Capítulo 25
Caminaba con velocidad lejos del lugar. No quería ver como algo malo le sucedía a Lucas y yo no pude salvarlo. Las lágrimas amenazaban con salir pero les negué el paso. No iba a llorar, no quería llorar.
Una voz anunció el nombre de Lucas por los altavoces y me paré en seco. Giré todo mi cuerpo hacia atrás viendo como Lucas iba en dirección al toro. Inconscientemente me senté al borde de un banco de madera. Mi respiración era lenta , todo lo contrario a los latidos de mi corazón que iban a toda velocidad. Todo mi cuerpo temblaba con ansiedad y pedía salir corriendo pero estaba congelada.
Una bocina me sacó de mis pensamientos y me enfoqué en Lucas. Las puertas que lo encerraban se abrieron y el toro no esperó un segundo para correr por el escenario. El animal saltaba con brusquedad y daba vueltas llevándose consigo al chico. Apreté mis puños con tanta fuerza que mis uñas se enterraron en la piel.
Todo está bien, todo está bien, me repetía a mi misma por dentro.
De repente el toro hizo un salto a la misma vez que giraba causando que Lucas perdiera el agarre y cayera inconsciente al suelo.
Me levanté de golpe lista para ir corriendo hacia él, pero el miedo me paralizó. Respiraba con fuerza mientras observaba con pánico la escena. Riley fue la primera en correr a él y arrodillarse a su lado. Luego llegaron Zay y Farkle tratando de despertarlo. Luego de unos segundos Lucas despertó y cerré mis ojos suspirando con alivio. El apretón que sentía en mi corazón desvaneció y mi respiración se calmó.
Los chicos le ayudaron a levantarse con cuidado a la misma vez que anunciaban a Lucas como el ganador después de romper el récord de montar al toro. Aunque eso no me importaba tanto como la seguridad de Lucas.
Riley hablaba alegremente con Lucas y de repente dirigió su mirada hacia mí, borrando su sonrisa con lentitud. Respiré hondo al ver que Lucas estaba bien y me volví a sentar. Llevé mis manos a mi cabeza acomodando los codos en mis muslos.
Unos minutos después sentí como alguien se sentaba a mi lado por lo que levanté la mirada encontrándome con Riley. Me senté derecha y giré mi vista hacia otro lado.
—Así que él está bien. — dije refiriéndome a Lucas.
—Él fue genial. ¿Cómo estás tú? — pude sentir su mirada en mí. Dudé en ignorarla pero terminé volteando a verla. Sus ojos marrones estaban enfocados en mí, como si estuviera analizando algo en mí.
—No podía verlo. — respondí con sinceridad. — No podía ver como se lastimaba o peor, moría.
Ambas nos quedamos en silencio por unos segundos que se sentían horas. Miré a otra dirección para no seguir teniendo los ojos de Riley en mí.
—Lo quieres de verdad. — habló después de lo que parecía una eternidad. — Por eso no podías verlo competir. Tenías miedo de que algo malo le sucediera. — siguió hablando. — Todo este tiempo, cuando te burlabas de él y le llamabas nombres, lo hacías porque te gustaba. — mordí mi labio inferior con fuerza evitando su mirada. — Y nunca me lo dijiste. — noté algo de tristeza en su voz.
Me levanté poniendo mis manos en los bolsillos delanteros de mi pantalón.
—¿Cómo podía decirte? — mi voz se entrecortó pero me aclaré la garganta. — Eras mi mejor amiga y estabas tan ilusionada con él. No podía arrebatarte esa felicidad que sentías. — alcé la mirada al cielo, viendo como las nubes se movían con lentitud. — Nunca me lo hubiera perdonado.
Escuché como se levantaba y se ponía a mi lado.
—Siempre lo supe. — admitió. Al escuchar eso volteé a verla confundida. — Una parte de mí sabía que gustabas de él y que Lucas sentía algo por ti. — ahora era ella quien evitaba mi mirada. — La forma en que se miraban, como Lucas hablaba de ti, era diferente. — hizo una pausa y luego rió con pesadez. — Ese día que fuimos de fiesta... — giró a verme y realicé que estaba llorando. — Vi lo que sucedió, Maya. Se iban a besar, ni siquiera una hora después de que Lucas me haya pedido ser su novia. — se limpió las lágrimas con brusquedad y me miró con seriedad.
—Riley yo.....
—No lo quería perder. — me interrumpió. — No iba a permitirlo. Por eso intenté ser como tú. Bajé las calificaciones, me vestí diferente, incluso me corté el cabello. — se agarró un trozo de su pelo. — Pero no sirvió de nada.
—¿Por qué quisieras ser yo? Riley-
—¡Porque todos te quieren a ti! — gritó entre un sollozo. — Eres la favorita de todos. Claro, como no tienes nada, todos te tienen pena. ¿Y yo qué? ¿Qué hay de mí? — se señaló.
—Riley, si de verdad crees que me quieren más a mí que a ti, estás muy equivocada. — meneé la cabeza. — Todos te quieren Riley, en especial.... — me detuve antes de mencionar el nombre.
—Ya no importa. — retrocedió unos pasos. — ¿Y sabes qué? Tú ganas.
Se fue dejándome con la palabra en la boca.
☆
Todos fuimos invitados al Rodeo Grill ya que habría una fiesta en celebración a Lucas. Me encontraba hablando con Farkle mientras los demás ordenaban la comida.
—Me siento como la peor amiga del mundo. — admití recostada en el hombro de Farkle. — Y tal vez lo soy.
—No lo eres Maya. Nunca lo has sido y nunca lo serás. — aseguró jugando con mi cabello. — Si lo fueras ya te hubieras interponido entre Riley y Lucas hace mucho tiempo, pero no lo hiciste. Preferiste esconder tus sentimientos para que Riley fuera feliz. — tomó mi barbilla y la levantó para que lo mirara. — Porque esa es quien eres.
Me quedé observando a Farkle tratando de descifrar que hice para merecerlo. Él siempre había sido un gran amigo y si necesitaba a alguien él estaba ahí.
Nuestra conversación fue interrumpida por una tos proveniente de Lucas. Me separé de Farkle acomodándome en mi silla. Lucas se sentó a mi lado poniendo los platos de comida en la mesa. Riley y Zay llegaron unos minutos después con las bebidas y se sentaron frente a nosotros. Un silencio incómodo se formó en el grupo hasta que Lucas habló.
—Maya, ¿en serio aún no me vas a hablar? — preguntó Lucas volteando a verme.
Hice lo mismo.
—Te podrías haber lastimado en esa estúpida competencia. — respondí algo enojada. — Si te hubieses lastimado, ¿cómo crees que hubieran reaccionado las personas que.....? — me detuve antes de seguir hablando.
—¿Te quieren? — giré a ver a Zay quien tenía su dedo índice alzado. — Creo que ibas a decir "las personas que te quieren". — sonrió.
—No estoy hablando sobre mí, ¿crees que esté hablando de mi? — hablé rápidamente.
—Sí creo que estés hablando de ti. — asintió sin dejar de sonreír.
— Me refiero a todos nosotros. — me defendí. — Ahora por favor déjenme comer en paz. — di fin a la conversación y me concentré en la comida.
Sabía que quería a Lucas, pero la conversación que tuve con Riley me dejó pensando y con dudas. Aunque nuestra relación era complicada y fui lastimada por ella, aún me importaba.
Por más que quiera negarlo Riley sigue siendo alguien importante en mi vida y si de verdad quiere a Lucas, parte mi de se siente culpable de estar con él.
"Only if you knew how much I liked you but I watch your eyes as she walks by."
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