Estaba en mi cuarto encerrada, en un sábado. Aunque tampoco era algo raro, mi cama era mucho mejor que cualquier fiesta. Aunque mi personalidad a veces dice lo contrario, me gustaba la tranquilidad de vez en cuando.

Tenía mi cabello en dos coletas algo despeinadas con una camiseta negra el triple más grande de mi tamaño que me llegaba a las rodillas. Tomé mi guitarra y comencé a tocar una melodía que mi mamá me cantaba cuando era pequeña. Cerré mis ojos mientras disfrutaba de esa melodía que bailaba por el aire.

La letra era algo desconocida pero tarareaba pequeños trozos de los que me acordaba. Sentía una paz llenar mi cuerpo y mente mientras más me dejaba entregar a la música, cuando de repente se escucha el timbre tocar repetidas veces.

Mi zona de paz desaparece y dejo salir un pequeño gruñido mientras dejaba de lado mi guitarra. El timbre seguía sonando por lo que me apresuré a la sala.

—¡Ya voy, ya voy! — exclamé abriendo la puerta dejando ver a los chicos junto a Riley. —¿Qué hacen aquí? ¿Pasó algo?

—Yo quise venir a visitarte querida novia. — dijo Farkle para luego depositar un beso en mi mejilla.

—Y yo vine a vigilarlos. — dijo Lucas, aunque se escuchó más bien como una pregunta. — En realidad vinimos a invitarte a una fiesta.— en eso Riley entró

—¡Fiestaaa! — comenzó a bailar alocadamente y todos reímos, luego se calmó y tomó la mano de Lucas. —¿Qué dices Maya? ¿Vienes?

—No lo se chicos, no soy de ir a fiestas.— respondí haciendo una mueca de desagrado mientras los dejaba pasar y cerraba la puerta.

—¡Ándale Maya! Será muy divertido, verás que no te arrepentirás. — suplicó Riley mientras me zarandeaba de un lado a otro.

—Riley tiene razón, además no me digas que no te encantaría pasar tiempo con tu novio. — añadió Farkle mientras subía y bajaba sus cejas con una sonrisa pícara.

A veces me preguntaba si se le olvidaba que solo era un acto nuestra relación.

—Bueno ya, está bien. Deja me cambio y nos vamos a esa dichosa fiesta que tanto quieren que vaya. — dije rindiéndome y fui a mi habitación

Ahí me encontraba observando el armario sin una idea de que ponerme. ¿Y si no voy? No, Riley me mataría.

Solté un suspiro de cansancio y tomé vestido color mostaza con diseños de flores alrededor de la falda. Lo acompañé junto a un chaleco abierto de un color verde militar y unas botas con taco marrones que me llegaban un poco más bajo de la rodilla. Me deshice de mis coletas y me peiné el cabello dejándolo suelto, para después plancharlo un poco.

Salí de la habitación abriendo la puerta de golpe, sin previo aviso.

—Listo chicos, Farkle suelta a Riley o ambos se cae...— en eso ambos caen al suelo por lo que hice una mueca de dolor. —Muy tarde, levántense y ¿dónde está Lucas?

En eso escuché un gemido de dolor y me giré, viendo a Lucas pegado en la pared. Comprendí lo que pasó por lo que estallé a carcajadas.

Lo había golpeado con la puerta, oops.

—¿Estás bien Huckleberry? — pregunté, y éste me miró mal. —Oh entiendo, lo siento. — me carcajeé

—Nosotros los esperamos afuera, ven Riley. — y antes de que Riley pudiera negarse ambos salieron del apartamento. Farkle me dedicó una sonrisa pícara antes de irse.

Fui al refrigerador y tomé una bolsa de hielos. Fui en dirección a Lucas y éste hizo una cara de horror al ver la bolsa.

—Creo que ya no me duele, estoy completamente bien Maya. — sonreí maliciosamente y al ver que comenzó a correr lo perseguí hasta lanzarme en su espalda deteniéndolo

—No seas niñita Friar, ¿prefieres que se te inflame el golpe? Ven, siéntate en el sillón y deja que te ponga el hielo. — le ordené bajándome de su espalda mientras él obedecía mis órdenes

Luego de sentarnos puse la bolsa de hielo en el golpe que yacía en su frente. Ambos estábamos en completo silencio por lo que comenzaba a sentirme nerviosa.

—Te vez bastante bien, Maya. — dijo Lucas rompiendo con el silencio que reinaba entre nosotros.

—Oh, gracias Huckleberry. — respondí con algo de vergüenza en mi voz, la cual intenté esconder junto a mi pequeño rubor. — Tú igual te ves muy apuesto, a Riley le encantará. — añadí mientras hacía un poco más de presión en el golpe.

—Cierto, a Riley. — dijo en voz baja, aunque pude escucharle. — Es una chica increíble, ¿no es así?

—La mejor de la mejor. — asentí con una pequeña sonrisa. — Es la mejor compañera que puedas tener. Si no hubiese conocido a Riley, estaría tan perdida ahora.

—Creo que todos lo estaríamos de no ser por ella. Soy muy afortunado de tener su corazón. — al escuchar eso la bolsa de hielo resbaló y me agaché a recogerla.

—Sí, eres bastante afortunado. Solo espero que no lo rompas, o romperé cualquier sueño que tengas de tener hijos, ¿entendiste? — le advertí para ponerle bruscamente la bolsa en su golpe

Éste solo se quejó por la presión y asintió varias veces. En eso Riley entró junto a Farkle.

—¿Ya estás mejor, Lucas? — preguntó Riley observándonos con algo de impaciencia.

Acto seguido me levanté junto a Lucas, quien tiró la bolsa de hielo en la basura. Fui hacia Farkle y entrelazamos nuestros brazos.

—Sí, ya podemos irnos a la fiesta. — dijo Lucas tomando de la mano a Riley.

Fiesta, aquí vamos.

"I'm blinded, 'cause you are everything I see."

¡Hola chicos! <3 ¿cómo están? ¿les está gustando como va todo?

se que no habido tanto entre Lucas y Maya, pero quiero que sea todo a su tiempo para no apresurar nada <3

¿Qué creen que pasará en la fiesta? ¿Maya podrá ocultar su secreto de Riley? ¿Y Farkle, podrá ocultar el suyo de Lucas?