Capítulo 25 : SCARS

“Es un caos dulce desde que entraste en escena. Mi vida, mis sueños, mi futuro y todo, han cambiado.”
-Day6 (Sweet Chaos)










Jungkook soltó un suspiro dejándose caer sobre la cama de su habitación de hotel, con un gruñido de frustración se llevó las manos a la cara avergonzado por lo que había pasado en el avión. A lo largo de su vida había experimentado muchos momentos como aquel, su boca siempre lo hacía meterse en líos antes de que su cerebro pudiera arrastrarlo a la zona segura. Y por mucho que tratase de evitarlo siempre volvía a tropezar en la misma piedra, su personalidad continuaba en esa sofocante línea a pesar del paso de los años.

-Soy un estúpido - todavía con las manos sobre su cara, Jungkook se revolvió sobre la cama pensando en la conversación que había compartido con el entrenador - Es absurdo seguir insistiendo en lo mismo, ¿por qué tan siquiera quiero usar el sexo para averiguar algo que me empeño en negar? Él me lo explico bien, yo lo acepte y al día siguiente volví a pedirlo solo para obtener una negación más. Mis neuronas deben de haberse muerto por exceso de cloro, maldita sea - Jungkook se deshizo de su chaqueta antes de volver a maldecir para sí mismo en silencio - Estúpido, estúpido, estúpido… ni siquiera sé lo que me gusta pero pretendo usar a mi entrenador en el proceso de descubrimiento. No, definitivamente mi cerebro no está funcionando de la forma adecuada.

Jeon se sentó sobre la cama dejando vagar su mirada por el cuarto de aquel hotel, con movimientos lentos se acercó a las puertas de la terraza y las abrió lo suficiente como para que el aire fresco calmase la atmósfera asfixiante que la alta calefacción de su habitación provocaba. Todavía con la conversación de horas atrás penetrando dolorosamente hasta la más mínima parte de su mente, dio un par de pasos hacia el pequeño balcón. Tokio se encontraba ante sus ojos y la sensación de movimiento constante que sucedía en las calles casi le permitió sentirse levemente mejor.

Su mente no era la única funcionando sin descanso, ante sus ojos se encontraba el mejor ejemplo de una ciudad que nunca se frenaba. No importaba cuantas veces visitase aquel lugar, Jungkook siempre se sentía cómodamente insignificante allí, era alentador caminar por calles en las el estilo propio predominaba por encima de los pensamientos tradicionales de la sociedad. Corea era diferente, Corea era mucho más difícil y más cuando se suponía que él debía ser el prototipo de hombre que el público aficionado de la natación demandaba. Ya ni siquiera podía distinguir si había nacido siendo un atleta perfeccionista hasta la médula o si por el contrario los comentarios de otros lo habían moldeado hasta convertirlo en eso, porque eso hacían las personas en el mundo. Todos los seres humanos, en un momento u otro de sus vidas, acaban respondiendo ante lo que la masa pide.

-Estúpido - repitió de nuevo - ¿Qué es lo que tengo en la cabeza últimamente?

Sus dedos se cerraron alrededor de la barandilla de la terraza y cerró los ojos dejando que la sensación humillante que le recorría el cuerpo por ser rechazado, se fuera calmando lentamente con el movimiento que el viento creaba contra su piel. Necesitaba entretenerse un poco o su cabeza acabaría llevándolo a las peores conclusiones posibles, Jungkook era el tipo de persona que podía perderse en el autocastigo por errores cometidos, incluso cuando habían pasado gran cantidad de años de sus faltas.

Recordaba todavía aquella pelea con su hermana por el mando del televisor cuando eran pequeños, de la que quedaba la señal de una cicatriz en su mejilla. Se acordaba de como Yuqi había llorado pidiendole perdón y él se había aprovechado de aquello para conseguir sus dulces favoritos, durante dos semanas la Yuqi de seis años le cedió cada uno de los pastelitos que su madre ponía en su mochila para comer durante las pausas en el colegio. Si ocurriese algo así de nuevo sin duda Jungkook elegiría calmarla en lugar de usar la ocasión para su propio egoísmo.

También recordaba aquella charla con su mejor amigo de la infancia en la que decidió elegir la natación sobre este, de cómo el contacto se fue perdiendo poco a poco debido a que siempre estaba cansado como para aceptar algún ofrecimiento de ir a jugar. De cómo aunque los años pasaban él nunca dijo que sí hasta que las ofertas desaparecieron y el sabor del arrepentimiento apareció.

Y por supuesto recordaba su primer pensamiento tras terminar la relación con Solar, el como el hecho de ser dejado lo preocupó mucho más que el perder a su pareja. A la persona que supuestamente amaba, a la persona que en realidad quería. A una de sus únicas amigas. Porque después de todo Solar había sido su amiga, ella le había limpiado las lágrimas en los malos momentos, se había sentado a su lado para jugar durante horas a juegos de ordenador cuando él estaba demasiado cansado como para salir a comer y lo había escuchado hablar sin sentido todas las ocasiones en las que su mente se sintió demasiado débil...

Por norma general Jungkook se arrepentía de todo aquello que se ligaba a su egoísmo y por supuesto pedirle a Jin algo como lo que le pidió esa mañana en el avión, estaba repleto de egoísmo. Lo estaba porque él conocía los pensamientos de Kim y le hecho de que este había sufrido en el pasado con respecto a las relaciones, y aunque él no quería salir con nadie…. ellos tendrían que seguir viéndose cada día en los entrenamientos.

-Aigoooo, mi nadador está interpretando una escena de algún drama deprimente en la terraza de al lado.

Una sonrisa involuntaria se escabulló de los labios de Jungkook empujándolo a la risa cuando la voz de su entrenador hizo presencia. Como un resorte cambió su posición y cruzó los brazos sobre su pecho fingiendo indignación antes de regresar a la normalidad, con una sonrisa tranquila colgando de sus labios.

-Algo así - respondió - Para ser un hotel de lujo, la privacidad es bastante pobre.

Su entrenador se encogió de hombros antes de tomar asiento en una de las sillas que rodeaban la mesa de metal, había una en cada uno de los balcones con terraza que formaban parte de las habitaciones VIP, así como un aparentemente cómodo jacuzzi que Jungkook sin duda usaría más adelante para relajar sus músculos.

-Es acogedor y bonito, a pesar del frío el sol ilumina esta zona y definitivamente la habitación es de lo mejor, amplia a la par que tranquila. Solía quedarme en este hotel siempre cuando tenía competiciones en Tokio, pensé que podría gustarte niño.

Jungkook asintió levemente posando sus codos sobre la barandilla y mirando la ajetreada ciudad que se distinguía a lo lejos.

-Sí, realmente es tranquilo para tratarse de Tokio. Supongo que no está del todo mal Kim. - Jungkook dudó por unos instantes antes de dejar escapar su curiosidad, de nuevo estaba seguro de que se arrepentiría de hacer la siguiente pregunta pero necesitaba saber más - Entrenador… ¿qué pasó con aquel hombre del que me hablaste en el avión?

Jeon llevó los ojos hasta Kim quién frunció el ceño por unos instantes antes de sonreir con cinismo.

-Él también estaba en el mundo de la natación, no como nadador o entrenador sino como jurado y crítico. Uso la excusa de que si los demás se enteraban de lo que había entre nosotros, la gente creería que sus puntuaciones altas eran injustas, coincidiamos prácticamente siempre y yo sabía que en este mundo él era alguien respetado… así que el estúpido chico de dieciocho años de aquel entonces decidió creer en aquellas palabras. Me dije a mi mismo que solo me estaba protegiendo, pero después de un tiempo entendí que solo me había usado. Unas semanas después ese idiota escribió un artículo sobre mi posible homosexualidad, comenzando los rumores que se extienden hasta la actualidad. Por eso aunque no me escondo, jamás he puesto a mis parejas en la línea de fuego de la prensa. No tengo nada que admitir o esconder.

-Él probablemente era el unico estupido - Jungkook reaccionó tan rápido que incluso se sorprendió a sí mismo. Bufó en alto tratando de esconder su repentina y absurda sobreprotección sobre el entrenador - Quiero decir… ¿no eras uno de los mejores en aquel entonces? Incluso si ese idiota hubiese hablado, la gente seguiría teniendo ojos para ver tu talento. No podía haber forma de hundirte con respecto a la natación Kim.

Jin se limitó a sonreír mirando a Jungkook por unos instantes, repasó la mirada seria del chico, la misma que usaba cuando se concentraba en sus ejercicios durante el entrenamiento. La posición del muchacho también había cambiado, ahora estaba recto y lo miraba con el deje de la indignación decorando sus bonitas facciones.

-¿Quieres saber su nombre? - dijo divertido Jin posando sus manos sobre la mesa. Hacía mucho tiempo de aquello, y aquel primer amor ni siquiera había sido el más doloroso. Él era un idiota enamoradizo por ese entonces.

Jungkook asintió rápidamente abriendo sus ojos, sus labios se cerraron formando una línea que aportaba seriedad a su mirada.

-¿Quién es uno de los mejores jurados de natación de Corea y además periodista destacado en la revista Swimmers? - Kim asintió cuando notó la comprensión en los ojos del chico - Sí, Choi Siwon.

-¿Choi Siwon? ¿Realmente esa basura fue tu primer amor? ¿Tenías una maldita venda en los ojos Kim?

Jin sonrió asintiendo y apartando la mirada de Jungkook para observar las vistas que le proporcionaba la alta posición de su habitación.

-Estaba descubriéndome a mí mismo y confundí la atracción física con el amor. Choi Siwon puede ser basura pero es un desperdicio de ser humano lo suficiente bonito como para jugar con chicos inexpertos tanto como le apetezca. Yo vi un físico atractivo, vi algo que despertaba dudas en mí y me encendía de la manera en que ninguna otra persona lo había logrado antes. ¿Te suena Jeon?

-¿Y te estás comparando con ese hombre? Puede ser el periodista de natación más prestigioso de Corea, pero solo lo es debido a que la gente no sabe lo que sucede tras las piscinas, como realmente ese idiota consigue las noticias. Él incluso estuvo implicado en las acusaciones contra mi padre - Jungkook parecía ponerse más furioso con cada recuerdo de aquel hombre que llegaba hasta su cabeza - No es atractivo, es malvado.

Kim se encogió de hombros con una pequeña sonrisa.

-Bueno, eso tiene sentido porque siempre me enamoro de hombres crueles. Supongo que tengo algún fetiche sobre el ser abandonado de forma dolorosa, él fue el primero en dañarme pero el último no llegó hasta hace poco. El amor es solo otra…

-Especie de guerra - acabó la frase el nadador.

Kim asintió, él había tratado que ese mensaje calara lo suficientemente hondo en su alma. Y ahora cada vez que se miraba en el espejo y podía leer aquella frase que formaba su tatuaje, recordaba que ya no quería amar de nuevo, que el amor era algo que en su caso siempre había supuesto dolor. Algo que trataría de evitar por el resto de sus días.

-Militiae species amor est.

Jungkook se revolvió levemente en el asiento del coche, era extraño mantenerse en el asiento trasero con su entrenador a su izquierda. Generalmente este era quién lo llevaba de un lado a otro pero en Japón las cosas eran distintas, solo estaban allí para arreglar algunas cosas con respecto a la carrera solidaria y no se quedarían por más de unos días por lo que Kim había apartado su idea de alquilar un vehículo.
-A veces pareces un niño pequeño de verdad, ¿te duele algo?

Jungkook negó dejando escapar un suspiro de sus labios, llevaban una hora encerrados en un maldito atasco así que sencillamente se encontraba aburrido. Sus manos volvieron a enterrarse en sus bolsillos tratando de evitar el movimiento continuo de sus pies contra el suelo del coche.

-¿Cómo puedes estar tan tranquilo? Los atascos son desesperantes.

Jin se encogió de hombros.

-Suele ponerme de los nervios cuando estoy al volante pero ahora mismo lo único que tengo que hacer es esperar, ya hemos avisado así que el staff que nos ayudará con la organización no tiene problema en retrasar la cita un par de horas.

Jungkook rodó los ojos dejando caer la espalda contra el asiento, su quietud solo duró unos segundos pues pronto estaba revolviéndose de nuevo. Estar quieto no era lo suyo, él necesitaba moverse o hacer algo medianamente productivo o de lo contrario sus pensamientos volverían a tomar el control de su cabeza por completo.

-Vayamos andando - dijo mirando a su entrenador - Pagaré el taxi y podremos andar hasta el lugar, es ejercicio extra también.

El entrenador Kim pareció dudar por unos segundos antes de asentir, estaría preocupado por hacer algo así si Jungkook fuese un nadador mundialmente conocido pero lo cierto es que su fama estaba comenzando en Corea. Por supuesto que este había competido en Japón antes, pero nada lo suficientemente llamativo como para que una avalancha de personas surgiese de la nada.

-Está bien, andemos lo que queda de camino… no debería llevarnos mucho más de media hora.

Jungkook sonrió satisfecho extendiendo su cartera hacía el taxista para avisarle en un torpe japonés que seguirian su camino por ellos mismos.

-Pobre hombre - Kim dejó escapar una carcajada - Ahora estará atrapado en el atasco por nuestra culpa.

Jungkook no pudo evitar dejar escapar una carcajada mientras los dos se escabullían del atasco entre los coches parados. Las calles de Japón siempre habían llamado la atención de Jeon pero pocas veces había tenido la oportunidad de recorrerlas.

-Probablemente estará acostumbrado Kim.

-Niño egoísta - Kim revolvió el cabello de Jungkook en un acto automático.

-Lo soy a veces - Jungkook observó a su entrenador - Estoy trabajando en ello.

Ambos sonrieron de nuevo mirándose. Sí, Jungkook estaba trabajando en su egoísmo.












--------------------------

Hiiiiiii!!!!

Bueno personitas, ayer estaba algo bloqueada con todo el tema de cuarentena.

No soy una persona que salga muchísimo de casa pero aún así lo he notado un poco. Es por eso que preferí esperar a hoy para terminar el capítulo, con la mente más despejada y demás 😉

Un beso, Mel 😘

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top