Capítulo 35 : BELLUM
“Cariño, podemos quedarnos despiertos toda la noche. Nos enamoramos hasta lo más profundo de las profundidades. Cerramos la distancia, nuestros labios casi se tocan. Eres perfecto, yo me encargaré de llenar de mí tu corazón vacío hasta el borde. No dormiremos esta noche. Haremos el amor hasta que el sol nos ilumine.”
- Baekhyun (Stay Up)
Los dos chicos se miraron sin saber bien qué decir, era una situación en cierto modo tensa pero aún así sus sonrisas permanecían aportando brillo a sus miradas cruzadas. Hacía demasiado tiempo que Jin no contemplaba un sentimiento tan asfixiante como aquel, le recordaba a sus primeros amores y a cómo podía estar felizmente a su alrededor incluso cuando no encontraba ni una sola palabra para compartir con estos. Porque mirarlos era sencillamente suficiente, con eso le bastaba al chico adolescente y sin experiencia que había sido hace tantos años, cuando la inocencia y el amor ciego lo arrastraron hasta hundirlo en las aguas más profundas. Aquel resquicio del pasado revoloteaba alrededor de su cabeza cada vez que observaba a Jungkook ante sus ojos, y quizás eso era lo más peligroso de todo. Esos sentimientos que se prohibió a sí mismo tener estaban regresando de nuevo y el chico ante sus ojos se parecía demasiado a lo que él fue en algún momento.
Su mirada había seguido a los muchachos bonitos sin duda, asegurándose de aprender sus expresiones, sonrisas y reacciones. Y había negado sentirse atraído al menos dos o tres veces ante sus amigos antes de finalmente caer en la cuenta de que en realidad le encantaba mirar porque lo que sus ojos buscaban no era distinto de lo que su cuerpo e instinto primario querían. Jungkook lo hacía sentirse de aquella manera, como el chico confundido que necesitaba aclarar sus ideas en un par de ocasiones antes de finalmente confirmar que definitivamente la persona que sus ojos buscaban era la persona que todo su ser necesitaba. La que le gustaba lo suficiente como para no poder dejar de analizar su existencia de forma constante.
Ahora en cambio, a sus veintiocho años, no podía comprender como un sentimiento de esas características podía estar tomando el control de su raciocinio de nuevo. Jin había sido forzado a madurar con cada golpe que la vida le había dado, su concepto del amor era ahora mucho más realista y crudo, pero de nuevo cuando Jungkook lo rodeaba con su presencia llena de ilusión todo aquello parecía desvanecerse de alguna forma.
-Yo… - Jungkook fue el primero en hablar, sus mejillas mostrando un leve sonrojo a pesar de que ambos habían visto el cuerpo del otro en multitud de ocasiones. Habían hecho cosas mucho más intensas que hundirse en un jacuzzi para disfrutar de la sensación que las burbujas les provocaban. - Me he divertido hoy. Gracias por la cita entrenador.
Jin dejó escapar una sonrisa sincera.
-Llámame por mi nombre Jungkook - corrigió divertido, sintiendo como la tensión se iba casi tan rápido como había llegado.
El entrenador dejó caer su nuca sobre la repisa del jacuzzi, sus ojos cerrándose a medida que el aire frío chocaba contra la piel de su cara. Ni siquiera sabía qué hora era, o cuánto podrían dormir antes de tener que levantarse rápidamente para realizar un entrenamiento adecuado.
-Me gusta llamarte entrenador.
Jin abrió un ojo para mirar al chico que en ese instante mantenía una mirada brillante, repleta de ilusión inocente. Sabía lo que Jungkook quería, lo supo en el instante en el que ambos entraron en aquella habitación y como si sus ropas quemasen los dos se apresuraron a desvestirse para ir hacia la cálida agua del jacuzzi.
-No me importa que lo hagas pero si quieres ser cercano a mí tal vez deberías empezar por acostumbrarte a usar mi nombre - Jin sonrió, de nuevo sin poder evitarlo. Sus manos escalaron por la piel del antebrazo del nadador - Olvídate de quienes somos por un segundo, generalmente soy yo quien siempre saca el tema… así que es tu oportunidad para aprovecharte de mi debilidad.
Jungkook sintió de nuevo ese escalofrío que a menudo recorría todo su abdomen cuando se encontraba cerca de su entrenador. Allí, solos con las luces de Tokio de fondo y el murmullo de la ciudad rompiendo el silencio de la madrugada, todo lo que quería era centrarse en disfrutar de los nuevos sentimientos que embargaban su cuerpo. Pero era demasiado, incluso estando seguro de lo que quería o necesitaba, todavía se trataba de una forma de sentir demasiado intensa y ajena a lo que conocía.
Sabía lo que quería pero pedirlo o la simple idea de llegar a obtenerlo, en ocasiones, se le antojaba demasiado lejana. Como todas esas veces en las que señalaba una fecha en su calendario y los minutos no parecían avanzar, las horas de repente se volvían más largas.
Pero nada de eso parecía importarle a sus impulsos, su mente y los movimientos de su cuerpo se hallaban por completo descoordinados. Por eso dejó caer su cabeza sobre el hombro de su entrenador mientras un suspiro tranquilo abandonaba sus labios fríos, le gustaba estar cerca de este.
-Soy consciente de quienes somos, eso no es un problema. Jin y mi entrenador son la misma persona. - Jungkook llevó la mano hasta el muslo de su entrenador disfrutando de la inesperada suavidad de su piel - No es un problema la palabra que use para referirme a ti, mi forma de verte no cambia en función de eso.
Seokjin no pudo evitar dejar escapar una sonrisa en forma de suspiro, observando el juego delicado que los dedos del nadador realizaban contra su piel.
-El entrenador es alguien que no tendría a su atleta subiendo el toque de sus dedos hacia su ingle - Seokjin posó su mano sobre la de Jungkook - Jin quizás podría disfrutarlo.
Jungkook levantó la mirada, con su cabeza todavía deposita sobre el hombro de su entrenador. Su mano giró bajo el toque de este, necesitando experimentar la sensación de sus dedos entrelazados.
-Y aún así, eres la misma persona por lo que no debería haber diferencias - Jungkook sonrió - En el taxi mencionaste algo sobre la importancia de las manos en el amor, siento curiosidad por eso.
-¿Estás ignorando mi propuesta? - Jin bromeó, aceptando el toque de su nadador - Prácticamente te acabo de alisar el camino para que puedas avanzar con tranquilidad hasta mí niño.
Jungkook se limitó a sonreír, el repiqueteo de su corazón cada vez era más fuerte. Podía notar la vibración en sus venas y el sonido golpeteando en sus oídos levemente. John Cage no se equivocaba al afirmar que el silencio absoluto no existe, pues incluso en medio de la noche él podía escuchar los latidos de su corazón moviéndose locamente acompasado con cada toque y palabra de su entrenador. Todavía podía sentir sus propias respiraciones convirtiendo ese instante en algo más pesado e íntimo de lo normal.
-Tú estás ignorando mi pregunta. - protestó el nadador a cambio.
-Solo eres un pequeño curioso a punto de sufrir una rabieta - los labios de Jin se movieron hacia la barbilla de Jungkook, disfrutando de la forma en la que este reaccionaba entrecerrando los ojos cada vez que se atrevía a romper la poca distancia que los separaba - Estoy seguro de que descubrirás porqué las manos son importantes en el amor. Si no lo haces eres libre de preguntar en el futuro - Jin observó sus manos entrelazadas - Pero no deberías estar demasiado lejos de conocer el motivo.
Jungkook gimoteo tan levemente que el entrenador estaba seguro de que sus oídos solo pudieron captar tal sonido debido a la cercanía de ambos y el silencio etéreo de la madrugada. Sus manos no tardaron en cambiar de sitio, posándose sobre las caderas del nadador a medida que lo animaba a acomodarse sobre su cintura.
-Me harás sufrir por la curiosidad de nuevo. - protestó.
-Siempre tienes curiosidad. Te lo he dicho, eres un niño persiguiendo tu burbuja de jabón y no quiero ver tu cara cuando explote ante tus ojos o se pierda demasiado alto en el aire.
-En mi frasco hay jabón para más de una burbuja. - Jungkook sonrió notando la forma en que el entrenador acomodaba sus miembros y sintiendo el leve placer que el roce de la mano de este provocaba - Aunque estoy interesado en una bastante colorida.
Jungkook posó su frente sobre la del entrenador antes de bajar la mirada para observar con sus propios ojos lo que este hacia. Sus miembros estaban juntos, siendo masturbados lentamente por el fuerte agarre. Las venas de sus manos se marcaban y algunos suspiros habían escalado hasta sus labios.
-Bonito frasco, deberías tener cuidado o terminará derramándose.
Jungkook no pudo evitar golpear levemente la mejilla de su entrenador con su nariz de forma juguetona, consciente de la broma con doble sentido que este había dejado escapar provocando la carcajada de ambos.
-Eres un niño curioso después de todo - susurró el entrenador, sus labios rozando la boca del nadador mientras tomaba la mano de este animandolo a disfrutar de la sensación placentera del toque juntos.
Jungkook se dejó llevar, su mano bajo la de Jin mientras este mantenía el control del toque sobre sus miembros y jugueteaba con sus gruesos labios contra su boca sin llegar a besarlo.
-Besame de una maldita vez Kim - protestó Jeon sintiendo la necesidad atravesar su estómago a medida que el placer crecía.
El entrenador sonrió tratando de ignorar esa sensación de felicidad que estaba llenando de dopamina su alma hasta el borde.
-Supongo que no puedo negarme a eso.
Sus labios se encontraron en un beso lento y profundo, los labios de Jungkook todavía se sentían torpes cuando se trataba de Jin pero había aprendido de alguna manera a seguir su ritmo, a dejarse llevar, a ser besado en lugar de besar. Solo tenía que abrir la boca permitiendo que la lengua de Kim explorase todas esas zonas a las que nadie había llegado para a continuación cerrar sus labios sin prisa sintiendo cada segundo del roce con los del contrario.
Un gemido abandonó la boca del nadador quien arqueó su espalda notando el firme agarre del entrenador mientras sus miembros se rozaban de forma inevitable cada vez que esté movía sus manos. Debería haber sido así desde el inicio, si él hubiese conocido una sensación como aquella antes sin duda muchas de sus frustraciones acerca de su sexualidad se habrían disipado pronto.
-Entrenador - la voz de Jungkook abandonó sus labios en un susurro ronco y apurado - Necesito más.
Jin sonrió, su frente contra la de su atleta mientras escalaba con sus dedos hasta la zona más sensible de miembro guiandolo hasta el placer desconocido.
-Generalmente la gente pide lo que quiere, tú estás haciéndome descubrirlo poco a poco porque ni siquiera lo sabes y eso realmente hace que todos los fetiches que no sabía que tenía empiecen a aparecer. - Jin se mordisqueó el labio consciente de todo lo que embargaba su mente de forma irresponsable - No debería gustarme tanto ser el primer hombre para ti y la primera persona que te esté dando el placer que creiste no poder llegar a sentir, pero no puedo hacer nada al respecto… porque realmente me encanta.
Jungkook dejó caer su cabeza hacia atrás demasiado perdido en las palabras y el toque de su entrenador como para ser totalmente consciente de la verdad de aquella frase. Su entrenador era el primero que lo había dejado sentir un placer así, por eso Seokjin quería hacer las cosas despacio.
No sería la primera vez que un chico inocente confunde el placer sexual y la atracción con el amor. Él lo sabía demasiado bien.
-Aahh … - un gemido ahogado llenó los labios de Jin cuando juntó sus bocas de nuevo. Jungkook era un desastre feliz entre sus brazos creando un cosquilleo aterrador en su cabeza.
Y unos minutos bastaron para notar como aquel muchacho se perdía en el placer por completo, los brazos de este envolviendo su cuello para mantenerlo lo más cerca posible y sus corazones desbocados comenzando a entrelazar unas raíces que quizás más rápido de lo normal. Una especie invasora que Jin había tratado de mantener lejos de torturado terreno durante gran cantidad de años.
Jeon era un veneno de sabor atractivo. Y allí entre sus brazos, completamente sensible y moldeable a su toque, perdido todavía en la sensación de placer… Kim no sabía para cual de los dos sería más peligroso ese juego de sentimientos. Porque el amor era solo otra especie de guerra, o eso quería repetirse a sí mismo.
-Si vis pacem para bellum. (Si quieres la paz prepárate para la guerra.)
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Holiiiiii!!
Ayer no pude subir el capítulo pero lo prometido es deuda. Espero que os haya gustado.
Por cierto, es necesario hablar del mixtape del señor Agust D porque ha sobrepasado cualquier expectativa.
Un beso, Mel 😘
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