Capítulo 31 : NEARNESS

"Nunca nos enfrentamos al otro, somos uno con diferente carátula. Ya no nos importa, dos corazones que todavía palpitan a diferente ritmo. Quizás deberíamos olvidarlo., estamos desmoronándonos, pero todavía nos abrazamos, el final lo hemos pasado. Así que vamos persiguiendo lo imposible para siempre, porque esto esto todo lo que sabemos hacer, este sentimiento, es todo lo que conocemos."
- The Chainsmokers , Shy Martin vers.




Jungkook se miró al espejo y dejó escapar un puchero involuntario de sus labios. ¿Qué se supone que debía llevar a una cita como la que el entrenador había sugerido? Él había tenido algo similar a citas en el pasado pero nunca había sido nada demasiado importante, nada como el Skytree de Tokio al menos. Más bien algunas películas en el cine con palomitas o salidas a bonitos pubs de Seoul donde la música era más alta que su propia voz. Lo más parecido a una cita a lo grande que había tenido era aquel paseo de la mano por el centro de Seoul con Solar durante su primera semana de noviazgo y lo cierto es que se había sentido completamente incómodo, con la sensación agobiante de que los periodistas podrían reconocerlo ya que por aquel entonces su cara empezaba a ser conocida para los aficionados al mundo de la natación.

Su estilo de vestir tampoco era elegante en exceso, Jungkook estaba acostumbrado a la ropa de deporte por lo que incluso en su vida diaria se centraba en camisetas amplias y vaqueros. Lo máximo que había llevado con gran elegancia eran esos trajes de diseño que su staff seleccionaba para las galas de deporte o cenas con patrocinadores importantes, y desde luego cuando eso ocurría no tenía que hacer otra cosa que dejarse asesorar. Sin embargo dejarse asesorar para su propia cita le resultaba demasiado extraño, casi vergonzoso. No podría tomar su teléfono y llamar a su estilista de eventos para decirle que esa noche tendría una cita y no sabía que llevar a la misma.

Así que tras girar varias entre sus dedos varias veces su dispositivo telefónico tomó la decisión que a su modo de verlo podría resultar más útil.

-Taehyung - Jungkook sostuvo el teléfono en su mano antes de hacer click sobre la opción del altavoz - Necesito una opinion de alguien sincero y tú lo eres.

Una risa inofensiva se escuchó detrás de la línea, hacerse amigo de Taehyung había sido completamente inesperado pero de alguna manera era la única persona además de su entrenador que le podría ayudar a descubrir qué era lo que estaba pasando en su mente últimamente. Aquel chico dijo todas las palabras correctas en la ocasión que se encontraron en la casa de Kim, por lo que pedirle el teléfono y comenzar a charlar fue una idea espontánea, que en algún momento derivó en esa especie de amistad a distancia que ahora los dos mantenían.

Jungkook no tenía muchos amigos, quizás solo un par, su vida siempre se había centrado más en el factor de la natación que en el desarrollo de las habilidades sociales. Sin embargo, para él, Tae se sentía como lo más parecido a un buen amigo que había logrado encontrar en años.

-¿Quieres que te aconseje sobre moda? - la voz del muchacho parecía incrédula tras la línea telefónica - Vivo pegado a los uniformes del equipo de baloncesto y a la ropa que mi madre consigue sacar por un buen precio en las rebajas... Jungkook, no sé mucho sobre moda.

Jungkook suspiró, de forma inevitable sintió el nerviosismo recorrer su espalda. No debería estar tan nervioso por la elección de un conjunto, pero lo cierto es que ya eran muchas las cosas que le creaban ansiedad con respecto a aquella cita. El entrenador había aclarado que antes de decidir tener algo similar a serio con él, le ayudaría a comprender si realmente su sexualidad estaba abriéndose paso ante sus ojos o si tal vez solo había encontrado en lo diferente de sus besos una afición con fecha de caducidad. Jeon no lo sabía todavía tampoco, realmente no estaba seguro acerca de nada de lo que envolvía sus nuevos y extraños sentimientos de necesidad ante el entrenador, pero quería arriesgarse por primera vez en su vida.

Porque cuando estaba con el entrenador Kim realmente podía sentir la felicidad recorriendo cada parte de su ser. Y eso era algo poco frecuente en él.

-Solo lleva algo con lo que te sientas cómodo, supongo - habló Taehyung.

-Es el Skytree, la gente que va allí suele vestir bastante bien. El dinero no es un problema pero no sé qué llevar, podria sacar mi tarjeta y gastar mi dinero en un traje que probablemente me quede...

-¿Has pensado en que quizás a tu entrenador no le importe demasiado la ropa que decidas llevar? Entiendo que quieras causar buena impresión, y el hecho de que quieras gustarle físicamente en la cita, confirma muchas cosas Jungkook... pero se trata de que lo disfrutes. Compra algo con lo que tú te veas bien en el espejo, apuesto a que eso será más efectivo que un traje caro.

Jungkook sonrió levemente, una de las razones por las que había terminado haciéndose amigo de Taehyung se debía a la comodidad que el muchacho le provocaba. Por norma general su vida se basaba en fingir ser un nadador intocable en las piscinas o en esquivar las interacciones sociales que podrían causarle vergüenza. Tener a un amigo dispuesto a entenderlo, de veras lo hacía feliz.

-Intentaré eso.

Unos veinte minutos después y tras revisar la tienda en busca de algo que se adaptara a su gusto personal, Jungkook sostuvo la bolsa felizmente mientras caminaba hacia su entrenador quién había estado realizando sus propias compras en un lugar cercano.

-¿Listo? - la voz de Kim era calmada y sus labios estaban decorados con una sonrisa tranquila a la par que familiar.

Jungkook sonrió en consecuencia y asintió con la cabeza antes de mostrarle la bolsa en sus manos.

-Todo listo.

Seokjin suspiró levemente antes de salir de su habitación, no podía creerse todavía que un niño como Jeon fuese capaz de ponerlo nervioso. El simple pensamiento de sentarse a su lado en una de las mesas del Skytree estaba haciendo que las palmas de sus manos se sintieran sudorosas.

-¿Vamos?

El entrenador Kim dió un leve respingo y se apartó de la pared en la que había estado apoyado mientras esperaba a su nadador. Jungkook llevaba unos pantalones realmente entallados a sus musculosas piernas, una camiseta de alguno de esos grupos musicales que tanto le gustaban y chaqueta de cuero negra que daba un aspecto diferente a su estilo habitual. Su muñeca derecha estaba decorada con un reloj elegante que Jin no recordaba haber visto antes, finalmente su cabello húmedo dejaba caer en ondas algunos de los mechones de su flequillo azul sobre su mirada.

Jin sonrió observando nuevamente sin vergüenza, le gustaba entretenerse con los detalles de las cosas bellas y su nadador era realmente bonito. Una obra de arte nueva y llena de interés para sus ojos.

-Vamos, he pedido un taxi así que ya debería estar abajo.

Jungkook asintió con una sonrisa tímida, sus ojos también detallaron al entrenador quien a diferencia de él se había decidido por unos simples pantalones de vestir y una simple camisa azul.

Los dos muchachos se mantuvieron en un silencio tranquilo mientras caminaban hacia el exterior del hotel, sus miradas topándose de vez en cuando a medida que la timidez se disipaba dejando paso a comodidad habitual.

-Será mi primera cita de verdad - Jungkook se acercó un paso más al entrenador dejando que sus hombros se rozasen mientras buscaban el taxi con la mirada - Así que lo siento si parezco un poco perdido.

El entrenador sonrió de nuevo, su mano volando con tranquilidad hacia el cabello de su nadador para apartar de los ojos de este los mechones revoltosos que el viento movía levemente.

-Está bien Jungkook, no te preocupes por eso. Deja que yo me encargue de hacer de esto un buen recuerdo para ti, ¿está bien?

Jeon sonrió más todavía, su sonrisa ampliandose nuevamente y creando un precioso brillo de anticipación en sus ojos que logró hacer vibrar el corazón dormido del entrenador Kim. En su vida se había topado con muchos hombres, la gran mayoría lo habían dañado sin pretenderlo, otros lo habían hecho sin que les importase lo más mínimo hundirlo por completo... pero estaba seguro de que con ese muchacho se hundiría solo, él mismo cavaría su tumba si seguía teniendo todos esos pensamientos incorrectos acerca del muchacho que ahora lo miraba con felicidad inocente en las pupilas.

Cuando ambos se sentaron en los asientos traseros del coche el entrenador tuvo que luchar contra el instinto de tomar la mano que Jeon había enterrado en el bolsillo de su chaqueta con nerviosismo, el chico a su lado era un novato en todo lo que envolvía la homosexualidad pero también lo parecía en aquello que se refería al amor. Le llevaba ocho años, ocho años que podrían parecer menos si él no hubiese tenido que madurar a través de los golpes de la vida. Convivir con Jungkook, observar su naturaleza y la belleza de su interior más allá del atractivo exterior, lo había llevado a entender que en realidad más allá de su edad su nadador seguía siendo un niño. Un chico que necesitaba con gran intensidad a aquellas personas que amaba, alguien dispuesto a defender a su familia incluso si eso lo situaba como el malo entre la prensa y aunque un insufrible perfeccionista en la piscina, también alguien que adoraba poder hundirse en el agua a diario.

Jungkook no era el deportista vacío que muchos creían.

-Dame tu mano - su tono fue más serio de lo que él mismo esperaba, sin embargo Jungkook se dejó llevar y extendió hacia él la mano que antes había escondido en su bolsillo.

Kim pasó la yema de sus dedos sobre la palma de la mano de Jeon, acariciando la mano de este con sumo cuidado antes de deslizar sus dedos contra la piel cálida para entrelazar su agarre con el de su nadador.

-Algún día te hablaré de lo importantes que son las manos en el amor Jeon.

Jungkook llevó su mirada hacia sus manos entrelazadas y siguió el movimiento de Kim cuando este las escondió en el bolsillo de su propio abrigo. Sus manos entrelazadas abrazadas por la confortable tela.

-Estás frío Jeon, pero es el ambiente lo que te hace así. No tu interior.

-Entrenador - Jungkook abrió los ojos sorprendido, sin saber cómo responder a las acciones y palabras de este. Su mano apretó la del hombre a su lado, sintiendo la piel suave de la palma de este en contacto con la suya.

-Te dije que me encargaría - Kim sonrió - Estamos en una cita así que deberías dejar la formalidad y llamarme por mi nombre Jungkookie.

-Jin - susurró sin aliento, el nombre era extraño en sus labios, demasiado íntimo para tratarse de un simple nombre. Y aquello lo confundió de alguna manera, ¿qué había de íntimo en el uso de una palabra? Su mente estaba volviéndose loca de nuevo, así decidió apartar la mirada fingiendo estar interesado en las nocturnas calles Tokio.

El entrenador a su lado dejó escapar una carcajada leve que desbocó su expuesto corazón.

-Niño, si lo pronuncias así podrías meterte en problemas antes de que la cite comience. - el aliento del entrenador se coló en su oído cuando este devolvió el susurro acercándose más de lo esperado.

Sus piernas temblaron, Jungkook realmente sintió como sus rodillas se desestabilizaban a medida que el efecto de aquella voz lo obligaba a cerrar los párpados.

-No hagas eso - pidió.

-¿Por qué? - el entrenador estaba jugando, su voz sonaba divertida y llena de reto - ¿Despierta algo en ti?

Jungkook abrió los ojos para observar al taxista y después dirigió la mirada hacia su entrenador de nuevo quién parecía ajeno al hecho de que alguien más pudiese escucharlos.

-En realidad lo hace, así que por favor detente.

-Lo haré si eso es lo que quieres lindo - el entrenador puso distancia entre ambos, sus manos seguían juntos pero el cuerpo de este ya no rozaba el de Jungkook y eso creó un sentimiento de desilusión en el nadador que lo hizo sentirse contrariado.

Había pedido que se detuviese, pero ahora que el entrenador había puesto unos centímetros de distancia lo quería de nuevo cerca.

-Entrenador - Kim giró la cabeza para poner atención sobre su nadador, con una sonrisa el chico posó su cabeza sobre el hombro de este - Olvida lo que he dicho hace unos segundos, me gusta la cercanía.

Seokjin dejó escapar una sonrisa de ternura completamente sincera, una de sus manos apretó el agarre sobre la de Jungkook mientras que con la otra peinó nuevamente el cabello del muchacho.

-Lo sé Jungkookie.





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Hiiiiiii!!!!

Debido a que hoy tengo que hacer varias cosas en casa he decidido dividir el capítulo de la cita en dos, por lo que esta es la primera parte y cuando escriba el siguiente Cap tendréis el resto de la cita.

Espero que os haya gustado.
Un beso, Mel 😘

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