Nuestros labios luchaban por tomar control del otro. No era un beso suave, de esos que te causaban mariposas y sentías que estabas en un cuento de hadas. Era un beso lleno de pasión, de desesperación. Llevé mis manos a su cabello para atraerlo más a mi. Sus manos bajaron de mi cara a mi cintura, acariciando mi piel.

Si esto era un sueño no quería despertar nunca. Ninguno de los dos quería separarse, pero la falta de aire era nuestro enemigo y tuvimos que parar. Ambos respirabamos con fuerza buscando aire.

—Perdóname Maya. — pude sentir mi corazón encogerse al escuchar sus palabras. ¿Iba a salir corriendo de nuevo? — Nunca fue mi intención lastimarte o hacerte creer que solo juego con tus sentimientos.  — dejé salir un suspiro aliviada. — Si soy sincero, he estado confundido. Por eso no he querido enfrentarte, pero sé que debía hacerlo pronto. Pensé que era feliz con Riley, que tenía que estar con ella. Todos esperaban que estuviéramos juntos, no quería defraudarlos.

—Lucas...

Posó sus manos en mis hombros, dándome su mirada más dulce.

—Ese día en la feria, después de besarnos sentí algo. Me sentía diferente, libre. — sonrió. — Sentí cosas que nunca había sentido con alguien más, ni siquiera con Riley. Supe en ese momento que siempre fuiste tú. Desde el primer día en el tren cuando te acercaste a mi, fuiste tú. — llevó su dedo índice a mi mejilla, acariciándola. — Y cuando confesaste tus sentimientos hacia mi en el lago, me paniqueé. Tenía miedo de defraudar a todos por lo que realmente sentía, pero terminé defraudandote a ti.

Antes de que siguieran hablando deposité un beso corto en sus labios.

—No has defraudado a nadie Huckleberry. — sonreí juntando los labios. — Ni a mí, ni a nadie. Eso te lo prometo. — tomé sus manos y las entrelacé con las mías, depositando un beso en ellas. — Entiendo que necesitaras tiempo. Y si aún lo necesitas....

—No. — me interrumpió. — Ya no puedo aguantar un segundo más lejos de ti. — no podí evitar ruborizarme por su comentario. — Te quiero Maya. No pasa un día en el que no pienso en ti. Eres la persona más increíble que he conocido en toda mi vida.

Su discurso fue interrumpido por el sonido de un celular. Lucas sacó el aparato de su bolsillo y contestó.

—Habla Lucas.

Su sonrisa desvaneció al instante y pude ver pánico en sus ojos. Comenzó a hacerle preguntas a la otra persona en la llamada mientras caminaba en círculos. Lo tomé de los brazos para que se calmara y terminó la llamada.

—Lucas, ¿estás bien?

—M-mi abuelo sufrió un infarto.

☆

Empacaba mis cosas en la maleta lo más rápido que podía con ayuda de mi mamá. Al parecer el abuelo de Lucas sufrió un infarto pero nada más grave. Aún así Lucas quería ir a visitarlo pero no iba a dejarlo ir solo. En realidad, Farkle, Riley y yo iríamos con él. Nuestros padres acedieron ya que Lucas nos necesitaba y aparte era una emergencia familiar.

Tocaron la puerta del apartamento. Supuse que eran los chicos así que terminé de empaquetar lo último que me faltaba y cerré la maleta. Mi mamá fue a abrir mientras yo sacaba la maleta de mi cama. Me miré en el espejo antes de salir de mi habitación. Respiré hondo y me arreglé mi coleta ya que estaba un poco despeinada. Le sonreí al espejo y salí arrastrando la maleta con mis manos.

Junto a los chicos se encontraban la familia de Riley quien nos llevaría al tren. Del tren iríamos al aeropuerto y aterrezariamos en Texas, donde la familia de Lucas nos recogería.

No pude evitar posar mi mirada en Riley, notando que ella se aferraba al brazo de Lucas.

—Maya, quiero que te portes bien ¿vale? — pidió mi madre, dándome un abrazo. — Si necesitas algo o lo que sea, llámame. ¿Me lo prometes?

—Sí mamá, te lo prometo. — le aseguré. Depositó un beso en mi cabeza y me separó de ella con una sonrisa cálida, pero llena de preocupación. — Voy a estar bien. Todos estaremos bien.

—No se preocupe Miss Hart. Tiene mi palabra de que cuidaré muy bien de Maya. — Lucas puso una mano en mi hombro y dio un pequeño apretón.

Después de que todos recibimos miles de abrazos de parte de mi madre fuimos al tren, donde nos despedimos de la familia de Riley.

—Dame otro abrazo. — demandó Topanga a Lucas, envolviendolo en sus brazos. — Sabes que tienes nuestro cariño y puedes llamarnos para lo que necesites.

—Tu abuelo va a estar bien, te lo aseguramos. — dijo Cory dándole palmadas en la espalda.

El altavoz dio la última advertencia para abordar el tren así que todos entramos con nuestras maletas. Me sujeté del tubo y con mi mano libre me volví a despedir de la familia de Riley. Los chicos me imitaron hasta que las puertas del tren se cerraron.

Lucas se sentó en la esquina, poniendo las manos en su cabeza con frustración. Los tres decidimos darle espacio para que pudiera procesar la noticia. Me senté al lado de Farkle y Riley en el otro. Ninguno decía nada debido a la incomodidad. Después de todo la relación que teníamos con Riley era complicada.

Iba a ser un largo viaje.

" I promise you this. I'll always look out for you."