Capítulo 54 : IDIOT
"Solo desearía que pudieras inclinarte y besarme. Di que no pasa nada, dime que me calme. Lo haces mejor de lo que he sabido. No haré trucos para llamar la atención pero... ¿podría tener un poco ahora? "
- Hey Stupid, I Love You (JP Saxe)
El restaurante que Yoongi había elegido era realmente sencillo y disponía de salas privadas perfectas para alguien como Jungkook. Con todo lo que había ocurrido con la prensa en los últimos meses la única manera en la que el entrenador, sus amigos y él mismo podrían comer tranquilos sería pidiendo un reservado. Así que ese sitio era lo suficientemente bueno como para que se permitiese bajar las barreras con su pareja, motivo por el cual ahora depositaba su mano despreocupadamente sobre la rodilla de Jin mientras los cuatro conversaban.
Las paredes estaban decoradas con pinturas de artistas poco conocidos y la comida parecía deliciosa a medida que la carne se cocinaba sobre las parrillas. Se trataba de un lugar de cocina tradicional coreana, situado en un barrio de Daegu poco concurrido y con una carta repleta de opciones, pero por algún motivo Taehyung insistía en que quería una hamburguesa.
-Oh maldita sea. Deja de lloriquear. - protestó Min captando la atención de Jungkook y Seokjin - Iré a por tu maldita hamburguesa al Burguer de la esquina. - tras depositar con fuerza los palillos sobre la mesa, Min alcanzó la cartera de su abrigo - ¿Con patatas y un batido de frambuesas?
-Sí, por favor Mini.
Taehyung dejó escapar una bonita sonrisa que logró que el ceño fruncido de Min se borrase prácticamente al instante y Jungkook no pudo evitar pensar en lo buen actor que su amigo hubiera sido. Allí sentado con sus muletas a un lado, la sonrisa inocente y los rizos de su flequillo resbalando ante su mirada mientras sus ojos destellaban cariño hacia el hombre ante sus ojos, casi parecía un niño pequeño repleto de ilusión.
Seokjin sonrió sin disimulo a su lado, por lo que Jungkook apartó rápidamente la mirada para atender a las reacciones de su pareja.
-Hace mucho que no veía a Yoongi así de dedicado hacia alguien. - susurró mientras sus amigos compartían algunas palabras más. - Ni siquiera he conocido a una sola pareja suya que lo llamara Mini. Supongo que Taehyung realmente le agrada, lo cual es impresionante porque Yoon nunca ha sido un hombre que se haya fijado en chicos bonitos, le gustan las relaciones en las que se lleva bien con su pareja sin necesidad de expresar demasiado, él es… algo torpe cuando se trata de hablar en voz alta sobre sus sentimientos. Sus elecciones tendían a ir hacia hombres más corpulentos que Tae, de rostro bastante serio y a poder ser inteligentes. - Jin hizo una pausa observando al sonriente muchacho que miraba a su amigo. Taehyung había sido una sorpresa pero este parecía tener un efecto positivo en Yoongi. - Por lo general tipos como cirujanos, militares y todo eso. Incluso llegué a pensar que tenía un raro fetiche por los uniformes.
-Bueno, Taehyung lleva un uniforme mientras juega al baloncesto. - bromeó Jungkook acercándose más a su entrenador.
-Touche. - respondió con una sonrisa Jin. Su mano posándose sobre la de su chico con cariño.
-Jeon, uno. Kim, cero. - canturreó el altleta antes de alcanzar un par de pedazos de carne para ambos.
Después de una agradable comida los cuatro caminaron por las calles de Daegu compartiendo anécdotas hasta que una tienda llamó la atención del nadador. Seokjin no necesitó demasiado para sonreír con un asentimiento antes de caminar hacia Jungkook, quién se había mantenido unos pasos por delante debido a su charla con Taehyung.
Los cuatro chicos terminaron atrapados en el interior de una tienda de deporte, por lo que Yoongi decidió sentarse mientras los demás recorrían el sitio. El partido estaba cerca y no podía negar que los nervios habían aparecido de alguna manera, esa tarde habría ojeadores. Si hacía las cosas bien quizás alguno de sus jugadores podría obtener un buen contrato con un equipo coreano.
-¿Qué haces sentado aquí trabajando mientras los demás desconectamos? - Seokjin sonrió antes de arrebatar de las manos de su amigo la tablet que esté siempre parecía llevar a todos lados.
Una nueva sonrisa se escabulló de su boca y alzó sus cejas notando el fondo de pantalla.
-Así que el chico te gusta de verdad… - dijo mirando hacia delante. Jungkook y Taehyung sonreían animadamente mientras observaban algunas camisetas térmicas - Tenerlo de fondo de pantalla es más de lo que has hecho con cualquiera de tus ex novios. Aunque creo que cualquier cosa a parte de follar es más de lo que has hecho con cualquiera de tus anteriores parejas.
Yoongi recuperó rápidamente su tablet y tras bloquearla clavó los ojos en el mismo lugar que Jin. Taehyung se sostenía torpemente sobre sus muletas mientras Jeon le colocaba un gorro azul en la cabeza, aplastando sus preciosos rizos negros.
-Supongo que … es un buen chico. - dijo sintiendo la ansiedad subir hasta su cuello. - Taehyung es… cariñoso y brillante, a pesar de toda la mierda que ha atravesado con su familia. A veces siento que yo ni siquiera soy el adecuado para estar a su lado, le hago daño sin tan siquiera pretenderlo.
-No seas tan duro contigo mismo. Estás acostumbrado a mantenerte en tu zona de confort y lo entiendo, a mí también me ocurre a veces. Pero quizás solo necesitas un poco más de tiempo Yoon.
-Hace unas semanas provoqué su llanto porque me negué a devolverle un "te quiero". Es estúpido lo mucho que a mí me cuesta decir todas esas cosas que para él son completamente normales. Me trabo cuando se trata de sentimientos, yo prefiero demostrarlo de otra manera... sin embargo Tae, él… parece necesitar las palabras. Y no lo culpo, sus padres no le han regalado demasiada confianza.
-Que estés diciendo eso implica bastante más que un simple "te quiero". Las palabras son importantes pero también efímeras. - habló Seokjin. - ¿Qué pasa con sus padres?
Yoongi se encogió levemente, su mirada turnándose turbia tras esa pregunta.
-Son demasiado tradicionales según él modo de verlo de Taehyung. Según mi modo de verlo son esa clase de idiotas que deberían pasar un examen antes de que se les permita criar a un niño. De todos modos no quiero hablar de eso.
Jin decidió dejar el tema, forzar a las personas a hablar nunca servía de nada.
-Bueno, sea como sea. Estoy seguro de que solo necesitas acostumbrarte a la rutina de pareja con Taehyung. Si te gusta de verdad, el dejar escapar tus sentimientos de vez en cuando acabará ocurriendo sin necesidad de que lo pienses tan siquiera.
Yoongi asintió. Incluso si ellos dos estaban de acuerdo, como era habitual, Jin no tenía que lidiar con la vergüenza de enfrentarse a los sentimientos románticos. En general Min Yoongi era una persona introvertida, alguien que disfrutaba de la soledad y se había acostumbrado a tener un círculo reducido de personas de confianza a su alrededor.
Taehyung era como una veintena de personas, con ese chico sentía que se encontraba atrapado en medio de una multitud. Su personalidad siempre lo terminaba por ahogar, pero de algún modo aquel sentimiento comenzaba a resultarle cálido poco a poco. Su sonrisa, su voz escandalosa, sus gritos mientras jugaba algún juego de ordenador o la manera en que su corazón era completamente bueno, fiel y honesto a pesar de todas las cosas por las que había pasado.
-Incluso cuando se trata de mis padres… decir cosas como que los amo hace que me sienta extraño. Pero ellos saben que los amo de todos modos. Taehyung no parece creerselo si no lo digo, no importa cuánto intente demostrárselo a través de mis acciones. He dejado que se quede en mi casa, que duerma en mi cama... aunque deteste el desorden y la presencia de otros en mi espacio privado. Incluso dejo que traiga a su mejor amigo cuando le apetezca.
Jin asintió levemente, recordando el fondo de pantalla de la tablet de su amigo. En la fotografía Taehyung parecía mucho más joven, probablemente debía tener unos quince años.
-¿De dónde sacaste la fotografía que usas como fondo? - preguntó curioso.
Yoongi apartó la mirada de Taehyung para posar los ojos sobre su amigo.
-Su amigo Hoseok, el que trae a casa de vez en cuando. Le pedí a todos fotografías de ellos jugando al baloncesto para un evento del equipo y esa estaba entre las que me envió. Taehyung solo me dió fotos actuales, pero esta… - Yoongi sonrió - ¿No se ve bonito con la pelota de basket en las manos y esa expresión infantil?
Seokjin posó una de sus manos sobre la espalda de Yoongi, dejando un pequeño golpe amistoso sobre el centro de esta.
-Amigo. Te has enamorado.
Al frente, Jungkook y Taehyung continuaban observando ropa de forma despreocupada. Totalmente ausentes a la charla que estaba teniendo lugar entre sus dos entrenadores.
-¿Entonces no podrás jugar hasta cerca del final de la temporada? - Jungkook hizo un sonido con la boca demostrando que entendía la frustración de Taehyung.
-Sí, hoy habrá ojeadores en el partido y tengo la esperanza de que al menos alguno de mis compañeros pueda conseguir entrar en algún equipo. Ya que mi pata y yo no podremos lograrlo, lo ideal sería que alguien más aproveche el hueco que dejaré.
Jungkook observó a Taehyung apenado antes de llevar la vista hacia Jin, quién se había levantado y caminaba con Yoongi a su lado. Incluso si estaban en un sitio público sentía la necesidad de mantenerse cerca de este, le gustaba la sensación de calidez que el entrenador siempre dejaba sobre su cuerpo.
-¿Quieres que pague por esos? Puedo permitirmelo. - Jungkook volvió a mirar de nuevo a Taehyung - Llevas mirándolos con ojos ilusionados desde que entramos.
Taehyung negó, apartando su vista de las zapatillas deportivas de baloncesto que le habían llamado la atención desde el instante en el que cruzaron la puerta. Eran de color púrpura, su tonalidad favorita.
-Su entrenador pagará por ellas. - Yoongi rodeó los hombros de Taehyung con su brazo logrando que el amigo de Jungkook se sorprendiese. - Aunque tendrás que esperar un poco para usarlas Tae.
Taehyung sonrió casi con timidez antes de asentir en silencio. Yoongi le revolvió levemente el cabello en un gesto cariñoso.
-Lo sé. Hasta que mi pierna esté bien.
Jungkook suspiró observándolos. A él le encantaría poder ser así de abierto con Jin en público, pero sabía que si una revista como Swimmers había dejado caer rumores sobre la relación que él tenía con su entrenador, ahora la prensa amarillista se haría eco.
Jungkook y Jin tomaron asiento en la zona de la grada que Yoongi había reservado para ellos, los dos observaron el lugar notando que la gente todavía comenzaba a llegar.
-¿Estás feliz? - Seokjin observó a Jungkook con una sonrisa, notando lo brillante que su nadador parecía ese día.
-Lo estoy. Realmente nunca he tenido un amigo cercano, solo conocidos con los que salir de vez en cuando pero nunca amigos de verdad. Taehyung se parece bastante al concepto que tengo en mente de uno.
Jin no pudo evitar rodear con su brazo a Jungkook, ambos estaban usando mascarilla y el chico llevaba una gorra con el emblema de la universidad de Taehyung, por lo que sería difícil que alguien los reconociese.
-Creo que estaremos bien, a no ser que por casualidad entre el público haya algún amante aferrimo de la natación. Parece que la mayoría aquí son alumnos de las universidades que juegan.
Jungkook asintió en silencio tratando de recostarse al fin contra el hombro de su novio. Era la primera vez en todo el maldito día que tenía la oportunidad de recibir un poco de cariño.
-Oh. - susurró sorprendido - ¿No es ese el quiropráctico que visitamos cuando tuve esa pequeña lesión en el manguito rotador?
Jin asintió confuso antes de alzar su mano para saludar a su viejo amigo. Jungkook a su lado imitó el gesto de su entrenador notando como el hombre avanzaba hasta la grada en la que ellos se encontraban.
-¿Desde cuándo estás en Daegu? - preguntó al instante.
-Hola Jin. Yo también me alegro de verte hombre. - bromeó el doctor mirándolo antes de dirigir su rostro sonriente hacia Jungkook - ¿Jeon, cierto?
Jungkook asintió, poniéndose de pie para aceptar el saludo del quiropráctico.
-Perdona, me resulta extraño verte en un partido de baloncesto entre universidades. De todos los sitios en los que podría imaginarte este es quizás el último. - Jin alzó su mano hacia la de Jungkook para invitarlo a sentarse a su lado de nuevo.
-Yoongi me ha pedido que me ocupe de su chico, Taehyung. Supongo que se fía de las personas que conoce desde hace años.
Seokjin asintió recuperando la posición con su pareja, estrechando entre sus brazos a Jungkook para aprovechar cada segundo mientras que el polideportivo seguía prácticamente vacío. Tendrían que ser más cuidadosos cuando las gradas se llenasen.
-Sí, no le gusta demasiado cambiar su rutina. Supongo que has venido por eso entonces.
Kim Namjoon sonrió levemente y tomó asiento a un lado de Seokjin.
-En realidad… he venido por uno de los jugadores del equipo. Jung Hoseok.
Kim alzó las cejas sorprendido, mas no dijo nada. Al fin y al cabo él tenía entre sus brazos a su propio atleta.
-Vaya. Creí que te casarías con…
-Y lo haré. - se apresuró a corregirlo Namjoon - Hoseok trabaja como profesor de baile en sus ratos libres, he aprovechado el hecho de que tengo que venir a Daegu un par de días a la semana para buscar un profesor. Así no pisaré a mi prometida cien veces durante el vals que quiere que bailemos durante el banquete.
-Bueno, sin duda es una opción razonable pero sigo sin saber por qué eso te ha traído aquí. No es que me molestes, es que… simplemente no eres el tipo de persona que disfruta de los deportes.
Namjoon asintió.
-Ya, supongo que quiero ver a Hoseok en acción en un ámbito diferente. Ya lo he visto bailar, el baloncesto es su otra pasión así que me interesa echarle un vistazo. Siento curiosidad. - notando las miradas de Jungkook y Seokjin, Namjoon se sintió levemente cohibido - Dejando a un lado eso. ¿Ya has decidido si te operaras dentro de dos meses o esperarás?
Los ojos abiertos de Seokjin advirtieron al doctor de que había cometido un error pero todo lo que necesitó para confirmarlo fue el gesto enfadado del atleta, que ahora se separaba del toque cariñoso de su entrenador.
-¿Vas a operarte durante los nacionales y no me lo has dicho?
Seokjin se estremeció notando el dolor en la voz de su novio.
-No es eso, Kook yo…
-¿Acaso no confías en mí? - bramó el chico, logrando captar la atención de alguno de los presentes.
Kim maldijo en voz baja antes de tomar la mano de Jungkook y tirar de este hacia los baños. No quería que los impulsos de su atleta acabasen con una nueva portada en revistas de cotilleos.
Tan pronto como los dos comprobaron que estaban a solas sus miradas se cruzaron.
-No puedes enfadarte por el hecho de que me vaya a operar. Es más, lo retrasaré para no afectar a tus entrenamientos. - dijo notando la expresión seria en el rostro de Jungkook.
-Eres idiota. - escupió el chico con rabia - Estoy enfadado porque no me lo has dicho. - el dedo de Jungkook golpeó el centro del pecho de Seokjin - Pero lo estoy aún más porque crees que soy tan egoísta como para hacer que lo retrases.
Jin lo observó por unos instantes, las palabras de Jungkook se precipitaban rápidamente y sus ojos se habían llenado de un brillo que le indicaba que su niño se encontraba al borde del llanto.
-Jungkook, calmate. - su mano atrapó la del nadador y entrelazó sus dedos con los de este - Lo siento. Debí decírtelo pero realmente no estoy seguro acerca de nada de lo que envuelve esa operación. Quería tener las cosas claras antes de…
-Viejo idiota. - protestó Jungkook de nuevo. Su gesto crispandose antes de lanzarse contra el cuerpo de su entrenador. - Te duele y nunca me lo dices, tienes una posible fecha de operación y planeas retrasarla en secreto. - los brazos de Jeon se apretaron alrededor de la cintura de Kim - Eres un estúpido por creer que yo me preocuparé más por los nacionales que por tí.
Seokjin llevó una de sus manos hasta la nuca de Jungkook, su nariz rozó la del chico antes de dedicarle una tierna sonrisa.
-Eres precioso en todos los aspectos Jungkookie, pero también eres un nadador perfeccionista. No me gustaría perder la oportunidad de entrenarte debido a una operación que podría retrasar sin demasiada problemática.
Jungkook suspiró frustrado, de nuevo.
-¿Quién va a dejar de entrenarme maldito idiota? - sus labios buscaron los de su entrenador para posar un suave beso sobre estos - No vas a dejar de entrenarme. No voy a echarte por eso.
Jin sonrió, los dedos de su mano enterrandose en el cabello de la nuca de Jungkook antes de inclinarse para lamer sus labios.
-¿Por qué tienes que ser tan dulce? - susurró notando el sabor a coco de los labios de Jungkook - Sabes jodidamente bien.
El nadador escondió su frente en el hueco del cuello de Jin con timidez.
-Sigo enfadado. - advirtió.
Sin embargo, tras un par de besos más, sus mejillas rosadas le indicaban a Seokjin que el enfadó se había pasado.
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Holiiiiii!!!!
Un nuevo capítulo sorpresa con un pelín de Taegi. Espero que os haya gustado baes.
Un beso,
os amo.
Mel
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