Capítulo 42 : PUPPY
"Respirarte como un cigarrillo, me siento tan bien incluso si es peligroso. No quiero recordar pero no puedo olvidar el sabor que dejaste ardiendo en mis labios."
- Shaun Frank ft Violet Days (ADDICTED)
Jungkook se dejó caer sobre el asiento de copiloto del coche de Jin y sonrió levemente mirándolo de reojo. Su entrenador había sido quizás un poco más protector de lo normal con él durante la sesión de fotos y eso lo llevó a pedirle que esperase fuera de la sala donde se realizaría la entrevista.
Quizás por eso el hombre ante sus ojos mostraba un marcado ceño fruncido a pesar de que se comportaba de forma amable. Para Jungkook resultaba fácil detallar qué era lo que le pasaba.
-Estabas siendo demasiado protector - dijo Jungkook estirando su manos hacía la piel de la nuca de Jin, sus dedos cosquillearon cuando observó como este cerraba los párpados con calma sintiendo el toque. La caricia cariñosa que se escondía detrás de un acto de sinceridad.
Jungkook habría tenido miedo de decepcionarlo o provocarle un enfado demasiado grande, si se tratase de otra persona, pero era su entrenador y Jin parecía mostrarse siempre abierto al diálogo. Era curioso como ese simple detalle lo ayudaba a sentirse mucho más seguro con sus propias decisiones.
Con Jin no tenía miedo de cometer errores o decir cosas absurdas, con él podía hablar sin ningún tipo de miedo.
-Está bien Jungkook - el entrenador apoyó la nuca contra su toque antes de abrir los ojos para mirarlo - Lo entiendo, es tu decisión y la respeto niño. ¿Cómo ha ido? ¿Te han puesto muchas zancadillas?
Jungkook se estiró levemente para posar un beso sobre la comisura de los labios de su entrenador antes de sonreír ampliamente. No había nada malo en él, en ellos dos juntos. Su madre ni siquiera podía imaginarse lo bien que Jin podía lograr que todo su interior se sintiese. Cada frase del hombre ante sus ojos lo bañaba en confianza y seguridad. Si solo encontrase una forma de hacérselo entender a ella, como todo a su alrededor parecía ser un poco mejor con él a su lado.
Incluso cuando se sentía al borde de la tristeza su entrenador encontraba la forma adecuada para apartar el dolor y poner una sonrisa sobre sus labios.
-Creo que lo intentaron pero estaba prevenido después de lo de la última vez - explicó. - Quiso preguntar más de lo normal sobre tí, fuiste casi un tema central en la entrevista pero estoy casi seguro de que supe cómo desviar sus preguntas sin que sonara del todo sospechoso. Además, Sejin estaba allí dispuesto a rodar los ojos cada vez que había algo extraño en el desarrollo de la entrevista.
-Salga como salga les has dado lo que querían - habló el entrenador arrancando el coche - No deberían molestar demasiado por al menos unos meses. El contrato de exclusividad servirá para mantenerlos calmados.
Jungkook asintió atendiendo a las palabras de su entrenador. Por supuesto que Choi Siwon había intentado sacarle más información de la que él estaba dispuesto a dar. En algunos instantes le resultó casi imposible no mirar a aquel hombre con el odio dibujado en su mirada, sin duda esa había sido la parte más difícil a lo largo de la entrevista. Fingir que no sabía nada de lo que ese idiota le había hecho a Kim y pretender que no le importaba cuando por alguna extraña razón su sangre parecía hervir de ira cada vez que Siwon se atrevía a pronunciar con sus labios mentirosos el nombre del entrenador.
Siwon no era una persona que mereciese poder hablar de Kim Seokjin en sus artículos, ni siquiera merecía poder decir o pensar su nombre. No después de haberlo usado de la forma en la que lo hizo.
-¿Podemos encargar comida para llevar? - preguntó el nadador con una expresión infantil en sus brillantes ojos.
Jin observó por unos segundos a Jungkook tras parar el coche en el semáforo en rojo, mantuvo su mirada sobre este hasta que último de los peatones abandonó la calzada y la luz cambió a verde nuevamente. Le gustaba mirar a su nadador, porque ese chico que aparentemente podría resultar demasiado egocéntrico, en realidad era solo un muchacho lleno de ilusiones.
-Claro, podemos hacerlo si es algo que se corresponda con tu dieta.
Jungkook sonrió divertido.
-Lo imaginaba entrenador Kim.
Hubo algo en el modo en el que Jungkook pronunció su apellido que logró erizar su piel. Un tono juguetón y cargado de reto, Jin difícilmente podía pensar en hombres que consiguieran encenderlo con tan poco. Quizás por eso el que Kook ni siquiera pareciese percibir su efecto lo obligaba a recordar que era un chico sin demasiadas experiencias en lo que conllevaba a las parejas o a la simple atracción.
-De veras puedes llamarme Jin, niño. - dijo con una sonrisa.
-Me gusta llamarte por tu apellido. Entrenador Kim suena bastante bien y todavía no estamos en casa.
Jin se limitó a sonreír antes de volver a avanzar con el coche hacia el restaurante en el que desde hace un tiempo solían pedir la comida para llevar. Incluso cuando él se empeñaba en obtener un menú sano, siempre acababa cediendo y permitiendo que su nadador disfrutase de algún dulce repleto de chocolate. Eran solo unas pocas ocasiones después de todo, y él sabía que Jeon se esforzaba mucho más que cualquiera de los atletas que había entrenado antes.
Jungkook mantenía su mirada en el frente mientras sonreía y bromeaba con su entrenador. Una vez más se había salido con la suya al lograr obtener un buen postre para llevar. Quizás si no hubiesen ido a aquel restaurante nunca se hubiesen cruzado con aquel pequeño cachorro que se encontraba situado cerca de los contenedores olisqueando lo que parecían algunas sobras de comida.
-Parece que necesita ayuda - Jungkook ni siquiera esperó a escuchar la respuesta de su entrenador. En su lugar lo obligó a sujetar todas las bolsas de comida para llevar y se movió con cuidado hacia el pequeño cachorro. Solo una vez que lo tuvo en brazos y a salvo de cualquier rastro de comida estropeada, volvió a mirar a Jin - Está muy delgado, puede que haya comido algo en mal estado. ¿Conoces algún hospital veterinario cerca?
Jin dejó escapar una pequeña sonrisa y organizando las bolsas en una de sus manos se las ingenio para acercarse al cachorro que Jungkook sostenía en sus brazos. A su pequeño no le había importado mancharse ni dejar la comida completamente de lado.
-Subelo al coche, tengo alguna de las mantas de Peach y comida en el maletero. Apuesto a que necesitará un buen chequeo - Jungkook correteó hacia el coche rápidamente - Tendremos que pedirles que revisen si tiene algún chip, ellos a la policía. En su estado o lo han abandonado o se ha perdido.
Jungkook asintió colándose en el asiento de atrás del coche para envolver al perro en una manta, más allá de la suciedad el cachorro estaba mojado debido a las lluvias que habían estado teniendo lugar en los últimos días.
-Hay un hospital veterinario abierto a unos veinte minutos - Jin dejó su teléfono a un lado tras comprobar la dirección - Ponle algo de comer humedecido con agua. Y come algo tú mismo lindo, no has probado bocado desde la hora de comer.
Jin observó de nuevo a su nadador con una sonrisa, Jungkook estaba completamente centrado en el pequeño cachorro que ahora comía entre sus brazos y a pesar de que él se encontraba extendiendole su cajita de comida para llevar este ni siquiera le dedicaba una mirada.
-¿Vamos? - dijo mirándolo.
-Vamos ahora mismo pero hazme un favor y al menos toma un par de bocados. Tardaremos en el veterinario y quiero que mi deportista esté bien alimentado.
Una vez más Jin sonrió cuando Jungkook asintió casi obedientemente.
-Deberíamos comprarle una cama, la de Peach es muy grande para él.
Jungkook ni siquiera había pedido permiso para llevar un perro a su casa pero lo cierto es que Jin no estaba dispuesto a negarle nada, ni a su bonito novio ni al delgado cachorro que ahora limpio y desparasitado se encontraba entre sus brazos nuevamente.
-Iremos a la tienda de mascotas, hay más opciones donde elegir. ¿Tienes la cartilla de Mei? - Jin acarició cariñosamente la cabecita del cachorro que se escondía en los brazos de su chico sintiendo la calidez del cariño de este.
Jungkook se limitó a asentir y señaló la cartilla del perro que sobresalía del bolsillo de sus vaqueros.
-Realmente quieres darle un infarto a tu madre, primero yo y ahora un perro. No puedo decirte que sea algo que me ponga triste, más bien todo lo contrario. Me alegra verte siendo libre y feliz niño.
Una sonrisa repleta de felicidad llenó los labios de su nadador y Jin se encontró de nuevo calmando sus impulsos. Quería besar sus labios, pasar el brazo alrededor de los hombros de este o tomar su mano, pero mientras estuviesen en público tenía que conformarse con sutiles sonrisa cómplices y pequeños roces de sus dedos.
Estaba feliz de verlo bien, sin el llanto que el día anterior había llenado sus ojos. Jin sabía lo duro que reconocerse a uno mismo podía llegar a ser pero no tenía la menor idea del sentimiento de rechazo por parte de los padres. Él siempre pudo expresar sus decisiones en voz alta, incluso cuando todo su cuerpo estaba repleto de dudas. Obtuvo apoyo sin importar el que sus padres se sintieran inicialmente cohibidos por la noticia de su sexualidad.
-Ella está viviendo en mi casa ahora mismo, no quiero causarle ningún daño pero creo que después de todo lo que me dijo lo mínimo que puedo hacer es empezar a decidir por mí mismo. Hace tiempo que puedo vivir independientemente de ella... pero nunca se ha sentido de ese modo porque incluso cuando pago por mi propia casa y todo eso... Mi madre siempre ha seguido siéndolo. Quiero decir... ella siempre ha decidido sobre mi.
Mientras caminaban por el solitario parking, Jin se atrevió a posar su mano sobre el hombro de su novio sabiendo que este necesitaba un poco de apoyo.
-Algún día tendrás que hablar con ella de nuevo, incluso si solo es para recuperar tu ropa. Mientras tanto tienes una casa donde quedarte y un armario muy abierto - Jin trató de bromear todavía feliz por el modo en el que Jungkook parecía estar tomándose las cosas. Triste sí, pero por suerte, no hundido.
Jungkook arropó al cachorro sobre sus piernas tras subir al coche y le dedicó una mirada directa a su entrenador. Jin era amable, sabía cómo decir las cosas cuando era necesario y no le ocultaba la verdad sobre sus pensamientos. Abrirse al mundo con alguien como él a su lado no parecía del todo malo, Kook incluso pensaba que había tenido mucha suerte al poner sus ojos sobre una persona receptiva y dispuesta a escuchar cada una de sus palabras. Porque incluso con su hermana le costaba hablar sin los miedos cruzando su cabeza de vez en cuando.
Jin eliminaba todas esas asquerosas sensaciones acerca de meter la pata, fallar o estropear las cosas.
-Gracias Jin - aquella frase se sentía necesaria.
-¿Ah? No tienes que agradecer nada. Mei necesitaba ayuda y eso es justo lo que hemos hecho.
-Me refiero a la manera en que me has ayudado a aceptarme a mí mismo... No sé si lo habría hecho en alguna ocasión de no ser por ti. He estado leyendo algunas cosas, ¿sabías que algunos hombres se casan con mujeres mediante un contrato y muestran una familia socialmente normal mientras se acuestan cada noche con otro hombre? No quieren que sus padres o amigos se enteren porque saben que no lo aceptaran así que fingen ser algo que no son.
Jin asintió, sí, lo sabía. Había estado con alguien así en el pasado y todavía se culpaba por haber creído en las palabras de un hombre demasiado asustado con su persona como para aceptarse.
-Lo sé, también hay hombres que crean familias y les mienten a sus hijos o mujeres. Nuestra sociedad incluso prefiere eso, muchas personas te dirán que al menos hacen bien en tener vergüenza de ser lo que son y tratar de solucionarlo - Jin suspiró antes de colocarse el cinturón - Pero yo solo creo el miedo los lleva a preferir una vida de felicidad fingida, al rechazo social que les supondría decir en voz alta que aman a personas de su mismo sexo y que no hay nada malo con ello. Me alegra de verás que no hayas acabado así Jungkookie, no te haces una idea del número de atletas de todo el mundo que finge amar a su mujer sin hacerlo realmente.
-Gracias - repitió Jungkook - Por apartarme de ese destino porque te aseguro que hasta antes de conocerte mi idea de futuro era la de una mujer y dos hijos. Tal vez con una casa grande.
Jin sonrió y acarició la mejilla de su novio. Había tenido muchas dudas con respecto a Jungkook, demasiado joven o demasiado inocente, demasiado inexperto tal vez... pero lo cierto es que aquello ni siquiera le importaba en ese instante.
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Holiiii!!!
Ayer tuve un día bastante complicado por lo que me resultó del todo imposible subir el capítulo. Como ya sabéis si alguna vez no subo el viernes lo haré el sábado sin falta.
OS AMOOOOOO!!
Un beso, Mel
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