimoso y sus labios perfilaron la nuca de Seokjin mientras sus manos descendían sobre la piel de los brazos de este - Estoy cansado.

Su entrenador sonrió levemente antes de girarse para estrellar de nuevo sus labios, Jungkook gimoteo levemente notando las sabanas de la cama rozar su desnudo cuerpo mientras se dejaba hacer.

-Subiré el desayuno a la cama. - Jin posó un beso sobre su nariz - Pero en dos horas estaremos en el parque Songpa Naru como todas las mañanas, encontraré algo con lo que entrenar sin forzar en exceso tu rodilla. ¿Trato hecho?

Jungkook rodeó con sus brazos la nuca de su entrenador atrayéndolo hacia sus labios de nuevo, seguía tan sensible y necesitado que ni siquiera él mismo lo comprendía.

-Siento haberte hecho daño con mi pregunta ayer. - repitió, se había disculpado al menos veinte veces la noche anterior, pero aquel tema seguía logrando que se sintiese como un idiota. Lo que menos pretendía era dañar a Jin, quién siempre se mostraba amable y cariñoso a su alrededor.

-Está bien Jungkook, tienes muchas cosas en las que pensar así que es normal que de vez en cuando explotes. La próxima vez intenta hablar conmigo antes de que la presión suba demasiado. - Jin sonrió notando el gesto arrepentido de su atleta - Cambia esa expresión, estás perdonado. Sé que no quisiste hacerme daño, ya trabajaremos en ese carácter tuyo poco a poco para evitar que los nervios se lleven por delante la persona que eres de verdad.

-Siempre termino arrepintiéndome de mis impulsos. - susurró - Si alguna vez ocurre de nuevo recuérdame que me voy a arrepentir, al menos de esa forma no seguiré haciendo el tonto...

-Eres un atleta que ha salido del armario en un país en el que amar a otro hombre es tabú, más en nuestro mundo. - Jin volvió a besar los hinchados labios de su nadador - Creo que podré lidiar con algún momento difícil siempre y cuando vayas logrando que tus ideas se aclaran poco a poco. Incluso yo necesite tiempo cuando tenía tu edad.

Jungkook asintió sin apartar sus ojos de la mirada calmada de Jin. Realmente le dolía saber que lo había herido por culpa de un impulso, él jamás había querido ponerlo en una situación difícil. En realidad solo quería la seguridad de saber que su entrenador no lo abandonaría cuando se cansase de él.

A menudo aquellos sentimientos aparecían sobrevolando su cabeza para llevarse cualquier pequeño rastro de seguridad. Todas las personas que había amado habían terminado escabulléndose de su vida, de una manera u otra. Hasta que conoció a su entrenador, Jungkook no se había topado con ninguna persona tan directa y repleta de atractivo.

-Prometeme que si alguna vez dejó de gustarte, serás delicado cuando te vayas.

Seokjin frunció el ceño notablemente confundido. Sus ojos buscaron una respuesta a aquellas palabras, en la expresión de su novio, pero Jungkook apartó la mirada avergonzado, con las orejas rojas y la respiración pesada.

-¿Te sientes inseguro? ¿Ese es el problema real?

Jungkook se encogió de hombros notando las ganas de llorar aposentadas sobre su garganta. Suspiró, tomando una de las manos de Jin entrelazó los dedos de ambos.

-Solo soy un niño a tu lado, puede que acabes por aburrirte. Ahora soy guapo y tengo un buen cuerpo pero eso no durará para siempre y...

-Yo debería ser el más preocupado por eso, niño. - Seokjin sonrió, tiró de la mano de Jungkook hacia él para envolverlo en un desordenado abrazo mientras sus cuerpos se enrrollaban con las sábanas blancas de la cama.

Jungkook protestó acomodándose, tras posar su barbilla sobre el torso de su entrenador se libró de la manta que se encontraba alrededor de su pierna derecha. Entonces un puchero natural apareció en sus labios a la par que los mechones azules de su flequillo caían de forma rebelde sobre su mirada, obligándolo a resoplar.

Seokjin dejó que sus dedos se colasen entre el cabello de Jungkook, apartó cariñosamente los mechones sin dejar de observar el bonito rostro de su nadador y volvió a besar sus labios. Sin prisa, disfrutando de la deliciosa sensación que el roce dejaba sobre su boca.

-¿Por qué? - respondió Jungkook sorprendido - Eres guapo, caliente y sabes de lo que hablas cuando trabajas. Esa combinación es... -Jungkook relamió sus labios nuevamente avergonzado, notando todavía la irritación de estos - Me gusta eso, y no puedo imaginar a una sola persona ignorando el hecho de que eres atractivo de todas las formas posibles. Cuando cocinas las venas de tus brazos se marcan hasta con el más pequeño movimiento, cuando te pones camisetas de deporte tus hombros anchos se notan mucho más y cuando estamos en la piscina y me hablas de todas las rutinas que podríamos probar eres... Me gustas mucho. Y yo nunca me había sentido así realmente con alguien, no te haces una idea de cuanto me asusta.

Por supuesto que a Jungkook le habían gustado personas anteriormente, o al menos se había dicho eso a sí mismo durante muchos años, pero Jin era el primero con el que su instinto salía a flote. Su entrenador era el único hombre que más allá de gustarle le había provocado la necesidad de ser él mismo. Antes de Kim Seokjin el solo pensamiento de llevarle la contraria a su madre habría sido descartado en un mínimo instante.

La necesidad de ser él mismo había aparecido de la mano de ese hombre que cada día besaba sus labios.

-Oh. - Seokjin se hacía una idea, todavía recordaba lo perdidamente confundido y atraído que se sintió hacia el primer hombre que le rompió el corazón. - Lo sé mejor de lo que crees pero eso no deja a un lado el hecho de que no tiene sentido. Eres igual de guapo, atractivo y talentoso que yo, incluso más. - Jin mantuvo su mano entre el cabello de Jungkook mientras lo observaba - Si esta relación algún día se acaba ninguno de los dos podremos hacer mucho más a parte de actuar con madurez, pero no podemos saber nada todavía. Disfrutemos mientras podamos hacerlo Kook, prometo que de mi parte esto es serio. No estoy contigo porque tienes un cuerpo bonito, hay mucho más de ti que me gusta.

Jungkook sonrió levemente. Las palabras del entrenador lograban tranquilizarlo, pero lo que realmente lo convencía eran aquellos preciosos ojos repletos de sinceridad. Le resultaba difícil imaginarse a Jin mintiendo, por norma general su entrenador sabía que palabras usar para hablar con la verdad sin hundir a las personas. Y eso también era atractivo.

-Aunque mi cuerpo no está mal tampoco. - trató de bromear.

-No voy a negar eso. - Jin bromeó - Tu cuerpo es sin duda otro de los motivos, pero no el principal.

Jungkook sonrió acercando sus labios a los de Jin para posar un rápido beso sobre sus labios de forma cariñosa.

-Tráeme el desayuno. - pidió con un puchero - Quiero desayunar contigo en la cama.

Y Jin se limitó a sonreír antes de obligar a su nadador a levantarse del suave cobijo de las mantas para acompañarlo a la cocina, donde sus labios se encontraron nuevamente mientras sus cuerpos chocaban de forma inevitable.

-¿Entonces seleccionó la fecha sobre la que habíamos hablado para la operación? - Namjoon sonrió escuchando la confirmación de su amigo a través del teléfono mientras sus ojos seguían los movimientos del amigo de Taehyung. - Mmm, bien. Estaré en la clínica en un par de horas así que puedes pasar por allí con tu chico.

-Es solo una pequeña revisión, sé que con un entrenamiento menos intenso avanzará bien pero de todas formas aprovecharé el viaje. - Jin hizo una pausa - No olvides preguntar si hay una fecha diferente para mi operación.

Namjoon suspiró mientras levantaba su mano saludando Hoseok, quien se movía sin problemas a través del resto de jugadores con el balón de basket en sus manos.

-Ya te he dicho que esto no es algo que puedas mover a tu gusto Jin, intentaré conseguirte algo que no afecte a las competiciones nacionales pero si quieres operarte lo antes posible quizás sea complicado. - Namjoon alzó una botella de agua hacia Hoseok cuando este correteó hasta la grada para sentarse a su lado - Deja que lo arregle con el cirujano, te diré algo esta tarde. ¿Está bien?

Tras terminar la conversación con su amigo, el doctor Namjoon se giró hacia el jugador de baloncesto y le dedicó una sonrisa. Aquel muchacho se estaba convirtiendo en una persona constante en su rutina, cada día encontraba un poco de tiempo para acudir a las clases de baile y cada día se sentía como un completo traidor por sentir la ilusión bullendo en su pecho debido a Jung Hoseok y no a lo cercano que se encontraba el día de su boda.

-¿Mucho trabajo doctor? Le dije que podíamos retrasar las clases hasta esta noche si lo prefería.

Namjoon negó guardando su teléfono con una sonrisa y volvió a mirar al muchacho ante él. Incluso si Hoseok solo tenía veinte años, sus ojos continuaban encontrando en este una belleza confusa, sin embargo era su madura mente lo que despertaba aquella sensación de imán que últimamente lo castigaba cada vez que cruzaban miradas.

Desde su sonrisa brillante hasta la forma en la que aquella palabra se arrastraba desde su lengua hasta sus labios con un tono divertido y retador. "Doctor", lo llamaban así cada día pero aquello nunca había tenido demasiado efecto en su cuerpo, ni siquiera si era su preciosa Miyeon la que lo decía. Y aquello era lo que más le dolía, la ansiedad apresaba su pecho cuando era consciente de que todo en su mente estaba mal, de que estaba regresando a vicios del pasado que creía extinguidos.

Él amaba a Miyeon, la mujer que sus padres querían y le habían presentado con la ilusión de que algún día pudiesen estar juntos. No era un niño caprichoso enamorado de su vecino, no era ese que buscaba la belleza en los rasgos masculinos por capricho... No. Namjoon no era gay incluso si respetaba a quienes lo eran.

No podría serlo aunque quisiera.

-¿Doctor? - la mano de Hoseok se deslizó sobre la piel de su nuca logrando que su cuerpo entero se estremeciera. El tono preocupado del muchacho hizo temblar sus piernas - ¿Doctor Kim? ¿Se encuentra bien? Le dije que no viniese si tenía demasiado trabajo y...

-Estoy bien Hoseok. Ve a cambiarte, te llevaré a comer algo antes de la clase de baile.

Hoseok suspiró levemente molesto, mas no rechisto y obedeció al instante en el que la figura del entrenador Min se asomó cerca de ellos.

-¿Jung tienes algún tipo de tarjeta especial o qué? Ve a ducharte con tus compañeros si no quieres correr cincuenta vueltas alrededor de la cancha. - farfulló el entrenador - Y ayuda a Tae con sus muletas, todavía no está del todo acostumbrado y ese maldito pasillo está repleto de escaleras.

Namjoon alzó la mirada, notando el ceño fruncido de su amigo observarlo desde la distancia.

-No soy el mejor para decir esto... - comenzó a hablar Yoongi - Pero no con mi jugador mientras estás prometido Kim Namjoon. Si te atreves a metersela y después lo dejas tirado, te juro que te la cortaré.

-Yo no soy g...

-¡Oh, por favor! Éramos vecinos, fuiste mi primer beso antes de convertirte en mi amigo, y estoy seguro de que te encantaban las pollas. Abre los ojos antes de lastimar a Miyeon mientras te mientes a ti mismo para concederle un deseo a tus padres. - Yoongi suspiró - Y deja en paz a mí jugador. Las malos lejos de Jung, es el mejor amigo de Taehyung.















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Holiiiiiii!!!

Sé que no es el mejor capítulo del mundo pero he tenido un día vago. Me he visto la final de iland y me he quedado en modo off el resto de la tarde. Lo siento mucho.

Un beso,
os amo
Mel
💜

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