Capítulo 1 : KIM
"Mi sudor es lluvia fuerte."
-NCT Dream
Jin alzó la mirada de su carpeta tan pronto como escuchó la puerta de la entrada de la piscina cerrarse con fuerza y la voz de un hombre que sonaba agotado. Sus ojos no tardaron en analizar al muchacho que se hallaba caminando con ceño fruncido hacia él, mientras quien parecía ser su manager le pedía paciencia. El chico vestía con ropa cómoda de deporte, unos pantalones cortos negros a juego con una camiseta térmica del mismo color, lo que le permitió a SeokJin inspeccionar sus piernas musculadas, sus hombros amplios y brazos trabajados. Jeon Jungkook se encontraba ante sus ojos y a diferencia del tierno aspecto que siempre mostraba en las imágenes de sus victorias que había podido observar en distintos foros deportivos, en ese instante sólo encontraba rabia contenida en ese rostro bonito que de alguna forma no se convertía en la fealdad malhumorada que cualquiera conseguiría a través de un ceño fruncido.
Su cabello levemente largo era totalmente negro como el carbón a excepción de un par de mechas azules que ayudaban a acrecentar y plasmar la imagen intensa del titán de la natación que Jungkook era, sus ojos grandes a la par que brillantes eran un espejo fácil de leer. Sólo un post adolescente más, enfadado con el mundo porque no le habían permitido salirse con la suya.
Si la situación fuese diferente a Jin no la habría importado enseñarle a sonreír para él con un par de nalgadas bien dadas, pero se encontraba allí como entrenador y no como el hombre que desde hace más de un año no lograba encontrar un buen compañero de cama por ningún lado. Todos los chicos eran demasiado maleables últimamente y eso lo enfurecía un poco, ya que a su modo de ver el mundo ningún ser humano debería poner su vida al servicio de otro sin importar la situación. Claro que él no era el más indicado para decir aquello, porque él no sabía nada acerca del amor real y mucho sobre el sufrimiento.
—Kim Seokjin - Jin se levantó quitándole importancia a la posible rabieta que el muchacho estaba dispuesto a mostrar por su absurda broma de bienvenida burlada - Soy tu nuevo entrenador.
—Mi nuevo entrenador, en pruebas - corrigió Jungkook. Su flequillo partido con mechas azules degradadas resbalando a ambos lados de su cara.
Jin sonrió cínicamente alzando una ceja mientras lo observaba, si el chico pretendía acobardarlo estaba fallando de lleno. A lo largo de su vida había entrenado y conocido a gran cantidad de nadadores profesionales, muchos de ellos con el ego más grande que su propio talento. Todos ellos caían, sus pies no se sostenían sobre el suelo y eso tarde o temprano los hacía darse de bruces contra la realidad de que los talentos deben ser pulidos. En otras palabras, se hundían.
—Empieza a calentar - respondió simplemente Jin anotando algo en su carpeta. Sus ojos abandonaron sin interés a Jungkook - Un calentamiento completo, anotaré cada fallo o ejercicio que crea que puedes llegar a sustituir por uno de mejor utilidad.
—No puedes darme órdenes.
Jin sonrió, una pequeña carcajada sonora que crispo el vello de Jungkook.
—Soy tu entrenador, claro que puedo, ese es mi maldito trabajo niño. Rápido, todavía tengo que comprobar cuán bueno eres con el cardio y cómo te desenvuelves en el circuito de carrera exterior antes de que te metas en la piscina.
—Está lloviendo y tienes mis exámenes físicos así como médicos, el anterior entrenador no duró mucho así que son recientes - Jungkook se sentía extraño con alguien que parecía tener respuesta para todas sus protestas, aquello sin embargo no le importaba. Estaba tanteando el terreno, comprobando si Kim Seokjin sabía lo que hacía o si su mano como entrenador era débil y cedía ante sus caprichos por la falta de paciencia.
—Lo sé, la lluvia no mata a nadie. El circuito exterior no está excesivamente mojado así que podremos usarlo sin problema. Y me gusta comprobar por mí mismo la actitud física de los nadadores que entreno, si tu anterior entrenador era un inútil entonces no tengo porque atender a sus documentos. Ahora empieza a calentar.
Jungkook frunció el ceño una vez más.
—Si sigues haciendo eso te saldrán arrugas chico lindo - uno de los dedos de Jin se posó sobre la frente de Jungkook y con una leve sonrisa le guiño un ojo - Eres muy lento para seguir órdenes, ya deberías estar en mitad del calentamiento si hubieras obedecido. No me gusta perder el tiempo, mis horas son limitadas.
Jungkook miró a Jin por unos instantes antes de girarse hacia su manager levemente confuso y molesto por la contrariedad de las palabras de Jin. ¿Chico lindo? ¿Lento?
—No me gusta el entrenador Kim - protestó dejando escapar un puchero natural de sus labios.
—Eso da igual - respondió Seokjin adelantándose al manager del chico - Muchos nadadores no se llevan bien con quien los entrena pero mientras haya cordialidad no tiene porque ser un impedimento. Deja de arruinar mi precioso tiempo y comienza con el calentamiento.
—No lo haré.
Generalmente Jungkook no era así, si bien restaba mucho a sus entrenadores y los presionaba porque le parecían demasiado flojos… Solía seguir sus planes de entrenamiento mientras se quejaba de lo fáciles que le resultaban. Con Kim era distinto, el tono desafiante de ese hombre lo hacía sentir ganas de demostrarle lo grandioso que era e ignorar por completo sus órdenes.
—¿Tienes tres años niño? ¿Debo ofrecerte dulces a cambio de un buen trabajo?
—Jungkook por favor, colabora un poco - el manager miró al chico con una mirada cálida.
Jungkook bufo pero asintió tras unos segundos, sabía que su manager quería acabar lo antes posible para reunirse con su familia por lo que sería cruel hacerle esperar. De por sí Sejin no tendría que estar allí, solo lo estaba para asegurarse de que no se escabulliera de nuevo.
—¿Calentamiento completo? - preguntó Jungkook observando cómo Jin tomaba asiento de nuevo y cruzaba los brazos mientras clavaba sus ojos marrones sobre él.
—Exactamente, tandas de veinte segundos por cada ejercicio, te las iré indicando.
Jungkook comenzó entonces, era extraño, una sensación realmente confusa seguía clavándose en su garganta. Odiaba a ese hombre por el simple hecho de tratarlo como a un niño pequeño. Él no recibía órdenes, no del resto de entrenadores que había tenido al menos.
La mirada fija de Kim sobre él era realmente molesta así como su voz contando en voz alta. Jungkook no estaba acostumbrado a multitud de cosas; no le gustaba la cercanía de las personas porque a menudo le costaba obtener confianza con estas sin sentir que podrían traicionarlo, no seguía órdenes porque después de pasar su infancia en una piscina sentía que él podría darle lecciones a cualquier entrenador que su manager encontrase, no hablaba demasiado, no sonreía a menudo y definitivamente no solía dejarse evaluar por personas que probablemente podrían recibir lecciones de su parte… así que mientras calentaba volvió a repetirse de nuevo que hacía aquello por Sejin, la persona que lo había soportado durante años e incluso había ido a su casa de madrugada para atenderlo cuando se enfermaba.
—Bien, crearé un nuevo esquema de ejercicios de calentamiento para ti en dónde trabajarás un poco más la espalda, cuello y hombros. Acabarás con una lesión si no dedicas un poco más de tiempo a partes tan esenciales.
—Estoy seguro de que mi calentamiento ha incluido cada parte importante del cuerpo.
Jin observó a Jungkook antes de apuntar brevemente algo en el papel que había usado para analizar el calentamiento previo al ejercicio de Jungkook.
—Lo has incluido todo pero de forma apurada, necesitas tomar tu tiempo. Es importante que prepares tu cuerpo lo mejor posible, incluso el más perfeccionista puede acabar lesionado.
Jungkook bufo, él no iba deprisa. Su calentamiento no era muy largo pero sí adecuado.
—Como has sido un niño bueno dejaremos la carrera en la pista para otro día, iremos al gimnasio. Quiero ver cuanto aguante tienes en el cardio.
—Soy un nadador, por supuesto que mi resistencia es buena. Detesto el cardio pero…
Jin pasó por la derecha de Jungkook como si escucharlo le resultase aburrido y le hizo una pequeña seña para que lo siguiese hacia el gimnasio.
—Vamos a oxigenar esa sangre tuya - dijo con una sonrisa que Jungkook no supo cómo identificar.
Seokjin se dejó caer sobre el sofá de su casa con una sonrisa todavía en los labios, tenía que reconocer que el muchacho tenía un gran potencial y definitivamente sabía lo que hacía a la hora de ejercitarse. Había sido un entrenamiento duro y sin embargo Jeon había aguantado realmente bien cada parte de las pruebas.
De esa mañana Jin había obtenido la suficiente información como para crear un programa de entrenamiento perfectamente definido para Jungkook, uno que probablemente no le diese ni un solo motivo al chico para protestar. Había visto a un muchacho realmente interesado en avanzar y aprender, alguien con brillo en los ojos cuando se sorprendía tras obtener un consejo útil, pero también alguien a quién le costaba mucho aceptar errores o seguir órdenes. Su fuerza era extraordinaria, había demostrado tener gran aguante a los ejercicios de cardio a pesar de odiarlo y prácticamente clavaba todos los estilos de natación que le había pedido.
Para cuando terminaron, tras horas de ejercicio, Jungkook tan solo lo miró con una ceja levantada como preguntandole con la mirada si acaso aquello era todo lo que tenía para él. Y ese fue el comienzo de su perdición, Seokjin era un competidor nato, lo había sido cuando fue uno de los mejores nadadores de Corea del Sur y todavía lo era actualmente. La sangre competitiva fluía por sus venas haciéndolo sentirse completamente vivo. Por eso quería demostrar su gran valor como entrenador, se había convertido en algo personal. Quería burlar aquella asquerosa mirada retadora en las pupilas de Jeon y escucharlo admitir a través de su voz, que él era un gran entrenador.
—Va a ser interesante Peach - Jin observó a su preciosa perrita galga, adoptar a ese animal había sido una de las mejores decisiones de su vida. Era la única compañía que tenía cada día, prácticamente su única familia debido a sus constantes viajes para entrenar a nadadores de todos los lugares del mundo. Extrañaba a sus padres, a su hermano y su lugar de nacimiento, era bueno estar en Seoul precisamente por eso, solo una hora en coche lo separaba de su hogar, pero sus horarios de trabajo siempre venían determinados por las competiciones y le gustaría ver a las personas que amaba más a menudo.
Lo cierto es que su vida se había vuelto más y más solitaria con el paso de los años y si bien Jin al principio había culpado al trabajo, todavía sabía que la culpa había sido por completo suya. Tras la lesión se olvidó del mundo exterior mientras trataba de reconstruir su sueño, le llevó demasiado comprender que había cosas imposibles porque él siempre había creído que las barreras estaban construidas con un punto débil que permitía su derribo.
Con un suspiro apagado entre sus labios Seokjin abandonó la comodidad cálida de su sofá y se cambió de ropa. A veces la lluvia era su mejor refugio y por eso apreciaba aquellos días tormentosos, tan grises como su alma.
—Saldré a correr Peach, te traeré un poco de ese paté deluxe que tanto te gusta.
Jin sonrió cuando la perrita ladró felizmente como si hubiese entendido por completo cada una de sus palabras y tras atarse los cordones abandonó su vacío apartamento para hacer un poco de ejercicio, el dolor llegaría más tarde. Él lo sabía, siempre llegaba en algún momento haciendo que su cuerpo se encartase por completo ante los recordatorios de una lesión que aunque ya no estaba allí seguía desgarrando su espalda a cada instante.
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Bueno, no he podido resistirme. Este primer episodio es un poco una introducción al personaje de Jin mientras que el capítulo 2 estará enfocado a Jungkook.
Espero que os haya gustado. Un detalle que os quiero comentar es que Jungkook tendrá mechas azules en el flequillo, ese es el motivo por el cual Jin lo detalla durante su descripción.
Algo así según mis caca de ediciones :
Un beso, Mel 😘
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