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Usted me confunde. A veces siento que me quieres y a veces siento que no, un día somos inseparables y al otro me tratas como extraños y no sé cómo le haces porque yo estoy queriéndote siempre.
Mario Benedetti.

Llegamos al colegio justo antes de que sonara el timbre de entrada. Nos reunimos con el tropel de estudiantes que subían las escaleras de entrada y accedimos a un luminoso pasillo flaqueado de puertas y atestado de gente. Nos refugiamos en un aula vacía para poder charlar.

- En circunstancias normales nunca propondría esto, - dijo Millard - pero creo que deberíamos separarnos. Llamaremos menos la atención que si vamos por ahí en manada.

- Y abarcaremos más terreno - asintió Emma .

- Pues está decidido - dijo Jacob.

Enoch y yo observaríamos las pistas de educación física y las zonas exteriores. Charlaríamos con los alumnos con el fin de averiguar lo que pudiéramos . Como Millard no podía hablar con nadie , se colaría en las oficinas con ayuda de Victor. Emma y Jacob observarían el interior , por la cafetería y las aulas.

- ¿ Seguro que todo irá bien ? - preguntó Jacob - ¿ Os acordaréis de no hablar de 1940 ni usar vuestras habilidades ?

- Sí, Portman, lo tenemos controlado - prometió Enoch - Tú preocúpate por lo tuyo.

- Quedamos en la puerta de esta misma aula dentro de una hora - dijo Jacob - Si algo va mal, pulsad una alarma de incendios y corred a la entrada principal ¿ De acuerdo?

- De acuerdo - respondimos todos.

Quedarme a solas con Enoch, me ponía demasiado nerviosa. Salimos a la zona de educación física y miramos todo sin saber qué hacer.

- Muy bien, - me dijo - aquí estamos ¿ Qué propones que hagamos ?

- Intentemos hablar con la gente - respondí - Sé que socializar no es lo tuyo, pero por favor, haz un esfuerzo.

Enoch puso los ojos en blanco , me agarró de la mano y comenzamos a caminar. Al cabo de unos minutos, nuestro plan se había convertido oficialmente en un fracaso. Cada vez que nos acercábamos a alguien, salían huyendo. Ya Enoch  comenzaba a impacientarse, por lo cual volvió al interior de la escuela y me arrastró con él.

- Hola - le dije a un chico de cabellos rojos que se encontraba solo en una esquina, mientras que Enoch se alejaba - Me preguntaba si tal vez sabrías decirme que sucedió en el baño de chicas.

- Claro - respondió .

Cuando hube conseguido la mayor cantidad de información posible, le di las gracias al chico y busqué a Enoch con la mirada. Se encontraba haciéndome señas desde el otro extremo del pasillo.

- He encontrado algo maravilloso - dijo con los ojos llenos de brillo.

Me volvió a agarrar de la mano y me guío hasta un aula con aspecto de laboratorio. Encima de cada una de las mesas se encontraba tendido el cuerpo inmóvil de un gato muerto. Las tripas se me revolvieron al instante.

- Enoch O'Connor, lo que sea que estés pensando , no te atrevas a hacerlo - le advertí.

- Muy tarde, Manon - dijo y luego se volteó en dirección a las mesas - ¡ Arriba dormilones !

Poco a poco , los gatos se comenzaron a mover y a maullar. Miré a Enoch horrorizada y él comenzó a reír .

- ¡ Sean libres ! - gritó .

Los gatos salieron corriendo en manada, y nosotros salimos tras ellos, a tiempo para ver como comenzaban a perseguir a unas chicas que gritaban frenéticas.

- ¡ Detenlos ! - le grité mientras que él seguía riendo.

- ¡ Lo siento ! - me dijo - ¡ No he podido resistirme !

- ¡ Enoch, eres un idiota ! - le volví a gritar - ¡ Lo has estropeado todo !

Nos topamos con Jacob y Emma , los cuales nos miraban sorprendidos , con las respiraciones tan agitadas que parecía que acababan de correr un maratón.

- Nunca creí que diría esto, - respiró Emma - pero doy gracias a los pájaros por la existencia de este loco.

- Ya le daremos las gracias más tarde - dijo Jacob y corrió hacia la pared para disparar la alarma de incendios.

Echamos a correr y nos quedamos en el patio, camuflados de momento entre la muchedumbre de alumnos .

- ¡ Chicos ! - gritó Victor acercándose a nosotros - ¿ Qué ha sucedido ? ¿ Por qué esas chicas gritaban ?

- Enoch revivió a unos gatos en el laboratorio de ciencias - respondió Emma.

- ¿ Los has convertido en zombis ? - dijo Victor aguantando la risa.

- Me ha dado pena dejar a esos gatos ahí muertos - se justificó Enoch - Los iban a rebanar.

- Con fines científicos - puntualicé.

- Pero ¿ no teníais que estar en las pistas deportivas ? - señaló Jacob.

- Nadie quería hablar con nosotros - replicó Enoch.

- Enoch se aburría y se ha ido a dar un paseo por ahí - dije.

- Y me han llegado los deliciosos efluvios de los líquidos de embalsamar a través de una ventana y no he podido evitarlo.

- Por suerte para vosotros, he podido enterarme de algo mientras él jugaba con animales muertos - dije - He hablando con un chico muy servicial que estaba en el colegio cuando se declaró el incendio en el baño. Me ha dicho que se oyó un estallido y luego brilló un fogonazo. Al momento vio a una chica corriendo por el pasillo, perseguida por una pareja de adultos.

- ¿ Y qué aspecto tenían ? - preguntó Jacob.

- Era una chica de piel oscura y cabello largo y negro. Los adultos tenían quemaduras en la piel y sus ropas desprendían humo. Estaban muy enojados.

- Suena como los que nos persiguieron - comentó Emma .

- ¿ La atraparon ? - quiso saber Jacob.

- No. Escapó .

- ¿ Cómo se llamaba ?

- No lo sé - negué con la cabeza .

- ¡ Aquí estáis ! - susurró Millard - Os he buscado por todas partes. Ha sido complicado. Un estúpido ha disparado la alarma de incendios.

- Hemos sido nosotros - le dijo Emma - Teníamos que salir de ahí.

- Salgamos - propuso Jacob - Ahora que aún podemos escondernos entre la gente.

- Dividíos - ordenó Emma señalando la acera de enfrente - Nos reuniremos allí, detrás de esos coches.

Abandonamos el patio a toda prisa , cruzamos la calle y nos reagrupamos detrás de los coches que Emma había señalado.

- Escuchad - empezó a decir la rubia - Jacob y yo también hemos averiguado algo.

- Y yo - intervino Millard - No he tenido suerte con los archivos y los expedientes , pero he podido charlar con una jovencita muy agradable en la secretaría.

- ¿ Has hablado con alguien ? - me horroricé - ¿ Acaso os trae sin cuidado que nos pillen ?

- Soy muchísimo más sofisticado de lo que vosotros creen - se ofendió Millard - No hace falta que os pongáis frenéticos , la verdad.

- Bueno, has hablado con alguien - dijo Victor.

- ¡ Sí ! Con una jovencita encantadora que, por lo que parece, conoce al sujeto y sabe dónde encontrarla.

- Vale ¿ dónde ? - preguntó Emma .

- No he querido presionarla. El sujeto es amiga suya. Sabe que está en peligro y, como es natural, desea protegerla. Empezaba a ganarme su confianza cuando ha sonado la dichosa alarma.

- Pues vuelve a entrar y termina de ganarte su confianza - le soltó Enoch.

- Hemos acordado vernos más tarde. No se sentía del todo cómoda hablando del asunto en el colegio.

- No me puedo creer que hayas hablado con alguien - resoplé.

- Nadie me ha visto, os lo aseguro - replicó Millard - ¿ Acaso nadie tiene fe en el viejo Nullings?

La chica había accedido a reunirse con Millard en una cafetería al salir de clase. Teníamos unas cuantas horas de margen, así que regresamos al coche dando un paseo y nos sentamos dentro para decidir qué hacer a continuación .

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